Política
Antes de explicar nuestra carrera política, quiero retomar la vida de nuestro amigo Jose.
La mili no le sirvió para madurar, sigue siendo el muchacho tímido y sin las ideas claras de su porvenir. Continuaba en el almacén de mercería. Cerca de allí existe una academia de informática con precios que él puede pagar con su sueldo. Con un amplio abanico de horarios. Va todos los días de lunes a viernes y de 8 a 9 de la tarde. Pero su capacidad de aprendizaje ha menguado y no es capaz de acabar.
Sólo él y su hermana África residían con su padre en la calle Federico Gutiérrez. Resulta que el propietario tenía una hija que buscaba vivienda para ella y su futuro marido. El propietario ofreció ciento cincuenta mil pesetas como indemnización. Aceptaron y sirvió junto a un dinero ahorrado por África como entrada para un piso en Vicálvaro, calle Efigenia número diecinueve.
África trabaja, desde su mayoría de edad, en los grandes almacenes Sears en la calle Serrano. Aunque tiene novio, son ahorradores y ella regaló a su padre lo restante para la entrada. Esto sucede en este año 1979.
No lo sabemos por ningún sueño. Un domingo que visitamos a Rafa, coincidimos con Jose, cuyo hermano mayor vive cerca de Rafa y Sonia. Así nos contó todo, yo he agregado mis impresiones de buena observadora.
Lo que sucede a partir de ahora, sí lo sabemos por sueños de Paul:
Su hermano le ayuda a montar y administrar una tienda de retales en el barrio de Ciudad 70 de Coslada. Esta ciudad está tan unida a San Fernando de Henares que una acera de una calle pertenece a Coslada y la de enfrente a San Fernando. Jose también fracasa en su primera empresa.
Llega el verano de 1982. Uno de los pocos amigos con quien no perdió contacto le ofrece empleo de camarero en un bar que adquiere en Granollers (Barcelona). Durante dos meses y medio, Jose consigue ahorrar porque cobra sueldo y propinas y no paga casa ni comida. Por fin se siente satisfecho con su trabajo y dispuesto a convertirlo en su oficio permanente.
Se acerca el otoño y la afluencia de turistas desaparece. El amigo continúa con su bar, pero ya no necesita ningún empleado, se basta él solo para atender a los vecinos.
Los fines de semana, después de cerrar el bar, Jose descubre dos vicios. Van al bingo y los prostíbulos. Nunca antes hizo el amor ni sintió nada parecido.
Gastó todos sus ahorros en ambos sitios, pero ganó mucho más en el bingo. Volvió a Madrid satisfecho.
De nuevo, su hermano mayor le echó un cable. Es representante y tan apreciado que recibe ofertas de otros fabricantes para vender artículos compatibles con su fabricante principal. Piensa en su hermano Jose para que represente uno de estos muestrarios, el de un fabricante en Málaga de ropa interior femenina.
Jose aprovecha la misma lista de clientes de su hermano. Se le da bien al principio, consigue el carnet de conducir y compra un Seat 850. Pero se duerme en los laureles y no se esfuerza como al principio. El riesgo de elegir su propio horario es creer que hay tiempo suficiente para atender a todos y se equivoca.
Sus ahorros se reducen y recuerda aquel verano en Granollers cuando ganó tanto. Entra solo por primera vez en un bingo, pierde. Insiste creyendo que la suerte cambiará, cambia pero no lo suficiente para recuperar todo lo gastado. Su voluntad le pide que lo abandone, pero la ludopatía domina su mente y vence a su voluntad. Está atrapado en un círculo vicioso que no sólo le perjudica a él, también a su hermano. Quien se entera de una asociación de jugadores anónimos, le aconseja sin obligar que se presente y Jose le hace caso.
En la asociación también aconsejan sin obligar. Le sugieren que firme un documento redactado por ellos, entregan este documento firmado en el Ministerio del Interior. El documento impide su acceso a cualquier bingo o casino de España.
Cuando escuchamos "El Muro" de Pink Floyd nos sorprendió el paralelismo. El protagonista perdió a su padre en la guerra y Jose a su madre. Desde ese momento, ambos fracasaron en el colegio; el padre sobreprotegió a sus hijos, como la madre al protagonista. Ambos erigieron un muro para aislarse.
..........................................................................................................
Antes de las segundas elecciones, en el año 1979; nos visitan, tanto a la pastelería como a la peluquería, miembros de diversos partidos para que nos unamos a ellos. Quieren aprovechar nuestra popularidad, nosotros no nos comprometemos con ninguno, aceptamos sus tarjetas y respondemos que lo pensaremos. ¡Qué hipócritas! Les propongo cambiar su imagen y no tienen reparo en contestar que no han venido a eso. Además, no acudía ningún miembro destacado, mandan al mozo o moza de los recados. Excepto de cierto partido, Alfonso Guerra se presenta en la pastelería y compra una tarta.
La verdad es que tenemos nuestra decisión tomada. Concertamos una entrevista con Felipe González, en su despacho de la calle Ferraz.
—Buenos días. Es un placer conocer al hombre de los sueños y su encantadora esposa.
Sólo respondo que el placer es mío. Felipe es un hombre atractivo y además paisano mío. Paul añade:
—Gracias por recibirnos. Queremos afiliarnos al partido y formar parte de las listas electorales.
— ¿Por qué nosotros? Es raro que dos empresarios quieran formar parte de un partido de izquierda.
Respondo yo: —Porque queremos igualdad para todos.
Así comienza nuestra carrera política.
Llega la campaña electoral, Paul interviene en varios mítines. Sabemos que no ganaremos estas elecciones, por eso él se abstiene de hablar de sus sueños premonitorios y se centra en explicar el programa del partido, que redactamos Felipe, Alfonso, Gregorio y Paul. Ni que decir tiene que Paul y yo somos uno.
El programa expone medidas económicas para los menos favorecidos, como cobrar más impuestos a quienes más tienen, ayudar a los empresarios para que contraten personal en paro o con bajos ingresos, aumento de las pensiones más bajas y congelación de las altas.
Pero nunca llueve a gusto de todos, nuestro barrio está habitado por pudientes que recelan del socialismo y temen una revolución. Muchos vecinos nuestros dejan de visitarnos, tanto en casa como en los negocios. Pero no nos afectan ni en el ánimo ni en la economía. Otros nuevos que simpatizan con nuestras ideas empiezan a visitarnos.
Adolfo Suárez gana las elecciones, el pueblo reconoce su meritorio esfuerzo por lograr un consenso que muy pocos esperaban. Entre todos elaboraron una nueva Constitución. La Democracia es joven y débil, por eso todos han priorizado el entendimiento mutuo en vez de las rencillas partidistas.
Paul y yo somos dos diputados más en el Congreso. Cada grupo tiene un portavoz que se encarga de exponer la opinión de su partido. Existe la disciplina de voto, por la cual todo el grupo debe votar lo mismo. Pero Felipe la elimina en el nuestro y nos da libertad de voto. Solemos coincidir porque todos tenemos la misma idea expresada en nuestro programa.
La Unión de Centro Democrático se fragmenta, las rencillas aparecen entre sus miembros. Adolfo Suárez trata de disiparlas, pero su fracaso provoca su dimisión como presidente del gobierno. Propone como candidato a Leopoldo Calvo-Sotelo.
El 23 de Febrero de 1981, mientras los diputados votamos para decidir el nuevo presidente del gobierno, unos guardias civiles, dirigidos por el comandante Tejero, invaden el Congreso para provocar un golpe de estado. El comandante general de Valencia saca los tanques a la calle e impone el estado de sitio.
El Rey Don Juan Carlos I interviene en televisión para ordenar a los insurrectos que depongan su actitud y a los demás fidelidad a la Constitución y al Jefe de Estado. Su intervención es muy oportuna para evitar que la rebelión se extienda.
Como anécdota. Se cuenta un chiste elogiando su masculinidad: Tejero entró en el Congreso y salió una embarazada. Por si no lo habéis adivinado, esa embarazada era yo.
El consenso ya pertenece a la historia, comienzan las luchas entre partidos para lograr el poder, aunque no estemos en campaña electoral. Todo vale, los medios de información se alinean con un partido concreto y atacan a sus adversarios.
El alma de Paul observa, sin intervenir, la entrevista entre el coronel oftalmólogo Benito Buendía y Pedro J. Ramírez, director del periódico Diario 16. El militar se decepcionó cuando su favorecido se pasó al bando contrario y no le importa quedar como un tramposo, con tal de perjudicar a Paul. Dicho en pocas palabras: Confiesa que mi marido se libró del servicio militar por hacer trampa para librarse con su ayuda.
Sabemos de esta entrevista antes de que se produzca, así ganamos tiempo para decidir. Paul llama a Felipe a primera hora de la mañana, opinan que es mejor difundir una mentira lo antes posible, el coronel no puede demostrar la verdad porque el documento manifiesta nuestra versión. Sería la palabra del coronel contra la de Paul. Como somos muy populares y el ejército está mal visto por la reciente intentona golpista, la opinión pública se pone de nuestra parte.
—Dígame.
—Hola, Gustavo, ¿te acuerdas de mí?
—Claro que sí, Pablo. Aunque ya tienes voz de hombre. ¿Qué quieres?
—Una entrevista, ahora.
— ¿Dónde estás?
—En la pastelería.
—Iré con la moto para llegar antes, quince o veinte minutos.
—Gracias, Gustavo. Hasta luego.
—Hasta luego.
El País y Diario 16 han publicado hoy en primera plana la misma noticia con dos versiones distintas. Sólo copio la versión de El País:
"Pablo G. Sevilla no hizo trampa para librarse de la mili".
Conozco a Pablo desde hace muchos años. Es un joven justo, solidario y contrario a la trampa y la mentira. Estoy con él por petición suya, para desmentir cierto rumor. Paso a interrogarle:
— ¿Cómo conoció al coronel?
—Lourdes me lo presentó, él conocía a su difunto marido.
— ¿Le sugirió alguien que falsificara su dictamen?
—Nadie. Confieso que mi mayor deseo era librarme, pero era y soy incapaz de falsificar nada.
— ¿Cómo fue el examen?
—Me recibió con aprecio. Ambos teníamos prisa, me senté sin mis gafas, me puso ese artefacto tan aparatoso, fue cambiando los cristales y respondí con sinceridad lo que veía. Tardamos poco tiempo y tuvo el gran detalle de contarme que tenía el mínimo para librarme. Me alegré tanto que le prometí regalarle una tarta.
— ¿Coincidieron después?
—Sí, a menudo. Solía visitarnos algunos festivos.
— ¿Ya no?
—No, desde que me afilié al Partido Socialista Obrero Español.
No es necesario preguntar más. Pablo ha demostrado su buena fe y que es incapaz de falsear o mentir.
Terceras elecciones generales, en este año 1982. Junto a dos acontecimientos que verifican la aprobación internacional a España. No le importábamos a nadie mientras gobernaba Franco. Estos acontecimientos eran el Mundial de fútbol y la visita del Papa Juan Pablo II.
Respecto a las Elecciones. Sabemos que ganaremos y sólo Felipe lo sabe. También conoce nuestro secreto, nos ha prometido discreción, exceptuando a su esposa Carmen Romero. Nos da permiso para contar los sueños en los mítines. Éste es el primer discurso de Paul:
"Queridos camaradas,"
"La sociedad está cambiando para bien, pero sólo nosotros podemos cambiarla para mejor. Me conocéis por mis sueños y he soñado que ganaremos."
Una gran ovación le interrumpe. Paul no tiene ningún papel en el atril, todo está en su mente. Hace señas con sus brazos para pedir silencio y le obedecen, me emociono.
"Pero los sueños no ganan elecciones, sino los votos. Os pido el favor de votar por quienes miramos por vosotros, por quienes nos preocupamos por el bienestar de todos, por quienes van a cobrar más a quien más tiene, por quienes van a aumentar las pensiones más bajas. Me parece que somos nosotros."
Una carcajada retumba en el polideportivo unos segundos y prosigue:
"Tengo más sueños. Sabéis que están negociando nuestra entrada en la Comunidad Económica Europea, pero no sabemos cuándo será real. Os lo voy a decir, dentro de cuatro años. Este año ha sido importante en cuestión de acontecimientos, 1992 será mucho mejor. No me atrevo a expresar, aunque lo he soñado; cuáles son esos acontecimientos; por miedo a que alguien quisiera perjudicar. Un último sueño antes de despedirme, tal vez alguien se esté durmiendo. Felipe gobernará este país durante catorce años seguidos."
Paul aprovecha el aplauso para beber y se despide así:
"Recordad mis primeras palabras, no os fiéis de mis sueños. Contad vuestra opinión de este mítin a vuestros familiares y amigos y votad con el corazón. Gracias por vuestro apoyo y atención. ¡HASTA SIEMPRE!"
Lo escribo en mayúsculas debido a que, aunque mantuvo un tono alto en el discurso, esa última frase es un grito.
..........................................................................................................
He mencionado que fui la única que salió del Congreso por mi embarazo. No quise mezclar temas y lo explico ahora. Lourdes García Rico ha nacido el 25 de Abril de 1981.
Debo reconocer que Valeria ha tenido un papel muy importante en la educación de Juan Carlos. Ella aprovechaba las horas que no debía acudir al colegio, demostró una gran paciencia, que no le fue necesaria con Laura y Ángel, para instruirle. El resultado es que Juan Carlos es más humilde ahora, aunque sigue teniendo algunos detalles de vanidad.
Su sitio favorito es la pastelería, donde se interesa por todo lo que hace su padre.
Como estamos en campaña electoral, no debemos asistir al Congreso, aprovechamos para ejercer nuestros oficios. Él sólo intervendrá en tres mítines, el mencionado, otro en Sevilla el penúltimo día de campaña, que será el próximo lunes 25. El último será en Madrid el 26.
Viajaremos a Sevilla el domingo en el viejo Mercedes de Marcos, sin tres niños. Sólo ambas Lourdes nos acompañarán. La mayor no ha ido nunca a un mítin y le gustaría asistir antes de dejar este mundo. Le replico:
—No pienses en eso, te quedan muchos años por delante.
—No sé, tengo un mal presentimiento.
Paul discrepa: —El especialista en sueños soy yo, no pasará nada.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top