Capítulo Único

Hagamos esto una vez más. Pero solo una, porque no pienso repetirme, duh.

Mi nombre es _____ _____, tuve un brutal accidente que me dejó entre cientos de miles de escombros y por poco no lo cuento. Me metí dónde no me llamaban, y acabé dónde no debía. Los científicos, ajenos a la explosión, investigaban manipulando insectos, y los odio, por cierto. En el proceso de escaparme, otra explosión de gas sacudió el edificio, y casi todas las muestras escaparon, me picó una araña radioactiva mientras escapaba, porque parte del tanque casi me cayó encima. Desde entonces, he estado experimentando cambios, no solo en mi vida, también en mi ambiente. Me dedico a destrozarle la vida a los malos.

Y en mi tiempo libre siendo la persona más antisistema del pueblo con mis chicos y mi novio Pete~. Odia que haga eso.

¿Alguien sabe lo que me pasó? Prefiero que no. Desde entonces soy la única persona que puede salvarlos. Aunque a veces el trabajo es tan agotador y exigente que me gustaría no hacer esto en solitario y no tener que acudir a todos los llamados policiales que escuche a través de la radio policial de mi madre.

¡Ya pronto es capitana!

Siento mucho orgullo por ella. Seguro que lo hará bien.

- ¡_____!- desperté de mi ensoñación y giré los ojos hacia la izquierda, Pete apoyado en mi hombro, se había apartado, no sé cuántas veces me habrá llamado.- Ya era hora.- rodó los ojos.- Los chicos dicen de ir a una cafetería nocturna.

- Últimamente hay muchos crímenes durante la noche.

- ¿Y?

Dibujé una sonrisa en mis labios.

- Yo te protegeré, Pete~

Me lanzó una muy mala mirada y no pude evitar dibujar una sonrisa todavía más amplia y besar su pómulo, sabiendo lo mucho que odiaba aquello.

- No te soporto a veces.- bufó pesadamente.

- Me amas.

- Lo dudo muchas veces.- rodó los ojos y soltó aquel reproche mientras se levantaba de la cama.- Voy a por tabaco al estanco de aquí al lado.

- Te espero aquí, Pete~

- ¡_____!- gritó con ofensa desde la puerta de su habitación.

Sonreí.

Cuando cerró la puerta revisé por la ventana para ver los coches de policía que estaban apartados en frente de la casa del pelinegro con hebras rojas. Entrecerré los ojos y me quité la chaqueta.

¿Qué? ¿De verdad creen que no llevo el traje puesto en todos lados en invierno? Es calentito…

Después de quitarme los zapatos con un par de tirones y la camiseta, junto con el pantalón, cosa que disimulé todo adecuadamente, salí por la ventana de forma sigilosa y revisé de lado a lado la calle.

Precisamente tuvieron que asaltar el estanco de mi novio. Genial…

Estaban armados.

- Me parece un poco insolente esa forma de robarle a una pobre mujer que solo intenta ganarse la vida…- los dos criminales, el cual uno agarraba a la mujer dependiente de unos cincuenta años, con gafas y el pelo corto y canoso y el otro que le tenía la pistola en la frente, se giraron lentamente para ver a cierta persona en posición arácnida sobre los estantes.

- Spider—

Un disparo que fue silenciado por tela de araña negra encerrada en la cápsula de la pistola que, al disparar, explotó y reventó la recámara, haciendo daño al usuario que sujetaba la pistola.

- ¡LA MADRE QUE TE—!

- Esa boca…- rodé los ojos con un tono desinteresado.- Hay niños presentes…- una familia que no había logrado salir de la tienda tenía dos niños de unos cuatro y nueve años.- Le van a causar un trauma…- fingí hacer un puchero debajo de la máscara.- ¿Es que nadie va a pensar en los niños?

La puerta del establecimiento se abrió tranquilamente. Cosa que captó la atención tanto de los criminales, como la mía. Y mi expresión fue digna de enmarcar.

- Oye. ¿Acaso no has visto los tres coches de policía que hay fuera del establecimiento apuntando con sus pistolas a la entrada?- aquello puso nerviosos a los dos policías.- ¿O qué?- me quejé cruzándome de brazos.

Me sacó la peineta.

- No creo en las autoridades.

- Pues cree en la vida.

- Tampoco creo en eso.- se acercó al mostrador.- Tabaco.

La mujer no tenía su mejor cara en ese momento, estaba pálida, blanca como un muerto, de hecho, nadie se creía en la naturalidad con la que el gótico había entrado y se encontraba apoyado en el mostrador al lado de los dos criminales. Estos me miraron, después miraron a Pete.

- Ni se les ocurra tomarlo de rehén.- amenacé.

Ellos sonrieron con sorna y al mismo tiempo que uno de ellos me lanzaba la pistola inutilizada, cosa que esquivé, el otro sacó una navaja mariposa del bolsillo que hizo girar y que apoyó en el cuello de Pete.

- ¡Acabo de decirte q. . .! Ugh. Bien. Tú lo ganaste.

- No tiene filo.- y que Pete sea tan desinteresado teniendo una navaja en su cuello no me ayudaba, la verdad.

La telaraña negra atrapó una de las manos del criminal que tenía la navaja en el cuello.

- Como esto no se vaya, te juro que la navaja termina en tu pescuezo.- rodé los ojos y tiré de ese gelatinoso hilo deshilachado estampando al criminal contra el estante.

- Te dije que no lo tomaras de rehén.- susurré mirando mal al tipo que estaba tirado boca abajo y posiblemente con un dolor de espalda que le duraría al menos dos semanas.

Me giré hacia el otro criminal, que se había agachado a por la navaja y se lanzó hacia mí para cortarme en diagonal. Pero con un gesto rápido y golpearlo en el costado con el codo provocó que este también cayera inconsciente. El arma cayó en mis manos y con un giro de muñeca incluyendo un pequeño truco, dejé la navaja en el mostrador con un golpe seco. Giré la cabeza hacia Pete.

- Ni se te ocurra volver a entrar a un establecimiento vigilado por la policía.

- No sigo órdenes.

Rodé los ojos y miré a la mujer de avanzada edad al otro lado del mostrador.

- ¿Se encuentra bien?- ella asintió gentilmente.

- Gracias SpiderGoth.

Dibujé una sonrisa que se reflejó a través del traje.

- ¿Eso es tela o piel?-  preguntó acercando una mano a mi brazo.

- Las manos quietas.- lo aparté.- Me voy ya antes de que la policía entre y me detenga…- sonreí de lado.- No fumes tanto.

- No sigo órdenes.- repitió.

Rodé los ojos.

Pete abrió la puerta de la habitación con fastidio. Estaba tranquilamente tumbada en su cama, con el teléfono en las manos, giré la cabeza hacia él cuando se tiró violentamente a la cama sin quitarse los zapatos.

- ¿Qué pasó?- alcé una ceja.

- Esa copia falsa barata y repulsiva de Spiderconformista de mierda fingiendo que es gótico estaba el puto estanco con dos adefesios que no se podían considerar ni siquiera criminales de tan patéticos que eran, ni el filo de la navaja estaba afilado, maldita sea.

- … ¿Fue bien?

Pete me miró con sarcasmo. Dibujé una sonrisa en mis labios por aquella mala mirada tan mortífera que me había lanzado. Me ama en el fondo.

- Pete~

Rodó los ojos y se cruzó de brazos momentáneamente, después se dejó caer en mi hombro.

- Sí, fue bien.- sonreí y rodeé su cuerpo (sus hombros) con mi brazo, besé su sien.

- Me alegro.- se encendió uno de los cigarros y lo acercó a sus labios.- Dame~

- No. Haber ido a comprar tú.

Me acurruqué contra él y Pete soltó un chasquido de lengua verdaderamente molesto y me acabó tendiendo el cigarro y depositándolo entre mis labios, sonreí de lado.

- Gracias, Pete~

- ¡No hagas que me arrepienta!- exclamó con el ceño fruncido.

- Me amas…- susurré y acto seguido le di una calada profunda y suspiré el humo de forma tranquila.

Y si no me reprochó, fue porque sí lo hace.

Aquella noche los dos nos dirigimos tranquilamente hacia la cafetería nocturna que Pete mencionó. De hecho, debería haber avisado a mis padres de que tal vez llegaría más tarde de lo habitual…

¿Me importa? No. La verdad.

Las calles pavimentadas y congeladas, la nieve pisada y con tonos marrones por tanta gente pisando aquellas calles, a lado y lado de la acera se amontonaba la nieve blanca. Llevaba mi brazo alrededor de los hombros de Pete, siempre voy así, es una costumbre que adoro, Pete es más bajo que yo y es cómodo hacerlo. Aunque Pete se niegue, en el fondo le gusta, y lo sé porque solo me aparta delante de sus amigos porque eso es muy "conformista de su parte" y en parte lo es, porque se conforma con que me apoye en él y lo vaya guiando…

No entiendo la lógica gótica a veces. Pero Pete hago lo que sea necesario, incluso visto igual que él, es cómodo, porque en parte disimula mi traje, pero es un engorro en verano, tengo que admitirlo.

- Uh, genial… Un robo en coche…- rodé los ojos al ver a al menos cinco tipos cargando bolsas de oro perseguidos por dos coches de policía.- Que original…

Aprovechando que Pete me miró con sarcasmo y giramos la esquina, lancé un poco de telaraña a las ruedas delanteras del coche en el que huían, provocando una frenada abrupta, seguido de un derrape extraño que torció el coche y a poco lo volcó, por suerte no, porque había un par de peatones que se alejaron rápidamente al ver al coche girar erráticamente; y que fueran rodeados por la policía.

- Eso fue un comentario conformista.

- ¿Por qué?

- Te conformas con aceptar que todos los robos son en coche.

- …- entrecerré los ojos y me giré hacia Pete.

- … Vale, puede que eso haya sonado ridículo y rebuscado.

- Sí.- confirmé.

Me dio un golpe en el brazo y me apartó. No por la ofensa (en verdad sí), también porque acabamos de llegar a la cafetería. Y la verdad, no voy a mentir… se ve considerablemente bien. Michael, Henrietta y Firkle estaban en la preciada y ansiada mesa del fondo. ¿Qué tienen todos con la mesa del fondo?

El local tenía colores oscuros y tenebrosos, todo estaba estratégicamente decorado para tener una iluminación azulada y morada, simulando un anochecer eterno. Las paredes negras y todas las decoraciones en metales grises o negros daban una sensación extraña a vacío eterno. El lugar tenía un estilo original y único. No era sorpresa para nadie que todos los presentes estuvieran vestidos de negro. Al llegar a la mesa, los tres góticos nos miraron de arriba a abajo.

- ¿Por qué tardasteis tanto?

- Estábamos llegando.- Pete se hizo lugar al lado de Michael.

Me senté al lado de Firkle, este se movió un poco hacia el lado de Henrietta.

¿Estar en un sitio así no acentuaba el capitalismo y por tanto nos haría conformistas con el sistema? No. Si no compras nada y encima estás ocupando la mesa jodiendo a los verdaderos capitalistas que quieren consumir compulsivamente café por el que te cobran 10 dólares por el supuesto “inconformismo” y la estética del lugar. Y pobre del camarero que nos diga algo.

- Esa copia aburrida y arrogante del superhéroe de cómics pringado y desgraciado cada vez es más famosa… Me toca bastante los cojones que los normies se rían de nosotros o nos alaben como si fuéramos fanáticos de ese desgraciado intento de salvador.

¿Ven por qué no puedo decir que soy yo? Me lincharían entre todos. Y seguramente Pete cortaría nuestra relación de la forma más hiriente posible.

No quisiera tener una quemadura de cigarro como cicatriz, la verdad.

Aunque no creo que sea capaz de hacer eso… ¿…Verdad?

- Ni siquiera la policía hace nada, le cargan todo el trabajo pesado y luego fingen que quieren atraparle, pero le dejan escapar apenas sin hacer esfuerzo para evitarlo. Y luego que digan que no son corruptos.

- Son los mismos que tenían una secta que secuestraba gatos para drogarse y sacrificaba negros en el abismo enviándolos a shub-nigguragh…

- Exacto.

Después de decir aquello preferí mantenerme en silencio, cualquier cosa que diga podría ser utilizada en mi contra, no era como si tuviera miedo a los juicios tenebrosos y siniestros de los góticos, pero reconozco que sí me hacen sentir incomodidad.

- Lo peor de todo es que no podemos saber por dónde aparecerá para agarrarle desprevenido y arrancarle la máscara, entregarle a las autoridades y que se pudra en la cárcel.

- Se escapará.

- Pero al menos dejará en paz este maldito mundo en el que todos tendrían que estar muertos por al menos dos días, con suerte.

Torcí el labio ante aquella afirmación. No es que yo no pensara que todos debían morir (solo los góticos seguirían vivos), sino que mi consideración iba más hacia el: "Todos los que merezcan sí, deberían seguir vivos", gente bondadosa y que no haría daño a nadie jamás, pero ellos insistían en que solo los góticos debían estar vivos al final de la existencia y ellos perecen en completa solemnidad después de haber visto todo el mundo masacrado.

Algo oscuro y tétrico, imposible incluso, pero bueno.

Nos dieron las cuatro de la mañana, Firkle se le caía la cabeza del sueño contra la mesa y ya había dado dos cabezazos que lo habían despertado momentáneamente, al tercero cayó dormido ignorando por completo el golpe.

- Ni siquiera con el café extra intenso se mantiene en pie.- murmuré con sorpresa.- Eso es preocupante.

- Eso es que nos vamos ya.- dijo Pete levantándose.- O al menos voy a llevar a Firkle a su casa.

- Ya me ocupo yo…- dijo Henrietta con un tono sorprendentemente maternal.

Incluso lo cargó en brazos como lo harían las madres con sus hijos. Michael agarró su bastón, se acomodó la gabardina para quitarle las arrugas y nos dejaron solos. Miré a Pete.

- ¿Te vienes a dormir?

- Que conformista.

- ¿Eso es que no…?- hice un puchero mientras salíamos del recinto.

- No.

- ¿Y a follar?

- ¿¡Qué!?- me miró con cara de póker.

- Mis padres están en casa y mi madre es policía. Rompemos su autoridad llegando tarde, trayendo un invitado masculino a dormir, cosa que los padres odian que sus hijas hagan por alguna razón, incluso si es el amigo gay, pero en caso de ser un hijo, el padre también lo odiaría, porque eso haría a su hijo gay también, de alguna forma… Como sea, y no nos conformamos con su presencia y hacemos un sin respeto delante suya…- sonreí de forma maliciosa.

Pete se me quedó mirando fijamente, no supe si fue porque no había entendido un carajo de lo que dije o me estaba juzgando con la mirada.

Seguramente ambas.

- Me parece bien.- amplié la sonrisa de forma demencial.- Pero no me mires así, psicópata.

- Perfecto…- sonreí.- Porque si no hubieras tenido que fingir ser mi amigo gay, lo cual sería…- lo miré de arriba a abajo.- Incómodo y raro.

- ¿No me veo como un amigo gay?

- Te verías más como un amigo emo gay.

- Oh, no…- dramatizó como si fuera el fin del mundo.- Menuda sorpresa…- dejó todo el drama y se cruzó de brazos.- Vuelve a llamarme emo por este fabuloso flequillo y te ju. . .

- Oh, dime qué vas a romperme las caderas.

- No voy a romperte las ca. . .

- Por favooooor, mi amor…

Pete rodó los ojos.

- De acuerdo…- volvió a rodar los ojos.- Definitivamente voy a conseguirte cita con el psicólogo, aunque sea muy conformista de mí parte decir eso…- bufó pesadamente.- Simplemente vamos, empiezo a tener sueño y no me apetece hacer una ridícula y conformista escena de ser cargado como si fuera una princesita.

- Pero amas que lo haga.

- Cállate, _____.

Me reí entre dientes y pasé mi brazo por encima de sus hombros y los dos empezamos a caminar hacia mi casa.

Abrí la puerta de forma silenciosa, tanto como pude, mis padres estaban despiertos, mirando la televisión, posiblemente esperando mi llegada para darme el regaño de mi vida, y después los dos recorrimos el pasillo, después de cerrar la puerta con el mismo cuidado, sorprendentemente sin despertar o alertar a mis padres, subí las escaleras con Pete siguiéndome desde cerca, prácticamente notaba el tacto de su hombro con el mío. Empujé la puerta lentamente, sin que nada crujiera. Le di paso a Pete y cerré la puerta con el mismo cuidado.

- Perfecto… No nos pill. . .- sus labios se pegaron a los míos y por el inesperado movimiento retrocedí, golpeándome la cabeza en la puerta, no sé qué tan fuerte sonó eso, la verdad, pero espero que no llamase la atención de mis padres.- ¿Pete?

- Me prometiste la noche, ¿No irás a romper la promesa, o sí?

- Ah~... Hombres…- rodé los ojos - Qué fáciles de convencer…

- No te atrevas a usar ese tono conmigo.

Ronroneé.

- ¿Y qué me pasará si lo uso?- deslicé mis brazos alrededor de sus hombros.- ¿Debería preocuparme?- dibujé una sonrisa todavía más amplia.

- Quítate las plataformas, voy a hacer una locura.

- ¿Oh?- emití y sonreí.- Me encantan tus malas ideas, Pete~

- Odio que me llames con ese tono.

- Pete~

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Despertar al amanecer por el sonido de la puerta del parking adosado chirriante y el motor con falta de mantenimiento de mi padre hacía que pudiera admirar aquellos bellos amaneceres. Donde los colores rosados dominaban el cielo y se encontraban en una masa negra y morada mezclada y perdiendo intensidad. Tal sonase muy poco gótico, pero desde luego aquellas cosas me gustaban demasiado. Los colores del cielo, los colores de la noche. La noche nunca era totalmente oscura y negra. Existían las estrellas y las luces de las calles. Los tonos morados, rosados y azulados, las galaxias, eran colores tan hermosos… O aquellas noches, totalmente oscuras, sin luz, sin color, todo negro, y de repente… la luna… La luna blanca y pura iluminando todo y revelando lo irrevelable… la luz de la luna era tan pura y celestial…

Pete seguía dormido, y mi vista seguía perdida en aquel cuadrado de mi ventana, los tonos rosados cada vez eran más intensos y poco a poco se volvían anaranjados, amarillentos y finalmente azulados…

Los crímenes a primera hora del día no eran mi preferencia, pero aprovechando que Pete seguía dormido, no iría mal hacer una rotación rápida, claro, primero besé la frente de Pete.

Debería ducharme después de sudar como si hubiera hecho una sesión de spinning después de casi una hora de sexo intenso y sin descanso, casi rompimos la cama ahora que lo recuerdo, cuando Pete habla de hacer locuras se lo toma muy~ en serio…

Pete y yo rotamos mucho. Si saben a qué me refiero, claro…

Ejem. Ya me ducharé después.

Con suerte en compañía de Pete… Oh, sí… Me gustaría mucho eso…

Di gracias a que el traje puede camuflarse entre mi ropa y desprenderse de mi cuerpo como si fuera una masa adherida y no un traje. En serio, era una gozada tener amigos con una excelente tecnología que pudieran ayudarme sin pedir explicaciones únicamente por “la ciencia” y cosas así… En cierta parte me salía beneficioso, porque no tendría que explicar nada a nadie, y además, tampoco tendrían con quién contactar para decirle a todo el mundo quién era.

Si los góticos supieran que me mezclo con los “maricas aburridos de los vampiros” y con su “ridícula” ayudante / novia cibernética que me consiguió este traje tan sexy que remarcaba y realzaba bien mis glúteos seguramente me matarían.

De hecho, me matarían por cualquier cosa ahora que lo pienso…

Giré la cabeza hacia la cama al ver al azabache moverse, miré la ventana al ver a un par de coches de policía recorrer la calle con las sirenas encendidas y una velocidad por encima de la habitual, volví la vista hacia él al escuchar como se quejaba por el ruido en bajo, apretando la almohada contra sus oídos, chasqueaba la lengua y se giraba hacia otro lado. Palpó el colchón con una mano, concretamente donde debería estar yo.

- ¿_____?- alzó la cabeza de inmediato y sus ojos se abrieron como platos.

- Me acabo de levantar.- respondí al ver que estaba procesando mis acciones.- Estaba buscando mi ropa para irme a la ducha…- me encogí de hombros mientras él pasaba sus ojos por todo mi cuerpo y después volvía a poner sus ojos sobre los míos, esperé a que hiciera aquel barrido antes de proponerle unirse.- ¿Te quieres venir?

- …- apartó la mirada.- Bien…

Dibujé una sonrisa en mis labios y los apoyé en su mejilla después de acercarme lo suficiente.

Lamentablemente hoy la ciudad va a tener que esperar, que se encargue la policía por hoy.

Cargué al de hebras rojizas en mis brazos como una princesa después de que este apenas tuviera tiempo para buscar su ropa interior, y recorrí el pasillo silenciosamente, cargándolo contra mi pecho, en el cual se acurrucó, hasta el baño, donde ambos nos encerramos para disfrutar de una ducha en compañía en un lugar bien apretado en el que los roces estaban garantizados… Adoro demasiado estos pequeños placeres de la vida…

No importa si normalmente me quejo y maldigo porque la ducha es demasiado pequeña…

Al salir de la ducha, Pete estaba sentado entre mis piernas mientras me dedicaba a, primeramente, secar su cabello, y posteriormente peinarlo, aunque Pete luego lo sacudiera porque sino su pelo no era goth, sí, pero es una satisfacción personal, además, el contacto físico garantizado era simplemente perfecto. Al acabar, me acerqué un poco y me apoyé en él, apoyando la barbilla en su hombro y ronroneé, besando su cuello lentamente. Pete se estremeció un poco y giró la cabeza hacia mí.

- ¿Sí sabes que los cuddles son para conformistas, no?

- ¿Sí sabes que me importa un carajo porque estamos a solas, no?- respondió sonriendo de lado.

Pete se me quedó mirando unos segundos y después rodó los ojos y volvió a acurrucarse, apoyando su espalda en mi pecho. Estando separados solo por una toalla en nuestro cuerpo, me daban ganas de apretarlo entre mis brazos. Pete era tan pálido y sus ojos grises parecían tan frágiles, su voz rasposa y ligeramente afónica por el tabaco, además de la falta de costumbre para hablar y sus uñas negras… Sonreí…

- Pete~

- ¿Qué?- respondió con un susurro al verme admirar su perfil con una sonrisa, tal vez lo estaba incomodando con mi penetrante mirada, posiblemente.

- ¿Tienes hambre?

- Un poco.

- ¿Nos vestimos?

- Bueno… Si quieres que tú padre nos vea totalmente desnudos…

- Mi padre también se fue a trabajar, estamos solos.

- Conformistas con el sistema…- rodó los ojos.- ¿Me puedo quedar sin camiseta?

Me lo quedé mirando y dibujé una sonrisa con los labios que se fue torciendo un poco, cosa que le hizo poner una muy mala mirada, así que solté una carcajada en bajo. Pete se levantó del retrete y suspiró pesadamente mientras yo controlaba la risilla.

- Me encantaría…- sonreí levantándome y besando su pómulo.- Por cierto…

- ¿Hmmm…?- emitió retirando la toalla de su cintura y poniéndose su ropa interior.

- No te quejaste de que dijera "Pete~"

Los dos nos quedamos mirando.

- _____, no.- susurró al ver que en mis labios crecía una sonrisa demencial y mis ojos brillaban.- ____…

- Pete~ se está volviendo conformistaaaaa~- pasé mis brazos alrededor de su cuello para abrazarlo fuertemente.

- ¡____!- gritó frunciendo el ceño.

Solté una carcajada que se silenció contra sus cabellos y también me quité la toalla para ponerme la ropa interior y en mi caso también me puse una camiseta de botones a cuadros abierta. Él se puso su pantalón negro largo y roto por las rodillas, yo me puse algo similar, pero con cadenas. Nos dirigimos hacia la cocina y allí nos hicimos el desayuno entre los dos. Tengo que admitir que Pete se maneja bien en la cocina…

- ¿No te duele nada?- pregunté.

- ¿Y a ti?- negué con la cabeza naturalmente.- Lo mismo…- se encogió de hombros sentado en la silla que tenía en frente, suspiró.- Esto va a sonar raro, pero ¿Tienes una pinza o goma de pelo?

Sonreí de lado.

- No te preocupes, Pete~- me levanté de la silla.- En seguida vuelvo, amor…- besé su pómulo.

Al regresar a la cocina le hice un recogido simple con sus cabellos y volví a sentarme en la silla. Pete se veía adorable, tengo que admitirlo, y más con el tono parcialmente rojizo de sus mejillas, seguramente por la sonrisa que puse al sentarme.

- El que me vea así, me matará…- susurró en bajo desviando la mirada totalmente avergonzado.

- No tiene por qué verte nadie…- me encogí de hombros.

En ese preciso momento la puerta de casa se abrió, me quedé en el sitio como una estatua de mármol, pero mis ojos se abrieron con exageración. Pete clavó sus ojos sobre los míos de la misma forma que yo los había clavado sobre los suyos, y me levanté de un salto abotonando la camisa de botones para dirigirme al salón y después a la entrada.

- _____…- mi padre entraba por la puerta.

- ¿N-No estabas trabajando…?- susurré cerrando la puerta de la cocina a mi espalda al verlo llegar al salón.

- ¿Hoy…?- miró su reloj.- ¿Hoy es viernes, no?

Negué con la cabeza.

- Sábado. ¿Por qué crees que estoy aquí a esta hora?

Los ojos de mi padre se abrieron con exageración y dejó caer las bolsas de la compra, volviendo a salir de casa a tanta velocidad que por un momento pensé que iba a tropezar y caer, lo cual me hizo soltar una carcajada silenciosa. Cerré la puerta principal y recogí las bolsas llegando a la cocina.

- Te libraste de conocer a tu suegro.- susurré con un tono lleno de alivio, y lo vi suspirar aliviado, cosa que me hizo dibujar una sonrisa todavía más amplia.

- Bueno… Creo que estoy en la mejor y menos conformista forma de ser presentado oficialmente a mi suegro…- se abrió de brazos como si fuera un mártir o estuviera esperando un abrazo o algo por el estilo, pero solamente dibujé una sonrisa en mis labios y lo besé.

- Mi padre es abogado y mi madre policía, más te vale ponerte una camiseta cuando te los presente y haberte quedado en abstinencia de tabaco por lo menos dos semanas antes para que se te quite ese tono de voz… Puede que SOLO te critiquen un poquito nada más te vayas… Solo te estoy avisando.- dije alzando las manos a la altura de mi pecho al verlo poner una muy mala cara.- Por eso prefiero que mis padres no lo sepan jamás… Da gracias a que ayer no nos pillaron…

- ¿Le tienes miedo a la autoridad?- alzó una ceja como si me estuviera retando o algo similar.- ¿Eres la misma persona que me pidió tener sexo hasta romper la cama y quebrantar la autoridad materna? ¿Y con quién literalmente me dejo meter cosas solo por complacerte?

- Eso es porque eres una pasiva y te gusta que te follen.

- No te equivoques, _____…

- No te equivoques tú, Pete~- ronroneé contra sus labios apoyando el dedo índice para interrumpirle mientras retiraba lentamente los botones de la camisa.- Me lo pediste…- susurró lento, palabra por palabra, casi deletreando las letras, y Pete palideció un poco (más de lo que ya era).

- O-Oye, tranqui. Relájate…- titubeó.- Acabamos de salir de la ducha. ¿Ya quieres repetir?

Solté una carcajada entre dientes y apoyé mis labios sobre los suyos.

- Siempre.- me aparté y volví a sentarme en la silla en frente suyo.- Te quiero, Pete~

- Yo también…- rodó los ojos.- Y no tomes por costumbre llamarme así en público…

- Lo haré igualmente.

- Más te vale que no delante de los góticos…

- Cobarde…- rodé los ojos provocando que me mirase mal, me reí un poco.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Salté atravesando una de las ventanas de la escuela, siguiendo a uno de los ladrones que se habían adentrado en la escuela para robar los teléfonos a tantos alumnos como pudiera. Los cristales cayeron a la nieve, me impulsé en el muro y con un par de telarañas negras lo atrapé y lo lancé por los aires. Muchos de los teléfonos se cayeron de sus manos y bolsillos. Jadeé y lancé una cápsula de telaraña y otra más para frenar la caída del ladrón. Aterricé con un impacto silencioso contra la nieve.

- Veamos, lindura…

- ¡Suéltame! ¡Maldito SpiderGoth!

- ¿Estás asumiendo mi género?- alcé una ceja y rodé los ojos.- En fin…- volví a rodar los ojos y me incliné hacia un lado cruzándome de brazos.- No te salió bien.

- ¡Cállate, maldita zorra!

- ¿Vas a volver a asumir mi género? ¿Sabías que eso es jodidamente ofensivo?- el tipo estaba maniatado con las telarañas en una muy mala postura de sus manos, sonreí de costado al ver su frustración y dejé la bolsa de telaraña a un lado, soltando la cuerda y cargué el cuerpo en mi hombro.- Vas a pasarte toda la noche en el calabozo…

- ¡No me toques, asqueroso montón de mierda!

- Oye… Tampoco hace falta insultar así… Que violento…- hice un puchero mientras cargaba de nuevo la bolsa de teléfonos robados.- ¿Acaso quieres que yo también te agreda verbalmente? Puedo hacerte un body shaming de la hostia si me tocas mucho la moral…

- ¡SpiderVamp!- me detuve abruptamente al escuchar la voz de mi madre cuando salí del callejón.- ¡Suelta a ese ciudadano y los teléfonos robados!

Carraspeé.

- Detuve al ladrón e iba a entregar los teléfonos a la conserjería, madam’...

Me detuve en el sitio endulzando la voz, cosa que me daba bastante rabia tener que hacerlo, sobre todo porque mi madre creyera que era una de las vampiras del grupo de Mike debajo del traje, y que ella me llamara de esa forma me provocaba unas ganas de tirar al tipo que tenía en el hombro violentamente al suelo, lo cual no me compensaba nada, porque como lo hiciera, seguramente añadirían una agresión física a la lista de “supuestos crímenes” que he cometido.

- ¡Bájalo al suelo lentamente y alza las manos para que podamos esposarte y llevarte a la comisaría!

Ugh… Mamá, por favor… ¿Tienes que hacer una escena delante de todo el colegio incluso cuando llevo el traje?

Me dieron ganas de bufar exageradamente, pero solo inspiré profundamente y bajé al ladrón lentamente, dejé los teléfonos en el suelo y cuando mi madre se acercó para esposarme, salté y con un par de telarañas me escapé entre los edificios.

- ¡SpiderVamp!- gritó mi madre.

Rodé una cuadra entera y volví al callejón en cuestión. Dándole una patada a uno de los cubos de basura y estampándolo contra el muro. Maldije en bajo y gruñí mientras me quitaba la máscara y emitía un quejido en alto que era como un gruñido gutural.

- ¡Es SpiderGoth! ¡Maldita sea! ¿¡Podrías ser más irrespetuosa conmigo!?- le di otra patada a otro de los cubos de basura para soltar toda la rabia.

- ¿____?- me quedé en el sitio, como un bloque de hielo, al reconocer aquella voz tan cercana, y no era precisamente porque se estuviera acercando.

Giré lentamente la cabeza hacia un lado, hacia la derecha, hacia la zona donde estaba la entrada trasera para los discapacitados y los escalones que te llevaban a una salida (o entrada) lateral a la escuela, de hecho, la salida de incendios, pero que muchos la usaban para poder entrar si llegaban tarde… De hecho, yo solía usarla mucho en mis heroicas acciones matutinas que me hacen llegar tarde. Pete estaba allí, apoyado en la esquina del muro, con los ojos muy abiertos, la boca también entreabierta y los otros tres góticos detrás de él.

- …

Tragué saliva lentamente y mis ojos se abrieron de forma exagerada, retrocedí un paso.

- ____…

- ¡TÚ, MALDIT—!- inició Henrietta el insulto.

- ¡____! ¡Espera!- interrumpió Pete acercándose un par de pasos.
Pero ya había salido corriendo lanzando un apoyo con la telaraña para saltar el muro más fácilmente y escaparme a toda prisa. Escuché a lo lejos como Michael le reprochaba el intentar detenerme, pero el resto de la conversación no lo escuché, pues empecé a saltar los tejados después de ponerme la máscara una vez más, importándome bien poco haber dejado todas mis cosas en la escuela.

Notaba mi aliento acelerarse de forma exagerada con cada salto que daba y supuse que era por la actividad física, y aquello me hizo sentir impotente, tanto que la frustración me hizo soltar un grito que resonó en toda la ciudad. Mi vista empezó a nublarse por las lágrimas y aquello me frustró exageradamente, tuve que saltar de forma más precisa todavía, porque si saltase en los bordes habría peligro de cae—

Cerré los ojos y usé mis brazos para protegerme. La caída fue inminente.

Cuando abrí los ojos, notaba un dolor de cabeza algo fuerte y alcé la vista hacia arriba, había caído casi de cinco plantas golpeándome con la escalera de incendios… Ya era un milagro que solo me doliera la cabeza. Ahogué un quejido en bajo por la frustración y entre aquellos contenedores y los maullidos de los gatos alejándose por el fuerte golpe que me di, terminando dentro de un contenedor, solo pude arrastrarme fuera de él…

Con un considerable dolor que supuestamente no debería sentir. Y tropecé al salir del mismo, por lo que el impacto contra el pavimento de cemento me frustró más que otra cosa. Me arranqué la máscara y giré la cabeza y el torso para intentar levantarme… Un par de gotas que se mezclaban en un tono transparente y rojo mojaron el suelo y maldije en bajo…

Las lágrimas de impotencia y la sangre de la muy evidente herida que me había hecho si no en la cara, en la nariz provocó que me sintiera todavía más miserable en aquellos momentos.

- _____…- me estremecí.

Giré la cabeza hacia el inicio del pasillo. Pete estaba jadeante, las gotas de sudor resbalaban por su rostro y este mismo lo secaba con la manga de su camiseta, se apartó el pelo de la cara con un movimiento de cabeza y se acercó hasta llegar a mi lado. Intenté levantarme rápido y volver a escaparme, lo admito, no quiero afrontar la realidad, no en ese momento, no ahora, no en este estado de vulnerabilidad, pero la cabeza me daba vueltas y no fui capaz de lanzar bien la tela de araña, por lo que el de hebras rojas me alcanzó.

- ____…- tiró de mi muñeca, obligándome a mirarle.- ¿Por qué no me dijis—?

Se detuvo en ese momento al ver que me mordí el labio y aparté la cabeza. Encarnó las cejas por las lágrimas que caían por mis mejillas, daba gracias a que no llevaba maquillaje cuando iba a la escuela.

- Mírame.- me pidió.

Tragué saliva lentamente, obedecí con parsimonia, dejé caer mi hombros. En ese momento, sus manos recorrieron mis mejillas y limpiaron las lágrimas, con tanto cuidado que parecía que iba a desvanecerme. Movió su cabeza para apartar el cabello y suspiré pesadamente.

- Imbécil.- susurró en bajo.- Por no decírmelo…- desvié la mirada, pero él me agarró el mentón de forma firme y me besó, un beso corto y rápido.- Y esto para que te sientas mejor…- sonreí sin ganas, pues el dolor de cabeza sí me estaba molestando bastante.- Pero sigues siendo idiota por no decírmelo.

- Lo siento…- susurré con un hilo de voz.

Volvió a apoyar sus labios sobre los míos.

- Vas a tener que justificarte mucho delante de Michael y Henrietta.

- Y tú vas a tener que follarme bien duro con ese traje puesto…- mis mejillas se colorearon con tanta intensidad y mi corazón tuvo una punzada tan preocupante que por un momento pensé que me iba a dar un ataque al corazón. Pete sonrió.- ¿Ahora ya no me dices nada para seguirme el rollo?

- Como quieras, Pete~- reaccioné tarde, pero él dibujó una sonrisa de lado, su expresión se relajó un poco.

- Así me gusta…- sujetó mis mejillas, se impulsó un poco poniéndose ligeramente sobre sus puntas para que no tuviera que inclinarme y volvió a besarme.- Ve a casa y descansa… o a un médico a que te mire la herida de la frente… Después te llevaré las cosas, ¿De acuerdo?

- Gracias, Pete~…- sonreí un poco.- Te quiero…- susurré.

- Yo también te quiero…- respondió.

FIN

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Hola a todo el mundoooooo :D

Hacía tiempo que no escribía un "personaje x lector" ya le tenía ganas ✨w✨

De hecho, ayer me dio un golpe de inspiración divina y de tener 2000 palabras, acabé el fanfic con 6006 palabras, literalmente, lo cual me hace bastante gracia y al mismo es como: dude... Se siente raro escribir una historia de menos de 10.000 palabras 😔✨

I mean, normalmente, en la otra cuenta (de personajes originales) todas las historias tienen entre 8000 y 50.000 palabras, no es broma.

Pueden revisarlo ustedes mismos:

paradise_of_my_ocs

¿Acabo de hacer spam?

Sí :3

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Okay, a parte de eso, también tengo que decir que para escribir esto, me estuve debatiendo entre Michael y Pete muy hardcore.

Pero cuando empecé con el tema de basarme en Spiderman (concretamente Across the Spiderverse) dije... DE PUTA MADRE, TOCA CROSSOVER >:D

Y aquí tienen la historia ✨

De hecho, me he visto la película DOS veces, no para poder escribir la historia, sino porque quería verme la peli en diferentes doblajes... Me falta el español de España... Irónico, porque soy española y me la vi en inglés y en latino XDDD

Okay, ahora sí.

Toca enfocarse en el siguiente One-short (bueno, aún no sé lo que será)...

✨Crenny✨

Pero no será el típico Crenny, I mean, no será angst, violento, agresivo, sexual, y lo que suele haber en la gran mayoría de historia de este tipo...

Quiero escribir algo más bien fluffy... 👉👈✨💕

Bien...

Pues eso es todo UwU

Aquí las opiniones ---------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo One-short / historia

Bye~

By Silvia Line / Ecchisforlife

[6286 Palabras]

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