25 de diciembre

Era media noche, lo que significaba que ya era Navidad.
Su época favorita.
Pero esta vez no podía disfrutarlo, no con el dolor que conllevaba escupir esas flores y con aquel nuevo síntoma que era vomitar sangre.
Su vista ya se había ido por completo, por lo que no le gustaba moverse de la cama que Jumin le había proporcionado.
Se preguntaba si realmente llegaría a año nuevo.
Sonó el timbre del penthouse, escuchó a Jumin suspirar y pararse.
¿Pararse? Él nunca era quien abría la puerta de aquel lugar tan enorme.
Escuchó dos pares de pies acercarse de él.
— Los dejaré solos un momento – se excusó Jumin.
Escuchó que la otra persona se acercaba a él, fue hasta tenerlo a su lado que supo quién era.
Aquel dulce aroma jamás lo podría confundir ni olvidar, era una combinación entre fresa y vainilla.
— Seven... – dijo levantando su mano y automáticamente el hacker le dio la suya.
— ¿Tan predecible soy para ti? – le preguntó riendo amargamente.
— Tu olor es inconfundible... – explicó con media sonrisa — ¿Qué haces aquí, Seven? – le preguntó un poco más serio.
Luciel le dio un pequeño beso en la mano, las lágrimas habían comenzado a salir sin control.
— Saeyoung... – contestó el pelirrojo.
— ¿Eh? – preguntó confundido.
— Mi nombre verdadero es Saeyoung – explicó y Yoosung pudo jurar que había una pequeña sonrisa en aquella frase.
— Saeyoung Choi... Suena lindo – aseguró el rubio.
— Gracias, Yoosungie – dijo en tono juguetón — Pero bueno... El punto es que estoy aquí porque... Te quiero – contestó.
— No comprendo... – dijo extrañado.
— Kim Yoosung... Desde hace dos días que viniste a mi casa no he podido dejar de pensar en ti, me di cuenta que no sé que haría sin ti... Cuando te dije que me olvidaras fue porque no quería que murieras, prefería ver un Yoosung con amnesia que un mundo sin ti – comenzó a decir Saeyoung con voz más quebrada que antes — Así que... Pensé "creo que todo este tiempo no quise darme cuenta que me gusta Yoosung..." Y no sabía que hacer... Honestamente no sé que hacer aunque MC me aseguró que ella cree que uno puede gustar de dos personas al mismo tiempo – siguió explicando al rubio, quién había comenzado a llorar — Pero lo que si sé, Yoosungie... Es que te quiero como tú me quieres a mí – terminó de decir.
Y como si fuera magia Yoosung comenzó a vomitar flores, pero está vez era diferente.
Había grandes trozos como de tallo, como si estuviese vaciando por completo sus pulmones.
Seven llamó de inmediato a Jumin, quién ya estaba preparado con un doctor.
Lo hicieron salir de aquella habitación contra su voluntad.
— No te preocupes, Saeyoung. Es su cuerpo rechazando la planta, curaste el Hanahaki de Yoosung con lo que le dijiste – explicó aquel hombre con tono frío.
Seven esperó junto a Jumin intentando jugar como siempre con su hermosa Ely haciéndolo enojar.
— Ya te dije... No le gusta que la abracen ni toquen en exceso – decía el CEO cuando por fin salió el doctor.
— Ya puede pasar, necesitará medicamento y un par de lavados pulmonares pero estará bien. Desafortunadamente no puedo hacer nada por su vista ni su gusto – explicó aquel hombre.
Saeyoung salió corriendo a ver a aquel chico.
Tomó su mano y volvió a darle un beso.
— Lo siento, Yoosung-ah... Me tardé mucho... – dijo lamentándose.
Pero el rubio le regaló una sonrisa aún con los ojos cerrados.
— Cállate y ven a mi lado... – le pidió.
Seven le hizo caso subiéndose a la cama con él y abrazándolo.
Ninguno sabía que iba a pasar pero Saeyoung tenía claro que quería cuidar de aquel chico y hacerse responsable de todo lo que había ocasionado.
Yoosung suspiró.
Por primera vez, en lo que le pareció una eternidad, el aire corrió por sus pulmones.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top