Cap. 5

Kea no se da por vencido e intenta otra vez andar en patinera, se ha caído un millón de veces pero esto no lo desalienta.

-Wau... perdí la cuenta de las veces que te caíste. -comenta Ricky asombrado. El muchacho ha caido de todas las formas pero no tiene ni un solo rasguño.

-Le prometí a una amiga que aprendería y eso haré. -habla decidido.

-¿Amiga, es tu chica? -pregunta el niño sentándose en el suelo para escuchar con más antención.

-No, no tengo. -responde sentándose a su lado.

-Ahh... ¿Por qué no?

-Creo que antes tenía, pero hice algo mal y todo salió mal. -murmura pensativo rascándose la barbilla.

-¿Tú? no creo, eres buena onda. -lo contradice.

-¿Y tú? -le pregunta Kea arqueando una ceja.

-Bueno, hay una niña en la escuela... -contesta mirando al cielo pero inmediatamente baja la cabeza -Pero ella me odia por haberla embarrado con lodo cuando cruzaba el parque en mi skate, desde entonces no quiere verme. -le cuenta apenado.

-No te preocupes hermanito. -dice el otro sonriendo.

-¡Ricky! -se escucha el llamado de su madre.

-Es mamá. -habla el niño alegre y corriendo a su encuentro.

-Ay no. -Kea se apresura a esconderse y lo hace subiendo a la copa de un árbol.

-Mami, quiero que conozcas a... -Ricky intenta presentarle a su nuevo amigo pero él ha desaparecido.

-¿Es tu nuevo amigo? -pregunta la mujer.

-Sí pero... él ya no está. -mumura el pequeño rascándose la cabeza de la confunsión.

-Vamos, ya es tarde y mañana tienes clases. -ella lo toma de la mano y lo lleva a casa.

Desde su escondite Kearrents presencia todo esto y sonríe para sí mismo -Ella no ha cambiado en nada y Ricky es genial, es mucho mejor que su hermano. -murmura recostándose por el tronco del árbol.

Desde la altura él puede ver las luces del circo, las mismas indican el comienzo de otro show.

-Mmm... me pregunto su Sky volverá a actuar. -se dice mientras baja del árbol, sin pemsarlo dos veces, Kea decide ir al circo y si tiene suerte volverá a ver a esa bella chica trapecista. Una vez más compra su boleto y le toca el mismo asiento, en la última fila y alejado de todos.

-Damas y caballeros, desafortunadamente la trapecista Sky no podrá presentarse hoy. -anuncia el presentador.

-No puede ser. -bufa Kea apoyándose sobre su mano y rodilla a la vez.

-Pero en su lugar se encuentra una atracción perfecta para los amantes del peligro. ¡Denle un fuerte aplauso a "El asesino enmascarado"!

Las luces se apagan de repente dejando el lugar completamente a oscuras, unos minutos después se enciende una única luz iluminando la plataforma central donde una persona se encuentra de pie, esta vestida completamente de negro resaltando una tela roja que cubre la parte inferior de su rostro dejando únicamente sus ojos a la vista.

Al otro extremo del escenario, una bella chica entra luciendo un hermoso vestido rojo, ella ea la asistente, quien le entrega unas afiladas y peligrosas cuchillas. El sujeto revisa el filo de las mismas mientras que ella se coloca frente a un muro de madera quedándose completamente quieta, sin previo aviso unas cuchillas se clavan alrededor de su cuerpo, la puntería es tanta que la bella asistente no resultó lastimada pero no puede moverse al encontrarse sujetada con su vestido por el muro de madera.

-¡Sorprendente, la asistente sigue viva! -habla el presentado. El enmascarado roda los ojos y toma tres dagas quedando de espaldas a la tribuna.

-Cuidado, este asesino tiene la mala costumbre de atacar al público. -advierte el hombre pero se calla de repente cuando una daga se clava a unos centímetros de su cabeza.

El público se espanta pero esto no termina ahí, la segunds daga se clava en una manzana acaramelada que se devoraba una vieja gorda.

Y la tercera... termina clavada en un pilar muy cerca de Kea, de hecho, el filo de la daga rasgó su remera provocándo un corte en su brazo. Unas gotas de sangre caen pero él solo se queda mirando fijamente los ojos del enmascarado, son de un tono azul aqua, vacíos y llenos de odio, no se comparan a los ojos de la misma muerte pero tienen similitudes, las mismas hacen que Kearrents tenga escalofríos, a pesar de esa mirada tenebrosa a el ángel le resulta algo familiar, como si ya la hubiera visto antes y muchas veces.

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