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Stanley no entendió lo que el moreno quiso decir, así que lo dejó pasar por alto. Miró el enorme precipicio que tendrían que saltar cuando fuesen a escaparse y ahogó un suspiro nervioso.
- Vamos, tenemos que encontrar el punto más cercano al muro.- Dicho esto ambos estuvieron corriendo por el muro revisando los salientes del otro lado del precipicio y los bordes que podían ser un buen punto de referencia para saltar hasta pasadas casi una o dos horas, consiguieron marcar un punto determinado en el muro, la señal era marcar con una especie de dibujo o similar la roca del muro, el cemento era perfectamente rayable con una roca, era como un dibujo blanco, como si pintara con tiza en el muro; también fue cuando bajaron del mismo y regresaron.
Realmente esperaban que nadie los hubiera atrapado, es decir, habían sido precavidos a la hora de irse y Eric, Kyle y Ike los habían encubierto con cualquier cosa que hubieran podido inventar, por lo tanto, no tendrían que ser atrapados de ninguna de las maneras, solo si la madre no se fiaba absolutamente nada de ellos.
- Craig y Stanley, ambos a la cocina, tengo que hablar con vosotros.
Los dos se estremecieron, vale, eso les había dejado claro que la madre no se fiaba y que igualmente había mirado su brújula y los había visto irse al muro; en definitiva obedecieron lo que dijo la mujer. Esta los miraba fijamente y con cierta molestia a la vez que decepción.
- Sabía que intentarías volver a escaparte, 25010, confié en que cambiar de localización te haría cambiar. Ya veo que no. ¿Porque te has llevado a 19100 a ver los muros?
- Para enseñarle el nivel de dificultad por el que tengo que pasar antes de escaparme de este podrido lugar. No vas a poder mantenerme confinado aquí eternamente, solo cuando me cosechen, y tú sabes perfectamente lo que pasó la última vez.
- Solo porque intervine estás vivo, sino ahora mismo podrías estar muerto.- valga la redundancia de sus palabras.
- ¿Se puede saber que tan especial soy para que ni siquiera podéis dejar escapar a uno de nosotros? Solo soy yo quien se quería escapar de la maldita granja, nadie iba a venir conmigo. ¿Tanto os costaba dejarme ir? Ahora estaría libre y sería feliz, no aquí, atrapado en esta maldita cárcel sin salida nada más que esperando mi muerte sentado.
- Eres de esta colección de granjas, este es un lugar de excelente calidad por múltiples motivos, y no pienso permitir que un niño que tiene tanta inteligencia e imaginación, así como un cerebro tan estimulado para idear planes magníficos tenga el menor pensamiento u ocurrencia de querer escaparse de aquí, y que encima lo haga.
- Voy a largarme lo quieras o no, si no a través de los muros, me iré por la puerta principal, me da igual. Pero me iré con vida de aquí. Aquella vez no pude llevarme a Tweek por el miedo que os tenía aunque intenté convencerlo de todos los modos posibles, esta vez me los llevaré a ellos y no vas a hacer nada para poder impedirlo.
La madre sonrió con sorna. Aquella no le daba buena espina, a saber lo que estaba planeando, o a saber lo que iba a decirle, pero no le daba buena espina de ninguna de las maneras.
- Hablando de eso... me pidieron que te informara de que el tal Tweek fue cosechado a la semana siguiente de que te marcharas de aquella granja. Considero que era algo importante que decirte, después de todo era tu...
El moreno tembló de pies a cabeza, el recuerdo del chico llenó su mente y cristalizó sus ojos, un ligero jadeo se escapó de sus labios, sus manos empezaron a temblar, las cerró en puños fuertes y amenazantes, apretó las manos. La rabia lo cegó. Perdió el control de sus acciones y simplemente se lanzó con las únicas intenciones de matar, de vengar, el recuerdo era fuerte, aquello no le devolvería nada, no le devolvería a Tweek, pero al menos podría desfogarse y vengar su muerte.
- ¡Craig!- exclamó al ver la reacción que tuvo.
La segunda madre tuvo que entrar por el escándalo por la otra puerta diferente a la que entraron y separar al de pelo blanco de la mujer, sin piedad hubiera seguido sus golpes hasta saciarse
- ¡Craig, cálmate!- dijo el azabache en un intento de reducirlo al tomarlo por los brazos de forma que lo tenía ligeramente inmovilizado para que se tranquilizase.
- Parece que fue un amigo muuuy especial tuy. . .
- ¡CÁLLATE! ¡No tienes derecho a hablar de él!- gritó el moreno para después soltarse de mala manera, muy brusco, demasiado brusco, estaba muy dolido por aquello, y salir de la cocina de un portazo, salir de la casa y correr hacia al bosque donde ahí se quedó durante toda la noche.
Golpeando el muro, golpeando los árboles y descargando toda la rabia y el dolor con vivas lágrimas desconsoladas. El orgullo le impedía regresar aunque estuviera hambriento, que lo estaba, solo quería estar solo, no quería comer, no quería dormir... Nada más que eso. No se merecía nada más que estar solo después de haber perdido a Tweek y después de haber prometido bajo la luna y sobre sus labios que volvía a por él... Las lágrimas volvieron a bajar por sus mejillas.
Cuando amaneció el azabache de ojos marinos fue a buscarlo y estuvo consolándolo por lo que parecían horas enteras en las que el otro no hacía más que llorar y agarrarse a él de forma desesperada, lo necesitaba, realmente necesitaba aquello, realmente necesitaba que alguien lo consolase. Stanley no dijo nada más que intentos inútiles de reconfortarlo, había entendido perfectamente que ese tal Tweek era aquella persona tan importante para él, la única persona que sabía que iba a escaparse, aquella persona con la que quiso escaparse, aquella persona que sin lugar a dudas le dijo: "recuérdame", tal vez aquella persona que ahora que no estaba se sentía todo como un oscuro y desagradable vacío.
- Nos vamos esta noche.- dijo aquello de la nada sorprendiendo al azabache.- Y nos vamos solos.- su voz estaba tensa, sus labios fruncidos, su ceño crispado, sus manos hechas puños, verdaderamente estaba afectado y se estaba dejando llevar por la ira en aquellos momentos, Stanley no fue capaz de contradecirlo porque sentía que si se negaba, Craig lo insultaría de la peor manera que supiera, o peor, podría llegar a pegarle un puñetazo porque en ese momento no controlaba sus acciones, ni sus impulsos.
Se soltó de su agarre y se dirigió a la casa con paso decidido. Mirando a las madres con toda la repulsión que su cuerpo pudiera albergar, después se fue hacia su cama y revisó los papeles una última vez, asegurándose de que lo tenían todo, miró a los hermanos, miró al azabache, miró al castaño.
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Ya me cabrearon al peruano.
Esto no puede ser >:C
F por Tweek........ 😔😔😔
Aquí las opiniones -------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line / Ecchisforlife
[1199 Palabras]
P.d.: ........ de momento... 👀✨
Ya he dicho mucho 👀✨
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