IX
- Esa noche nos suicidamos los dos y despertamos en este limbo. Al principio estábamos solos, pocos días después apareció un niño pequeño en los pasillos. Un niño que tenía miedo, que acababa de ser devorado... Decidimos proteger a todos los que fueran devorados.
- ¿Entonces...?- Ike se quedó en silencio unos segundos.- ¿Nacimos los dos al mismo tiempo?
- Sí...- asintió ella.- En el mismo embarazo tuve dos hijos...- tomó con cariño las manos del azabache.- Apenas pudimos besar vuestra cabeza y poneros nombres...- ahogó un suspiro mientras soltaba sus manos.
No escucharon nada más. Despertaron en sus camas de forma tranquila, se miraron entre ellos.
- ¿Otra vez?- asintieron en respuesta.- ¿Qué os dijo esta vez?
- Nos explicaron cómo llegaron a ese limbo...- respondió Kyle con calma en su voz, se sentía aliviado porque por una vez no se despertaran como si fuera una horrible pesadilla, muy a pesar de que la información que sus padres le dieron sí era para despertarse de esa forma.
- ¿Cómo?- preguntó Stanley.
- Suicidio.
Eric y Stanley se quedaron mirando fijamente a Kyle y Ike. Podría decirse que lo miraban con lástima, algún tipo de tristeza. Craig apareció en la habitación con un libro bajo el brazo, lleno de papeles y anotaciones extra.
- Tengo que confesar algo.- los cuatro prestaron atención al moreno, este se estaba poniendo bien el poncho, casi como si lo estuviera acomodando, carraspeó.- Nos estamos quedando sin tiempo.
- ¿Qué quieres decir?- preguntó Stanley con interés.
- En menos de un mes es mi cumpleaños... Sé por experiencia propia que a los doce te entregan a los demonios como si fuese tu fecha límite.
- Mierda...
Al menos eran conscientes de que sin las pautas de Craig, tal vez podrían escapar, pero más allá de eso, no podrían sobrevivir por su cuenta, porque era Craig el que era consciente de todo lo que ocurría fuera, el que había investigado y el que había organizado todo desde el principio.
- En ese caso, tenemos que decidirnos ya por los que se vienen con nosotros... También tenemos que pensar en la estrategia para distraer a las madres, robar comida, medicina, agua... Y escaparnos.
- Distraer a las madres no será fácil, menos teniendo a dos, y todavía no hemos visto cuál es la mejor guía de escape.- dijo Ike con algo de preocupación.
- Hoy me ocuparé de eso- dijo Craig con seguridad, tomó la cuerda ligera y se la echó al hombro como un asa de una mochila.
- Voy contigo...
El moreno miró fijamente al de cabello azabache y ojos marinos. Stanley se había levantado de la cama, incluso se había acercado un poco. Este bufó y asintió con la cabeza, casi como si prefiriera hacerlo solo. Salieron de la casa después de desayunar y se metieron en el bosque. Cuando la madre preguntó a Kyle, Ike y Eric dónde estaban los otros dos, estos contestaron que estaban poniendo pruebas en el bosque para el juego de aquel día. Ella asintió, la vigilaron y de reojo miró el reloj, otra prueba más de que tenían chips rastreadores. Lo cerró, los miró y sus miradas se conectaron, ella sonrió con tranquilidad y se agachó para cargar a uno de los niños y mecerlo suavemente.
Suspiraron con alivio al darse cuenta de que no habría movimientos sospechosos por parte de las madres del orfanato.
Cuando Craig y Stanley llegaron a una pequeña valla los dos se miraron y uno la pasó con un salto simple y siguió avanzando, el otro hizo lo mismo, una vez avanzaron unos cuantos metros llegaron a una gran pared de hormigón, era imponente y aterradora. El azabache de cabellos largos tragó saliva duro. El otro se descolgó la cuerda del hombro y la giró como si se tratase de un ventilador para darle impulso, consiguiendo engancharlo en un árbol.
- Repite lo que yo haga.
Dicho esto tomó carrerilla y corrió hacia el muro, usó la cuerda como soporte lateral y después se colgó del borde dejando escapar la cuerda. Después todo fue por fuerza de brazos hasta subir al muro. El otro lo miró impotente y tomó la cuerda con un poco de inseguridad. A saber la de veces que Craig ha hecho aquello para que se viera tan fácil hacerlo, seguramente no lo sería tanto, Craig parecía ser ágil de forma natural y sabía lo que estaba haciendo, era casi un profesional.
Hizo lo mismo y el otro le extendió la mano para ayudarlo a subir. Una vez vio todo desde lo alto se sintió preso, atrapado, como una presa acorralada por cazadores; pero al mismo tiempo se sintió libre como un ave. Repentinamente, el sentimiento pasó a ser la sensación de estar atrapado en una cárcel sin salida y al mismo tiempo se sentía que tenía la libertad solo con estirar su mano, era una mezcla contradictoria.
Vio al moreno otro girarse hacia la granja, el edificio era enorme pero aún así no sobresalía de los árboles, el muro solo se podía ver desde el desván, al cual tenían prohibido subir porque estaban todas las cosas como lo eran cajas de ropa, cunas, mantas, edredones, entre otros. Inspiró profundamente. Miró al otro, tenía su vista perdida en el precipicio.
- ¿Por qué te sorprendiste cuando te llamé Tigre en la biblioteca?
- La única persona que sabía que iba a escaparme me llamaba así...- suspiró y giró su cabeza hacia el pelinegro.
- Bueno, no me extraña, esa cosa parece el pelaje de un tigre azul.
- Se llama poncho. Y él no me llamaba así por eso.
Stanley no entendió lo que el moreno quiso decir, así que lo dejó pasar por alto. Miró el enorme precipicio que tendrían que saltar cuando fuesen a escaparse y ahogó un suspiro nervioso.
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Okay me imaginé, ahora con la relectura, algo muy pervertido por el comentario final de Craig...
Y si yo he sido capaz de tener ese pensamiento, seguramente ustedes también...
Así que voy a aclararlo...
El mote de Craig es por su forma de ser, por su comportamiento, por su corazón, esas cosas... Craig tiene un alma luchadora de tigre...
Espero haberlo aclarado UwU
Aquí las opiniones -------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line / Ecchisforlife
[1043 Palabras]
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