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-¡Jungkookie! -llamó Jimin, mientras entraba al departamento de su novio.

-¿Qué pasó, bebé? -preguntó Jeon desde el sofá.

-¡No puedo creer que me hayas dejado con las ganas! ¡Eres un idiota! -Park hizo un puchero mientras se sentaba en el regazo de su novio.

-Te dije claramente que si te follaba en ese baño nos iban a descubrir, te recuerdo que todavía no puedes caminar bien cada que cogemos. No me iba a arriesgar a que pensaran de ti desnudo -dijo Jungkook, mientras posaba sus manos en la pequeña cintura de su novio.

-Pero hoy es viernes, tenemos todo el fin de semana. Yo digo que deberías coger -rió Jimin, quitando la camisa de Jeon.

-¿Estás seguro de que quieres esto? Se suponía que este fin de semana iríamos a la feria que llegó a la ciudad, si lo hacemos no podremos ir.

-No importa, quiero que me hagas el amor así como a ambos nos gusta -Comenzó a mover su trasero por encima de la tela que guardaba el miembro de Jungkook.

-J-Jimin... -Echó la cabeza hacia atrás, disfrutando el movimiento de caderas de su novio.

Jimin bajó sus manos a la hebilla del cinturón del pantalón de Jungkook para bajar el bóxer junto al pantalón. Se levantó para hacer lo mismo con sus prendas.

Rápidamente, volvió a acomodarse en el regazo de su novio con una sonrisa en su rostro, mientras llevaba su mano al miembro de Jungkook y acomodarlo en su entrada.

-¿Qué estás haciendo? Te vas a lastimar, Jimin. Deja te preparo, cariño. -Dijo Jeon, deteniendolo.

-Con lo de esta tarde y antes de llegar me preparé, no te preocupes -mintió-. Déjame hacer esto, no habrá ningún problema -Tras decir esas palabras, Jimin comenzó a bajar sobre su entrepierna, lentamente. Frunció el ceño, mientras soltaba un quejido de dolor.

-Te lo dije, apenas entraste la punta y ya estás quejándote. ¿Por qué eres tan testarudo? -suspiró Jungkook, acariciando la cadera de Jimin.

-E-Estoy bien... -gimió quedito, mientras seguía bajando.

-Te vas a lastimar, deberías parar.

-Si pude en nuestro primer encuentro, ¿cuál es la diferencia ahora? -interrogó Jimin, para luego tomar aire y de un solo movimiento meter el pene de su novio lo más que su cuerpo podía -osea todo-.

Jungkook viró los ojos, sabía que sin importar lo que dijera, no le haría caso alguno.

Ambos se quedaron quietos, Jungkook no se atrevía a moverse, sabía que si lo hacía podía lastimar a su pequeño novio y eso sería algo que nunca se perdonaría. Y Jimin por su parte, solo estaba esperando que el dolor bajara para comenzar a saltar sobre aquel exquisito miembro.

Después de aproximadamente 20 minutos -o si no fue más tiempo-. Park comenzó a dar pequeños saltitos sobre su novio.

-Uhmm -frunció el ceño, aumentando un poco el movimiento de sus caderas.

-¿Te sientes bien, bebé? -preguntó Jeon en medio de un jadeo.

-S-Sí, demasiado... -dicha esas palabras. Jungkook vio la señal de luz verde para así comenzar a ayudar con las embestidas.

Las bolas de Jungkook golpeaban el gran trasero de Jimin, formando así un sonido obsceno de pieles chocando, mientras el pene efecto del menor golpeaba el abdomen de ambos.

Jimin pasó sus brazos por el cuello de Jungkook para apegarse más a su cuerpo, las embestidas aumentando en su interior. Su novio pasó una de sus manos por su vientre, sintiendo lo duro que estaba.

Jungkook sonrió.

-Koo... -llamó Jimin, disminuyendo el movimiento de sus caderas.

-¿Qué pasa, bebé?

-M-Me cansé, mis piernas perdieron fuerza -dijo, separándose del pecho de su novio con un puchero adornando su rostro.

Jungkook dejó un beso en la frente de Jimin antes de levantarse de sofá con cuidado de no lastimarlo, dirigiéndose a su habitación. Lo acostó sobre la cama, aún dentro de él, y sin esperar alguna palabra de su novio, comenzó a entrar y salir de él lentamente.

-¿Ya te sientes mejor? -Pregunta Jungkook, aumentando sus embestidas.

-D-De maravilla -Park arqueó la espalda, debido al placer recibido-. Amo tu polla... de verdad, es tan buena -sonrió, acercando su rostro y atrapar el labio inferior de su novio entre sus dientes.

-Yo sé, yo sé que lo amas y me lo recuerdas cada vez que estamos solos. Todos piensan que eres un santo, que como puedes estar con una bestia como yo, pero si supieran que eres tú el que me busca para destrozar tu culo... -Habló con aquella voz ronca que enamoraba a cualquiera que lo escuchara.

-Koo... -Jimin mordió su labio, sus ojos entrecerrados. Disfrutando en como su culo era maltratado por aquella cosa que su novio cargaba entre las piernas-. Es que... en serio, tu tercera pierna me trae mal -rió.

-¿Ah? ¿Tercera pierna? -Jungkook agarro las piernas de su novio y las colocó sobre sus hombros. Entrando más profundo.

Jimin sonrió ante su actitud.

-Párteme, Koo... Parte este culo que tanto dices que amas -gimió.

Jungkook sin hacerse de rogar, comenzó a cumplir el capricho de su novio, aumentando cada vez más el movimiento de sus embestidas.

-M-Me voy a correr...

-Hagámoslo juntos, bebé.

Dos. Cuatro. Seis embestidas más faltaron para que ambos se corrieran. Jungkook en el interior de su novio y Jimin sobre el abdomen del mismo.

-Me encantó...

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Ya habían pasado dos semanas luego de haber tenido aquel encuentro sexual y se podría decir que Jimin terminó con un gran dolor de culo que no lo dejaba caminar bien, pero que no le demostraba a aquellos idiotas de la universidad. No importaba que se estuviera muriendo de dolor, con todas las fuerzas de su cuerpo caminaba lo mejor que podía.

-Jimin -llamó Soyeon; la cual llegaba al lado de Taehyung.

-Hola -saludó, sonriéndole a ambos.

-Tenemos una pregunta que no nos deja dormir tranquilos.

-¿Cuál?

-Tae y yo nos dimos cuenta que andabas con dolores la semana pasada y que hasta el día de hoy todavía tienes, no es necesario que seamos adivinos para saber el porqué.

Jimin estaba a punto de decir algo pero Soyeon le hizo un gesto antes de continuar.

-En la primera follada que tuviste con Jeon. ¿Cómo aguantarte? O sea, todos sabemos lo que trae en sus pantalones, queremos saber cómo no lo dejaste como todas lo hicieron tiempo atrás -preguntó Taehyung-. Es que yo apenas y soporto el de Yoongi que de ciertas forma también la trae grande, pero no como el de tu novio. ¿Cómo es posible que sigas en pie?

Park les sonrió un poco mientras salía corriendo de allí, no les iba a decir algo tan humillante.

Sabía que sus amigos no dirían nada, pero hasta el día de hoy seguía sintiendo una gran vergüenza por aquello e inclusive todavía le daba pena recordar aquello. Era vergonzoso, pero a la vez muy gracioso, aún así, no se lo diría a sus amigos.