Mírame JungKook
Apartamento Jk, madrugada.
Aquel pequeño beso en sus labios se fue intensificando y me vi a mi misma sentada en la encimera a merced de sus labios cálidos, el frio piercing que de vez en cuando me rozaba y generaba descargas sensoriales entre mi cuello y oreja con la cual jugueteaba mientras me decía al oído.
—Hueles demasiado rico Yunji— su respiración parecía colarse por mi oído y recorrer mi garganta.
Al igual que en otros momentos colocó mi cabello tras mis orejas para ver mejor mi rostro, lo recorrió una y otra vez con sus ojos brillantes y grandes, podía ver la lujuria desbordarse de ellos.
Salió desde el espacio que le había dejado entre mis piernas para caminar hacia el mueble de la cocina y sacar de ella dos shots.
—¿Recuerdas estos?— me alcanzó uno mientras el abría el suyo.
—¡Como no! me salvaron de una horrible resaca— bebí el mio de un solo sorbo.
Nuevamente se presentaba el silencio, lo vi parado mirándome esperando que diera algún paso. Acababa de decirle que estaba dispuesta a experimentar este encuentro pero seguíamos esperando más del otro.
Me bajé de la encimera, me acerqué sin quitarle los ojos de encima y caminé hacia él, cogí su mano y lo guié camino a su cuarto, él me soltó la mano una vez que entramos y se detuvo junto al umbral.
La luz de la pieza fue bajando de intensidad y me giré hacia el interruptor donde Jk apretaba unos botones.
—No sabia que podías hacer eso— sonreí asombrada.
—¿Esta bien así?—preguntó.—Quiero que te sientas cómoda—.
—Está perfecto— tomé asiento en la cama y me quité los botines de cuero que llevaba quedando descalza.
Jk a ver mi iniciativa también se quitó los suyos, tomó ambos zapatos y los dejó a la entrada junto a la puerta.
—Iré a baño, ya vuelvo— dije no sin antes dejar un beso en sus labios que aún están rojizos del beso anterior.—No tardo—.
Una vez en el baño revisé que todo estuviera en orden, me acomodé el brasier, la blusa, me arreglé el cabello y me di unos cuantos enjuagues bucales para quitarme el mal sabor posterior a la comida y el alcohol.
"Yunji no te arrepientas por la mañana"
Salí del cuarto de baño y lo encontré sentado en la misma posición moviendo su pie de forma ansiosa, puede que no haya sido la escena más erotica pero me ponía a mil pensar que estaba nervioso o ansioso.
Me coloqué frente a él, con el roce de mis rodillas le indiqué que se acomodara más atrás en la cama y abriera las piernas para permitirme estar más cerca de él. Acaricié su pelo despejándolo de su rostro y dejé un beso en su frente luego en su mejilla y retomé camino a su boca para continuar devorándola lentamente, beso a beso.
Podías sentir que ambos comenzábamos a salivar y lubricarnos mutuamente a pesar de que la respiración entrecortada de ambos nos secara los labios a cada momento, parecíamos sedientos el uno del otro.
Acomodé mis rodillas en la cama para quedar sentada sobre su pelvis quedando frente a frente unidos por el beso que ahora era más lento. Jk hizo el ademán de introducir sus manos bajo mi blusa de tirantes recorriendo mi espalda con la yema de sus dedos, estaban heladas por lo que solía arquearme leve donde él aprovechaba de tener mi cuello y pecho a disposición de sus labios.
Mi blusa comenzó a subir lentamente por sobre mi torso, piel descubierta era piel que se ganaba un beso y ésta se erizaba como dándole la bienvenida a su tacto delicado y contenido de pasión. Se detuvo en el centro de mi pecho donde el brasier dibujaba ceñidamente una perfecta "V" besándola y respirándome con dedicación robándome suspiros.
Los besos cesaron, Jk tomó espacio entre su cuerpo y el mio soltando el agarre que tenia en mi cintura con sus brazos, se quitó la camiseta dejándola a un costado de la cama y se recostó plenamente sobre esta dándome la invitación a recorrer su piel tersa y cálida.
Levanté mi cadera y me incliné hacia su pecho aguantando el peso sobre mis rodillas que se hundían en la cama. Besé desde la linea de su ropa interior hasta su cuello y di leves mordiscos que le hacían gemir hasta acercarme a su boca que me esperaba ansioso.
Sin separarnos buscó el inicio de mi pantalón y con agilidad desabotonó, bajó el cierre de este, como resultaba complicado que se liberara de el desde su posición, me recosté a su lado y la reacción de levantarse fue automática.
Con firmeza tomó de los ojales del cinturón y deslizó mis jeans hasta quitarlos por completo, me tenia en ropa interior recostada en su cama tal como él deseaba. Lujurioso se acercó a mi pero lo detuve sentándome en ella y colocando mi mano en su pecho.
—¿A donde crees que vas?— sonreí.—Te quedan estos aún—rocé la linea de su jeans.
Sonrió nervioso y cómodo su pelo nuevamente.
—Quítatelos para mi Jk— le pedí acomodándome más atrás en la cama mirándolo desde mi perspectiva.
Tomó aire, sonrió tímido esta vez y guio su mirada hacia el botón y el cierre que descendió lentamente. Bajó con paciencia sus pantalones por sus piernas gruesas y firmes dejando ver unos boxes grises ajustados.
—Que quieres que haga ahora, Noona— miró fijamente entre los mechones de cabello que caían sobre su frente y los costados de su cara.
—Ven aquí—rocé el espacio vació en la cama que estaba junto a mi.
Gateó sobre la cama hasta llegar al lugar y se recostó dejando un beso en mi mejilla.
Acarició con la yema de sus dedos desde mis muslos hasta la piel que dejaba entre ver mi brasier del cual bajó un tirante para pasar sus dedos. Parecía estar dibujándome, memorizándome parte por parte.
Nuevamente nos unimos en beso pero esta vez sus manos estaban acariciando mis muslos, los apretaba de vez en cuando. Se colocó de costado y elevó mi pierna derecha y la posó flexionada sobre su cadera dejando un espacio entre nuestras pelvis.
Se liberó de aquel beso y centró su mirada en aquel espacio donde cómodo su brazo y su mano izquierda buscando mi intimidad. Dos de su dedos se deslizaron por sobre mi ropa interior generando una fricción placentera, su mirada seguía posada en mi entrepierna y sus dedos moviéndose mientras mi pecho se alteraba ante tal acción.
—Es más placentero si me tocas directamente—le dije cerca de su oído mientras bajaba desde del costado de mi cadera mi ropa interior dejando que él continuara.
No tan solo encontró aquella sensibilidad en mi intimidad sino que encontró la forma perfecta de estimularme con su pulgar y dos dedos dentro de mi. Mi espalda se arqueaba a su merced y lo disfrutaba muchísimo pero mis planes eran que sintiera que tan fuerte me puedo aferrar a él a modo de agradecimiento por hacerme sentir tan divino.
Tomé la iniciativa y saqué su mano de mi intimidad y la guié a su bóxer, sobre la misma llevó mi mano sobre su miembro, su mirada estaba posada sobre mi mano. Una vez en mis manos, piel con piel, logré sentir cuanto había esperado este momento y estoy seguro que debía doler demasiado.
Me incliné hacia el mueble junto a la cama buscando condones donde yo misma había visto en reiteradas ocasiones cuando debía acomodar las cosas de él. Una vez conseguido, se lo entregue para que hiciera lo suyo.
Me subí a él como al inicio y poco a poco me fui sumergiendo,bajando sobre su centro firme haciendolo jadear. La impaciencia, la presión y la pasión todo se centraba en mis entrañas en ese momento mientras quien deliraba era él cubriendo su cara liberando algún quejido bajo.
—Mírame Jk, quiero que me mires— Toqué sus manos sentada sobre su pelvis unidos finalmente.
—No puedo— suspiró.—No duraré un solo minuto si lo hago—.
—" Yunji, lo tienes a tu merced y no haz hecho un solo movimiento"—pensé.
Me quité el brasier y lo dejé al costado de su rostro.
—Jk—Tomé su mano derecha.—Necesito que sostengas esto por mi— había quedado pecho descubierto, completamente desnuda frente a él.
Sus ojos se posaron en mí finalmente, tomó aire y bajo su mano a mi cintura.
Comencé a moverme lentamente inclinándome hacia él y posteriormente me incliné hacia atrás apoyando mis manos sobre sus muslos para un mejor ángulo, lo estaba disfrutando mucho hasta que él tomó la oportunidad de estimularme teniendo mi intimidad a su disposición.
Era increíble que me entendiera tanto, que lograra leer mi cuerpo porque en el momento perfecto me tomó llevándome en dirección a su pecho, me sostuvo con una de sus manos de la cadera elevándome, y guio el ritmo moviendo su pelvis con el impulso de sus rodillas dejándome quieta mientras que su otra mano se mantenía estimulándome rítmicamente logrando que mis gemidos fueran más sonoros que en un inicio. Mis brazos sostenían mi peso a ambos lados del torso de Jk que brillaba con una leve capa de sudor con sus abdominales marcados por la fuerza que ejercía para mantenerme en mi lugar.
—Mírame Yunji— gimió implorando mis ojos sobre los suyos.
Alcé mi rostro que tenia unos cuantos mechones de cabello pegados en mi cien sudada, sonrojada.
La expresión de Jk me parecía demasiado excitante. Mordía su labio inferior, sudaba, gemía y aumentaba su ritmo, esta vez haciendo que nuestra piel sonara al contacto.
El tiempo se detuvo junto con nosotros, conmigo para ser precisos. Mi orgasmo llevó a coger las sabanas con fuerza y llevar mi rostro hasta el pecho de Jk donde lo solté por completo contra su piel. Luego de sentir como mis entrañas se contraían, Jk llegó a su orgasmo apretando mis muslos con fuerza introduciéndose en mi hasta lo más profundo.
Sentí su cuerpo colocarse rígido y luego relajarse. Yo seguía descansando sobre su pecho escuchando su corazón acelerado.
Levanté mi rostro cuando sentí que estaba lista y más relajada, me incorporé sobre él volviendo a sentarme. Él solo me miraba desde su posición hasta que se dignó a inclinarse hacia mi para besarme.
—Yunji— susurró a mi oído mientras le quitaba el cabello que estaba pegado en su frente.
—JungKook— susurré como él.
—Necesito sacarlo antes de que se baje— miró hacia su entrepierna.
—Claro— me levanté con cuidado.
"¿Por que me sentía tan vacía sin él, literalmente? "
Ya vestidos volvimos a comer, esta vez un ramen instantáneo para saciar el hambre que sentíamos pero ahora todo era tan diferente, sus labios, su cabello desordenado, sus ojos y yo obviamente me sentía diferente.
—Me iré a casa— dije al finalizar mi comida.
—¡¿Huh?!—exclamó confundido.
—Sí, tengo que ir a casa— repetí.
—¿Pasó algo?— parecía preocupado.—Hice algo...—.
—No Jk, todo estuvo muy —pensé en que decir.
—Intenso— respondió.—Estuvo increíble— llevó su cabeza hacia atrás.
—Nos vemos el lunes Jk, duerme bien, no bebas tanto y tomate tus vitaminas antes de dormir— dije al levantarme e ir por mi chaqueta.
—Lo que tu digas Noona— se levantó y me siguió hasta la puerta.
De camino me cogió de la muñeca y me llevó hacia él para darme un beso que me duraría hasta el mismísimo lunes.
"Ve a casa Yunji, marca tu limite Yunji"
—Buenas noches Jk— dije sobre sus labios.
—Buenas noches Yunji—.
Dio un paso atrás y esperó a que yo saliera y recorriera el pasillo tal y como yo lo haría con él para luego cerrar la puerta.
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