Plan de Paz
Mayo de 2020. Yo sólo había volado a Lanzarote. Prefiero los viajes por carretera y mar a los aéreos. Aunque mi mente esté casi siempre en las nubes, mi cuerpo prefiere el suelo. Con aquellos viajes a la isla me acostumbré a las medidas de seguridad de los aeropuertos, eran poca cosa comparadas con el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy de Nueva York. Por ejemplo, el cacheo no respeta ninguna parte del cuerpo. Menos mal que Cristina fue registrada por una mujer. Ellos también se sorprenden por las rigurosas medidas. Sin duda, por el actual presidente.
Las elecciones primarias están en su apogeo. Aún queda por decidir si los candidatos a la presidencia serán los mismos que hace cuatro años. Muy pocos lo sabemos y no queremos adelantar acontecimientos.
Un taxi nos lleva a la Torre Trump, su propietario y actual presidente de los Estados Unidos tiene un hueco para dedicarse a sus negocios y recibir a esos famosos extraños que parecían haber muerto y que volvieron en una nave extraterrestre. Yo no puedo estar presente, porque el magnate no permite a nadie más, sí autoriza la grabación. Jasón, Argos y yo debemos esperar. Horas más tarde, transcribo la conversación en el hotel, la traducción es mía. Mi inglés ha mejorado estos años, gracias a mi tiempo libre. Aún así, me cuesta entenderle, Pablo me ayuda.
—Buenos días y bienvenidos. Señora, es usted muy atractiva, mejor que en las fotos.
Ambos responden al saludo y ella añade:
—Gracias por el cumplido. Lo he oído varias veces, mas nunca de alguien tan importante.
—Tenemos mucho en común: empresarios de éxito, gran familia e inicio en la política. ¿Por qué abandonaron?
—La política es una selva con demasiados depredadores. O te haces como ellos, o te devoran. Somos pacíficos por naturaleza.
—Eso es lo que muestra su perfil en Facebook, nada ni nadie tiene tantos seguidores. Hablan de un Plan de Paz, que a mí me parece utopía. En serio, ¿es una estratagema para lograr algún propósito secreto o creen que lo lograrán?
—Lo lograremos con o sin su ayuda. Hemos venido para entregarle nuestro Plan de Paz, nadie más lo sabe. También para hacer un trato: si nos ayuda, tendrá los votos de nuestros seguidores. En caso contrario, esos votos irán al partido demócrata.
—¿Por qué yo primero?
—Porque usted es empresario. Su apoyo convencería a muchos.
—Prometo leerlo hoy, porque mañana lo expondrán en Naciones Unidas. Sabrán mi respuesta en la misma sede.
—Muchas gracias por su atención. No le entretenemos más.
—Les admiro por su determinación. Señora, deseo volver a verla, les invito a cenar en la Casa Blanca mañana.
—Disculpe mi inglés, mi marido se expresa mejor. Será un honor y un placer asistir. Hasta mañana.
Ellos también se despiden.
Hoy es el día. Estoy sentado en la zona de invitados, Cristina, Argos y Jasón me acompañan. Pablo llega al estrado y habla en español:
—Señor Secretario General, señoras y señores embajadores. Gracias por darme la ocasión de exponer mi Plan de Paz. No somos los únicos habitantes en el universo, ellos han sabido de nuestra existencia desde el principio, no se han dado a conocer porque somos el único planeta violento. He viajado por cinco mundos para conocer su organización y costumbres, hay veinticinco en total, contando la Tierra. El único requisito para establecer contacto con ellos es vivir en Paz.
Bebe su primer trago de agua, mientras el silencio prevalece, prosigue:
—Un palestino pacífico me preguntó si nuestro peor obstáculo es el fanatismo religioso, respondí que ese es un grave obstáculo, mas no el peor, sino el dinero; provoca guerras, crea corrupción y produce diferencias sociales. Sin más preámbulos, paso a leer mi Plan de Paz.
Prefiero escribir una sinopsis del Plan en vez de transcribirlo entero. Según vaya avanzando el capítulo, iréis leyendo lo esencial.
Los gobiernos elegidos por votaciones podrán completar su legislatura. Los demás están obligados a convocarlas. Las divisiones administrativas serán Ayuntamiento, Comunidad, Estado, Parlamento Continental y Parlamento Mundial, el cual será esta Asamblea. Todos los representantes de cada institución serán elegidos por votación popular. El método para ocupar los escaños será proporcional, el porcentaje de votos será igual al de escaños, si algún escaño queda indeciso, se decidirá por la diferencia de votos.
La prioridad de cada gobierno será el bienestar de todos sus ciudadanos. Deben proporcionar sus necesidades básicas. Los parlamentos podrán destituir a los gobiernos de sus territorios que no cumplan esa prioridad.
Los gobiernos estatales no cobrarán impuestos a sus ciudadanos, sólo a las empresas.
Pagarán más impuestos las empresas con más beneficios. El objetivo es que adopten las medidas incluidas en este Plan.
El dinero carecerá de valor. No se trata de intercambio, es mucho más simple. Cada cual puede tomar lo que necesite.
Se establece un periodo de adaptación de diez años para que la evolución sea paulatina.
Pablo toma otro trago y continúa:
—Todos ustedes han recibido una copia del Plan, habrán comprobado que no lo he leído por completo, tan sólo lo más importante para no alargar mi intervención. Estoy dispuesto a modificarlo con sus sugerencias, pero no cambiaré lo esencial. Mi dirección de correo electrónico figura en el documento. Gracias por su atención.
El Secretario General le responde en español:
—Don Pablo García. Puede permanecer en el estrado. He podido leer todo su Plan y estoy conforme con él, no añadiría ni corregiría nada. Considero que es un tema urgente y prefiero que hoy se decida. Señoras y señores embajadores, pueden preguntar al invitado.
También dispongo del Plan de Paz. Consta de cinco páginas en tres folios. Sus datos personales ocupan la sexta. Lo omitido en el discurso está compuesto por medidas de control y gestión. Hay pocas preguntas porque el Plan está muy claro y hay muchas sugerencias, algunas de lo esencial que son rechazadas. Pablo se comunica con su esposa por telepatía y ella me pide que tome nota de las modificaciones.
El embajador estadounidense no pregunta ni sugiere, despotrica en inglés:
—Concibo que un soñador quiera perder su tiempo elaborando un plan imposible. Lo que no concibo es que hayan señorías dispuestas a desarrollarlo. Vivimos en la Tierra, no en el espacio.
Pablo se anticipa a la repulsa mayoritaria, pregunta en inglés:
—Señor embajador. ¿Su presidente tiene la misma opinión?
—Sí, señor García.
—Muchas gracias. Siguiente pregunta.
Se genera una ovación mayoritaria, aunque no unánime, para premiar el desdén de Pablo al embajador. El Secretario también aplaude, espera alguna intervención, que no se produce y permite que Pablo abandone el estrado. Se acerca a nosotros circunspecto, aunque ha convencido a la mayoría, no ha podido al presidente más poderoso del mundo. La consecuencia es que no podrá contar con la colaboración de las grandes empresas, deberá confiar en los gobiernos. Además, duda de su poder de convicción que Poseidón le concedió. Para que yo pueda enterarme, habla con su esposa:
—Cris, no me apetece ir a la Casa Blanca.
—Paul, él no se merece nuestra presencia. Si vamos, le daremos una lección de… no encuentro la palabra correcta.
—Pundonor. Vamos a ir.
—Así me gusta. Será nuestra última oportunidad para convencerle.
—Prefiero no abordar el tema. Lo mejor es que él mismo ha cavado su tumba política.
—¿Intento convencerle?
—No merece la pena. Triunfaremos sin su ayuda.
Mientras, el Plan es sometido a votación simultánea y electrónica. Los países pobres son mayoría y votan a favor, sin embargo Estados Unidos ejerce su derecho a veto. El Plan es rechazado.
Comemos en nuestro hotel. Pablo indaga la mejor manera de llegar a Washington con su smartphone hecho en Hydra. Desistimos del tren o autobús porque los horarios no son compatibles. Pablo sugiere:
—En coche nos da tiempo, podemos alquilar uno.
Cristina está preocupada:
—¿Y quién conduce? Hace años que no lo hacéis y los coches aquí son muy distintos.
El teléfono de Pablo suena en el momento más oportuno. Es el presidente, sólo oigo a Pablo, quien después cuenta:
—Lamenta rechazar nuestro Plan. La invitación sigue en pie porque su familia desea conocernos. Su avión privado vendrá a recogernos.
Pablo paga todo en recepción y consulta:
—Queremos pasar la noche en Washington. ¿Nos puede recomendar un hotel?
—Algo mejor, podemos hacer la reserva en un hotel de nuestra cadena.
—Reserve entonces. ¿Está cerca de la Casa Blanca?
—Muy cerca, unos quince minutos andando.
Nos encontramos con el piloto en el aeropuerto. El viaje es rápido, nos despedimos en el aeropuerto y fuimos al hotel.
Cristina está más bella que nunca, con toda su experiencia estética plasmada en sí misma. Usa un vestido largo y negro. Pablo también está muy elegante. Los tacones de ella les igualan.
Me quedo solo, no estoy invitado. Miro por la ventana, veo adonde se dirigen, después a ellos y su escolta saliendo del hotel. Pablo me ve y ambos saludan, toman un taxi, su aspecto es demasiado vistoso para ir andando.
Es hora de bajar a cenar. La carta muestra platos europeos y americanos. Pido la ensalada española y tortilla de patatas. La ensalada de española sólo tiene tomate, lo demás son frijoles, guacamole, mazorquitas y aliño picante. Tienen razón quienes afirman que confunden lo latino con lo español. Eso sí, admito que me ha gustado. No tanto la tortilla, me gusta muy hecha y en esta el huevo se desparrama nada más partirla, lo único pasable es la cebolla aunque casi cruda. Menos mal que el chef es atento y acepta mi petición:
—¿Podrían cocinarla hasta que se dore por fuera? Me gusta seca.
—Por supuesto, señor.
Amanece el día siguiente. No me despiertan los rayos del sol, suelo dormir con la ventana cerrada, me despiertan los ruidos del tráfico. La actividad aquí comienza muy temprano.
Mientras desayunamos, abordo el tema:
—Anoche volvisteis pronto.
Pablo contesta: —Sí, no soportamos más tiempo con él. No sólo es egoísta, es ególatra. La primera dama es la anfitriona perfecta, todo atención y cortesía. Sólo fueron dos de sus hijos, el tercero con su esposa y dos niños y el pequeño. Para su esposa e hijos nosotros éramos el tema de conversación. Él siempre lo desviaba a su terreno.
Cristina agrega: —Al final, me arrepentí de ir tan atractiva. Ni siquiera se cortaba delante de su esposa. La sondeé con la mente y descubrí que no le importa, estaba acostumbrada.
Hora y media después.
—¡Oh Dios mío! ¡Sois Paul y Cris! —Exclama en español la recepcionista de la sede del Partido Demócrata. Prosigue en inglés: —Soy su fan número uno, el momento más feliz de mi vida fue cuando leí tu respuesta.
No hay ningún candidato, nos recibe el presidente del partido.
—Buenos días. No miento si digo que su visita es una grata sorpresa. Sabemos de su doble encuentro con el presidente.
—Buenos días. También sabrá que ha rechazado nuestro Plan. No sé sientan como plato de segunda mesa. Simpatizamos más con su partido. Sin embargo, él tiene más poder, queríamos aprovecharlo para que nuestro Plan tuviera un recorrido más corto. Nuestro Plan puede ayudarles a ganar.
—Ayer lo analizamos. Nos pareció factible la parte administrativa, no tanto la económica. Soy el más crítico, las empresas tienen demasiado poder y será muy complicado que lo acepten.
—Yo me encargaré de eso. Usaré esta estrategia: si gana el candidato demócrata, impondrá las reglas del Plan de Paz. Aunque no sea verdad.
—Pablo, le admiro. El Plan será uno de los temas mencionados en la campaña por la presidencia. Opino que habría que modificar algunos puntos. Nos gustaría que asistan a nuestra reunión de las 3.
Pasaron los meses, llega el verano y en él la Convención Demócrata. Pablo está invitado y es el primer orador:
—Queridos colaboradores. Gracias por creer en mi Plan de Paz. Juntos lograremos nuestros sueños. Sí, admito que soy un soñador y no me avergüenzo. Mi vida consiste en cumplirlos. Nuestro Plan es mi sueño definitivo. Digo nuestro porque lo habéis mejorado. Soñar que el Plan se cumple no significa que sea real, ahora viene lo difícil. Debemos luchar para que este bebé crezca fuerte y pueda vencer a los violentos y quienes no creen en él.
Ya tiene su garganta seca, se detiene durante la ovación y prosigue cuando el silencio impera:
—También admito que contacté con nuestro adversario y tampoco me avergüenzo. Nunca ha tenido mi simpatía, menos después de conocerle. Cuando lo rechazó tuve sentimientos enfrentados. Satisfacción porque significaba perder el contacto y consternación porque el camino fácil y rápido para el Plan se había cerrado. Al fin y al cabo, todo lo bueno cuesta.
A continuación, alude al candidato. No existe usted en inglés, lo he usado antes para mostrar el respeto que Pablo sentía. Con Peter Pearce es muy diferente.
—Peter. Gracias por tu confianza, darnos la ocasión de conocer tantos estados y, sobre todo, creer en este Plan; que tú has mejorado. Era humilde en un principio y poderoso ahora. Si me aceptas un consejo, yo quitaría esa “r” de tu apellido, así encaja mejor con tu personalidad. Nadie mejor que tú puede ser presidente.
No me extiendo más con el discurso, aunque no ha concluido. Me impresiona el entusiasmo de los asistentes, acrecentado por las palabras de mi amigo. Estuve presente en su asistencia a Naciones Unidas, creí que el Plan no tenía futuro. Estoy presente en la convención, creo que se cumplirá. El verbo creer en español puede significar convicción o duda. En inglés se diferencia, believe expresa convicción y think duda. Uso en este párrafo la acepción equivalente a believe.
Comienza la guerra para el candidato republicano, así es para él. Su estrategia es criticar a Pearce, le nombra inexperto y débil de espíritu por dejarse convencer por un spanish dreamer.
Para Peter es simple rivalidad. Su estrategia es demostrar que el Plan de Paz es posible, en ningún mitin menciona al actual presidente.
Llega el gran debate por televisión. Mi impresión coincide con la de mis amigos, la del Partido Demócrata y los medios independientes: Pearce ha ganado el debate.
Las urnas expresan lo mismo por amplia diferencia, aunque menor en ambas cámaras legislativas. Es la injusticia del sistema, no deciden los votos populares, sino el de los representantes. En 2016, la candidata demócrata ganó en las urnas y perdió en el Congreso. Este año no hay reelección de presidente.
2021 comienza con el nombramiento del nuevo, la retirada del veto al Plan de Paz y su aceptación. Esto no es un final, sino el principio. Usando un símil literario, toda obra se compone de presentación, nudo y desenlace; se acabó la fase de presentación, se inicia el nudo. Un nudo complicado, que Pablo y Cristina solos no pueden atar. De momento, cuentan con la ayuda del gobierno del país más rico y los gobiernos de los más pobres. Estados Unidos restringe los beneficios de las grandes empresas para ayudar a los desfavorecidos.
Pablo y Cristina vuelven a reunirse con el anterior presidente, ahora sólo empresario. Les recibe sin quitar la vista de Cristina. Ambos dejan los abrigos colgados, ella luce un vestido corto y escotado, forma parte del plan mutuo. Fracasaron en su primera visita porque Pablo no estaba convencido de su éxito y ella no desarrolló su poder.
—Es un placer volver a verles. Me sorprendió que desearan visitarme después de la dura campaña.
Pablo responde:
—No lo tomamos como algo personal. Venimos a hablar de negocios. Le ofrecemos la ocasión de conservar sus empresas. Sólo tiene que seguir el Plan de Paz.
—Es un plan que no respeta el derecho a la libre empresa.
—Será legal. Tenemos mayoría en ambas cámaras.
—Lo que pretenden hacer tiene un nombre: comunismo. La población no lo consentirá.
Cristina ataca:
—¿Se ha parado a pensar por qué perdió? Casi toda la juventud nos votó. Somos el futuro y la gente como usted el pasado.
—Cris, cariño. No seas tan dura. Hemos venido a llegar a un acuerdo, no a enfrentarnos.
—Estaré callada desde ahora.
Ambos sondean la mente del magnate, sin que lo note. Las dudas comienzan a hacer efecto. Es el momento del ataque definitivo.
—Ya sabe lo que debe hacer. Si se resiste, perderá su dinero antes de que deje de ser válido. Si acepta, lo conservará hasta su eliminación.
—¿Qué pasará con los bancos?
—La ley les permitirá cobrar en mercancía y tomar el control de las empresas deudoras. Cuando el dinero desaparezca, elegirán la actividad que deseen.
—Me han convencido. Cuando la ley se apruebe, la acataré.
—No se arrepentirá. Nos despedimos por una temporada, ahora nos toca desarrollar el Plan en nuestro país.
—Siempre tendrán mis puertas abiertas. Hasta la vista.
Se queda solo y se lamenta. Siempre supo aprovechar sus ocasiones, ésta la dejó pasar y le ha costado la presidencia. Creía que ese plan jamás sería real. Si lo hubiera aceptado, lo habría modificado para su beneficio. Se pregunta cómo pudieron convencerle. No son personas como creyó al conocerles, tienen un carisma especial. Ya es tarde, no se puede remediar. Hay que seguir adelante, sin mirar atrás. Las reglas han cambiado, hay que aceptarlo.
…………………………………………….
La situación política en España cambió desde que abandonaron nuestro planeta. Si bien es cierto que estaban informados, también lo es que no es lo mismo escuchar que vivir. El bipartidismo pasó a la historia, ahora hay cuatro partidos predominantes. Ninguno puede alcanzar la mayoría necesaria para gobernar. Pablo y Cristina van a la sede del partido en el que formaron parte. Muy pocos quedan de aquellos tiempos, alguien les reconoce:
—¡Hombre, qué alegría! Por vosotros no pasan los años.
—Nos cuidamos. Seguro que si seguimos en política, pareceríamos más viejos.
—Necesitamos gente como vosotros, ¿os animáis?
—Solo hemos venido a exponer nuestro Plan.
—Lo he leído varias veces y me sigue pareciendo una utopía. Aunque parece que triunfa en América.
—Tuvimos la suerte de encontrar a las personas adecuadas.
La reunión con el secretario general y presidente del gobierno es fructífera. Promete consultar con el partido socio en el gobierno, también de izquierdas. Cree que podrá contar con su colaboración.
Ya avanzada la primavera, una delegación del gobierno español acompaña a los creadores del Plan a Estrasburgo, sede del Parlamento Europeo. La experiencia americana sirve para que sea aprobado.
Creo que debo explicar, a grandes rasgos, en qué consiste. Los gobiernos saben los beneficios de todas las empresas, cobran en impuestos gran parte de esos beneficios. Esto obliga a las empresas a pagar a sus acreedores con activos no monetarios, como pueden ser sus productos. Así se crea una red de distribución de productos, donde los empleados pueden adquirir lo que necesiten sin pagar, porque no cobran. Existen medidas rigurosas para evitar el acaparamiento.
Los gobiernos crean con lo recaudado otra red para suministrar a los desempleados todas sus necesidades.
Las pequeñas y medianas empresas pagarán menos impuestos cada año. Hasta el 1 de enero de 2031, cuando el dinero pasará a ser historia.
Todos los sectores económicos están presentes en el Plan, sólo voy a referirme al sector del automóvil:
Se reducirá la producción.
Todos los vehículos por fabricar funcionarán sin llaves, para que cualquier persona pueda usarlos sin más requisito que el carnet de conducir.
Los propietarios de los nuevos vehículos serán los ayuntamientos, los cuales se encargarán de distribuirlos por garajes públicos y privados.
Los propietarios de vehículos pagarán más impuestos. Pueden renunciar a él cediéndolo al ayuntamiento.
Quien ya no tenga vehículo propio podrá disponer de cualquier coche público. Todos tendrán una señal identificativa y funcionarán sin llaves.
No es necesario devolverlo en el mismo sitio.
Los garajes sólo cobrarán la estancia a los propietarios que aún conserven su coche.
…………………………………….
Argos cambió su nombre cuando decidió su oficio, ni él recuerda su nombre anterior. No tomó ese nombre por ningún humano, sino por el perro fiel de Ulises.
Él y Jasón han tenido ocasión de demostrar su diligencia. La primera vez fue en Dallas, durante la campaña a la presidencia. Alguien intentó emular el asesinato de John F. Kennedy desde la misma ventana. Los guardaespaldas se anticiparon y el francotirador despertó en un calabozo.
Es más fácil asesinar a quienes eligen la Paz; a mi mente llegan muchos nombres, sólo menciono a Gandhi y Lennon, por servir de ejemplo a Pablo y Cristina. La Pareja de la Paz, como muchos seguidores les llaman, decide recorrer todo el mundo. Saben de sus riesgos, por eso se reunieron con Hades en Gea. El líder de Érebo envía a la Tierra a veintitrés guardias, quienes siguen las órdenes de Argos y Jasón. Están todos adiestrados en prevención de atentados. Antes de que nuestros héroes lleguen, se han distribuido por la zona. Sondean la mente de todos los que acuden y si detectan violencia usan sus armas somníferas. La policía local comprueba después que integran algún grupo terrorista.
Oriente medio es el territorio visitado en primer lugar por ser el más peligroso. El éxito de los guardias extraterrestres allí hace desistir a los demás en todo el mundo.
Los grupos terroristas se tornan en partidos políticos. Su fracaso sirve para cambiar sus métodos, se han convencido de que la violencia no es el camino. Admiran a quienes fueron sus posibles víctimas por su baraka. Palabra árabe que significa salir indemne de una situación peligrosa.
Sin embargo, la senda hacia la Paz es larga y requiere tiempo. 2025 es el año en que el terrorismo desaparece. Aunque persiste una guerra por territorio entre israelíes y palestinos. La Pareja de la Paz concierta un encuentro con los líderes de ambas etnias. Pablo expone:
--Ceuta es mi ciudad de nacimiento y un claro ejemplo de convivencia. Las tres razas han convivido en paz durante siglos. Si ha sido posible allí, puede serlo en cualquier sitio. Os pido que olvidéis vuestras disputas y compartáis el mismo territorio.
El líder musulmán replica:
--Si vamos a vivir juntos, lo justo sería que gobernemos juntos.
El líder judío protesta:
--No consentiré que gobiernen asesinos.
Pablo calma:
--Vuestra situación es peculiar y precisa una solución peculiar. Sugiero la elaboración de un censo que incluya a todos los habitantes. A continuación se convocarían elecciones al Parlamento, no habría gobierno porque sería muy complicado ponerse de acuerdo.
A ambos líderes les pareció bien la solución, el poder de convicción ha funcionado. La sugerencia se hace realidad. Por fin, la Paz es posible en la Tierra. Los guardias extraterrestres vuelven a sus planetas. Pablo y Cristina reciben el Premio Nobel.
La transición económica se acelera. El dinero desaparece antes del plazo. La impresión casi unánime de utopía, ya es realidad.
Ha llegado el momento. Ángel García Rico patenta su vacuna anti envejecimiento. Ha esperado para que no fuese negocio de los laboratorios farmacéuticos. También viaja a Estocolmo junto a sus padres para recibir otro Premio Nobel.
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