Capítulo Único
El sol finalmente se había escondido en el horizonte, siendo reemplazado lentamente por su hermana la luna. Aunque ver el atardecer caer era un espectáculo muy hermoso que cualquier pareja disfrutaría de ver, esta en específico, estaba demasiado ocupada en "otras" actividades como para notarlo.
Link y Zelda estaban acostados muy juntos en su cama, en la casa de Akala, con las sabanas cubriendo sus cuerpos que estaban muy juntos y sus piernas entrelazadas con los pies tocándose y jugando suavemente.
Habían pasado meses desde la derrota de Ganondorf. Después de un tiempo en donde ambos se permitieron curar las cicatrices físicas y emocionales que el conflicto les dejo con la compañía y amor del otro, volvieron hacer un viaje por todas las tribus para organizar con los líderes de cada tribu, amigos suyos, las alianzas y papeles que cada uno jugarían en el próximo gobierno de Hyrule que se estimaba, estaba a pocos años de establecerse con Zelda como la gobernante legitima.
Fueron semanas de viaje, ya que la princesa quería volver a familiarizarse con el Hyrule que dejo atrás, el Hyrule que pensó que nunca volvería a ver tras consumir la Piedra Sagrada que ahora estaba en resguardo de los Sheika. Lo hizo para que ellos la estudiaran y sobre todo, para tranquilizar a su amado que siempre estaba ansioso cuando la veía con esa piedra.
Descubrió cosas que habían cambiado en los meses desde su desaparición y cosas que seguían igual. Su corazón se lleno de felicidad al ver a la gente de Hyrule prosperar cada día más, con la unidad que ella recordaba.
Tras finalizar sus viajes, ahora estaban descansando en la casa de Akala. Aun habían muchas cosas que tenían que hacer, pero Prunia les aconsejo tomarse una semana para ellos y que los llamarían cuando los necesitara.
Así que eso hicieron. Se quedaron en la casa que Link había construido durante su segundo viaje. Solos, disfrutando de su compañía y amor.
-Oye, ¿quieres jugar a algo?- Pregunto a Zelda a Link. La cabeza de ambos apoyada sobre la misma almohada, los rostros cerca y las narices casi tocándose.
-¿Qué cosa?- Pregunto Link curioso. Sonaba exhausto, del tipo bueno. Hizo que el corazón de ella se hinchara.
-Es un pequeño juego que escuche de las personas de la aldea. Se llama 21 Preguntas. Básicamente, se trata de hacernos preguntas por turnos hasta hacer 21 en total- explico, haciendo círculos con su dedo en el pecho desnudo de su amado.
-Mmm... suena bien- tarareo Link, disfrutando de las leves caricias que le daba. -Tu primero-.
Pregunta 1: Zelda.
-¿Cuál es tu color favorito?-.
-Verde- responde, para sorpresa de ella, ya que ella siempre había creído que el azul era su favorito. -Desde que era pequeño, siempre me ha gustado el verde. Antes, solía vestirme de prendas verdes cuando no usaba la armadura de caballero del castillo. Pero me gusta el azul desde que recibí la prenda del héroe por primera vez-.
Aunque a Zelda le gustaba que la prenda que le hizo hace mucho fuera el motivo de gustarle un nuevo color, se aseguro que para la próxima prenda que le hiciera fuera de color verde. Ahora que lo pensaba, el verde parecía ser un buen color para Link. Tal vez le haga un sombrero a juego.
-Tu turno- le indico ella, besándolo en la nariz.
Pregunta 2: Link.
-¿Cuál fue tu primera impresión de mi?- Aunque Link sabía que Zelda no tenía una buena impresión de él en sus inicios, le interesaba saber cuál fue su primera reacción al verlo.
Zelda hizo una pequeña mueca, recordando su actuar infantil de aquel entonces. De como por la frustración de no poder despertar sus poderes, se desquitaba con él solo porque desde su punto de vista, él si había logrado su propósito y sin esfuerzo.
-Pensé que eras... pequeño- lo vio fruncir de confusión. -Cuando me hablaron que él héroe elegido apareció y sería mi guardaespaldas, creí que sería un guerrero alto y fornido, pero resulto ser alguien de mi edad que incluso era más bajo que yo. No sabía porque la Espada Maestra te había elegido. Creo que ahí nació mi odio hacía ti; pero me mostraste lo equivocada que estaba y lo infantil que era mi actuar- se explico con una sonrisa y un beso.
Pregunta 3: Zelda.
-Aparte de caballero, ¿qué otro oficio crees en el que eres bueno?-.
Link lo pensó un segundo, antes de responder: -Chef. Siempre me dices que soy muy bueno cocinando y cada vez que cocino algo para alguien más, siempre se quedan sin palabras. Por alguna razón, la gente no cree que pueda cocinar-.
-Supongo que nadie se imagina que el Héroe de Hyrule tenga habilidades tan simples como cocinar, o que lo haga tan bien- respondió Zelda.
Pregunta 4: Link.
-Si yo no hubiera sido tu guardaespaldas, ¿a quien te hubiera gustado para que te cuidara?- Pregunto Link con curiosidad.
-Mmm...- Zelda lo pensó seriamente, un gesto que le pareció adorable a Link. -Mipha-.
-¿En serio?- Él estaba genuinamente sorprendido. -Creí que elegirías a Urbosa-.
-Amaba a Urbosa y hubiera estado encantada que me protegiera como guardaespaldas, sobre todo porque cuando era más pequeña, ella lo hacía cuando iba al Desierto Gerudo, pero se que tiene muchas responsabilidades con su gente como para ocuparse de eso, mientras que Mipha, aunque también tiene responsabilidades, no eran tantas como las de ella, y me hubiera gustado conversar con una chica de mi edad-.
Aun cuando Link se volvió su guardaespaldas y Mipha una de los Campeones, le hubiera podido gustar hablar más con la joven princesa Zora. Incluso ahora, sabe que hubieran sido mejores amigas de haberse dado más tiempo para convivir. Aun cuando, paralelamente, se hubieran vueltos rivales en el amor por el mismo joven.
Pregunta 5: Zelda.
-¿Cuál de nuestros amigos es el que menos te agrada?-.
-Revali- la respuesta no sorprendió a Zelda. -Lo consideraba un amigo y lo respetaba por su habilidad, pero su altanería y que insistía en competir contra mi para hacerme menos era muy molesto a veces-.
-Lo se. Muchas veces intente hablar con él para que ambos se llevaran mejor, pero no siempre me hacía caso- suspiro Zelda de pena. Su grupo de amigos del pasado no era tan unido como hubieran querido parecer, no tan unido como lo eran ellos dos con los actuales Sabios.
Para calmarla, Link abrazo a Zelda con fuerza. El contacto hizo que ella suspirara de felicidad. Ella se solto del agarre tras unos segundos y le tomo la cara para besarlo. El contacto fue casto y duro unos segundos más de lo planeado antes que se separaran.
-Tu turno-.
Pregunta 6: Link.
-¿Cuál es el sueño más extraño que has tenido?-.
-Mi sueño más extraño, ¿eh? Sucedió cuando estaba en el pasado, antes de la guerra. Estaba atrapada en el castillo de Hyrule, pero era diferente. El castillo era más sombrío y oscuro de lo que recuerdo. Yo también era diferente, ya que usaba toda una capa con capucha para esconderme, y creo que mi cabello era de otro color también. En el sueño te vi, pero... eras un lobo-.
-¿Un lobo?- Parpadeo sorprendido.
-Si- ella río por sus propias palabras. -Sabía que eras tu con solo mirarte a los ojos. Estabas acompañado de una especie de diablillo que se escondía en tu sombra. No recuerdo más, pero se que el sueño era de nosotros-.
Ahora que lo decía en voz alta, tal vez eso no haya sido un sueño, sino un recuerdo de una encarnación suya del pasado, y ese lobo era una encarnación de Link de esa época. Qué él fuera un lobo no le sorprendía, era un animal que le quedaba perfecto a alguien tal salvaje y libre como Link.
Pregunta 7: Zelda.
-Volvamos a temas más simples. ¿Cuál es tu temporada favorita?-.
-Otoño- respondió sin dudarlo.
-¿En serio? Pensé que sería verano- dijo confundida.
-En verano hace mucha calor como para salir de viaje. En otoño no hace mucha calor, pero tampoco mucho frio, y me gusta ver las hojas caer. Además...- el la abrazo y la acerco a su pecho. -Así tengo una excusa para tenerte más cerca en la cama-.
Zelda sonrió y apoyo su cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su corazón. Era una sinfonía que nunca se cansaría de escuchar.
-No necesitas una excusa para hacer eso-
Pregunta 8: Link.
-¿Prefieres comer al aire libre o en una casa?-.
-Me gusta tener un techo y comer en una mesa, pero me gusta más sentir el pasto debajo de mis piernas y comer con el sol como techo mientras siento el viento tocar mi rostro- respondió Zelda.
Pregunta 9: Zelda.
-De nuestros amigos, ¿quién es el que te ha costado derrotar?-.
-Daruk- respondió sin dudarlo. -Nunca pude superar su defensa. Incluso cuando obtuve su poder, no era tan fuerte como lo era el suyo-.
Claro que había enfrentado a otros de sus amigos que eran muy habilidosos como Urbosa o Sidon, pero la habilidad, experiencia y fuerza de Daruk siempre le fueron difíciles de superar, y con un poder tan defensivo como el suyo para agotarlo al intentar romperlo, lo hacía un tanque viviente.
-Estoy segura que ahora podrías ganarle- le beso el mentón.
Pregunta 10: Link.
-¿Qué es lo que más te gusto ver tras la Calamidad?-.
-Ha la gente de Hyrule tras la Calamidad. Me alegra ver que tras 100 años, nuestro pueblo haya seguido prosperando. Estoy segura que pasaran muchos años para que Hyrule vuelva a ser lo que era en la época de mi padre. Tal vez ya no estemos para cuando ese momento llegue, pero quiero hacer todo lo posible para lograrlo-.
Link beso el hermoso cabello rubio de Zelda. Nunca dejaba de admirar la convicción y compromiso de su pareja por ayudar a su pueblo. No tenía dudas que ella sería la mejor reina de Hyrule.
Pregunta 11: Zelda.
-¿Cuáles son las tres cosas en tu lista de deseos?- Aunque él siempre decía que estaba bien con estar a su lado, ella siempre quería saber lo que deseaba para intentar complacerlo.
-Hmm...- Link tarareo, sabiendo lo importante que era su respuesta para su princesa. -Una de ellas sería ver que hay más allá de estas tierras. Amo Hyrule y viviré y moriré para protegerlo y a su gente, pero siempre he sentido curiosidad por las tierras que hay más allá del reino. Lo segundo sería seguir pudiendo ayudar a las personas, ya que no me veo quieto y por último...-.
-¿Qué pasa?- Pregunto Zelda, levantando la cabeza tras que él se quedara callado unos segundos. Noto que sus mejillas estaban rojas y su expresión parecía avergonzada.
-Qué nosotros... pudiéramos seguir estando juntos, tener niños, una familia- era un deseo secreto que había tenido desde lo más profundo de su ser, un deseo que había surgido tras ver a la hija de Karid y Kaenne cuando tuvo que viajar a la Ciudad Gerudo.
-¿Quieres niños?- Pregunto Zelda con un fuerte aleteo en el estomago. La idea de hijos no era nuevo en ella. Como última descendiente de la familia real, debía continuar la línea de sangre para asegurar la prosperidad de Hyrule, y no se imagina teniendo hijos con nadie más que con Link, pero ha tenido miedo de tocar el tema.
Él asintió. -Si. Pero primero quiero que estemos seguros de la decisión para no tener problemas-.
Aunque una parte de ella quería negarse y decir que podían hacer niños ahora, la parte lógica de su mente estuvo de acuerdo con él. Estaban demasiado ocupados y momentos de paz como el que le habían dado serían más escasos a medida que la reconstrucción de Hyrule acelerara. Aunque lo deseaban, no era el mejor momento para tener hijos. Ni siquiera estaban casados todavía.
Aunque eso último se arregla fácilmente. Por ahora, deberían preocuparse en la reconstrucción de Hyrule y del castillo. Cuando las cosas parezcan más estables, podrían preocuparse por hacer la familia que querían.
-Tu turno- le dijo, levantándose un poco para apoyar su cabeza de nuevo en la almohada y besarlo de una forma un poco más apasionada.
Pregunta 12: Link.
-¿Gatos o perros?- Pregunto para hacer más a mena el tema.
-¡Perros!- Respondió con una sonrisita. -Recuerdo haber encontrado a uno cuando fui a reclutar a Daruk. Se veía tan lindo y Daruk se veía tan aterrado. No podía creer que alguien tan grande como él le tuviera miedo a un perro- se río al recordar con añoranza ese recuerdo.
Pregunta 13: Zelda.
-¿Cuál es tu mayor miedo?-.
-El perderte de nuevo y no poder salvarte- su expresión se agrió de golpe al confesar eso.
Nunca se perdonaría por no haberla protegido hace más de 100 años ni por no haber podido tomar su mano cuando Ganondorf despertó. Esos errores habían provocado que ella tuviera que sacrificarse solo para darle una oportunidad de vencer. ¿Qué clase de caballero era si no podía proteger a su princesa?
Zelda tuvo que abrazarlo nuevamente después de escuchar eso. Qué tonto de su parte hacer esa pregunta. Puede que ella se convirtiera en dragón, pero solo fue como dormir. En cambio, Link tuvo que hacerse cargo de todo y soportar el peso de su decisión que debió haberlo destrozado.
-Me salvaste. Estoy aquí y no me volveré a ir. Se acabo- le dice suavemente mientras le reparte besos en la frente, mejilla hasta volver a unir sus labios. -Lamento haber preguntado eso-.
-No lo sientas. Es mi turno, ¿no?-.
Pregunta 14: Link.
-¿Te dejarás crecer el cabello?-.
-¿Te gusta más mi cabello largo?- Pregunta con curiosidad, pasando su dedos por su corto cabello.
-Te ves hermosa con cualquier peinado, pero me gustaba jugar con el largo de tus mechones mientras duermes- confeso sin vergüenza, colocando un mechón suelto detrás de la oreja de ella.
-Tal vez me lo deje crecer un poco- respondió con una sonrisita tierna.
Pregunta 15: Zelda.
-¿Tu primera vez fue conmigo?- Pregunto con evidente nerviosismo.
Parece que no puede mantenerse alejada de esas preguntas. Aunque sabe que Link nunca le sería infiel de ninguna manera, antes era diferente, ya que no tenían este tipo de relación. Sabía que no era asunto suyo lo que Link hacía antes de la Calamidad o durante sus viajes cuando despertó sin memoria porque no estaban juntos, pero la idea de él con otra chica le dolía, ya que sabe lo popular que es y que muchas chicas lo quieren en secreto y aceptarían pasar una noche con él. Mipha era el ejemplo más obvio y Riju era más discreta, pero no se le escapaba los inocentes comentarios picaros de doble sentido que a veces soltaba cuando llego a la mayoría de edad.
Link se limita a sonreír ante su pregunta. Sus celos hacía las personas que no existían o cosas que no hizo antes de ella eran un poco lindos. Parecía que necesitaba expresar un poco mejor lo enamorado que había estado durante todo este tiempo.
-Ciertamente había chicas que me lanzaban insinuaciones, o que en cuartel de los caballeros recibía invitaciones a un burdel, pero siempre los rechace. Primero porque no tenía interés en eso, ya tenía suficiente preocupación con los ojos de la gente puesto en mi. También, porque mi deber de guardaespaldas no me daba tiempo, porque alguien siempre se escapaba de mi vigilancia y tenía que perseguirla para que no le pasara nada, como que el Clan Yiga la atacara por sorpresa-.
A Zelda no se le escapo la critica oculta detrás del suceso que hizo que lo viera diferente.
-Pero después de la Calamidad, cualquier tipo de esa invitación las rechazaba, porque ya tenía a alguien especial en mi corazón y no quería traicionarla de ninguna forma, aun cuando no éramos nada en ese momento-.
-¿En serio?- Pregunto insegura. -Cuando lo hicimos... te veías seguro y yo... pensé que...-.
No la dejo terminar porque le robo un beso que la hizo suspirar antes de devolvérselo.
Cuando se separaron, respondió: -Estaba muy nervioso en ese momento, pero sabía que tu también lo estabas, así que lo oculte para no asustarte. Ahora no lo estoy- paso sus dedos suavemente por la rodilla de Zelda, subiendo por sus piernas, haciéndola temblar un poquito. -¿Y tu? ¿Aun estas nerviosa?-.
-No...- confeso con apenas aliento, usando una de sus manos para acariciar las cicatrices que él tenía en su pecho y brazos.
Pregunta 16: Link.
-¿Qué es lo que no te gusta de mi ahora?-.
Esa una pregunta fácil de responder.
-El como te callas las cosas y las guardas para ti mismo. El como usas tu silencio como un refugio. Entiendo porque lo hacías antes y porque lo haces ahora. La gente aun necesita la imagen de un héroe para sentirse seguros; pero no quiero que te guardes nada conmigo- llevo su mano libre a la mejilla de Link, acariciándola en un acto de amor puro. -Sabes que puedes decirme lo que quieras, mi amor. Quiero escucharte para que no cargues todo-.
-Lo haré. Te lo prometo- juro, besando la mano en su mejilla.
Pregunta 17: Zelda.
-¿Por que tienes tantos caballos?-.
-¿Te molesta?- Pregunto, deteniendo las suaves caricias de su mano y dedos un segundo.
Que se detuviera molesto a Zelda, pero se contuvo de decirlo. -No, pero tienes demasiados que parece que los coleccionas-.
-Me gustan los caballos. Mi madre dirigía un pequeño establo y siempre estuve rodeado de caballos. Ella me enseño como cuidarlos y domarlos-.
-Esa explica porque eres tan bueno en domarlos-.
Pregunta 18: Link.
-¿Me debería cortar el cabello?-.
-No- respondió de inmediato. -Tal vez un poco para no tenerlo tan largo y te estorbe, pero me gusta verte con la trenza durante el día y que lo tengas suelto en la noche-.
-Lo recordaré-.
Pregunta 19: Zelda.
-¿Cuál es tu lugar favorito para estar conmigo?-.
-En la casa- Link se movió, aun con las sabanas cubriéndolo, hasta posarse encima de ella con los brazos sobre el colchón a los lados de su rostro para no aplastarla con su peso. -Porque es cuando estamos en la casa donde siento que eres únicamente mía-.
-Soy tuya. Siempre lo he sido y siempre lo seré- tomo su rostro con sus manos y lo bajo para besarlo.
Este beso era más intenso que los anteriores, al punto de involucrar sus lenguas antes de que ella se retire y sus dientes tiran suavemente de su labio inferior. Él jadea, sonríe.
Pregunta 20: Link.
-Si la guerra contra del Destierro no hubiera estallado, ¿hubieras elegido quedarte en el pasado?-.
Zelda pensó seriamente la respuesta. Aunque fue angustiante el haber viajado a una época completamente diferente a la suya, la compañía de Rauru y Sonia había sido muy apreciada y aprendió muchas cosas de los Zonnan y más que en el Hyrule de donde viene ya se habían olvidado.
Si la que hubiera viajado al pasado fuera la Zelda anterior a la Calamidad, sin duda habría elegido quedarse allí. Pero la de ahora...
-No- respondió con convicción. -Aunque aprendí muchas cosas en el pasado, y Rauru y Sonia fueron muy amables y cariñosos conmigo, no me sentía en paz estando allí. No podía vivir en paz sabiendo que el Hyrule del que vengo aun me necesitaba. Pero sobre todo...- subió sus manos hasta los cabellos de Link, acariciándolos con cariño. -No podía vivir en una época en la que tu no estabas. Al tragar la Piedra Espiritual no solo fue para reparar la Espada Maestra, sino porque era el único modo que existía para volver a verte, aun cuando no te reconocería-.
Link, conmovido hasta el alma por esas palabras, baja de nuevo su rostro y la besa, quería transmitirle todo el amor que sentía por ella. Sus labios dejan los de ella y se deslizan hasta su pálido cuello, donde comienza a besar y chupar, igual como lo hizo antes, como lo ha estado haciendo desde que llegaron a esta casa a descansar. Porque él no puede tener suficiente de ella.
Ella gime mientras su mano derecha acaricia su espalda y la izquierda se eleva y toma su cabello, enredando sus dedos en esos hermosos hilos rubios oscuros. Se aferra a ellos como su ancla que la mantiene en la realidad. Algo que sabe que no durara mucho.
-Link- gime, porque aun cuando quiere que siga y la haga ver estrellas de nuevo, aun falta una pregunta que hacer. -Link- tira de su cabello suavemente, pero él todavía esta demasiado interesado en dejarle besos en el cuello. -Aun falta una pregunta...-.
-No me importa- gruñe, mordiendo suavemente la piel de ella, adorando escucharla gemir.
-Pero... necesito hacerla- gime, al borde del colapso. -Solo una pregunta más...-.
Link luce molesto por tener que dejar el hueco de su hombro y apoya su frente con la de ella. Zelda no se lo ha dicho, pero le parece excitante cuando él se ve molesto y deja de lado todo los protocolos y tratamientos. Su cálido aliento la envuelve.
Pregunta 21: Zelda.
-¿Te convertirías en mi rey?-.
Link abre los ojos al escuchar esa pregunta. Sabe las implicaciones detrás de esa pregunta. Sabe lo que en verdad ella pregunta.
-¿No sería un príncipe consorte en mi caso?- Susurro, luchando con su propio deseo, una lucha que pierde poco a poco.
-Después de todo lo que has hecho, ser llamado rey es lo que te mereces- responde Zelda con una sonrisa. -En esta o cualquier vida, tu eres al único que quiero a mi lado para siempre. ¿Qué dices?-.
A Link no le interesaba los títulos o como lo llamaran. Pero si significaba estar al lado de Zelda, con gusto tomaría cualquier titulo y asumiría cualquier responsabilidad si al final del día podría estar en sus brazos como ahora.
-Si-.
El siguiente aliento que exhala Link tras decir esas dos letras juntas fue consumido por Zelda al chocar sus labios con los de él.
Esta herida que tuvieron por la separación de meses, la herida que Ganondorf les hizo al separarlos y hacerlos sufrir de diferentes maneras, es una herida abierta, pero que ya no sangra; pero todavía duele. El único remedio que tienen es dejarlo salir, salir, salir al mundo, el uno al otro.
Entonces hacen exactamente eso. Dejan que sus labios, manos y cuerpo curen esa herida, que su amor la cierre. Lo único que se escucha en la habitación son los gemidos, piel húmeda y palabras de cariño.
El último pensamiento racional de Zelda antes de sucumbir al cansancio tras hacer el amor con su ahora prometido, que descansaba en su pecho, es que sería bueno volver a jugar este juego.
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N/A: Un poco de Zelink para pudrir el alma y los dientes. Arriba el fandom español.
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