Capitulo nueve : Verano cruel.
Carina caminaba en un callejón que parecía dar a un muelle. A lo lejos, al irse acostumbrándose a la luz, vio a tres personas peleando. No podía ver bien quienes eran hasta que se acercó más, y su rostro mostró desesperación.
Un Johnny sangrante tambaleaba, tratando de ponerse en posición de pelea para ir contra John Kreese, quien le daba puñetazos a un hombre que estaba tirado en el suelo.
Era Daniel.
Johnny le hizo una llave a Kreese, haciendo que este deje de golpear a Daniel, pero Kreese le da un codazo en el estomago y le dobla el brazo en su espalda, para luego darle una patada tirándolo en el suelo.
— ¡Johnny! — grita Carina con desesperación. Trata de ir hasta Johnny pero un alambrado cubre el final del callejón, impidiéndole el paso a la mujer. La Lawrence agita el alambrado con sus manos, pero es imposible pasar para el otro lado.
La mujer ve como Daniel se levanta dificultosamente del suelo, poniéndose en posición de pelea para enfrentar a John Kreese. El rostro de LaRusso estaba ensangrentado y tenía un ojo morado.
— ¡Daniel, no! — el grito de Carina hace que Daniel la mire.
Al hacer eso, Daniel no se dio cuenta de la patada que le dio Kreese en la cara, haciendo que caiga al suelo nuevamente, pero esta vez inconsciente. Kreese reía con diversión al ver a Johnny y a Daniel derrotados.
— ¡Carina! ¡Carina! ¡Despierta!
Carina se sobresalta al despertarse de golpe, lanzando un último grito. La mujer respira y suspira rápidamente asustada. Hasta que calmó su respiración, no se dio cuenta que Johnny se encontraba a su lado, dentro del departamento de ella.
— Johnny, estás bien — Carina abrazó a Johnny aún sentada en la cama. Johnny le correspondió el abrazo. El hombre se despertó con los gritos de su prima y corrió rápidamente hasta su apartamento.
— Claro que estoy bien, tonta — la tranquiliza Johnny. Los dos se separan y Carina se lleva una mano a su frente. Estaba hirviendo — ¿Fue una pesadilla?
— Algo así — dice Carina tratando de no preocupar a Johnny, pero para ella era algo serio. Las dos personas que más le importaban habían sido lastimadas.
Y podía llegar a pasar en la realidad.
— ¿No vas a decirme que soñaste?
Carina negó con la cabeza. Johnny se sentó frente a ella y le sirvió un café con panqueques. El también se había hecho un café.
— No es nada Johnny, fue una estupidez.
— No parecía una estupidez, Car, estabas gritando muy fuerte — le dijo Johnny. Luego cambió su semblante cambió a una sonrisa —. A menos que hayas soñado cosas sucias con LaRusso, eso no lo quiero saber.
— ¡Johnny! — Carina se sonroja por las insinuaciones de su familiar.
— Okey, okey, ¿no es eso? — los dos rieron.
— ¿Como vas con el dojo?
— Bien, en unos minutos debo ir a abrir, hoy haremos una especie de competencia entre dos alumnos — le explica Johnny, para luego tomar de su café.
— Esto está bien — asiente la mujer —. Deben prepararse para el próximo torneo.
— Yo ya les dije, que hayan ganado el torneo del año pasado no significa que deben descansar.
— En eso te doy la razón.
— ¿Y tu como vas con... — Johnny hizo una pausa. No soportaba pensar en ese LaRusso, pero su prima se veía bien allí — Miyagi-Do?
— Estamos bien. Sam y Robby están excelentes en el entrenamiento, y ahora se nos unió otro chico — le cuenta Carina, ahora con tranquilidad. Trataba de olvidarse esa maldita pesadilla.
— Parece que están progresando.
— Asi es — asiente la mujer. Mira a su primo, quien come de sus panqueques —. Johnny.
— ¿Si? — Johnny habla con la boca llena. Carina hace una cara de desagrado.
— Tienes que prometerme que vas a echarle un ojo a Kreese — Johnny le presta atención. Carina ahora tenía sus ojos entristecidos, se notaba en su rostro que algo le preocupaba —. Por favor.
Johnny asintió con la cabeza y tragó su comida.
— No debes preocuparte — Carina mira a su primo cuando el habla —. Lo mantendré vigilado.
Carina sintió como si le quitaran un peso de encima. Si Johnny le había dicho eso, todo saldría bien.
O eso creía.
Cuando Johnny se fue, Carina enlistó sus cosas para ir hasta Miyagi-Do. Al llegar a la puerta, vio algo que la dejó helada. El símbolo de madera del dojo estaba rayado con aerosol rojo. ¿Que diablos había pasado? La mujer dio pasos rápidos hasta la casa, pero se detuvo al ver el auto amarillo del señor Miyagi escrito con más aerosol rojo : "Cobra Kai nunca muere".
Carina miró con los ojos como platos aquello, y pensó lo peor. Corrió hasta el patio trasero para ver si alguien estaba lastimado, pero se encontró con el dojo destruido : papel higiénico yacía por todo el patio, la bolsa de boxeo estaba cortada a lo largo, los bonsai a estaban tirados por todo el patio, los faroles estaba destrozados y tirados, incluso rayaron la cerca con aerosol negro y rojo. La mujer se llevó las manos a la boca, tratando de no llorar. Todo el sacrificio del señor Miyagi, todo su legado estaba hecho trizas frente a sus ojos.
— Ah, ya llegaste.
Carina se da vuelta para ver a Daniel. El hombre estaba entristecido, se notaba a kilómetros. Lawrence se acercó a Daniel y se aferró a su cuello como si fuera a ahogarse. Creía que también le habían hecho daño, tal como en su pesadilla de esta mañana. LaRusso se quedó estático, pero luego correspondió el abrazo y puso sus manos en la espalda de Carina, aferrándola más a el.
— Estas bien — susurró la mujer, ocultando su cara en el cuello de LaRusso, y este sonrió a medias.
— Claro que estoy bien — Daniel acaricio la espalda de su compañera con su mano, para luego separarse de ella —. El que no esta bien es el dojo.
Los dos se voltean para mirar el patio destruido.
— Así que fueron ellos — habla Carina, negando con la cabeza. ¿Acaso Johnny había sido capaz de hacer esto?
— Por supuesto, ¿quien mas? — Daniel estaba enojado. Esa mañana había ido el mismo al dojo de Cobra Kai a ajustar cuentas con Johnny. LaRusso miró a su amiga. Aún no podía entender como ella podía defender a Cobra Kai —. Hasta robaron la medalla de honor del señor Miyagi.
Carina miró a Daniel con preocupación. ¿Como habían osado robar la medalla? Lawrence cerró los puños con fuerza y trató de no explotar.
Robby, Sam y Demetri aparecen en el lugar, igual de desganados que Daniel. Carina pone sus manos en su cintura y observa el lugar. Le dolía el corazón ver el dojo así de destruido. Quería creer que su primo no había sido el causante de esto. Todas sus sospechas apuntaban a Kreese. Ese hombre podía ser manipulador, y más con los niños. La mujer suspiró y miró a sus compañeros.
— Bien, es hora de trabajar.
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Las cosas cada vez van más complicadas entre Miyagi Do y Cobra Kai😳
¿De que lado quieren a Carina?
Hasta el próximo capitulo👊🏻💚
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