Día 7
Día 7. Mascarillas
Tipo: Casual/hogareño
Protagonistas: Zenku Soukoku
El caldo para el ramen estaba listo, los frijoles rojos dulces esperaban, y el platinado se dedicó a dejar caer el caldo sobre los tazones, llevo ambos platos a la mesa y dejo los palillos. – Es hora de comer – hablo firme pero casi susurrante. Igual a un ninja, el azabache bajo unas escaleras con una larga bata calientita. - ¿sigues leyendo?
- Tengo que actualizarme con esa información – menciono – los mercaderos andan muy enojados y la realidad es que aun no comprendo bien lo del importe
- ¿debería preguntarle a Francis por ti?
- Preferiría a Dazai-kun
- Sabes que él odiaría ayudante
Suspiro – lo sé. – miro los tazones y sonrió – hiciste chazuke.
- Frijoles rojos dulces, tu favorito
- Yukichi, eres lo máximo
- Creo que es ideal para un día de descanso tan tranquilo
- Tienes toda la razón, dejaré de leer esos documentos, pasemos el día juntos ¿sí?
- Por supuesto.
Al rato, cuando terminaron de comer, Ogai fue quien se puso a limpiar todo mientras Fukuzawa arreglo la sala de estar para acomodarse cómodamente. Su día de descanso era deseado para ambos y más en un día tan tranquilo como aquel.
Ogai llego un rato después al lado de Fukuzawa quien acariciaba un par de gatos en el jardín. Se sentó a su lado recargándose en su hombro – Yukichi
- ¿sí?
- ¿mascarillas?
- De acuerdo, sí.
Terminaron recostándose sobre el piso de madera con mascarillas en sus rostros, escuchando música y hablando – entonces no le has preparado al chico tigre chazuke
- Adora el chazuke, pero no puedo evitar pensar en ti con el platillo
- Oh vamos, es un niño, además a mí me gusta de frijoles rojos dulces
- Algún día le hare un chazuke, espero que no quiera casarse conmigo
- Por supuesto que no, tú ya eres mío
Eran cálidas palabras que los llevaban a las risas, unas que únicamente ellos compartían.
Pasaron 25 minutos de platicas, fueron juntos al baño donde se quitaron las mascarillas, Ogai no se limitó a besar el rostro de Fukuzawa. Ambos la pasaban bien juntos.
Después de eso, se sentaron nuevamente en el piso de madera, con frazadas encima mientras miraban películas.
Era un día totalmente relajante para ambos, felices.
...
¡Gracias por leer!
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