Fin de año, observaba con las manos en los bolsillos la entrada del café que causó muchas situaciones, tantos ensueños que estaba dispuesto a recordar por mucho tiempo, lo había juntado con alguien que consideraba especial, un ser que quería mucho y estaba dispuesto a esperar cualquier cosa.

Un hermoso esqueleto de pecas que estaba saliendo del café junto a la jaula donde estaba la gatita que iba a cuidar en su departamento, Outer besó su mejilla como un saludo, provocando un rubor en el menor, era demasiado tierno, y no demoró en agacharse para ver a la pequeña que estaba durmiendo en la cama improvisada que le hicieron.

— Me preocupa que esté incómoda.

— No creo, está durmiendo muy bien allí dentro.

— Será mejor que lleguemos a tu casa pronto.

— Yo pensaba que no te interesaban los gatos.

— Yo creí que Blard no tendría razón sobre el hecho que esté saliendo contigo.

— Shh... Eso nadie lo sabe.

Stave sonrió, ambos se sonrieron, y decidieron por caminar para comenzar una nueva vida, quizás no juntos en la misma casa, pero pronto el tiempo lo iba a decidir.