Cap. 13
Una vez de dejar a Ricky en la escuela Kearrents se dirige al circo Rivera para hacer su primera actuación, las tribunas están repletas viendo como unos malabaristas de fuego hacen su show, mientras Kea espera detrás del telón esperando su turno para salir.
-¡¿Qué haces aquí?! –Exclama Sky al verlo, él voltea rápidamente del susto tirando unas cuantas cosas que estaban a su lado como palos y aros de malabares – ¡Te dije que no quería volver a verte!
-Lo sé pero... -intenta explicarse pero una silla vuela y lo golpea en la cabeza – ¡Auch! Eso dolió. Ay, ay, ay. –se queja frotándose la cabeza.
-¡Lárgate de aquí! –ella continua con los gritos y llama la atención de George quien estaba cerca en ese momento.
-¿Qué pasa aquí? –pregunta él estando muy serio.
-Quiero que llame a seguridad para que lleven a este tipo afuera. –pide Sky estando muy malhumorada.
-No lo haré. –responde cruzándose de brazos.
-¡¿Qué?! Pero...
-Hola señor George, vine a la hora que acordamos. –dice Kea saludándolo con la mano extendida.
-Muchacho, bienvenido. –Él estrecha la mano del joven, mientras que Sky lo mira casi boquiabierta –Kea es la nueva atracción del circo y no quiero problemas ¿Oíste Sky? –comenta George dándole una mirada fulminante.
-Pero... él me estaba molestando. –insiste ella cruzándose de brazos.
-No es cierto, estaba aquí esperando a que sea mi turno. –la interrumpe Kea negando con la cabeza –Por cierto ¿Qué debo hacer? –le pregunta a George.
-Tú solo párate en medio del escenario y yo me ocupo del resto. –contesta dándole unas palmadas en la espalda y luego se aleja.
-¿Qué? ¿Escuché bien? ¿Trabajas en el circo? –pregunta Sky rápidamente.
-S-sí... -contesta él dudando.
-Esto es lo que me faltaba. –dice entre dientes dándole la espalda.
-Escucha, solo estoy aquí para averiguar más sobre mi pasado y si me ayudas te prometo que cuando recuerde todo te dejaré en paz. –habla Kearrents sinceramente.
-No, solo es una más de tus mentiras. –murmura ella alejándose, Sky no puede creer que él se haya olvidado de todo lo que pasaron juntos pero la memoria de Kea está el blanco y no es su culpa, apenas si recuerda a su familia.
-Amelia espera. –Dice él haciendo que la muchacha se detenga en seco –Dijiste que no recordabas nada. –habla ella sin mirarlo.
-Solo recuerdo unas pocas cosas, mi familia y tú nombre. –Kea agacha la mirada haciendo un esfuerzo por recordar pero es en vano –Estoy muy confundido. –confiesa.
La muchacha niega lentamente con la cabeza y da una profunda respiración –Okey. –acepta volteando, en ese momento sus miradas se conectan permitiendo a Kea leerla.
-No puede ser, tú... -murmura pensativo, de repente George empuja a Kearrents hacia el escenario luego de que lo presentaran, él mira las tribunas y queda helado del nerviosismo, solo el sonido de un grillo se oye en el lugar.
-Este es el indestructible, nada puede hacerle daño a este sujeto. –dice el presentador, entonces unas dagas salen del otro extremo del escenario y las mismas se clavan en el cuerpo de Kea pero no siente ningún tipo de dolor ni siquiera sangra.
-Alguien pudo ser lastimado. –piensa él mientras se quita las dagas, dos estaban en su brazo derecho, una tercera en su pierna y una en su vientre. Kearrents se las quita y las tira al suelo, las mismas están limpias y sin rastros de sangre.
-¿Vieron eso? Él no sangra y nada lo puede detener. –habla el presentador. De repente un auto viejo cae desde arriba aplastando al "indestructible", las personas de la tribuna quedan impresionadas al ver esto y piensan que el muchacho está muerto.
-No Kea... -dice Sky muy angustiada y unas cuantas lágrimas se escapan de sus ojos.
Un momento después el auto comienza a moverse y poco a poco se levanta dejando al descubierto a Kea estando agachado y arrodillado en el suelo.
-Wau... -las personas presentes quedan atónitas al presenciar esto como Sky, Kearrents levanta el auto con su espalda y lo lanza a un lado con todas sus fuerzas. La multitud aplaude enérgicamente por la gran hazaña, él joven mira confundido mientras tiene toda su ropa sucia con oxido y aceite.
-Está vivo, vivo. –se dice Sky tratando de calmarse.
-Lo ven, a este sujeto nada lo puede matar ni siquiera una explosión. –dice el presentador.
-¿Qué? –Kea mira el auto y el mismo tiene una pequeña bomba la cual explota arrojándolo hacia el público con un poco de fuego en su ropa, las personas se corren dejando un espacio y él choca contra los tablones de madera con los pies hacia arriba. Todos se acercan pera ver si aun sigue respirando, su ropa se encuentra rasgada y quemada hasta está humeando. Kea abre los ojos lentamente y se levanta sacudiendo su cabeza, su cabello es encuentra revuelto y también está humeando y su rostro está sucio con aceite del auto.
-¡Y sigue vivo! –aclama el presentador y la multitud comienza a gritar emocionada felicitando al indestructible.
-Sí, sí, gracias por venir. –dice Kea saliendo de las tribunas y yendo detrás del escenario, él sacude un su cabeza haciendo que caigan unos cuantos pedazos de metal.
-Qué raro. –Piensa tocando su cabeza – ¿Por qué solo siento cuando Amelia me lastima? –se pregunta confundido teniendo un chichón.
-Wau... estas completo ¿No? –le dice Sky mirándolo de pies a cabeza.
-Estoy bien sí. –Responde sacudiéndose el polvo de sus brazos –Alguien pudo ser lastimado.
-George es así, solo le importa su dinero. –habla ella mirando a un costado.
-Cuando estaba allí, escuche que tú dijiste mi nombre. –murmura Kea tratando de mirarla a los ojos pero ella lo evita.
-Bueno... es que...
-Le preocupo. –piensa él serio.
-No lo volveré a ser, ahora recuerdo que odias tu nombre. –dice Sky acomodándose el cabello, eso indica que está nerviosa.
-¡No, está bien! ese es mi nombre, así como el tuyo es Amelia y yo te quiero llamar así, ¿Si no te molesta? –se apresura de responder, al oír esto ella levanta su mirada para verlo a los ojos.
-Sí... puedes llamarme así, Kea. –murmura avanzando hacia él, Amelia parece hipnotizada por los ojos del muchacho pero lo que ella desea son sus labios, extraña mucho besarlos. Amelia avanza sin detenerse hasta apoyar sus manos sobre el pecho de Kearrents y luego se pone de puntitas para alcanzar su boca, pero él hace lo mismo que en las otras ocasiones parecidas a esta. Kea se aleja retrocediendo un paso haciendo que ella pierda el equilibrio y casi se caiga -¿Qué pasa? ¿Por qué no quieres besarme? –pregunta molesta frunciendo el ceño.
-¡No! Bueno, quiero decir... es que... -dice él tan rápido que sus palabras se enredan.
-¡Basta! No me expliques nada. –Interrumpe ella intentando tranquilizarse mientras medita –Hay otra chica ¿Verdad? –pregunta más calmada.
-No, te estoy diciendo la verdad. –trata de explicarse pero Amelia no para de interrumpirlo.
-¡Entonces ¿Por qué no quieres besarme?!
-Es que yo... -Kea piensa las palabras correctas pero en ese momento algo extraño sucede.
-¡Miren allí está! –chilla una niña rubia y rica entrando por la puerta acompañada por un sujeto también rubio y otra chica muy agresiva que amenazó a los de seguridad con golpearlos si no los dejaban entrar. Eran nada más y nada menos que Lauren, Ariel y Zariam.
-¡Kea! Sabíamos que estabas aquí. –dice Lauren colgándose por su cuello.
-¿Cómo me encontraron? –pregunta él confundido mientras mantiene el equilibrio para no caerse.
-Por internet, vimos tu show y vinimos corriendo. –responde sonriendo.
-Rompiste más reglas ¿Estás loco o qué? –habla Ariel molesto cruzándose de brazos. En todo eso la única que logra notar la presencia de Amelia es Zariam quien calla a los demás diciendo.
-Bueno, creo que interrumpimos algo... así que nos vamos. –Ella empuja a Ariel y luego le toma del brazo a Lauren quien se queja haciendo pucheros –Pero acabamos de llegar.
-Zariam ¿Cómo has estado? –la saluda Kea alzándola de la cintura.
-Bájame ahora. –le ordena ella seria.
-Está bien. –asiente dejándola en el suelo.
-No puede ser, yo me largo. –dice Amelia molesta dándole la espalda y caminando hacia afuera.
-¡Mira lo que hiciste! –lo regaña Zariam, dándole una palmada en la cabeza.
-Pero... yo no hice nada. –dice en su defensa Kea.
-Exacto. No le dijiste nada a ella y ahora piensa cualquier cosa. Ve a buscarla. –habla Ariel estando de acuerdo con Zariam.
-Okey. –acepta Kea y sigue a Amelia para explicarle todo.
-No entiendo nada ¿Qué pasó? –se pregunta Lauren confundida.
-¡No tuviste que tirarte encima de Kea así, niña fresa! –dice Zariam molesta.
-¡No me digas así, pulgosa! Además él es mi amigo. –habla cruzándose de brazos.
-Pero esa Amelia no lo sabe, Zariam tiene razón, metiste la pata. –interrumpe Ariel sincero.
-¿Pero de qué lado estás? –Lauren avanza contoneándose hacia él –Con la gruñona o conmigo. –completa la frase parpadeando varias veces para lucir sus largas pestañas estando muy cerca de él.
-Siempre lo mismo. –bufa Zariam rodando los ojos, entonces ella escucha unos fuertes ruidos afuera y va a revisar de que se trata.
Mientras tanto Lauren sigue tratando de llamar la atención de Ariel, pero él es más frío que el hielo y más duro que una roca -Basta de tus jueguitos. –dice malhumorado alejándose dando un paso hacia atrás.
-Tus ojos dicen otra cosa. –murmura ella acercándose de nuevo.
-¿Ah sí? ¿Y qué dicen? –pregunta en un tono burlón pero esta vez él no se mueve, solo se queda mirando fijamente los ojos azules y brillantes de Lauren.
-Dicen que me amas. –Responde acercándose con la intención de besarlo pero Zariam interrumpe -¡Hey, creo que Kea necesita ayuda! –dice estando en la puerta de salida.
-Dejaremos esto para después. –susurra Ariel sonriendo.
Ellos caminan hacia la salida mientras Lauren hace una mueca de impaciencia y mal humor pero no se dará por vencida.
-¿Qué tiene Kea? –pregunta ella apretando fuertemente los dientes saliendo afuera, donde se encuentras los remolques de los artistas del circo.
-¡Cuidado! –dice Zariam escondiéndose detrás de Ariel.
-¿Qué? ¿Por qué? –de repente una silla golpea la cara de rubio y termina hecha pedazos. Lauren también se esconde detrás para que nada de las cosas que vuelan la golpeen. Amelia es quien lanza cosas hacia Kea por la furia.
-¡Maldito mentiroso! ¡Lárgate de aquí! –grita teniendo su rostro enrojecido por la rabia.
-Espera Amelia, yo te lo explico... ¡Auch! –unas pelota de malabares golpean a Kea obligándolo a buscar un refugio y no tiene de otra que ocultarse detrás de su mejor amigo.
-¿Por qué dejas que te maltrate? –le pregunta Zariam seria.
-No sé qué hacer. –se encoje de brazos.
-Lo que hagas, hazlo ya porque estoy cansado de que Amelia me lance cosas. –habla Ariel mientras que ella le tira sillas, jarrones, palos, pinos de malabares y eso, todo cae al suelo roto o despedazado pero nada lastima a Ariel.
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