Era el día del evento y Yoosung en vez de mejorar había empeorado.
Sentía que su garganta estaba casi cerrada, era difícil tragar y un sabor amargo había inundado su gusto. Sus ojos lagrimeaban más al punto que sintió que su vista estaba un poco nublada.
— Yoosung ¿seguro que no quieres ir a casa? Te ves terrible – dijo Jaehee preocupada.
— Estoy bien, Jaehee. Solo es un resfriado. – contestó con voz pastosa.
Pero la verdad no se sentía nada bien, se había comenzado a sentirse peor cuando Luciel y MC habían hecho su relación pública.
Pero no le dio mucha importancia debido a que sabía que sus emociones siempre jugaban un papel importante cuando se enfermaba, así que no era de sorprender que hubiera empeorado su estado.
Se aclaró la garganta una vez más y se limpió los ojos para atender a los invitados lo mejor que podía.
A mitad del evento comenzó a toser sin parar y tuvo que excusarse. Se dirigió al baño sin poder dejar de toser, sentía que el aire no le entraba y comenzó a espantarse un poco.
Con una última tosida fuerte expulsó algo en su mano.
Respiró, la tos se había calmado.
Volteó a ver su mano confundido ¿Aquello era un pétalo?
Un pétalo blanco con un poco de sangre.
Asustado puso aquel pétalo en un pedazo de papel de baño, se limpió la mano con el mismo y lo tiró.
Se lavó las manos y salió casi corriendo de aquel baño.
Tal vez era su imaginación, aquello era imposible.
¿Cuándo una persona había tosido pétalos?
Sacudió su cabeza para despejarse mientras volvía a entrar en la sala del evento.
Pocos minutos después volvió a toser, esta vez corrió al jardín de afuera del salón de eventos.
Un pétalo más salió.
¿Qué demonios estaba pasando?
— Hanahaki –
Yoosung brincó, no había visto que alguien más estuviese ahí. Volteó a ver quién era, no era nadie más que el CEO Jumin Han.
— ¿Qué dijiste? – preguntó confundido.
— La enfermedad que tienes, se llama Hanahaki – explicó.
— ¿Entonces no estoy loco? ¿Si estoy tosiendo pétalos? – preguntó tratando de no llorar.
— Sí, verás... Una parte de todas las compañías que maneja mi padre es un hospital especializado en Hanahaki. He ido varias veces y hablado con ellos, reconozco los síntomas – siguió explicando.
Yoosung estaba cada vez más asustado.
— En... Entonces... ¿Ellos me pueden ayudar? – preguntó finalmente echándose a llorar.
— Realmente no sabes nada sobre esto, ¿cierto? – le preguntó serio.
Yoosung simplemente negó con la cabeza.
— De acuerdo, avisaré a la asistente Kang que se haga cargo de lo que falta del evento – dijo escribiendo rápidamente un mensaje.
Llevó a Yoosung hasta su hospital dando órdenes de que debían apurarse lo más que se pudiera en atenderlo y hacerle los estudios necesarios.
Pronto el rubio se encontró rodeado de diversos aparatos, agujas y doctores.
Se sintió un poco como experimento científico conectado a todo aquello.
Después de aquello lo hicieron esperar unos minutos para finalmente explicarle lo más absurdo que había escuchado en la vida.
¿Se había enfermado debido a un amor unilateral?
No tenía sentido, sin embargo ahí estaban las pruebas. Sus rayos x mostraban como aquella planta había echado raíz en sus pulmones ahora inundados por pétalos de una flor llamada Rosa de Navidad.
— ¿Así que mis únicas opciones son ser correspondido o operarme? – preguntó irónicamente.
— Si, Sr. Kim. Sin embargo, la operación lleva a la perdida de memoria sobre la persona de la que está enamorado. No sabrá nada de aquella persona ni recordará lo vivido con ella, será como una gran laguna mental – explicó el doctor.
Yoosung rió, nada de eso tenía sentido.
— ¿Y si no hago nada? –
— Considerando que la Rosa de Navidad florece en esta época, sus síntomas van aumentando con mucha rapidez. Según los cálculos tiene cerca de un mes de vida – dijo seriamente el doctor.
Yoosung asintió y suspiró.
— Supongo que debo de hacer que este mes sea el mejor entonces – contestó levantándose de aquel asiento y comenzando a caminar a las afueras del hospital.
No planeaba olvidar a Luciel Choi y sabía perfectamente que no podía ser correspondido.
Lo mejor sería aceptar la muerte con dignidad.