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Jimin soltó una pequeña risita mientras miraba el álbum de fotos que su suegra le había dado.

Cuándo llegaron a la casa de los padres de Jungkook, tuvo que hacer su mayor esfuerzo para no parecer un inválido, temía que dar buena impresión.

Apenas entraron, sus suegros fueron muy buenos con él, lo trataron con amabilidad y todo. Jungkook y su padre habían salido a comprar algo mientras que la señora Jeon se quedaba conversando animadamente con él.

Jimin soltó una risa grande al ver a Jungkook de pequeño, desnudo.

—Esa foto se la tomo su abuelo paterno, ese día había llegado para pasar tiempo con su nieto, dijo "Este niño sacó algo de sus antepasados, tiene un gran pene entre sus piernas" —la señora Jeon soltó una risa. Todos los miembros de la familia paterna tienen un gran paquete entre sus piernas.

Jimin se sonrojo violentamente, Jungkook nunca le había hablado de ello.

—No puedo creer como puedes estar sentado.

—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó confundido.

—¿Crees que no se que habían acabado de tener sexo? No nací ayer por favor, además no puedo juzgarte, si estas con mi hijo se que debes amar lo que esconde...

—¡Señora Jeon! —exclamó Jimin mientras ocultaba su rostro entre sus manos avergonzado.

—¡Llegamos! —se escucho la voz de Jungkook desde la puerta. Entró a la sala y se encontró con aquella escena—. Minnie, ¿Estás bien? ¿Te sientes mal? —preguntó preocupado.

—No te preocupes cariño, estábamos hablando de unas cosas y se avergonzó, nada del otro mundo —sonrió Somin.

Jungkook solo pudo pegarse internamente, ya se estaba imaginando lo que su madre le había dicho a su novio.

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—Entonces Jungkook lo que hizo fue salir desnudo a la calle llorando porque yo me iba para el trabajo, tenía 6 años cuando eso pasó, tuve que entrar otra vez a la casa con él en brazos y quedarme. Casi me quedo sin trabajo —terminó de contar la madre de Jungkook.

Jimin comenzó a reír, su novio tenía el rostro sonrojado.

—¡Mamá! —Se quejó Jungkook.

—Hubo una vez también donde me llamaron del jardín diciendo que se había orinado, había sido el primer día que estaba allí. Y a su padre se le olvidó meterle algún cambio de ropa, tuvo que salir de su trabajo para llevarle el cambio, cuando se iba a volver al trabajo Jungkook se agarro de su pierna y no quería soltarlo.

Luego de haber almorzado se sentaron en el sofá a hablar de cómo Jungkook les ponía problemas de pequeño a sus padres.

—Cuando tenía 15 años fue que llegó diciendo que tenía novia, su padre y yo nos quedamos sorprendidos ya que creíamos que sería gay, hasta que una semana después aquí el niño le termino —la señora Jeon miro a su hijo para luego continuar hablando, pero Jungkook se adelanto.

—¡Bueno ya es tarde! —Se levantó del sofá mientras agarraba de la muñeca a Jimin—. Buenas noches. —se despidió, mientras se llevaba a su novio.

—¡Buenas noches señores Jeon! —se despidió Jimin con una sonrisa en el rostro.

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—Así que novia —se burló Jimin.

—No fue mucho, me pidió ser su novio, le dije que si pero luego comenzó de insoportable a pedirme besos y esas cursilerias así que le terminé —Jeon le restó importancia mientras se desprendía de su ropa para luego tirarse a la cama solo en bóxer.

Jimin sonrio de lado mientras se colocaba a horcajadas sobre él.

—¿Que planeas? —preguntó Jeon, posando sus manos en la cintura de su novio.

—Divertámonos un poco —Jimin sonrió de lado mientras se movía en pequeños círculos.

—M-mis padres —soltó un jadeo ronco.

—No haremos nada malo, un oral no le hace mal a nadie.

Y con aquellas palabras, Jimin comenzó a bajar hasta quedar su rostro enfrente del miembro de Jungkook.

—Solo un oral...el sexo será cuando volvamos a tu departamento —Park sonrió de lado mientras bajaba la dura erección, golpeando su rostro—. Mira que no lo he tocado del todo.

—Sigue hablando para que veas que te dejo en abstinencia por un mes, inclusive por dos meses.

Jimin ignoro aquellas palabras mientras besaba la punta antes de comenzar a introducirlo en su cavidad bucal. Comenzó a meter el pene de su novio todo lo que podía hasta que este llegó a su garganta, al ver que no podía introducirlo todo con su mano agarro la parte faltante y mientras chupaba aquel grueso pedazo de carne.

No le importaba que estuviera dañando su pequeña garganta, quería que su novio disfrutará de un buen oral. Y sus gemidos le confirmaban que lo estaba haciendo bien.

Jungkook soltaba roncos jadeos hasta que su hambre fue más grande.

—Voy a follar esa pequeña boquita, no importa si mañana no puedes hablar —Se puso de rodillas mientras agarraba los hermosos cabellos rubios de su novio para, sin piedad, comenzar a entrar su pene en el aquella boca.

Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas, sentía que en cualquier momento terminaría muerto, aquella gruesa carne estaba acabando con su respiración, pero siendo él masoquista no le importaba. Quería que su novio siquiera así con él. Que destrozara su garganta así como lo hacía con su culo.

Llevó una de sus manos a su miembro para poder darle atención, movía su mano al mismo ritmo que las embestidas que recibía su boca.

—J-Joder Jimin... —gimió Jeon—. Me voy a correr.

Jimin solo pudo asentir mientras que Jungkook aumentaba sus embestidas, era más agresivo que antes, entre más aumentaban sus movimientos, más movía su mano para poder correrse también.

Un par de embestidas más y ambos se corrieron, Jungkook en la boca de su novio y este último en su mano, manchando así la sabana y las piernas de Jeon.

Jungkook se apartó con cuidado para agarrarlo de la cintura y acostarse, sintiendo la pesada respiración de Jimin en su pecho.

—Te amo demasiado, Minnie, gracias por aguantarme todo este tiempo. Eres toda una masita a pesar de que seas un pequeño masoquista —Jungkook soltó una pequeña risita mientras besaba la cabeza de su novio.

—Y-yo...t-tambien te a-amo... —le fue difícil responder ante aquella declaración, su garganta estaba vuelta una mierda.

—Tú lo buscaste, querías hacerme un oral. —se burló, recibiendo un golpe en el pecho.

La pareja no dijo más, pues Jimin había caído dormido en los brazos de Jungkook y este solo pudo apreciarlo para luego dormir también.

No había necesidad de decir algo más, pues ambos sabían lo mucho que se amaban y lo mucho que su relación iba a durar.

Lo suyo era amor puro con algo de masoquismo.