Inseguridades y Placer

Apartamento de JungKook Seul-17:00 -Sábado.

Yeontan aún no confiaba en Bam por lo que estuvo en el sillón junto a TaeHyung y ladraba cada vez que Tae gritaba de emoción por el videojuego.

—Solo por ti compro té helado— le entregué un vaso como el liquido rojizo con unos hielos.

—Agradecido— aceptó el vaso sin dejar de mirar la pantalla del televisor.

Yo permanecía en mi teléfono esperando algún mensaje, pensando en enviarle un mensaje a Yunji para saber si estaba bien, si la fiesta era divertida o siquiera una foto para ver como lucia en su vestido.

—¿Cómo vas con Yunji?— Tae dejó el juego y apagó el televisor.

—Bien, creo—dejé mi teléfono en la mesa de centro —No sabría decirte que vamos bien o mal, creo que no es una relación—.

—Bueno... al menos llegaron a algún acuerdo acerca de sus "encuentros"— Yeontan se posicionó en sus piernas.—Esta bien si quieres hablar de eso—.

—Me gusta bastante—Me recosté sobre el respaldo del sillón —Nunca había tenido sexo con alguien como lo tengo con ella—.

—¿Por qué lo dices?— Tae parecía extrañado.

—Pues, no creo haber deseado tanto estar con alguien, tanto como para que te duela la entrepierna por entrar en ella—.

—Wow, ¿estas seguro que no consumes proteína con testosterona?— rió y dejó a Yeontan en el piso —No creo que sea algo malo, puede que ella también lo sienta, esas cosas pasan entre dos—.

—Yo sé que también le sucede, la siento cuando estamos juntos— mi estómago cosquilleo —La llevaré a Qatar conmigo—.

Tae me miró extrañado, más bien su cara representaba un poco de preocupación quizás había llevado esto muy lejos.

—Pero por trabajo también, no me mal interpretes, estaré solo allá y necesito soporte emocional— me excusé.

—Eres tan intenso, no la espantes— se levantó y fue por snacks para Yeontan que se subió a mis piernas por cariño.

—¿Entonces que crees que deba hacer?—  llamé su atención.

—Creo que es complicado, ¿todo esto para intimar con alguien que te gusta? no lo se Jk— le entrega una galletita a Yeontan quien continua en mis piernas.

—No creo que sea solo eso, la pienso mucho— suspiro.—Soy él más feliz cuando esta sentada en la mesa con su computador hablándome de los planes para unos meses más, organizándome completamente—.

—Quizás te recuerde a tu mamá— rió.

—Que imbécil— respondí y reí con él —Me da satisfacción tenerla cerca, aunque no le esté tocando, soy feliz—.


Me había dado cuenta que pensaba más de la cuenta. Lo de Qatar si era un tema que me tenia ansioso pero no tanto como comprender que me estaba pasando emocionalmente.

Una vez que Tae se fue a casa, fui a dejar a Bam al centro de cuidados y me quedé dormido en el sillón para  despertar a las 10 de la noche con un sentimiento en el pecho que no supe describir. Terminé  llamando a Nam para hablar y supuse que había contestado por cortesía porque había gente a su alrededor.

—¿Estas bien?— Namjoon apenas lograba escucharme —Espérame saldré—.

Ahora con toda la distracción de la llamad sentía que hacia perder su tiempo con sentimientos puberiles.

—JungKook, dime— Namjoon logró hablar tras la linea.

—Bueno, es que me siento extraño y no sabia con quien hablar—.

—¿Extraño como? quieres que vaya a verte, tomaste algo...— Nam sonaba preocupado.

—Namjoon Hyung, estoy algo confundido— respondí yendo a grano.

—Si es por lo de la apertura de la copa, tu puedes hacerlo confiamos en ti, todos—.

—No, es algo más sentimental— me levanté de mi asiento para colocar la cafetera.

—¿Lo dices por Yunji?— Namjoon no tenia idea de que yo tenia una relaciones con ella y fue un trato que entre los chicos no decirle.—JungKook entiende que ella solo te trabaja, no sabes si tiene pareja, hijos y además tu no sabes hasta cuando trabajará contigo, esta bien que la estimes pero si comienzas a acosarla con cosas fuera del trabajo ella terminará renunciando— parecía serio — Ahora discúlpame estoy en una junta por un proyecto musical y no quiero ser grosero, si quieres hablamos más tarde o mañana—.

—Gracias Hyung— colgué para no dar mas vueltas al tema.

Aquella noche le envié un mensaje que pensé por horas además de algunas fotos con Bam y para mi sorpresa estaba en linea lista contestarme y fui feliz en esos 30 minutos de mensajes que concluyeron en una cita para el día siguiente.

Apartamento de Yunji -22:50 Seúl - Domingo.

Acabé en cosa de minutos sobre su mano porque así ella lo quiso y me pareció muy excitante sentir que seguía sus ordenes. Sentí que esto era una emoción compartida.

Las cosas fueron diferentes luego de que ella se retirara y el momento intimo se viera interrumpido por la loza sucia de la noche. Pensé que quizás  quería que yo me insinuara o le besara para que fuera algo más estimulante pero solo sentía rechazo hacia mi.

Muchas cosas pasaron por mi cabeza, creí que existía alguien más donde vivía, algún ex o algo parecido con el que se reencontró y por eso actuaba así pero era muy extremo pesar así conociéndome como una persona que sobrepiensa mucho.

—¡Jk!— me llamó sacándome de mis pensamientos.

La seguí al cuarto donde nos recostamos juntos a conversar y tocamos el tema de Qatar dándome ánimos y unas cuantas acaricias. Moria por dejar de hablar y solo besarnos o dormir abrazados por lo que me acomodé de costado a escucharla hablar de por que todo saldría bien en Qatar y los preparativos.

—¿Quieres recostarte de costado para abrazarte?—la saqué de su monólogo.

Yunji no tuvo más remedio que acomodarse ante de mi dejando su trasero sobre la curva que generaban mis piernas flectadas y mi cadera rozando mi intimidad. Acerqué mi pecho a su espalda y dejé mi cabeza descansando en la cuenca entre su cuello y hombro con mi brazo derecho sobre su cintura.

El olor de su cabello siempre me atrajo mucho, era algo como floral y frutal muy sutil con ello el toque de su perfume y el exfoliante de fresas que era a lo que olía en ocasiones, lo reconocí una vez que ingresé a su baño personal.

—Me gusta cuando me hueles así— dijo mientras  juntaba mi nariz en la parte posterior de mi cuello.

Jugué con el cinto de su bata por sobre su abdomen desatándolo lentamente mientras ella juntaba su cabello hacia arriba para dame paso a la piel de su cuello que moría por besar.

Mis manos buscaron impaciente sus pechos los cuales estaban firmes, al parecer excitados luego de dejarlo expuestos a la temperatura ambiente  besando su cuello y hombro. La emoción del momento me llevo a introducir mi mano en su intimidad como si buscara algo de forma urgente en un bolsillo e introduje mis dedos sin pensar, solo quería sentirla, su textura interior y su humedad era algo que me provocaba olas de calor por todo el cuerpo sobretodo si la hacia gemir.

Bajé mi pantalón y pasé mi miembro por sobre  el elástico del bóxer para dejarlo entre su intimidad, sin la necesidad de introducirlo, solo lo dejé entre sus labios húmedos  sus muslos que permanecían juntos por la posición de costado. Ella giró su rostro para conectarnos en un beso y comenzó a moverse contra mi, estimulándome. 

El roce de su intimidad y la mía me alborotó pero no seria yo quien diera el paso de introducirlo, sino ella, quería que ella lo hiciera. Bajé la tela de seda de su bata dejando sus hombros desnudos y así me deshice de ella por completo dejándola a un costado de la cama. 

La luz tenue de la lampara de su velador nos mantenía despiertos ante tanta fantasía, mi cuerpo estaba tenso y sentía que cada movimiento me llevaría a mi perdición tan pronto como hace unos momentos cuando me tuvo en sus labios. 

Yunji llevó una de sus manos a su entrepierna y cogió mi miembro el cual estaba suficientemente húmedo y lo llevó hacia su entrada introduciendo solo la punta y sacándola con un movimiento certero y embriagante. Todas mis entrañas se tensaron al punto de sentir desesperación.

—Necesito tenerte ahora— dije a su oído con la voz entre cortada, sentía que no tenia saliva y me costaba hablar.

Antes de recibir una respuesta de su parte me introduje en ella y comencé a moverme lo más rápido y profundo que mis caderas me permitían disfrutando cada gemido que salía de sus labios y su ojos cerrados completamente cerrados. La cama comenzó a golpear la pared y eso me alertó a que estaba siendo muy rudo y que no tenia condón.

Me detuve pensando si había traía alguno en mi bolsillo pero no lo recordaba.

—¿Jk que pasa?— dijo incorporándose en la cama siguiéndome con la mirada.

Me acerqué a mis pantalones pero no encontré nada.

—¿Buscas condones?—preguntó atenta a mis movimientos.—No te preocupes, ven aquí, sigamos—.

—No puedo, no quiero ser irresponsable— dejé mi pantalón al costado de la cama.

—Tomo píldoras y me lo estoy pasando muy bien así, supongo que tu igual— se hincó en la cama y se acercó a mi, desnuda y me acarició el rostro sudado.— Puedes salir antes si te sientes más seguro— sus labios comenzaron a devorar mi cuello con pasión.

Jaló de mi hasta llegar al inicio de la cama, se recostó haciéndome espacio entre sus piernas. Me sonría entre los besos que le daba, yo la miraba con devoción, es preciosa despeinada, sudada, envuelta en ese olor perfecto de su perfume, el mio y nuestros cuerpos pidiendo más y más, quisiera enfrascar este momento en mi mente y revivirlo por días, a todas horas una y otra vez.

La embestidas furiosas hacían aquel sonido tan sexual retumbara en las paredes de la habitación al igual que el respaldo de la cama que chocaba con la pared. De vez en cuando mis ojos se dedicaban a ver como me introducía en ella y gemía, me encantaba sentirla ya que cada vez que hacia eso contraía sus paredes para generar más fricción.

Froté con sutileza su clitoris hasta que la sentí venirse con un gemido glorioso que me llevó a penetrarla nuevamente pero esta vez buscando mi placer sintiéndola más húmeda que al inicio y me corrí en ella porque lo estuve deseando por mucho tiempo.

Sus manos acariciaron mi cabello. Yo estaba cómodo posado entre su pecho desnudo, sudado, agotado con los ojos cerrados, podría sentir que me sentía así luego de terminar un show pero esto no se parece a nada de lo que antes haya vivido. Besé su piel y me giré para  recostarme a su lado quedándome completamente dormido. 

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