Día 25
Día 25.
Tipo: Confesión.
Protagonistas: Shin Soukoku
Atsushi era un estudiante de segundo año, popular entre las chicas por su amabilidad y 0 fragilidad, Atsushi era el compañero que usaban las chicas como conejillo de indias para sus pruebas de maquillaje, esmaltes o accesorios, y bien, Atsushi siempre terminaba divirtiéndose con todas ellas. Como dije, era popular entre las chicas, sin excepción, eso incluía a Akutagawa Ryunosuke. Quien era apodada por todos como "Wednesday". Era una chica sombría que si podía maldecirte lo iba a hacer sin una pisca de remordimiento. Por lo que, todos le temían, eso incluía a Atsushi quien a pesar de que también era amable con ella, no quitaba que la chica no quitaba su dedo del renglón siendo ruda siempre con él e intimidándolo pero para Atsushi quien creció con chicas rudas, no era tan pesada.
Atsushi tenía una gran fortuna, su madre, Kouyou, su hermana mayor Chuuya y su hermana menor Kyouka, eran maestras en las artes marciales, ¿Cómo no ser alguien pacifista como su padre? Tanto el como su padre, habían sido encantados por la rudeza de su madre y hermanas. Aun teniendo hermanas fuertes, para Atsushi, las chicas seguían siendo un pétalo sagrado. Así fue como lo educaron.
Akutagawa por su parte, era hermana mayor, su hermano pequeño, Gin, era callado y su deber como hermana mayor era ser ruda, así que desde muy pequeña aprendió a morder antes de ladrar, pero había alguien que la hacía querer ladrar antes de morder, Nakajima Atsushi. Llevaba los 2 años escolares enamorada de él. En el primero año no pudo ni acercarse a él, solamente cuando le tocaba compartir tareas o recoger tareas era cuando se hablaba, aun cuando él siempre era amable con ella.
Para el segundo año, tuvo suerte que quedar en el mismo salón que él, y fue un milagro que la sentaron a su lado. En medio del salón en la parte de atrás. Frente a ellos estaban sus amigos, Naomi, Sigma, al lado de Atsushi, estaba su mejor amiga, Lucy, y de quien creía era su competencia.
Sigma y Atsushi se habían levantado ese día – chicas, iremos por bebidas ¿Quién quiere? – Lucy y Naomi alzaron su mano, Atsushi miro a Ryu y se acercó – Akutagawa-san ¿quieres algo de beber?
Akutagawa sintió que iba a enloquecer, allí estaba él ofreciéndose para él, y peor aún, con los demás mirándolos. No pudo hacerlo – ¿de ti? Jamás.
- Déjala Atsushi
- Si, te maldecirá
- Oigan, no sean groseras – se quejó Atsushi. – cuando gustes algo, no dudes en pedirlo – menciono a la azabache
Habían salido con Sigma – Atsushi ¿Por qué siempre eres amable con Akutagawa?
- Es una chica linda
- ¿Qué? ¿linda? ¿de dónde?
- Su cabello es largo y negro, sus ojos igual de oscuros, es preciosa
- Eh...
- Y su piel como las puntas de su cabello, tiene estilo, ¿la has visto de civil?
- No
- Yo me la tope en el verano, iba con su hermano menor, Chuuya dice que estoy loco pero es preciosa en verdad que si
- Hermano, estas perdido
- Creo que si... - le sonrió - ¿quieres galletas?
- Si, vamos.
Atsushi fue llamado por una maestra así que Sigma volvió solo, allí, encontró a las chicas hablando en volita, eso incluía los asientos de ellos - ¿Qué hacen chicas? – pregunto dándoles sus bebidas
- Planeamos devolverle sus maldiciones a Akutagawa – dijo Lucy
- Si, no es justo que ella siempre nos maldiga, hay que devolvérsela
- Cierto
- No sé si eso sea correcto chicas – menciono Sigma
- Lo haremos, por venganza.
Akutagawa se paro frente a ellas asustándolas, subió su pierna y golpeo la mesa con su pie – malcriadas, ustedes realmente quieren ser maldecidas – dijo furiosa.
Atsushi llego al salón viendo a sus amigas contra Akutagawa, entre las tres se jalaban el cabello mientras Sigma estaba asustado sin saber que hacer – chicas, chicas – les llamo Atsushi separándolas. Akutagawa principalmente pues ella solo era una, termino encimándose en el desde su espalda
- Voy a matarlas, vomitaran gusanos
- VEN CON TODO MALDITA BRUJA LOCA – grito Lucy
- Sigma ayúdame – pidió Atsushi
Sigma se puso en medio. Pero Akutagawa ahogaba a Atsushi – A-Akutagawa-san, es-espera – pidió el albino, pero terminaron en el suelo. – ¿es-estas bien? – pregunto girándose para verla
- Si... - lo miro, sus preciosos ojos, simplemente quedo tiesa
- ¿Qué pasa? – pregunto mirándola - ¿te lastimaste?
- Ah... Yo
- Déjame llevarte a la enfermería – menciono, pero antes volteo a ver a sus amigas – chicas ¿están bien?
- Solo están despeinadas – dijo Sigma arreglándolas
- Es odiosa Atsushi, déjala
- Chicas, Akutagawa-san no es odiosa, ustedes la llaman Wednesday ¿Quién querría hablarle a alguien que le llama así? – menciono acercándose a Akutagawa.
Tomo a la chica de sus piernas y espalda para alzarla – reconsideren sus palabras con sus actitudes chicas – añadió para ir a llevar a Akutagawa a la enfermería.
La chica lo miraba como un total príncipe azul, odio en grande llegar rápidamente a la enfermería, la enfermera la reviso, pero no paso de unos curitas por los rasguños, Atsushi pidió permiso a Akutagawa lo cual, ella solo asintió no entendía que quería hacer y en verdad la sorprendió cuando comenzó a cepillar su cabello enredado – eres bueno con las chicas – menciono algo tímida
- Nah, solo hago lo que es normal – le sonrió – algunos chicos no se dan cuenta de que los cabellos de ustedes son mucho más suave y lindos
- ¿y tu cabello?
- Oh, - comenzó a reír – mi hermana mayor es estilista y cuando empezaba bueno, era su conejillo de indias, me gusta. Es la marca de su esfuerzo
- Ya veo, tienes una hermana
- Tengo dos, soy el de en medio
- Vaya...
- Sip, y ¿tu hermanito?
- Gin es un buen chico, es muy serio y tengo que defenderlo
- Seguro que lo haces muy bien Akutagawa-san – termino dejando su cabello y le sonrió – estás lista, volvamos a clase
Después de clases donde todo siguió normal. Atsushi tomo sus cosas y se fue con sus amigas, Akutagawa solo lo miro irse y suspiro, salió también, debía ir a buscar a su hermano.
De camino a casa, Gin le contó – hoy, conocí a una chica, hermana
- ¿sí? ¿era linda?
- Lindísima... - menciono
- Su nombre es Kyouka
- Es un lindo nombre
- Como ella
Ryunosuke sonrió, su hermano siempre era así de tierno.
Se toparon con ellos precisamente, estaban en la tienda cercana a la avenida por donde ellos vivían, llevaban unas paletas y un conejito. Atsushi pudo ver a Ryunosuke rápidamente – Akutagawa-san
Por un momento sintió los nervios, pero su hermano pequeño tomo su falda – hermana... e-ella es Kyouka. – Akutagawa se sorprendió en grande, Atsushi se acerco con su hermana – hola pequeño, soy compañero de tu hermana, ella es mi hermana
- Nos conocemos Atsu – dijo Kyouka
- ¿eh? ¿en serio?
Kyouka asintió – disculpa, Kyouka es tímida
- Gin también...
Atsushi se acerco y le susurro - ¿y si los dejamos? – Akutagawa asintió.
Kyouka y Gin caminaban frente de ellos platicando ambos hermanos estaban felices de ver a sus tímidos hermanos platicando.
Así fue como pudieron intercambiar números, se veían en el parque cercano a sus casas, los niños jugaban, Atsushi y Akutagawa hacían tarea, todo parecía perfecto.
Claro, así seguiría si no fuera porque Ryunosuke quería ser algo más para Atsushi. así que aquel día, citaron a Atsushi y Kyouka en su casa, su madre hizo postres y ella y su padre habían tenido que salir. Así que era el momento perfecto. Atsushi llego con unos sándwiches y Kyouka con peluches de conejos. Gin y ella se habían ido a jugar a la sala mientras Atsushi se sorprendió de ver a Ryunosuke, era la segunda vez que la veía en ropa de casa, usaba un vestido de color blanco con holanes y medias negras. – Ryu, todos los días te vez espectacular pero hoy, te vez muy hermosa.
- Gracias... aam, ven, pasa, dejemos eso en la cocina
- Sipi
Atsushi acomodaba todo en la cocina, Ryunosuke no dejaba de pensar en lo grandioso chico que era, quizá venir de una casa con mujeres atentas era la clave, pero lo sabía, si la madre de Atsushi y sus hermanas eran asertivas, ella debía serlo también.
Ryunosuke se adentro a la cocina, Atsushi apenas le iba a sonreír cuando la chica avanzo hacia el tacleando su cuerpo y acorralándolo contra la pared, había hecho un kabe don para él. – escucha maldito felino, me vas a invitar el sábado por la noche de una vez – añadió seria y amenazante
- A-ah... s-si
- Bien, hazlo
Quito sus brazos y sacudió su vestido – ah... Ryu
- ¿sí?
Atsushi comenzó a reír y extendió su mano - ¿saldrías conmigo como novios? – aquello la sorprendió, eso no se lo esperaba, pero de todas maneras sonrió
- Si, me encantaría
La bruja de la escuela, y el príncipe apenas comenzaban su tierna historia.
...
¡Gracias por leer!
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