En dos días Yoosung había comenzado a sacar más pétalos y por lo tanto más sangre.
Comenzaba a preocuparse porque Navidad estaba cerca y su madre estaba insistiendo en que fuera para las Fiestas.
Sin embargo, no quería ver a su madre. Si bien la medicina le hacía sentir mejor no detenía los síntomas por completo y lo más evidente eran aquellas asquerosas pústulas en sus labios.
De igual modo su vista había empeorado, veía más borroso.
No quería decirle a su madre que se dejaría morir por amor y que a duras penas llegaría a Año Nuevo, si es que los cálculos del doctor eran certeros.
Su celular sonó.
— Mamá... Ya te dije que no iré este año – contestó automáticamente.
— Así que teniendo problemas maritales con tu madre, ¿eh, Yoosung-ah? – se burló el pelirrojo.
Yoosung se sonrojó, no se había molestado en intentar ver quién había llamado.
— Lo siento, Seven... Me ha estado volviendo loco – se quejó el rubio.
— Entonces ¡707, defensor de la justicia está al rescate! – gritó emocionado — Te hablaba para que vengas conmigo y MC a patinar sobre hielo – explicó.
Yoosung se guardó su resentimiento hacía aquella chica, quería pasar tiempo con él antes de su partida.
— ¡Sería perfecto, Seven! – contestó con emoción — ¿A qué hora? –
— ¡A las 6! Pero... Yoosung-ah, ¿seguro que estás ya bien para ir al hielo? – preguntó un poco preocupado.
— ¡Claro! Seguro me hará mejor salir – contestó Yoosung.
— Perfecto, entonces es una cita – dijo el hacker antes de colgar.
— Una cita... – murmuró Yoosung.
Sabía que aquello último lo había dicho por jugar, pero realmente quisiera que fuese así.
Si fuera una verdadera cita no estaría escupiendo sangre y flores por doquier cada 5 segundos.
Comenzó a toser de tan solo pensar eso.
— Maldita Rosa de Navidad – masculló mientras veía aquellos pétalos, le daba miedo llegar al día en el que la flor saliera por completo.
Aquello dolería, si los pétalos tenían gran tamaño no quería pensar en la flor completa...
Decidido se dispuso a arreglarse para aquella salida, preparó sus cosas asegurándose de llevar un buen abrigo y guantes.
Se prometió que aguantaría todas sus ganas de toser durante el tiempo que estuviera con Seven, incluso si eso significaba tragarse todo lo que quisiera toser.
También se prometió ser amable con MC, ella no tenía la culpa de nada...
Suspiró, sería mejor llevar un cubrebocas para no preocupar a nadie por la condición de sus labios y esperaba que su visión no lo traicionara tanto.
Seven le había avisado que pasaría por él para que fueran los tres juntos a aquel lugar.
Llegó puntualmente en uno de sus bebés tal y como decía él.
Yoosung se subió con un poco de cautela a aquel auto costoso.
— ¿Este es nuevo? – preguntó, pues no recordaba haberlo visto antes.
— Recién salido de agencia – contestó el pelirrojo riendo.
MC aún no estaba...  ¿ahí?
— Iremos ahora por ella – dijo Seven como si le hubiera leído el pensamiento.
Después de ir por aquella chica e ir los tres un poco apretados por el poco espacio que había en el carro deportivo llegaron al lugar.
Yoosung agradeció saber patinar o sería otro problema para él.
Se divirtió tanto que incluso el tragarse todas las flores y evitar toser no le fue tan difícil.
Había reído como no lo había hecho en un buen tiempo, pero al final del día no había pensado en las consecuencias que aquello le traería.
— ¡Vamos a comer algo, Yoosung! – había dicho MC muy animada por el día.
Pero aquel chico se sentía muy mareado y sabía que comer significaría quitarse el cubrebocas.
— Debería regresar ... No me siento muy bien – admitió.
— Oh, ¿quieres que te lleve? – preguntó Seven.
Yoosung negó con la cabeza.
— Vayan a comer, no se preocupen por mí – dijo comenzando a caminar y despidiéndose con la mano.
Al llegar a su casa corrió de inmediato al baño, vomitó todos los pétalosque se había tragado junto con la sangre e incluso salieron más nuevas.
Se preocupó por no poder parar ni siquiera a buscar aire hasta que así como había llegado el vómito paró de repente.
Se recostó en el baño y suspiró.
Buscó su celular y se dirigió a los mensajes

Aguantaré lo que más pueda, te dejaré salvarme si me encuentras antes de que muera...

Presionó enviar.
No respirar daba miedo, pero tenía más miedo de no recordar.

Trato hecho.

Cierta parte de Yoosung deseaba que aquel día Jumin llegara a tiempo.