Cap. 29

Zoe aparece en la casa de Lauren dispuesta a contarle todo lo que pasó entre ella y Ariel -¿Qué quiere? -pregunta seria.

-Contarte todo. -responde Zoe agachando la mirada.

-No quiero escucharte. Ariel debe explicarme. -dice Lauren cruzándose de brazos.

-No te cuesta nada escucharla, además ya sabes cómo es ése rubio. Yo quiero saber también. -interrumpe Zariam logrando convencer a Lauren.

-Bien, habla. -Ellas van a la sala y están listas para escuchar lo que tiene que decir.

-Bueno, Ariel nos entrenaba a mí y a mi hermano Renzo. -comienza pero a Lauren se le ocurre interrumpir -Ah sí, ese lindo chico de ojos azules. -suspira haciendo que las otras la miren raro.

-Tarada, deja de suspirar por cualquiera, así Ariel nunca se fijará en ti. -la regaña Zariam dándole un codazo.

-Ay... -chilla ella haciendo pucheros, luego de eso Zoe continúa y cuando termina, los ojos de la rubia se oscurecen.

-¿Qué van a ser? -pregunta Zoe inocente al ver el rostro de ambas.

-¡Voy a matar a ese idiota! ¿Quién me apoya? -dice Zariam estando muy enojada. Lauren alza la mano poniéndose de pie -¡Pestes, ustedes se quedan aquí con las niñeras! -le ordena a sus hermanos quienes asienten, ella toma las llaves del auto de Lauren y acelera a fondo, también Zoe las acompaña.

-P-Pero no saben... dónde está Ariel. -habla la castaña aferrándose al asiento trasero.

-Por esa razón buscaremos a alguien que nos ayude. -Zariam dobla a la derecha y toma la carretera -Buscaremos a Kea.

En la otra ciudad...

-¡Kea ya basta, te estás comiendo todas las flores de la tienda! -lo regaña Amelia dándole un golpe en al brazo.

-Ay, me dolió. -hace pucheros frotando su brazo, unos cuantos pétalos rojos salen de su boca.

-¿Te comiste las rosas rojas que encargaron para esa boda? -dice ella con una cara de espanto.

-Lo siento, no sabía que...

-¿Qué voy hacer ahora? Pasaran a buscar las flores esta tarde y no nos pagaran por tu culpa. -Amelia agacha la cabeza y comienza a llorar.

-Lía, no llores, prometo que no volveré a tocar las flores de la tienda. -habla Kea tomando su mano y tratando de que ella se sienta un poco mejor.

-Bien porque encargué más de esas rosas. -contesta Amelia levantando su mirada, sólo estaba fingiendo.

-¿Qué no estabas llorando? -le pregunta él confundido.

-Eso se llama manipulación angelito, las personas lo utilizan para hacer que otra obedezca, en este caso yo quería que dejes de comer las flores de la tienda. -le explica mientras arroja a la basura los tallos que las rosas que Kea devoró.

-Eres muy manipuladora. -Dice él agachando la mirada -No quería molestarte Lía, es que tenía mucha hambre. -se disculpa estando apenado.

-Por favor no hagas esa carita. -suplica ella evitando mirarlo. Kea hace pucheros y abre grande los ojos marrones que tiene haciéndolos brillar -No volveré a tocar las flores de la tienda. -murmura él mirándola fijamente.

-No, siempre apartaré unas cuantas flores para ti. -Amelia se rinde ante la mirada de Kearrents mientras toma su rostro con las manos.

-Gracias Lía. -él sonríe dándole un beso en los labios. Ella lo disfruta y mucho, es más, los besos de Kea son dulces y suaves, como las flores que siempre come -¿Qué tal lo hice? -pregunta cuando se separan.

-¿Qué? -en ese momento ella se da cuenta de que fue manipulada por su ángel.

-Te convencí muy fácilmente. -él sonríe pero recibe una cachetada por parte Amelia.

-¡No vuelvas a hacer eso! ¿Oíste? -exclama furiosa.

-Auch... -Kea frota su mejilla teniendo la mano marcada en un tono rojo, ella nota esto y se siente mal por haberlo golpeado.

-Lo siento Kea. -se disculpa abrazándolo, él queda un momento procesando lo que acaba de pasar, primero es manipuladora, después se molesta y ahora lo abraza. En ese momento escuchan un fuerte ruido afuera, salen rápidamente de la florería y se encuentran con una limosina chocada contra un contenedor de basura.

-¡Zariam! -Exclama Lauren molesta, nadie resultó herido -¡Mira cómo dejaste mi cabello, me veo horrible! -chilla.

-También choqué tu preciada limosina pero tú te preocupas más por tu cabello. -ironiza Zariam rodando los ojos.

-Bueno, yo ya hice lo que debía hacer. Suerte Lauren. -dice Zoe agachando la mirada y luego se aleja.

-Espera. -La rubia corre hacia ella y le da un abrazo -Prometo que cambiaré a Ariel. -dice deshaciendo el abrazo.

-Ya lo hiciste. -sonríe y se aleja caminando.

-¡Lauren, Zariam! -Dice Amelia y Kea al mismo tiempo - ¿Están bien?

-Sí, no pasó nada, espera... ¡Sí pasó, tu amiguito Ariel hizo algo horrible! -habla Lauren molesta señalándolo con su dedo.

-Entonces ¿Ya lo saben? -pregunta Amelia angustiada.

-Sí y voy a matar a Ariel. -Responde Zariam enojada -No lo cubras ¿Dónde está? -busca al rubio por los alrededores.

-Ariel es su ángel guardián, se supone que debe estar con ustedes. -cuestiona Amelia arqueando una ceja.

-Por eso estamos buscando al mandito. -gruñe Zariam.

-Por eso vinimos a buscarte Kea ¿Sabes dónde está Ariel? -agrega Lauren seria.

-No, no sé. -responde el castaño encogiéndose de hombros.

-Pero... -dice ambas al mismo tiempo.

En ese momento Kea abre bien grande los ojos, siente un cosquilleo en toda su espalda y sus alas se despliegan -¿Qué está pasando? -se preguntan las tres sorprendidas.

-Sígame. -dice el ángel y alza vuelo, Zariam se apresura y enciende el auto, Lauren y Amelia suben y se abrochan los cinturones. Todo es un poco extraño porque Kearrents es cuidadoso con ocultar sus alas pero ahora las mostró a plena luz de día, suerte que nadie estaba cerca para verlo. Él vuela a la dirección de la carretera que va a las montañas, Zariam acelera a fondo mientras Lauren se aferra con fuerza del asiento, por otro lado Amelia saca su cabeza por la ventanilla y suelta un grito de emoción -¡¡Sí!!

-¡Frena un poco! -suplica Lauren cerrando fuertemente los ojos.

-No seas aguafiestas, mira a Lía le encanta. -dice Zariam sonriendo sin quitar el pie del acelerador.

-¡Es porque está loca como tú! -la rubia pega un grito de terror cuando el auto da un salto cuando pisa un bache de la carretera. Kea continúa volando hasta que divisa un bar en medio de la nada, algo lo impulsa a dirigirse a ese lugar, se detiene detrás de unos arbustos y esconde sus alas de inmediato. Es una construcción precaria y simple, las paredes son negras y cubiertas por un poco de musgo y polvo ya que se encuentra a un lado de la carretera, hay muchas motocicletas estacionadas afuera y también unas camionetas y autos de esa clase.

Zariam estaciona su maltrecha limosina y Amelia sale con todo su cabello revuelto por el viento, pero Lauren se encuentra temblando de miedo mientras clava sus uñas en el asiento, ella la pasó muy mal en este viaje.

-Lía ¿Qué le pasó a tu cabello? -dice Kea en un tono burlón.

-Ya lo arreglo. -contesta y pasa sus dedos por su cabello rizado.

-¿Qué hacemos aquí? -pregunta Zariam mirando el bar.

-Siento como si debiera estar aquí, no sé cómo explicarlo. -habla el ángel subiendo y bajando los hombros.

-¡¿Estás diciendo que no tienes ni idea de por qué vinimos?! -Exclama Lauren molesta.

-Vamos a averiguarlo, pero primero, pónganse esta ropa, es para no llamar la atención. -Kea saca una mochila negra de trapo bastante grande y allí saca ropa para él y sus acompañantes, ellas se cambian en un viejo baño atrás; Lauren se pone un short de jeans azul y desgastado en los bordes de las piernas y una camisa atada a la cintura. Amelia se viste con unas medias negras y rotas, una pollera del mismo color y una remera ajustada de una banda de rock. Zariam, por otro lado, queda como está, ya se ve lo suficiente agresiva con un pantalón de jeans, una musculosa suelta y su cabello suelto y descontrolado.

-No me gusta esta ropa. -dice Amelia mirándose de arriba abajo, está muy incómoda.

-Sólo va a ser por un momento. -la tranquiliza Lauren sonriendo.

-Salgamos, seguro que Kea ya se cansó de esperar. -Zariam se adelanta y sale del baño con las otras detrás, las tres quedan sorprendidas al ver a un sujeto justo enfrente sentado sobre una motocicleta negra y en onda para los motociclistas.

-¿Quién es ese? -pregunta Lauren embobada.

Ese chico se encuentra de perfil mientras fuma un cigarrillo, tiene una chaqueta de cuero negra, una remera cortada debajo y su cabello es alborotado, entonces dirige su mirada hacia ellas y notan que se trata de nada más y nada menos que Kearrents -¿Ya están listas? -pregunta al acercarse -Se ven graciosas. -sonríe al ver la expresión de sorpresa de las tres.

-¿Qué te pasó, Kea? Estas... cambiado. -Balbucea Lauren embobada -Me gusta.

-¡Hey, él es mío! -Amelia le da un codazo suave para que reaccione.

-Lo siento. -se disculpa apenada.

-Ese look te queda muy bien. -dice Zariam asintiendo - ¿Desde cuándo fumas? -pregunta al ver el cigarrillo en su mano. Todos dirigen su mirada hacia el cigarrillo.

-Por el momento. -contesta serio, las mira y suspira -No quiero que se alejen de mí ¿Entienden? Este es un lugar muy peligroso.

-Está bien, no me alejaré de ti. -Amelia se aferra a su brazo derecho mientras sonríe.

-Vamos. -dice Zariam adelantándose y abriendo la puerta del bar, los cuatro entran y todos los presentes dirigen su mirada hacia ellos, los examinan con la vista y luego regresan a lo que estaban haciendo.

Kea se acerca a la barra y ordena un trago (agua) y se sientan a mirar el alrededor -¿Qué vinimos a hacer aquí? -le pregunta Amelia, está un poco asustada porque alguno de los hombres la miran de una manera como diciendo <Te arrancaré la ropa con los dientes>

-Tranquila, ahora que Rafa no está, yo soy tu ángel guardián. -susurra y besa su mejilla.

En ese momento Kea dirige su mirada a una puerta roja que resalta un poco en la luz tenue y en el humo de cigarrillo -Vamos. -le dice a las chicas, pero justo cuando estaban por entrar un sujeto grandote y con grande músculos los detienen -Alto, sólo entran personas que vienen a apostar. -dice con una voz ronca e intimidante.

-Tenemos dinero. -habla Lauren con una enorme sonrisa.

-Está bien, puede pasar uno de ustedes. -contesta serio. Kea piensa esto muy seriamente, él siente con toda su alma que debe entrar ahí pero no quiere dejar a las chicas solas en ente lugar tan peligroso.

-Vamos Kea, ve. -dice Lauren dándome un gran manojo de dinero.

-Pero... no quiero dejarlas solas aquí. -Murmura él, Amelia toma las mejillas del castaño y une sus frentes -Solo vuelve pronto. -susurra ella y deja un pequeño beso en sus labios.

-Ya vuelvo. -habla Kea mirando a Lauren y Zariam.

-No te preocupes, si alguien se pasa, yo lo corregiré. -lo tranquiliza Zariam haciendo crujir sus nudillos. Kea desaparece detrás de esa puerta dejado a las chicas con muchas preguntas como: ¿Qué será lo que está pasando con Kea? ¿Dónde estarán Ariel y Rafa?

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