Día 26
Día 26.
Tipo: Fresas
Protagonistas: Suegiku (Tetchou y Jouno)
- Te digo que no lo alcanzaras, te vas a caer
- Si me caigo o no, no es tu
- ¿te caíste verdad?
En efecto, Tetchou se había caído en el lodo, Jouno solo suspiro mientras cerraba su libro - ¿podemos volver ya a casa?
- Vuelve tú, no tardaré mucho
- De acuerdo, límpiate bien
Jouno había vuelto a su hogar, ahora habían comenzado a vivir juntos, y Tetchou había conseguido aquella cabaña con olor a fresno, aquello era algo que simplemente le encantaba. Eran ellos solos, el uno al otro, buscando su propia justicia y a veces, el control del televisor.
Tetchou llego unos minutos después, aunque se había quitado el lodo de encima, seguía llevando un poco – aun hueles a tierra. – menciono Jouno
- Me bañaré en un rato – menciono dejando un balde y llenándolo con agua. No dejo un momento y miro al mayor – no tardo, no toques nada
- No me ordenes – se quejo
Tetchou solo subió al segundo piso para tomar un baño, Jouno prefirió dedicarse a hacer la cena, si, habían comprado una casa en las afueras, era hecha de madera de fresno, y alrededor, tenían viñedos, manzanos, fresas, y hortalizas. Solía ser Tetchou quien se dedicaba a ello, y él solía hacer las comidas con lo que su compañero traía.
Jouno bajo por fin y más cómodo, fue hasta la cocina tomando aquel balde, y miro a Tetchou – ve a sentarte a la sala
- ¿Por qué?
- No quiero que estes aquí mientras trabajo
- Claro gran científico culinario
Jouno se retiro a descansar y fue cuando Tetchou puso sus manos a la obra. Estaba preparando fresas con crema ¿Por qué? Bueno, su compañero adoraba las fresas, y sin que supiera, había cultivado aquellas fresas con todo amor y atención.
No era el mejor haciendo postres, pero estaba dispuesto a todo por verlo sonreír. Claro que sí.
Por su parte. Jouno escuchaba las noticias, su sentido de justicia no lo dejaba nunca descansar pero su retiro le caía bien ante ello. Tetchou llego a su lado un rato después. – Oye
- ¿Qué?
- Prueba
Jouno abrió la boca y Tetchou dejo la fresca en sus labios. Se sorprendió en grande, era dulce y buena, la crema deliciosa. Se sonrojo al tenerla en la boca y hasta que la comió sonrió – estuvo deliciosa ¿las cultivaste?
- Únicamente para ti...
- Únicamente eres tu también.
Tetchou se recargo en su hombro, comenzaron a comer las fresas juntos mientras la televisión seguía en las noticias, la paz también merecía su propia justicia.
...
cortito pero es mi primero de esta pareja, espero que les guste
¡Gracias por leer!
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