Día 10. Café con azúcar
Tipo: BEATS (Después de todo)
Protagonistas: Shin Soukoku BEATS

La campana sonó dando lugar a un – bienvenido – de parte de una mesera, sus ojos grises buscaron un asiento cálido y alejado de la multitud, podía escuchar el ruido de las personas hablando, se dedicó únicamente a sentarse, con su gabardina gris y su traje negro, acomodo su cuerpo en el asiento acolchonado, - sí, este le gustará – era lo que pensaba.

¿Qué si quería impresionarlos? Maldición, ¡claro que sí!
Aún seguía sin poder elegir el atuendo adecuado, las camisas de cuello corto o playeras dejaban ver sus cicatrices, y los collares no quitaban mucho de la atención. Suspiro agobiado por eso, y termino colocándose el cuello de tortuga del que estaba tan acostumbrado a usar. Llego ligeramente tarde a su reunión con él. Entro a la cafetería recibiendo el mismo – bienvenido – que el recibió por parte de la mesera; sus ojos color dorado con violeta buscaron su silueta y lo encontraron al fondo del local.

Entro pasando entre la multitud quienes charlaban alegremente, hasta llegar frente a él, el mayor le sonrió – siéntate

Atsushi se sentó mirándolo y suspiro - ¿Por qué tenemos que reunirnos con tanta gente? – preguntó

- ¿sigues sintiéndote ansioso? – pregunto

- Es normal, fui un mafioso...

- Eso termino ¿no? Ahora, ¿café?

- Por favor

Ryunosuke levanto su mano para ordenar a la chica, a la cual previamente ya había platicado, pues en lo que el ex mafioso aparecía en el establecimiento, Akutagawa Ryunosuke había puesto un plan en marcha para atrapar al gran asesino "la parca blanca".

- Un café americano. Por favor. – era su pedido siempre.

La camarera tomo la orden y se retiró, mientras estaba que no fue tanto tiempo, Akutagawa aprovecho su tiempo para indagar un poco - ¿te va bien con el orfanato?

- Si, siento que es un gran espacio, los niños me hacen olvidarme de todo.

- Me alegra que el retiro te ayude, mi mentor es igual. Me lleno de niños

- Es bueno para olvidar, sus sonrisas te hacen ir más allá de lo malo

- Concuerdo

La mesera apareció sirviendo su taza de café, Atsushi le sonrió – gracias – una vez que se retiró, Atsushi comenzó a mover su café y busco la azucarera.

En esta ocasión, la azucarera era diferente, era de madera y pequeña, Atsushi sospecho de ello, pero no tomo tanta importancia, la abrió tomando sus terrones de azúcar, mayor fue su sorpresa al notar que le faltaba uno haciendo al menor asomarse en aquella caja de madera.

Había un pequeño anillo, aquello lo tenía sorprendido, juguetón y curioso, como su instinto de tigre le dejaba ser de vez en cuando, saco el anillo de la caja y sonrió, imagino que la mesera lo había olvidado así que giro su rostro para buscarla y dárselo, pero fue más rápida la mano del agente quien tomo su mano y llamo su atención – Atsushi – hablo el agente dejando sus penetrantes ojos grises en los dorados de su contrario.

- ¿sí?

- ¿te gustaría salir conmigo?

Aquello lo dejo totalmente rojo. - ¡Claro! – hablo sincero y sonriente.

Era un nuevo comienzo para ambos.

...

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