Cap. 27

-Bueno Kea ¿Cuál es tu trabajo? -pregunta Zariam curiosa, él los llamó para darles una gran sorpresa. Lauren sigue molesta por los secretos que guarda Ariel, pero a él le da lo mismo y solo se dedica a cuidar a ambas.

-¿Trabajaras de mecánico? ¿O de pasea perros? ¿O de fabricante de videojuegos? -pregunta la rubia muy rápidamente.

-Nada de eso. -Niega con la cabeza -Trabajaré en una florería. -dice extendiendo los brazos y con una sonrisa de oreja a oreja.

-Aja... ¿De florista? -habla Zariam arqueando una ceja.

-Pues sí, vengan. -doblan la esquina y se topan con una larga fila de personas que esperan entrar a SU florería.

-Wau... mira toda esa gente. -dice Zariam sorprendida. Son los clientes, adentro hay enormes mesas largas que están llenas de flores de mucha variedad, colores y aromas, en el centro está Amelia atendiendo a las personas.

-Hola, quiero flores para una boda, que sean rojas y artificiales por favor. -pide un hombre acompañado con su novia.

-Es para su boda ¿Cierto? Es mejor las reales porque... -ella busca una rosa y otra artificial -Miren la diferencia, la real tiene mucha suavidad y aroma pero la falsa no, ¿Cuál prefieren?

La pareja decide llevarse las reales sin duda, así atiende a todos hasta que llega Lauren.

-Hola Lauren, ¿Qué buscas? -saluda Amelia con una sonrisa.

-Algo que me ayude a cambiar el humor de un ángel amargado. -susurra inclinándose hacia adelante.

-Huele muy bien. -murmura Ariel mirando las flores con atención y hambre. En eso Lauren pone un ramillete de tulipanes amarillos en su cara, retrocede un poco asustado y choca contra la pared.

-Son para ti. -dice ella sonriendo extendiendo los brazos hacia él.

-Gr-Gracias. -Responde Ariel tomando el ramo y quitándolo de su cara -Ya empezaba a tener hambre.

-No creas que hago esto porque ya te perdoné. -murmura Lauren cruzándose de brazos.

-¿Y yo qué te hice? -pregunta él arqueando una ceja.

-¡No mencionaste que tenías una ex novia! -Se descontrola pero al instante se tranquiliza -Eso es muy despreciable.

-Lauren déjalo. -Zariam le toma del brazo y la aleja al ver que Ariel se pone raro cuando tocan ese tema.

-¿Y Rafa? -pregunta Zariam al no verlo.

-Él dijo que tenía que hacer unas cosas y volvería más tarde. -responde Amelia.

-Bueno, ya que estamos te ayudaremos a atender a toda esta gente. -propone Zariam.

Entonces todos colaboran, Kea de vez en cuando tomaba una margarita o una rosa sin que Amelia lo vea pero aún así consiguieron que la florería se vacíe -Qué bien, terminamos justo a tiempo. -dice Kea sonriendo.

-¿A tiempo para qué? -pregunta Ariel un tanto desconfiado.

-No arruines la sorpresa. -le murmura teniendo presente que su mejor amigo puede ver algunos fragmentos del futuro y de seguro ya sabe lo que él está preparando para ellos -Tengo las entradas, vamos. -dice tomando la mano de Amelia, Zariam se encoge de hombros y los sigue al igual que Lauren y Ariel.

Caminan unas cuantas cuadras hasta que llegan a un gran galpón donde hay mucha gente, les dan las entradas a los guardias y se sientan en las tribunas por orden de Kearrents -Quédense aquí y miren el espectáculo.

-¿Qué espectáculo? -se preguntan pero él ya no está.

Todo se vuelve negro y el presentador anuncia -¡Bienvenidos a los juegos extremos de patineta!

-No puede ser... -dice Amelia paralizada.

-¡Aquí está él, después de años de haber desaparecido, regresó; Él es K! -en ese momento Kea aparece sobre una gran rampa de patineta con su skate, saluda al público con la mano y esto deja muy sorprendidos a Lauren, Zariam pero sobre todo a Amelia.

-Es un tonto. -dice Ariel cubriéndose la cara.

-Se le subirá los humos a la cabeza como la última vez. -habla Amelia preocupada.

-¡Pero esta vez viene acompañado de su hermano y K asegura que será el futuro rey del skate, R! -anuncia el presentador y un niño se acerca a Kea.

-Es Ricky. -Habla Lauren -Es muy tierno.

-¿R? no se les ocurrió otro nombre. -dice el rubio rodando los ojos.

-¡Esto no es justo! -Zariam se pone de pie y comienza a caminar hacia la arena, toma su skate y sube unas escaleras hasta quedar sobre las pista pero del otro extremo de dónde están Kea y Ricky.

-¿Qué va a hacer? -pregunta Amelia preocupada.

-Una locura. -responde Lauren cruzándose de brazos.

-¡Hey! Rey del skate o lo que sea. -Le habla a Kea y lo señala con su dedo índice -¡Te reto a un duelo!

-¿Un duelo? -repite y ambos hermanos se miran.

-¡Sí, un duelo, el que gane se llevará la copa! -habla con una voz firme.

-¡Acepto Zariam! -responde asintiendo, él se ve muy calmado. Ricky se hace a un lado y el duelo comienza.

Tiempo después...

-¡Esto es un robo! ¡No quiero volver a ver a Kea porque lo golpearé muy fuerte! -exclama Zariam muy enojada por haber perdido el duelo.

-No fue su culpa que la pista esté en malas condiciones y que hayas caído. -Ariel trata de tranquilizarla pero ella no es del tipo comprensivo.

-¡¿Dónde está?! ¡Voy a patear su trasero!

-Zariam... -Kea se asoma lentamente sobre el hombro de su mejor amigo -Yo...

-¡No digas nada! -interrumpe ella frunciendo el ceño.

-Lo siento, como disculpas acepta estas flores que Amelia me recomendó para ser perdonado. -habla extendiendo su mano con una ramo en ella.

Zariam se queda un momento mirando el ramo y luego mira a Kea quien hace unos ojitos de cachorro, bufa y asiente -Las flores funcionan... te perdono. -dice sonriendo.

-Gracias. Toma las flores.

-No gracias... mejor déjalas para tu almuerzo. -Ella le devuelve el ramo y Kea sonríe de oreja a oreja -¡Genial, ya tenía hambre!

Lauren, Zariam y Ariel tienen que regresar a la otra ciudad antes de que se haga de noche, entonces comienzan toman un tren -¿Qué te pasó Zariam? ¿Ya te ablandaste? -la provoca Lauren en un tono burlón.

-Nadie puede enojarse con Kea, es un idiota. -responde seria mientras mira por las ventanas.

-Estoy de acuerdo. -asiente Ariel metiéndose en la conversación.

-No estoy hablando contigo. -La rubia frunce el ceño cambiando drásticamente su ánimo -Sigo muy enojada Ariel así que no debes decir nada.

-Está bien. -él se pone más serio de lo que es y mira a un lado cruzándose de brazos.

-¿Qué más no sabemos de ti? -pregunta curiosa pero lo dijo como si fuera un interrogatorio. Él queda en silencio, ignorándola, haciendo que Lauren se enfurezca -¡Responde!

-¡Me ordenaste no decir nada! -interrumpe Ariel mirándola fijamente, está enojado.

-Bueno pero ahora responde. -Insiste gruñendo -Zariam, di algo. -la codea para que presione también al su ángel guardián.

-¿Y a mí qué me importa su vida? -la castaña se encoje de hombros arqueando una ceja.

-Ariel sabe todo de nosotras y nosotras debemos saber de su vida. -chilla aguantándose las ganas de golpearlo.

-Primero que nada... -interrumpe Ariel hablando suavemente -Los ángeles somos inmortales, por lo tanto no tenemos vida.

-¿Qué tienen entonces? -cuestiona Lauren haciendo una mueca.

-Tenemos existencia y en toda mi existencia jamás había conocido a alguien tan insoportable como tú. -contesta sonriendo de costado.

-Cállate. -Lauren le saca la lengua.

-Pero si dice la verdad. -comenta Zariam haciéndola enojar aun más.

-Basta, todos contra mí, no es junto. -lloriquea, entonces se pone de pie y se cambia de asiento, va a uno lejos de los demás.

-Al fin se fue. -Zariam se pone los audífonos y escucha música rock mientras que Ariel trata de hacer su trabajo de guardián, pero es mucho más difícil de lo que pensaba.

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