Capitulo doce : Dia gris.







El día estaba soleado, pero para Carina y Johnny era un día triste. Ni siquiera el sol los iluminaba.

El rubio cuelga el celular después de hablar por teléfono, para acomodarse la corbata por última vez y mira por el espejo a su prima, quien había salido del baño. Johnny abre los ojos con sorpresa al ver que el cabello de su familiar se había ido. Ahora lo llevaba corto por detrás de las orejas.

— Buen corte — la halaga Johnny, mirándola por el espejo.

— Gracias, bro — responde ella. La mujer llevaba una camisa negra y un jean del mismo color. Los dos conectan sus miradas, llenas de tristeza y pesar.

— ¿Estás lista?

Carina asintió. Aunque estaba lista, era difícil. Su amigo mutuo acababa de morir, y hoy se daría el funeral. El rubio mira a su prima por última vez, viendo su demacrado rostro : tenía ojeras debajo de los ojos y su actitud era decaída. Pero a pesar de eso, ella le dedicó la mejor sonrisa que pudo. Eso le gustaba de su familiar, a pesar de las circunstancias, ella siempre seguía fuerte. Johnny siempre le dijo que era una Cobra natural.

Bobby y Jimmy los esperaban afuera. Los dos salieron de su departamento en Reseda y se subieron al auto junto a sus amigos, quienes estaban vestidos con el mismo color oscuro. A pesar de ser un hermoso día de verano, para los ex-Cobras era un día gris y tormentoso. Como en todo funeral.




Carina se aferraba a Johnny lo más que podía para aguantar el dolor en su corazón. Los hombres de la recepción ya estaban bajando el cajón de Tommy, el cual estaba lleno de flores. Antes de que la bajaran más, Johnny tiró arriba del cajón su preciada cinta negra, la cual siempre llevaba a la cabeza. Carina miró a su primo y acarició su hombro de forma cariñosa. Sabía que esa cinta era especial para el, la misma Ali Mills se la había regalado. Y que se la haya dado a Tommy era un símbolo de hermandad.

Bobby y Jimmy también estaban allí. Jimmy estaba acompañado de su preciada familia, a la que Carina y Johnny tuvieron el placer de conocer en esos momentos de tristeza.

El cajón había llegado al fondo de la fosa, y los encargados del funeral comenzaron a usar las palas, tapando la tumba con tierra. El grupo de Cobras miraron aquello, y se contuvieron entre sí. No se dejarían caer de rodillas.

Cuando la tumba ya estaba tapada hasta el tope, el reverendo dijo unas palabras y terminó el servicio, el cual para Carina había parecido una eternidad. La tristeza los invadía, no querían dejar ir a a Tommy, y seguramente no lo dejarían ir por un tiempo. Él había sido su mejor amigo, de los mejores del equipo. Carina había compartido la mayoría de su adolescencia con ese muchacho y los demás. Habían cometido errores como todos, pero para ella fue uno de los mejores regalos que All Valley le había dejado.

— ¿Necesitas que te compre algo? Un vaso de agua te haría bien — la pregunta de Johnny hace que Carina lo mire. Ella sonríe forzadamente.

— No, gracias, Johnny, estoy bien — dice ella. Sabía que la preocupación de su primo era genuina, y estaba agradecida de que él estuviera junto a ella en uno de los momentos más difíciles de su vida.

Los dos están frente a la tumba de su amigo. Los primos se quedaron estáticos mirando aquello. Johnny pasó su brazo alrededor del cuello de ella y Carina se aferró a él, abrazándolo. Y ahí estaban los dos, como una familia, apoyándose entre ellos, como antes. Como debía ser.

Los dos se quedaron hablando con Jimmy y su familia, para levantar un poco los ánimos. Bobby ofreció su casa par hacer una pequeña cena más tarde, para honrar la memoria de Tommy, y Johnny creyó que sería una buena idea. Los dos primos, luego de aquella amena charla, comenzaron a irse del mojado césped del cementerio, y cuando Carina levantó la mirada, vio un auto parado en frente. Parpadeó un par de veces para ver bien al hombre que estaba apoyado en aquel auto, en frente del cementerio.

— ¿Que...?

Carina no tenía idea de que hacía el aquí. Daniel levanta la mirada y se cruza con los ojos de la mujer. Se despega del auto y se acomoda el traje, el cual también era negro. Carina mira a Johnny, el cual esta al lado de ella. El rubio mira a su prima y le da una pequeña sonrisa.

— ¿Que hace el aqui? — le pregunta Carina a Johnny.

— Yo lo llamé — cuando Johnny dice eso, la mujer no lo puede creer. ¿Su primo hablando con Daniel? ¿En que momento?

— Así que era él con quien estabas hablando por teléfono esta mañana — entiende Carina, y Johnny camina junto a ella hasta llegar a la acera, frente al auto de LaRusso.

Daniel y Johnny mantienen fijas sus miradas, como si fuese a desatarse una batalla campal en cualquier momento. Pero no hoy. Hoy era un día de tregua. Solo por la memoria de Tommy y por respeto hacia Carina. Daniel asintió con la cabeza a Johnny y este aceptó el gesto.

— Los dejo — dice Johnny, y antes de que Carina replique, el se va de allí para ir a hablar con sus amigos.

Jimmy y Bobby miran la escena entre su compañera y Daniel, con unas sonrisas pícaras en el rostro.

La mujer mira a Daniel y este trata de darle una sonrisa.

— Hola — saluda la mujer Lawrence, estando frente a su amigo.

— Hola — Daniel mira con detalle a su compañera. Tenía grandes ojeras debajo de sus ojos, y estos estaba rojos e hinchados. Nunca la había visto de ese modo —. En verdad... lamento tu pérdida — dice Daniel, y el hombre hablaba en serio. No le gustaba ver a Carina así de triste frente a él, y aunque LaRusso no había tenido una buena relación con el difunto Tommy en el pasado, le brindaría respeto porque eso es lo que hace una persona decente y con valores.

— Así que Johnny te contó todo — Carina coloca sus manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón.

— Si, me llamó esta mañana — le cuenta Daniel —. E hizo bien, porque de no ser por el, no hubiera sabido nada de ti.

— Daniel...

— No, Carina, te entiendo. Se que era algo personal, y comprendo el por qué no me contaste — la tranquiliza Daniel.

Carina asiente con la cabeza. Tenía razón. Ella no quería decirle nada a Daniel sobre la reunión porque eso involucraba a Cobra Kai, involucraba a los bully's de su adolescencia. No quería que Daniel se enfadara por alguna razón, y tampoco quería hacerlo sentir afligido. Y cuando Daniel atendió la llamada de Johnny, lo había entendido todo. El sabía que lo que caracterizaba a Carina era su altruismo, su preocupación hacia los demás en vez de a ella misma.

— No quería que lo de tu y Cobra Kai...

— Lo se — habla Daniel, y los dos se miran. LaRusso pone sus manos en los hombros de la mujer, acariciandolos — Sabes que siempre estaré aquí para ti, ¿verdad?

Carina mira a los ojos a su amigo y se le escapan unas lágrimas, las cuales Daniel secó con su pulgar. Ella no aguantó más y abrazó a LaRusso, el cual correspondió de la misma forma. Ella apoyó su cabeza en el pecho de el, y Daniel comenzó a acariciar su corto cabello con suavidad. En eso, el se separó de ella y le sonrió.

— Te cortaste el cabello.

— Si...

— Te queda muy bonito — el comentario de Daniel hace que ella se sonroje un poco. El hombre quería golpearse en la cabeza por lo que dijo, pero al ver la reacción de ella, el solo sonrió.

Su amiga lo necesitaba. Y no la iba a dejar ir.

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