Salí de mi casa temprano como de costumbre, antes de que se hicieran las siete de la mañana, por ello estaba en la estación como siempre esperando a Nagisa, hoy sería el día en el que le diría todo a Nagisa, así me rechazara, aunque era lo que menos esperaba, esperaba que el correspondiese mis sentimientos y no me alejara de el, pero no podía darme esperanzas ni pensar lo contrarío pues, no sabía que pasaba en el corazón de Nagisa, y esperaba que ese corazón algún día fuera mío.
Luego de unos minutos llego Nagisa, llenando de alegría mi corazón, subimos al tren sin decirnos nada y luego en el interior del tren...

—¿Nagisa?— Le hable

—Si...— Me respondió con esa expresión dulce a la que tanto estoy acostumbrado

—Me preguntaba... si ¿Querías ir a mi casa, después de clases?— Solté con cierto alivio al por fin poder decírselo

—Claro que podría... y ¿Para qué?— Me miro curioso

Aquella pregunta me tomo por sorpresa, no sabía que mentira inventar, no le podía decir que era para declararle mis sentimientos, Suspire y luego le dije

—Bueno... podemos pasar el rato y si quieres podemos hacer algo de tarea de Koro-sensei, si es que nos manda tarea ¿Te parece?— Hable esperando a que mis palabras lo convencieran y así fue, solté un suspiro de alivio al saber que había salido bien, ahora debía pensar en que hacer para declararle mis sentimientos, ¿Que podría decirle?¿Como se lo diría?¿En qué momento?¿Como se lo diría de manera que no escapara de mi y se alejara...?

El día paso rápido, las clases fueron normales, y otro intento de asesinato hacia Koro-sensei fue intentado, y como siempre terminó en un fracaso rotundo, siempre descubríamos nuevas debilidades en Koro-sensei gracias a que Nagisa era muy atento a todas las expresiones corporales de nuestro objetivo.

Salimos de clase, y espere a Nagisa en la puerta de la escuela, mientras veía pasar a los demás enfrente de mi, en eso  Nakamura se acerca a mi.

—¿En que piensas tanto Karma?— Se paró del otro lado de puerta mirándome curiosa

—En nada...— Dije secante, a lo que ella respondió alzando los hombros y cruzándose de brazos

—No lo creo... eres un mentiroso— Dijo mirando hacia otro lado —¿Sabes que a Nagisa-kun no le gustan las personas que mienten?

Me hizo reaccionar y mirarla asombrado, ¿Acaso era tan obvio?

—¿De qué hablas?— Pregunté fingiendo no saber de los he hablaba

—Vamos Karma, se que te gusta Na...— La interrumpí posando mi mano en su boca

—Cállate— Expresé bajo quitando mi mano de su boca

—¿Entonces es verdad?— Me miro sonriente

—¿Porque sonríes?

—Es adorable.... ver que te gusta alguien como Nagisa...—Se separó de la puerta y tomo su bolso el cual anteriormente había dejado en el suelo

—No le digas a nadie

—No lo haré... ¿Se lo dirás hoy?— Me pregunto caminando, a lo que yo asentí y pude ver cómo estiró los hombros en un suspiro pesado —Sólo recuerda como es Nagisa, y no lo lastimes...

Se fue sin más dejándome sólo esperando a Nagisa, el cual llegó minutos después...

—Lo siento, estaba hablando con Koro-sensei— Dijo en su lindo y adorable tono de voz

—Tranquilo Nagisa, no hay problema— Alborote su cabello, a lo que el respondí con una sonrisa y apartando mi mano de su cabeza

Salimos del tren y nos fuimos caminando hasta mi casa, Nagisa estuvo todo el camino hablando de lo que haría en vacaciones, mientras yo no podía apartar la vista de el, escucharlo hablarle de  el, me fascinaba, también porque no siempre hablaba de el, eran muy pocas veces en las que el comentaba algo de su vida ya sea personal o externa, por ello disfrutaba mucho el oírlo.

Llegamos a mi casa y antes de entrar Nagisa me Sonrió tan dulcemente su creí que mi corazón saldría de mi pecho, por lo rápido que este se latía.

Entramos y el observó mi casa, mirando a todos lados, yo seguía con la mirada, hasta que le me volteo a ver y yo al intentar voltear me golpeo con un cuadro que estaba colgado en la pared.

—Ah...— Chille bajo

—¿Karma estas bien?— Se me acerco un preocupado Nagisa

—Estoy bien... soy un asesino algo tan simple, no me hace daño— Dije quitando mi mano de mi cabeza

—Pero estas sangrando— Se acerco a mi

—¿Dónde? — Dije calmado

—Arriba de tu ceja, ¿Tienes medicina o algo así?— Asiento y me incorporé

—Ven sígueme...— Tome su mano y lo guíe hasta mi habitación, luego al estar en ella, le dije —Espera un momento— A lo que el me respondió asintiendo.

Salí de la habitación y camine hasta el baño, l estar en el baño me mire al espejo y realmente no tenía una herida grave, si salían un par de gotas pequeñas de sangre pero no era grave, era algo de lo que me tuviera que preocupar, pero... si el se preocupaba por mi, haría lo que fuera para mantener ese sentimiento. Abrí uno de los gabinetes del baño y saque el botiquín pequeño de primeros auxilios que tenía para emergencias, cerré el gabinete y volví a mi habitación, encontrándome  con Nagisa sentado sobre mi cama mirando por la ventana, lo mire unos segundos y me si cuenta de que, no importaba cuánto lo viera, ni de que forma, lo amaba mucho,  si... lo amaba, no sólo me gustaba, y no era algo obsesivo sino, de querer que el este conmigo siempre, presente o ausente, que aunque no esté a mi lado aún así pueda sentir que el sentía lo mismo que yo, in importar la distancia.

Interrumpo mis pensamientos y me acerco a el, para luego sentarme a su lado, sacándole también de sus pensamientos.

—¿En qué pensabas?— Le hable mientras le sonreía

—Sólo... miraba por la ventana— Dije alzando los
Hombros restándole importancia

—¿Qué veías?

—No lose... Sólo miraba por la ventana, mientras... Creo que miraba a la nada— Respondió y luego me miro a los ojos y Sonrió sacándome una  pequeña risa que causó que le me mirara confundido

—¿Pasa algo?

—No nada... Sólo es la primera vez...

—¿Primera vez?— Lo mire ahora yo confundido

—La primera vez que te ríes así, y no es por algún chiste o que te burles de Koro-sensei, ¿Pasa algo Karma?

—No... lose... Creo que si— Me acerqué a él

—Ah bueno...— tomo el botiquín y sacó una algodón y Alcohol

Veo como Nagisa hecha una pequeña cantidad de alcohol en el algodón y me mira...

—Acércate esta muy lejos

Le hice caso y me acerqué al instante, aunque un poco más de lo que el seguro esperaba

—No te muevas ¿Ok?— Me dijo pasando el algodón por mi herida

—Ok— Dije bajo

Mientras el miraba mi herida, yo miraba cada parte de su rostro, no sabía si el notaba eso, pero si lo hacia ya no me importaría, se lo diría, era el momento, el ahora o nunca....

—Nagisa....

—No te muevas...— Interrumpió

—Nagisa... tengo que decirte algo

—Casi terminó un momento— Siguió pasando el algodón, pero de un momento a otro, con mis manos sujete sus muñecas y las puse enfrente de el, causando que el me viera confundido  —¿Qué pasa?

—Debo decirte algo... Pero primero— Tomó sus manos y las pongo sobre mi pecho, esperaba que el sintiera el latir rápido de mi corazón y entienda más o menos de lo que quiero hablarle —¿Entiendes?

—¿Karma tu...

—Me gustas Nagisa...

Espero les alla gustado
mis bellos lectores, ya publicaré
el viernes.
¿Qué será lo que ocurrirá?
¿Nagisa lo aceptará o lo rechazara?