yongi 3
Prólogo
HEREDEROS
—Hyung.
—¿Mm?
—¿Vas a salir a esta hora?
Volteé, era bastante inusual ver a Namjoon despierto, cuando estamos en épocas dónde podemos descansar más de lo acostumbrado, suele intentar dormir. Solo intentar.
—¿Estás trabajando? Rasca su cabeza.
—Solo un poco, venía por un vaso con agua y a dormir. No respondiste mi pregunta.
—Voy a salir, nos vemos en la mañana, Nam. Pasaré la noche en el estudio, no tengo sueño y dejé cosas sin terminar, eso está atormentando mi cabeza.
Mi intención no es que se note mi mal humor, sin embargo, él se da cuenta y termina asintiendo sin más que aportar. Me despido nuevamente.
También sé que se está preguntando la razón por la que me vestí con jeans y camisa solo para ir al estudio, pero, confío en que no me cuestionará aquello de manera directa, actitud que aprecio mucho de él. Aunque, lo más seguro es que el día de mañana, cuando volvamos a vernos todos, seré interrogado.
En el momento en que piso nuestro estacionamiento privado, ya soy interceptado sin más, los escucho hablarme e informarme de lo que ya sé.
Papá está esperándome.
—Señor Min.
—Te estoy escuchando— subo al auto primero— y no, no llevo regalos.
—El señor preparó una recámara para usted.
—No voy a quedarme, solo cenaré.
—Señor-
—No voy a quedarme, tengo compromisos que atender. Si no le basta con eso, no iré.
Deja de insistir, sabe que es tiempo perdido. Mi atención se desvía nuevamente, ruego al cielo que quien esté llamándome sea Sunhee.
No lo es, es mi madre, así que no contesto porque necesito hablar con Sunhee, hoy está trabajando hasta las cinco, quiero pasar por ella y quedarnos juntos hasta que tenga que irme de
nuevo con los chicos. Tengo mucho trabajo, pero también puedo hacerme un tiempo para mi mujer de toda la vida.
Sunhee es mi mejor amiga, mi pie a tierra, la persona a la que acudo cuando necesito desconectarme de este mundo ajetreado en el que vivo.
También es la mujer con la que voy a casarme en unos años, solo que ella no está enterada aún, pero lo será.
—Su hermano también espera poder hablar con usted, señor.
—¿Dijo de qué?
—No, señor.
—Podemos hablar en la cena, entonces. Si se trata de algo más personal, que me envíe un e-mail o la razón con su guardaespaldas como siempre hace, porque no tengo tiempo.
Él suspira profundamente y me doy cuenta de que nos hemos detenido porque el resto de los guardaespaldas de bajan, menos Lee. Él se mantiene sentado a mi lado y no me esfuerzo por abrir la puerta y bajarme porque sé que va a dejar las formalidades e intentar apelar a mi lado comprensivo.
—Yoon— ahí está— tu padre lo está intentando, él realmente lo está haciendo.
—¿Y no te parece que es un poco tarde para intentarlo?— le recuerdo, estamos hablando en voz baja— Lo intenta ahora que tengo todo el éxito que una vez me dijo que jamás alcanzaría, después de que me dejó en la calle y a mí suerte.
—Yoongi, el rencor no es bueno.
—Pasé frío, hambre y un sin fin de dificultades más, estuve solo, Lee. De no ser por Sunhee, me habría rendido.
Asiente.
—Recuerdo a Sunhee.
—Espero que también recuerdes que ella tenía más problemas que yo y tuvo que consolarme. Una niña intentando que otro niño no se sintiera abandonado cuando ella también fue dejada de lado— dejé de mirarlo— no me importa que lo intente, puede seguir insistiendo todo lo que le reste de vida y jamás va a obtener mi perdón, no me interesa su arrepentimiento y me tiene sin cuidado ser una persona rencorosa porque adivina qué, Lee, tengo todo el derecho de serlo.
Según yo, ese fue el broche y cierre justo a esta conversación, pero, al intentar abrir la puerta y esta no ceder, supe que no habíamos acabado. Lo miré y bufé, mantuvo su vista al frente, se pasó ambas manos por el rostro, eso me preocupa porque no es un gesto que traiga muy buenas noticias.
—Escucha muy bien— volví a acomodarme, Lee es un gran amigo, gran hombre, a él lo aprecio y no le doy culpa de lo sucedido en años pasados porque era totalmente indiferente a la situación— esta noche, tu padre hará un anuncio que no estoy seguro de si lo tomarás bien o no.
—¿Qué ocurre?
—La presidencia— amplié la mirada—ya sabes que, la presidencia de Corea se hereda, el poder permanece en la familia Min. Tu padre quiere que tú tomes la presidencia.
Me niego, pero en este instante me he quedado de piedra. Solo dos personas en este mundo saben que Min Yoongi es hijo del presidente del país, porque Min Yoongi pertenece a BTS, no a la familia presidencial.
A nadie podría cruzarsele por la cabeza que un rapero es hijo de un presidente y esto solo me da a entender que mi padre quiere reconocerme ante todo el mundo como su hijo.
—Eso no pasará— intenta hablar, pero no lo dejo— mi hermano querrá ese puesto.
—Yoongyu no es elección de tu padre.
—Pues tendrá que serlo porque yo no quiero. Espero que estés equivocado y él no se atreva siquiera a insinuarlo, Lee, porque no tengo idea de cómo voy a tomarlo.
Le pedí que quitara el seguro y finalmente bajé, mi cabeza llena de angustia ahora.
•1•
Mi madre me abrazó en el momento en que puse un pie en la casa, demoré en quitarme los zapatos debido a su exagerado entusiasmo. Raro, ella nunca se comporta así de contenta, pero, es la esposa del hombre más poderoso del país, ese debe ser un motivo para vivir feliz.
El recorrido hasta la mesa siempre es lleno de tensión, cuando estoy presente, la mesa ya debe estar servida y sin ningún mesero o alguien del personal cerca, pueden verme, reconocerme, venderme a la prensa, tomar fotos y todo eso que no me conviene en absoluto.
Solo mi jefe y Sunhee saben sobre esto.
Veo a mi padre y a mi hermano mayor, no hay rastro alguno de mi hermana, así que supongo que no ha querido estar presente, suertuda, puede escaparse de las cenas familiares con éxito y fingiendo un resfriado de la forma más pésima, ya le he dicho que no tiene futuro como actriz.
Y empieza a llorar llamándome cruel, insensible hombre con cara de gato. En fin.
—Hola, hyung.
—Hasta que volvemos a verte— sonríe muy poco, esa es la cara de alguien que no me extraña en absoluto— ¿Cómo has estado? Recién llegaste de Los Ángeles, jugando a ser cantante.
—Tan gracioso, hyung. Sí, estaba jugando, mi trabajo es muy tranquilo y poco demandante, así que puedo jugar.
Se nota el sarcasmo en mi voz, así que no tengo que aclarar nada sobre mi trabajo. Papá no dice nada, solo me saluda con un casi inaudible hola cuando ya me he sentado, empieza lo mismo de siempre, mamá es quién mantiene la conversación en la mesa y los tres prestamos atención a sus anécdotas, algunas ya repetidas pero que funcionan para llenar el vacío.
—Vimos el concierto— aprieta mi muñeca, asiento— habían tantas personas, era demasiado irreal, como sacado de una película.
—Los carteles que llevan las fanáticas son bastante interesantes, con esos mensajes subidos de tono o intentos de comedia— a Yoongyu mi trabajo le parece ridículo, así que un comentario de ese tipo no me sorprende, él, de hecho, no escucha música— seguiré pendiente de los próximos trabajos musicales que saquen, tal vez, algún día encuentre una canción que sea de mi agrado.
Lo dudo.
—El líder es muy bueno dando discursos, la forma en la que se expresa es exquisita— volví a asentir—sus palabras motivan a las personas, eso es lindo.
—Yoongi también es bueno con las palabras— eso lo dice papá, de la nada— hace esos directos dónde se comunica con sus fanáticos y siempre sabe que decir.
Eso llena a mamá de más energía para seguir con el tema.
—Tienes mucha razón, querido. Nuestro Yoongi también sabe cómo consolar a quienes lo admiran.
—Gracias, creo.
No he probado nada y eso me hace sentir un poco mal, porque todo lo que está servido son alimentos que suelo disfrutar, eso me hace preguntar si se han enterado de mis gustos gracias a Lee o a internet.
—Yoongi. Esta cena tiene una razón de ser.
—Voy a saludar a Yess, realmente no tengo mucho apetito.
—Escúchame primero y luego puedes ir, preparamos tu habitación, así que no hay prisas.
—No voy a quedarme, papá, tengo otros planes, realmente solo vine de paso a saludar. Insiste.
—¿Planes? ¿Verás a Sunhee?
La conoce, odio que la conozca, pero es inevitable.
—Supongo que puedes saberlo, iré a verla ahora que tengo un poco de tiempo libre.
—¿Cuando van a casarse?
—Falta mucho para eso. Ni siquiera yo lo sé.
—Deberían casarse pronto. Dicen que la primavera de este año será de las más hermosas en el país.
—Nos casaremos en unos años, cuando le pida matrimonio y sea conveniente. Habrán muchas otras primaveras, papá, no hay apuros.
—¿Al menos ya le has dado un anillo?—por supuesto que mamá solo aviva el asunto—Así ella sabe que tiene un futuro asegurado contigo.
Señalo a mi hermano.
—Mejor hablemos de Yoongyu.
Se ríe y niega, bebiendo de su copa.
—No podrás salvarte de esa conversación usándome a mí, no quiero casarme.
—¿Y así insistes en ser el heredero a la presidencia? Estás alucinando.
Una de las reglas para ser presidente, es la de estar casado o al menos comprometido, en los Min, la esposa cumple un papel muy importante y es el de ser el pilar y la calma del hombre.
Yoongyu no quiere casarse, pero sí quiere la presidencia.
—No necesito estar atado a nadie para ser un buen presidente.
—Concuerdo— lo apoyo para que dejen de considerarme una opción a mí, no porque esté de acuerdo con su visión— de todas maneras, estoy seguro de que falta mucho para que papá te ceda la presidencia, hyung.
El mayor me mira, preocupado y espantado.
—¿Por qué asumes que Yoongyu heredará la presidencia? ¿No estás interesado en postularte para obtenerla?
—En absoluto. La presidencia debe tenerla Yoongyu, él nació para gobernar el país, yo nací para ser el niño con ambiciones distintas que echaron de la familia por ser un fracasado.
—Yoongi— advierte mamá en su tono de voz maligno.
Papá se pone de pie, apoya ambas manos en la mesa y me observa.
—Yo he decidido que tú serás el heredero a la presidencia en cuanto mi mandato acabe, Yoongi. Esa es mi última palabra.
El silencio reina en la mesa, mantengo la vista en mi plato lleno, no he visto la expresión de mi hermano pero puedo asegurar que debe odiarme más de lo que ya me repudia. Dejo los cubiertos en su lugar e igualmente me levanto.
—Es una propuesta que no planeo aceptar, me gusta mi vida tal cual la he construído hasta el momento, especialmente la parte de esta donde ninguno de ustedes está involucrado o es relevante en ella— y esa también es mi última palabra— gracias por otra cena amarga, hasta la siguiente.
Abandono el salón, solo iré a ver a Yess, a Holly y continuaré mi camino hasta el destino original; Sunhee, que ha habitado mi cabeza toda la noche.
•2•
—Yo me preocuparía, Yoon.
—Papá dejará de insistir.
Volvemos a detenernos, las luces del apartamento de Sunhee están encendidas y lo sé porque ella no duerme.
—No hablo por tu padre— advierte— hablo por Yoongyu. Oh.
Bajo del auto y subo directamente las escaleras, el ascensor no está en funcionamiento, como siempre, pero Sunhee vive en el tercer piso, por lo que no voy a morir subiendo demasiados escalones.
Su apartamento es el más grande que hay en el edificio, lo cuál ella considera una suerte porque tiene muchas cosas, su madre le regaló el lugar hace años con la condición de que no volviera a casa con ellos y desde ese momento, tomaron caminos distintos. Sunhee tenía planes que tuvo que posponer, dejó la escuela porque tenía que buscar un trabajo para poder comer, no fue sencillo encontrar uno siendo menor pero lo logró.
Cuando a mí me echaron a la calle por ser, como ya he mencionado, el fracaso de la familia presidencial, Sunhee lo supo por alguien del servicio y como está demente, salió a buscarme con el frío de las dos de la mañana, a pie, un termo con chocolate caliente en la mano y ganas de matarme por angustiarla de esa manera.
Me golpeó durante dos horas.
—¿Sun?— sé que me espera porque le avisé y mis pantuflas están en la entrada— Sunhee.
—¡Cocina!
Me dirijo allí, que curioso es el hecho de que huele bien cuando esta mujer es un peligro cocinando. Cuando la veo, tiene sus lentes puestos y algo empañados, cabello suelto sucio y sonríe victoriosa.
—¿Qué hiciste?
—Es una noche para marcar en la historia como la vez en la que yo he preparado una cena completa y sin ayuda.
—¿De verdad?
—¡De verdad!— se acerca, me toma de la mano y señala todo lo que está sobre la mesa— Y es comestible, seguí al pie de la letra nueve recetas, casi me hago vegetariana porque la carne está muy costosa, pero no importó mucho, estaba emocionada porque venías—se saca los lentes, los limpia y continúa— es que no veo, pero el caso es que nada me quedó salado o insípido, quedó perfecto, pero no podemos confiar en mi paladar, así que come y dime qué sabe bien y qué no.
—¿Soy el sujeto de prueba?
—Ajá.
—Bueno, pues nada se ve quemado, puntos por eso— me hace sentar, acerca su silla a la mía— si quieres también dame de comer tú.
No lo decía en serio, pero ella toma los palillos y me acerca comida a la boca. Oh.
—En una escala de uno a-
—Está bueno.
—Ya está, seré chef.
Sale de ducharse, me alcanza en cama y me entrega un suéter, siempre que estoy aquí uso uno de estos para dormir.
—Creo que Lee tiene razón y debes tener cuidado con tu hermano— dejo el teléfono un momento, busco colocarme el suéter mientras la escucho— antes nunca le importó saber cómo estabas y ahora que eres una superestrella, orgullo del país y la primera opción del presidente... su envidia podría ser su mayor arma para lastimarte o afectarte de alguna manera.
Pellizca mi estómago, me quejo.
—¿Y eso?
—¿Estás ejercitándote?
—Si.
—Se nota.
—Boba— me quedo viéndola, un poco dudoso sobre cómo reaccionará a lo que quiero decirle— Voy a proponerte algo, no te enojes, si no quieres no tenemos que hacerlo.
Blanquea los ojos, asiente.
—Ya dejé el trabajo de mesera, solo me quedaré con el de oficina, no tienes que insistir con eso.
—No era ese asunto, pero me alegra, aunque cuando dije que dejaras tu trabajo me refería a los dos.
—¿Y de qué viviré, entonces?
—Mm... ¿De tu novio que te lo ha rogado durante años?
—No, tu dinero es tuyo, no mío.
—Es de los dos, pero discutiremos por eso luego— asiente, se remueve pegándose a mí— a mí, me gustaría... qué los chicos te conozcan.
Sonríe tensa, se ha puesto nerviosa.
—¿Qué chicos?
—Sunhee.
—¿Conocer a seis hombres al mismo tiempo? ¿Y si me presento por turnos? Tenemos siete días a la semana, puedo conocer al mayor el lunes y al que sigue el martes...
—Estaré contigo todo el tiempo, hablaré con ellos, organizaremos algo en la casa, pasaré por tí... sé que no sospechan nada, pero, incluso si se sorprenden— me encojo de hombros—ellos son importantes para mí, tú también eres importante en mi vida y eres mi novia, creo que es tiempo. Prometo que te van a agradar y tal vez se hagan buenos amigos. Seokjin podría darte algún consejo sobre la carrera, él también estudió lo mismo que tú estás estudiando ahora.
Está nerviosa, sé que para ella es un poco difícil, es tímida pero también sé que es muy buena sobrellevando aquello.
—¿Realmente te gustaría que los conozca?
—Mucho.
—¿Y qué les dirás? Ellos no saben de mí, absolutamente nada.
—Yo me encargo de confesar que llevo la mitad de mi vida enamorado de alguien, no te preocupes, solo tienes que decir que sí y yo haré el resto.
Sonríe.
—Está bien, espero que no sea algo formal...
—No, puedes ir como quieras, será en casa. Mañana hablaré con ellos.
•3•
Cuando desperté en la mañana, a Sunhee se le acabó la buena suerte y quemó los hotcakes, así que mejor compró un desayuno ya hecho, no me soltó durante una hora entera hasta que inevitablemente tuve que irme.
"¡Te amo!"
Me reí, ah, demonios.
—¿Estás bien?
—¿Ah?— acabamos de terminar las prácticas, asiento— Si, solo pensé en algo.
—Debo decir que te viste muy tonto— comentarios usuales de Seokjin, nos colocamos de pie— entonces estábamos comentando que podemos hacer planes para ir a cenar los siete, pero no sabemos si tengas algo que hacer o quieras unirte.
—¿En la noche?
—Si, cena.
Me cruzo de brazos y observo alrededor, solo estamos los siete, lo cuál representa un poco de privacidad, si Sunhee no está trabajando más de mesera, tiene la noche libre y si tiene la noche libre...
—¿Podemos hablar sobre algo?— seis pares de cejas arqueadas en mi dirección— Algo importante.
—¿Qué tan importante?
—Muy importante— señalo el suelo— sentémonos otra vez.
—Me estoy asustando— Hoseok se ríe, nervioso, está a mi lado—¿De la nada? Ni siquiera yo sé cómo empezar, mm, de una manera u otra, van a sorprenderse.
—Solo, no vayan a molestarse conmigo, yo decidí que las cosas fuesen de esta manera y estaba esperando el momento indicado para compartirlo con ustedes— asienten, dudosos, son tan paranoicos que deben estar imaginando cosas imposibles— no se trata de que no confíe en ustedes simplemente... es algo bueno, no me miren así.
—Estás dando muchas vueltas, hyung.
—Si, perdón— busco mi teléfono en mis bolsillos, lo encuentro y luego las fotografías que quiero enseñarles— lo que pasa es que, tengo novia.
Sus reacciones son las de un adolescente, explotan con exclamaciones, alaridos
sorprendidos, risas, golpes. Sabía que sería sorpresivo pero no creí que tanto, me cubro el rostro con ambas manos y espero a que dejen de hablar y Hoseok acabe de sacudirme.
—No teníamos idea, hyung— se notó—¿Cómo se llama? ¿Tienes alguna foto de ella? Para ver cómo luce.
—Si— le paso el teléfono a Jimin, más exclamaciones— Seo Sunhee, es un año menor que yo— veo que pasan y pasan el carrete de fotos— es... es mi novia desde hace años.
—¿Años?— Namjoon se ve un poco más ofendido que el resto— ¿Por qué no nos contaste antes, hyung? Qué tantos años...
—La conozco desde la escuela— digo— y somos novios hace cinco años, estuvimos solo saliendo desde muy pequeños, siendo exclusivos por llamarlo de alguna forma y no dije nada porque— relamo mis labios— ella es muy tímida, muy reservada y ninguno de los dos se sentía cómodo con alguien más siendo conocedor de lo nuestro.
Se instala un silencio poco incómodo, entiendo que estuvo mal no decirles, pero espero conocerlos lo suficiente como para saber que no van a molestarse conmigo, al menos no durante mucho tiempo.
—Es muy bonita— dice Taehyung, asiento, sonriendo, sé que Sunhee es muy hermosa— yo no estoy enojado, si me sorprende, pero no me enoja, conocemos a Yoongi hyung y a todos nos gusta mantener ciertas cosas para nosotros mismos, está bien.
—Tal vez buscaba esperar para presentarnos a la mujer indicada— Jungkook toma el teléfono— tiene un rostro muy tierno.
—Su cabello es lindo.
—¿A qué se dedica?
—Es estudiante en la universidad de artes, estudia actuación y trabaja en oficina, era mesera hasta hace poco, su vida es muy ocupada— levanto los hombros— es buena en casi todo, toca el piano y el violín, también tiene una buena voz, hizo algunos cursos de fotografía, le gusta aprender todo lo que ve... en la cocina no le va muy bien, pero sigue aprendiendo... no sé que más puedo decirles. Oh, hablé con ella sobre conocerlos a ustedes y dijo que sí.
—Esta noche, tenemos libre esta noche. En lugar de irnos a algún restaurante, cenamos todos en casa, preparamos la mesa... podemos cocinar nosotros— niega, Seokjin se arrepiente de su propia sugerencia— cuando tengamos más confianza cocinamos nosotros, mejor pedir una cena ya hecha y estar seguros de que sabe bien.
—Deberías llamarla y preguntarle qué le gusta— Jimin me golpea la rodilla y niega— olvídalo, eres su novio, debes saber qué le gusta, así que dinos y nos encargamos de todo, entonces tú única tarea es llevarla a casa.
—Sunhee come todo lo que le coloquen al frente, todo le gusta y no tiene alergias.
—Bien. Vaya, entonces esto es serio— lo es— ¿Qué tan serio? Abro la boca, vuelvo a encogerme de hombros.
—Tan serio como que en unos años nos casaremos. Por favor, tratenla bien y haganla sentir cómoda, es muy nerviosa, probablemente no hablará al principio...
—Como tú.
—Pero eventualmente lo hará. No le pregunten por su familia, se ríe fácilmente. Intentaré que no escape del país cuando vaya a buscarla esta noche.
•4•
—¿Tan rápido?— asentí— No tuve tiempo para pensar en un regalo, es de mala educación aparecer con las manos vacías- tengo caviar, del costoso, voy a llevar ese, muy bien empacado, con un listón bonito.
Exactamente así, están los otros seis en la casa, sin saber qué hacer y es que es la primera vez que se organiza una cena en la casa, normalmente, nosotros vamos a las casas de las otras personas a las que seremos presentados.
Por eso me hace feliz que los chicos quieran intentar organizar algo ello esta vez y ahora Sunhee casi los iguala en paranoia.
—Les va a encantar.
—¿Les hablaste de mí? ¿Qué piensan? Me refiero a si reaccionaron bien, mal, pésimo o excelente al saber que llevamos años saliendo y que además nos conocemos casi desde el día de nacimiento y que sería así de no ser porque llegaste al mundo primero que yo.
Me levanto, yo estoy listo, solo he venido a avisarle, a esperar a que esté lista y nos vamos. Me enseña la caja llena de caviar y es tal cual dijo, demasiado costoso. La ayudo a sellarlo.
—Creen que eres muy bonita, les enseñé una fotografía y Jimin vio el carrete completo— sonríe— y reaccionaron bien, al principio sí parecían muy ofendidos por mi silencio sobre el tema pero, ahora todo está bien y no exagero al afirmar que están ansiosos por conocerte. Nunca han conocido a una chica que sea de mi interés.
—El colmo sería que sí.
—Eso prueba que soy el hombre más fiel de Corea. Ahora necesito una prueba de que eres la mujer más fiel de Corea.
Termina el listón, se ve bien. Entonces me mira y resopla.
—¿Quién podría serte infiel? Al menos en mi caso, eres el único hombre en esta tierra que produce algo en mí y me refiero a algo bueno, además— se suelta el cabello, fue al salón, tenía que ir a unas pruebas de fotografía, así que, se ve más linda— no soy un buen prospecto de esposa, soy, la mujer adulta que se sigue viendo y también se comporta como una nena de dieciséis. Así que no podría serte infiel aunque quisiera porque nadie me voltea a ver.
—Sabes que eso no es cierto.
No es cierto, sencillamente porque Sunhee tiene un rostro y presencia que son imposibles de ignorar, así que dudo mucho que ningún otro hombre no se haya interesado, preguntado por su número y de más.
También sé que es popular en su universidad, no puede mentirme.
—El punto es que mi única prueba de fidelidad es que te amo desde que te conozco— para ella es muy fácil decir esas palabras y a mí me cuesta, no sé por qué, entonces me pongo tímido y ella se burla de eso— ¿Y quién no ama a los gatitos?
—Ah, no puede ser, tú también.
Me toma de la mano y como suele hacer cada vez que estoy aquí, me arrastra con ella por toda la casa, esta vez a la habitación para obligarme a elegir qué se pondrá.
—¿Un vestido?
—Puede ser, nada muy elegante— creo que todos estarán usando camisa y jeans— el negro, es simple, pero queda bien.
—¿De verdad quieres hacerme usar el vestido que suelo modelar para ti en casa?
—Ese negro no, el otro. ¿Por qué eres tan atrevida? Me sentí como un pervertido.
—Tengo tantos nervios que necesitaré unos minutos para respirar, aprovechando que nos quedan quince minutos para la hora acordada y que estamos casi frente a la puerta de tu hogar— respira— recuérdame que son amables...
—Son amables, no van a odiarte y tampoco son molestos o detestables, son hombres normales, desordenados, torpes... hombres.
—Que reconfortante.
Se ríe y me contagia, la verdad es que no creo ser el mejor en esto, se cubre la boca con su mano libre, su risa es escandalosa, demasiado, ha aprendido a controlarla con los años.
Eso ha intentado.
—Ya, Sunhee.
—Perdón, perdón— ahora está toda roja, acomodo el cabello que se fue a sus mejillas de vuelta a detrás de sus orejas— ¿Estoy bien? Me refiero a presentable y todo en su sitio.
—Muy bien, lo prometo.
Frunce los labios, le doy un beso rápido.
—Ahora sí, a la guerra.
Y nos demoramos otro buen rato porque ahora quien no puede parar de reírse soy yo. Qué gran momento para ser ocurrente.
•5•
Las ganas de reírme que tengo en este momento son difíciles de retener, pero hago mi mejor esfuerzo y sé que Sunhee también está en la misma situación.
Entramos hace siete minutos y ellos no se han dado cuenta porque están todos ocupados intentando abrir la caja donde está la vajilla bonita, no la sacamos seguido, está muy bien sellada con cinta por todas partes.
Sunhee me entrega la caja con el caviar, toma mi tarjeta y se acerca, se abre espacio entre ellos, entierra el pedazo de plástico en la caja y la abre ella misma.
—Eso fue más sencillo de lo esperado—Seokjin es el primero en notarnos, Sunhee regresa a mi lado y él toma la caja— un gusto...
—Seo Sunhee— se presenta ella misma.
—Vamos a sentarnos— digo, para evitar incomodidades y funciona porque todos se van para la sala— ¿Hace mucho estaban teniendo problemas con la caja de la vajilla?
Entonces Sunhee me regresa la tarjeta, la guío conmigo a uno de los sillones y el resto se ubican en los del frente. Taehyung habla.
—Es que, yo sabía que había una cinta que levantar y ya era más fácil desenvolver toda la caja, pero ya no recordaba cuál cinta en específico.
—Bueno, Sunhee es experta abriendo cajas.
Se ríe porque sabe que eso ha sido en parte, reprimenda.
—Compro mucho por internet.
—Entonces son el tipo de habilidades que se adquieren por paquetería— dice Seokjin.
Yo no entendí, pero ella si, porque se está carcajeando con toda libertad mientras me golpea, entonces Jin también se empieza a reír porque seguro cree que es muy gracioso y la risa de Sunhee es contagiosa.
—Es gracioso porque tiene sentido.
—Y al mismo tiempo no lo tiene— sigo sin entender, nadie, de hecho, solo ellos dos.
Se recompone, aparta su cabello del rostro y se dispone a hablar un poco más seria esta vez.
—Yoongi siempre me habla de ustedes, me cuenta anécdotas y me parece adecuado agradecerles por cuidar de él tan bien como hasta ahora— niegan, como si no les encantara saber que hablo de ellos seguido—me alegra mucho que tenga una familia en cada uno en la que puede apoyarse.
—Nosotros apenas ahora estamos enterandonos de su relación— asiente, Hoseok le habla— así que no sabemos demasiado, pero, también nos alegra saber que hyung está con alguien a quien quiere.
—¿Cómo se conocieron?
—Desde muy pequeños como para recordarlo— digo y es verdad, la observo— yo sé que empezamos a estar todo el tiempo juntos en la escuela, tú tenías muchas amigas y yo otros cuántos, si te acuerdas, cuéntales.
—¿No te acuerdas?
—No—la cara que hace, los tiene a los seis riendo, a mi incluído— eras popular en la escuela. Sonríe, asintiendo.
—Yoongi y yo siempre nos consideramos buenos amigos, pero en la escuela, rara vez nos veían juntos. Creo que cuando decidíamos juntarnos, nos alejábamos del resto para hablar.
—Ah, si me acuerdo. Es cierto, la escuela tenía las zonas deportivas o los lugares a los que nadie iba, a veces nos hacíamos por ahí solo a hablar, faltábamos a clases o... nos íbamos al salón de instrumentos.
—Yoongi tocaba el piano, yo el violín, bueno, hacíamos nuestro mejor intento por sonar bien juntos, no éramos tan increíbles en ese entonces.
Hago una mueca.
—Todavía no soy tan bueno en el piano.
—¿Eso es lo más romántico que Yoongi hyung ha hecho? Porque parece que lo es. Jimin intenta sacar las anécdotas cursis y Sunhee no se hace del rogar tampoco, niega.
—Es obvio que yo soy la que instala el romance en esta relación.
—No miente— digo.
—Pero, tenemos hábitos que son cosas solo nuestras, algo así como gestos que tenemos uno con el otro.
Se me ocurre entonces y lo comento con tranquilidad.
—Hay algo que hacemos, que es muy cursi, de hecho— solo tengo que mirarla y ella entiende de que hablo—a veces nos comunicamos con silbidos, yo estoy en una habitación y ella en otra, me llama silbando mi nombre o también si estoy lejos, de viaje o lo que sea.
—Eso es lo más empalagoso que hacemos— se ríe por la impresión en sus caras— ¿Es muy raro? Somos un poco raros, sientan la libertad para decirlo.
Sunhee es muy tímida, pero también es actriz, así que ha trabajado en eso con el tiempo, logrando sacar su carisma a flote, lo que la hace una buena conversadora, por eso no me preocupé en absoluto por traerla, sabía que se llevaría bien y podría con el ritmo de los chicos.
Y también me hace feliz que los siete parecen muy a gusto, van entrando en confianza con el pasar de los minutos al punto de hacer chistes sobre mí hablando más de lo usual porque soy una
persona callada la mayor parte del tiempo, entonces digo que Sunhee habla hasta por los codos y resulta complementarme en ese aspecto.
Con estos resultados es que me doy cuenta de que si fue buena idea presentarlos, suficiente culpa me causa mentirles sobre mi familia, no quiero tener que mentir también sobre mi novia, ella sí es esencial para mí a diferencia de mis padres o mi hermano.
Lastimosamente no puedo presentarles a mi hermana Yess, pero ella es la excepción.
—Voy a contestar, denme un minuto.
Se aleja un poco, creo que es de las pruebas de fotografía que se ha hecho hoy. Espero que sean buenas noticias, me dirijo al resto.
—¿Qué tal?
—Es muy buena manteniendo una conversación— Namjoon sonríe— me agrada, nos agrada.
—Por supuesto que les agrada— sonreí— ella es buena, lo juro. La quiero. Sé que notan la sinceridad en mi voz.
•6•
Sunhee ha sido seleccionada para ser la modelo de una marca de ropa deportiva que es bastante importante y como no, eso la hace feliz. Sigue esperando obtener respuesta de alguno de los casting que ha hecho para papeles pequeños en distintas películas y dramas, sé que le han dado muy buenos comentarios, así que, algo bueno obtendrá, lo presiento.
—Honestamente se me da muy mal cocinar, quiero decir, puedo hacerlo si sigo una receta e instrucciones al pie de la letra, no puedo ser creativa porque lo arruino. Yoongi es mucho mejor en ese aspecto que yo.
Ya nos hemos sentado a comer, cada uno está muy a gusto haciendo preguntas, ella ha ayudado a servir todo, no le molesta hablar sobre ella y lo que hace, su carrera casi concluida, lo que quiere hacer, es buena bromeando con ellos.
Yo sabía que se llevarían de maravilla, sino, no la habría traído nunca.
—Ayer hizo de cenar porque sabía que iría y lo hizo muy bien, todo tenía buen sabor.
—Yoongi sabe que me esfuerzo, es todo, por eso lo aprecia.
Niego, no es solo eso, realmente le sale bien hacer las cosas cuando se lo propone.
—Pronto tendremos que viajar— comenta Jungkook— tenemos algunos conciertos que dar.
—Cierto— la miro —¿Debería llevarte conmigo? Ahora que ya te he presentado, no veo por qué no. Te gustará ver las prácticas, todo el proceso— vuelvo a ver a los chicos— Sunhee es army.
—¿Sí? Entonces te gustará ir, consideralo— por alguna razón, Namjoon está luchando para sostener los palillos— ¿Qué le pasa a mi mano? Ha perdido la memoria.
—Pregúntale a Sunhee quien es su bias.
Seokjin le pide eso a Hoseok cuando puede hacerlo él.
—No voy a preguntar lo obvio.
—Yo no soy su bias— digo, ella se ríe y me pellizca los costados— soy su novio, pero no su favorito en el grupo, lo que es una ofensa a mi persona.
—Mentira, no le crean.
—Su favorito es-
—Mi novio, mi novio es mi favorito.
—¿Por qué te mientes a ti misma y a nosotros de paso?— niega, atacada por la risa—Su favorito es Hoseok.
Se avergüenza, quiero que se mantenga de esa manera, cómoda y alegre.
—¿No es de mala educación quedarme a dormir? Todavía puedo irme a casa.
—No es de mala educación si te han invitado a quedarte, terca— termina de arreglar la cama, es la habitación de invitados y yo me decidí a dormir con ella aquí— mi ropa si te queda.
—Querrás decir que me queda gigante— sonríe, camina hasta donde estoy y me abraza apenas me coloco la camiseta— ¿Crees que sí resultó bien? Ellos son agradables, muy divertidos. Como dijiste.
—Resultó más que bien, estoy seguro.
Así como jamás le había presentado una mujer a los demás, tampoco había presentado a mis amistades a Sunhee y lo hice con el deseo e intención de que ellos puedan hacerse amigos, tal vez pueda presentarle más adelante a la novia de Seokjin y la de Jimin, ellas dos son amigas, no me molestaría que Sunhee se hiciera cercana a ambas.
—Vamos a dormir— dice— debo levantarme temprano para ir a la sesión.
—¿Pediste permiso en el trabajo?— niega—Sigo diciendo que tienes que renunciar.
—Lo haré, no tengo tiempo para el trabajo de oficina y estaré bien, tengo mucho dinero ahorrado, he hecho demasiadas audiciones y ya empiezan a llamarme de algunas— arrugó la nariz, apagando las luces— tengo confianza en que me irá muy bien a partir de aquí. Me he organizado a la perfección.
—Eso me alivia y por supuesto que te irá muy bien.
Busca acomodarse manteniéndose cerca, nunca le gustó dormir sola y por eso cada vez que tiene la oportunidad de dormir conmigo, casi se adhiere buscando ser una extremidad más en mi cuerpo para más a la noche alejarse.
—Dame un beso de buenas noches.
—No entiendo por qué me pides que te bese cuando perfectamente puedes hacerlo tú misma.
—Es la costumbre— ríe— bien, lo haré yo.
Toma mi rostro con ambas manos y es lo más extraño, pero bonito, ver qué ella toma la iniciativa de solo lanzarse a besarme. Mi brazo rodea su cintura y permanecemos de esa manera un largo rato, lo disfruto.
•7•
—No iré, tengo mucho por hacer.
—Tu hermano está molesto, no lo dice, pero se nota que lo está.
Yoongyu ha estado enviándome mensajes llenos de preguntas e indirectas acerca del asunto de la presidencia, ya le he dicho de mil maneras que no voy a tomar ese cargo y que puede estar tranquilo porque no planeo luchar por el puesto, que hable con nuestro padre y consiga que se lo herede a él.
Pero, mi hermano me odia.
—No me importa, Lee. No iré.
—Mañana BTS irá a la ceremonia en el hogar del presidente a recibir el agradecimiento y reconocimiento de este— lo había olvidado— otro reconocimiento de tantos, verás a tu hermana, parece que la dejarán asistir al evento... tal vez, Sunhee quiera ir.
Negué.
—Sunhee tiene una sesión fotográfica y otra audición. Además, ahí estarán sus padres. Me observó agotado, ya no insistirá más con el asunto, por lo menos.
—No sabes la suerte que tienes de que ellos nunca te conocieran cuando eras más joven o no podrías mantener este secreto, Min Yoongi— no dije nada—¿Cómo van las audiciones? Espero que Sunhee esté consiguiendo cosas buenas.
—Le conseguí un contacto con un manager muy bueno y parece que él está considerando representarla y ayudarla mejor en ese aspecto— falta poco para que se gradúe, espero que apenas pase, consiga algo— pero por el momento, está consiguiendo que varias marcas la vean y tengan en la mira, sé que le irá muy bien.
Él sonrió, asintiendo con la cabeza y cruzándose de brazos.
—Eso me alegra, ella merece tener todo el éxito del mundo.
—¿Sus padres han dicho algo?
—Lo mismo de siempre, cuando tú padre y padre les preguntan por ella... evaden el tema o directamente responden que no saben y tampoco les interesa saber algo— suspira— por eso espero que cuando llegue a la cima, los exponga y terminen procesandolos por abandono a menores o algo así. El punto es que deseo verlos en la ruina.
Los padres de Sunhee son una familia importante que se codean con la familia presidencial, otra de las tantas razones por las que, técnicamente, desecharon a Sunhee, es porque el simple hecho de haber nacido mujer. Ellos querían un varón como principal heredero a sus riquezas, pero, nació una niña a la cuál su madre la culpó del desprecio de su esposo por no haberle dado un niño.
Yo sé que si Sunhee quisiera pelear por lo que le corresponde, ganaría con los ojos cerrados, pero ella no es así.
—Debo irme— le digo— no miento, tengo muchas cosas por hacer y los demás están demasiado pendientes de mis desapariciones, les dije que iba al baño.
—Han de creer que tienes estreñimiento.
—Mm, esa es una buena razón, la usaré— estaba por bajar del auto y me detuve, quería preguntar algo que me estaba comiendo la cabeza— Lee. Estás insistiendo demasiado con este tema de la presidencia y eso me lleva a preguntarme si acaso tú crees que yo debería tomar el cargo— lo miro— ¿Es eso? ¿Tú crees que debo aceptar la herencia?
Le tomó un momento encogerse de hombros para responder.
—Entre tu hermano y tú... siento que estamos en mejores manos contigo— sonrió— sin embargo, estoy de tu lado, no estás capacitado para el cargo, creciste en un mundo totalmente ajeno y no es lo que quieres, así que, no, Yoongi, no creo que debas aceptar la herencia, creo que tienes que continuar el camino que has elegido, solo me preocupo por tí, por tu seguridad y por como el mundo va a reaccionar cuando esta bomba estalle, porque lo hará, tarde o temprano.
Yo también estoy muy consciente de que este anonimato no durará por siempre.
•8•
Escucho a Jimin decir que está muy nervioso y luego preguntarme si yo me siento igual, asiento con la cabeza y permanezco en quietud cuando nos llaman a ubicarnos en nuestros asientos, entonces, veo a papá, mamá, Jess y Yoongyu al frente. Mi hermana sonríe al verme y luego continúa con la expresión seria cuando Yoongyu le dice algo.
Seguro la reprendió.
Ella me mira, no sonríe, pero yo trato de suavizar mi mirada para que no se sienta muy triste. Entonces papá se levanta y comienza a dar un discurso que seguro preparó en menos de veinte minutos, él es bueno improvisando más que memorizando.
Me mira mientras se refiere a nosotros como un orgullo para el país y si no fuese porque estamos rodeados de cámaras, blanquearía los ojos, es ridículo. Lee está de pie frente al equipo de seguridad presidencial.
Cómo detesto estos encuentros, porque todos tenemos que fingir que no nos conocemos en absoluto.
—Min Yoongi.
Llama mi nombre, una ronda de aplausos se escucha y yo me pongo de pie para estrechar su mano y recibir lo que se nos presenta como un premio. Lo tomo, él no deja ir mi mano durante minutos, de hecho, me acerca más.
—Felicidades— murmura para que solo yo pueda oírlo— ven a cenar pronto.
Me deja ir, regreso a mi lugar como si nada. Si vuelve a presentarse un evento como este, me reportaré enfermo.
Pasan al resto de los miembros, el evento continúa y casi a punto de terminar este, escuchamos ladridos. Holly sube al escenario, se le ha escapado a quien le cuida y cuando parece que irá con Jess, corre hacia mí, subiéndose a mi regazo.
Qué mala suerte la que me cargo.
Los presentes se ríen como si fuese una escena muy cómica y dulce, acaricio la cabeza y orejas peludas, viendo a Yoongyu acercarse.
—Lo lamento— le carga— se confundió de Min.
Un comentario digno de alguien como él. Holly llora, quejándose.
Le he dicho a Sunhee que puede venir aquí a la casa, estamos empacando porque llegó el momento de irnos de viaje y seguir trabajando. Ella no pudo ir con nosotros como ya le habíamos ofrecido porque, según, trae buenas noticias.
Deben ser muy buenas porque gritaba y gritaba al teléfono.
—Hyung— Namjoon entra— ¿Acabaste?
—No, sigo eligiendo qué llevarme.
—Tampoco he terminado, de todas maneras, no debería ser muy difícil, son pocos días— toma asiento en el borde de mi cama— me pareció muy gracioso, sabes, lo que sucedió con la mascota del presidente.
—Ciertamente lo fue, para todo el mundo, de hecho— me encogí de hombros— ¿Me pasas esas camisetas de ahí? Creo que solo llevaré camisetas y pantalones cómodos, no voy a esforzarme más que eso.
Asiente, se levanta y busca mis camisetas.
—¿Sunhee no vendrá, entonces?
—No, bueno, creo que podrá ir en unos días, no estoy seguro, todo depende de lo que tenga para contarme— suspiré— aunque creo tener una idea de qué es.
—Hyung. Me enteré de algo.
—¿Sobre qué?
—Tu novia— oh— ella es de una familia importante. Dejo de empacar, le miro.
—Creí haberles dicho que no mencionaran o preguntaran por la familia de Sunhee.
—Lo sé, lo lamento. Me sentí curioso, nada más, pero, no entiendo por qué no querrías que supiéramos eso. Es solo parte de una de las familias más ricas del país.
—Sunhee no se relaciona con ellos, ninguna de esas riquezas le pertenece porque renunció a ello— bueno, la obligaron a renunciar— así que, ella no tiene nada que ver con ellos, repito, por favor no le preguntes.
Afirma, tranquilo.
—No lo haré.
—Gracias— escucho voces y entre esas, la suya— ya llegó.
—No te preocupes, iré y le diré que entre aquí a verte después de que salude a los chicos.
—Si, por favor.
Se levanta y se va, puedo respirar entonces.
•9•
Sunhee decide que no soy bueno empacando una maleta y me ayuda a elegir lo que realmente necesito mientras yo le ruego que me diga de una vez cuál es la buena noticia.
Hasta que se rinde y ya no aguanta más el suspenso.
—Tendré un papel protagónico en un drama de romance— dice, de lo más tranquila.
—Sunhee...
—Es algo muy importante, no creí que fuesen a darme una oportunidad porque no soy una actriz famosa, apenas estoy empezando pero, dijeron que mi actuación es muy buena— toma aire, está intentando no llorar por la emoción— y van a arriesgarse conmigo a pesar de que soy una novata.
La maleta queda de lado, le abrazó y estrecho con mucha fuerza porque sé lo importante que es esto para ella, se ha esforzado tanto, lo merece, ya era momento de que Sunhee recibiera algo muy bueno luego de tiempos tan grises.
—Felicidades, me hace feliz saber que todo está comenzando a salir muy bien para tí— me da un beso, sé que vamos a quedarnos así un buen rato— ¿Van a comenzar rodaje muy pronto?
—Si, nos reuniremos todos para la lectura del libreto, conocernos con el resto de los actores... te mantendré al tanto de lo que pase, lo prometo.
Asentí, es lo que más me interesa, enterarme de que todo va bien.
—Le pediré a Lee que esté pendiente de ti— murmuré— en lo que regreso y en caso de que no puedas viajar a vernos.
—No es necesario, pero está bien si quieres que sea así.
—Hace un rato, vino Namjoon. Te investigó y sabe sobre tu familia, sobre lo cercanos que son a la familia presidencial— está preocupada, lo veo en sus ojos— trataré de no darle más motivos para que siga investigando y simplemente lo olvide, cuando él se da esa tarea, es porque desconfía.
—¿Desconfía de mí?
—Tal vez, es lo que creo. Lo arreglaré, lo prometo.
Volvemos a la maleta y cambiamos el tema, le prometo también que en cuanto pueda, la llevaré a cenar para celebrar esto, ella repite una y otra vez que lo entiende y que no me apure por esas cosas.
Juego un poco con el anillo de promesa que le dí hace unos años y que no se quita para nada, también tengo el mío puesto por esta ocasión, no todo el tiempo por obvias razones, luego me levanto y voy a la cocina con intención de servirnos algo, entonces me encuentro con las novias de Seokjin y Jimin, ambos diciéndome que el plan es presentar a Sunhee a ellas que también están expectantes.
—Que increíble que tengas novia, Yoongi.
—No sé si agradecer u ofenderme, pero, bueno. Creo que gracias, Boah.
Ella se ríe y se disculpa mientras Seokjin le dice que no la cague más, siempre bromeamos con eso, haciéndola sentir imprudente, pero no es cierto, solo nos gusta molestarla y ella lo sabe.
—Ellos se comunican como los pájaros— alega Seokjin, blanqueo los ojos— llámala.
—No, eso es muy íntimo.
—Llámala, todos queremos ver eso.
—Define "todos".
Terminan convenciendome y estoy silbando lo suficientemente alto como para que me escuche, sé que lo ha hecho cuando me devuelve el silbido y todos se retuercen y sueltan exclamaciones argumentando sobre lo cursi que es eso y yo solo quiero que me trague la tierra. Son tan bobos.
Sunhee llega y luego Hoseok está riéndose mientras aplaude porque no puede creer que enserio llegó por un silbido. Hago las respectivas presentaciones y todo marcha bien, no me preocupo, sabía que si conocía a Boah y a Milly, se agradarían.
Eso me da mucha tranquilidad de hecho.
•10•
—Esa es, de hecho, la mejor idea que he escuchado este mes.
Creo que sí alguien de negaría, sería Sunhee. Los muchachos han expresado la idea de que las chicas se queden aquí en casa, Boah y Milly son muy organizadas y viven mucho más lejos. Están aquí por sus novios y estos se irán, entonces, es más viable que se queden aquí.
A Sunhee le queda mucho más cerca su trabajo si sale directamente de aquí, pero ya puedo ver la duda en sus ojos.
—No sé...
—Te presto mi auto, duermes en mi habitación— enumero los pros— no vas a llegar tarde a la lectura del libreto.
—¿Libreto?— asiento a Hoseok.
Procedo a dar las buenas noticias, ellos la felicitan y eso instala más alegría en la sala. Boah me ayuda.
—Él tiene razón, es buena idea que nos quedemos las tres aquí— sacude la mano— y fingir que somos esposas a la espera de sus maridos.
—Personalmente no estoy dispuesta a quedarme en un hotel— dice Milly, que está sentada junto a Sunhee— no me gustan los hoteles.
—¿Por qué no? Jimin responde.
—Cree que los hoteles están malditos, nunca dura más de una noche hospedada en uno.
Y Boah se empieza a reír exageradamente mientras da palmaditas a la mano de Sunhee, ella es así, toma confianza rápido.
—Solo dí que si, nosotras dos nos encargaremos de cuidarte. Yoongi no tiene que preocuparse. Me río.
—Yo no estoy preocupado— Sunhee es demasiado tranquila y correcta— estoy seguro de que será ella quien las cuide a ustedes porque es la mayor.
Apenas lo digo, se asustan porque han estado hablándole de manera informal, pero a Sunhee no le molesta o importa como se dirijan a ella siempre y cuando sea con el mismo respeto que ella brinda.
Es que nunca tendré quejas sobre Sunhee, parece que solo sé halagarla.
—Ten— me observa, confundida— es mi tarjeta, todo lo que necesites comprar, ya sea un gasto tuyo o para traer a la casa, úsala, también te envié el número de Lee. Él estará muy pendiente de tí, se lo he pedido, si lo necesitas... llámalo, acudirá a tí.
Acepta la tarjeta, mirándome con ganas de regañarme porque estoy dándole todo lo que ella normalmente nunca acepta pero que por esta ocasión, ha cedido.
—Se nota en tu rostro lo dichoso que te sientes en este momento.
—Si, no lo negaré— escuchamos el grito y luego la risa de Boah, niego— esas dos mujeres están locas, pero son responsables y amables, si los chicos confían en ellas, yo igual, sin embargo, confío más en tí y sé que hablo por Seokjin y Jimin al pedirte que tengas un ojo encima de ambas porque nunca se sabe con qué locura pueden salir.
—No creo que sea tan malo, se ven muy lindas y alegres.
—Luego me darás la razón— asiente, sus manos van a meterse bajo mi camiseta y se queda acariciando la piel de mi espalda— espero que puedas ir pronto, lo mejor es que no viajas sola, así que estaré mucho más tranquilo.
—¿Te alegrará verme?
—Mucho. Necesito tu apoyo siempre.
Creo que es obvio que mi comportamiento es un poco más distinto con Sunhee a comparación de como me desenvuelvo con el resto de la población que me rodea y no quiero decir que Sunhee es más especial, pero la verdad es que de cierta manera lo es.
Ella saca un lado de mí que nadie más puede, porque le pertenece exclusivamente a ella.
—Ven— me abraza, su rostro queda cerca al mío— intentaré ir para el último concierto— me besa, lento y sugerente— me quedaré contigo hasta que debas regresar y disfrutaremos del lugar, tú y yo.
—¿Y qué haremos?
—Lo que desees— vuelve a besarme— voy a complacerte y por eso haremos todo lo que tú quieras, no voy a negarme a nada.
—Esa idea me agrada mucho más de lo que crees. Ya quiero que llegue ese día.
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