XVI

Se acercaron corriendo a la frontera para sacarme de ahí antes de que cualquier vampiro se diera cuenta de que me habían azotado con fuerte que me habían dejado inconsciente e incapaz de moverme. Moví mi cabeza lentamente, desorientado y un suave movimiento de mis ojos se deslizaron para identificar el lugar en el que estaba, apreté los ojos lentamente. La sombra de los árboles hacía que no tuviera que forzar la vista, sentía un sabor metálico en mi boca, sangre... Una caricia en mi cabeza me desorientó y un gorgoteo profundo, un gruñido, una amenaza, fue lo primero que escucharon mis oídos después de recuperar la audición... Mis ojos se abrieron como platos progresivamente al reconocer la suavidad de la piel morena que se había deslizado por mis cabellos rubios estridentes... Abrí mi boca progresivamente, pero mi voz no surgió. No podía moverme, no sentía el cuerpo, estaba como si me hubieran inmovilizado. Forcé mi garganta para que mi voz fluyera...

- C-Craig...

Pero el gorgoteo se hizo más intenso y sus ojos verde cactus se iluminaron. Moví mi cabeza lentamente hacia el exterior... Stanley Marsh, y Randy Marsh... Ambos correspondían aquellos gorgoteos con una brutal amenaza, Craig no iba a permitir que se acercaran a mí.

- Kyle, llévatelo...- fue lo único que mis oídos percibieran antes de que Craig se moviera... lo perdí de vista...

O a lo mejor es que fueron ellos los que me perdieron de vista a mí. Porque de un momento a otro ya no me encontraba al lado de Craig, sino en brazos de un amenazante vampiro... De hecho, el vampiro pelirrojo que comentó irónicamente cuando el vampiro rubio oro y Craig estuvieron peleando, junto al chico rubio con el pelo teñido en negro... Moví los ojos aturdido.

- ¿Qué está pasando?

- Vamos a tomarte de rehén...

¿¡QUÉ ME VAN A QU. . .!? ¿¡POR QUÉ!? Abrí mis ojos con sorpresa, moví la boca, pero no pude decir nada, cerré la boca. Kyle se detuvo abruptamente, cosa que movió mis cabellos por el impulso de una frenada tan repentina, abrí los ojos y miré todo a mi alrededor.

- ¿Dónde estamos?- pregunté subiendo los ojos hacia el pelirrojo.

- Entrando en la verdadera zona vampírica.- parpadeé con sorpresa.- No, no vivimos cerca de la frontera... Ese es el patio de juegos en realidad...- hice una mueca con el labio y tragué saliva, sintiendo un frío helador cuando nos adentramos a través de un arco de piedra, como si nos adentrásemos en una cueva profunda, como si nos adentrásemos en un foso sin fondo.- Principalmente es Craig quien se pasea por ahí...

- ¿Estabais al lado de la frontera...?- Kyle negó con la cabeza.

- Craig te escuchó...- entrecerré los ojos con duda.- Jadeabas cansado por la pelea... ¿O no?- continuó sus palabras, o aquello me dejó todavía más desconcertado.

Me quedé en silencio, y Kyle me bajó al suelo. Mis piernas se sentían como si fueran de papel, perdí fuerza cuando retiró sus brazos de mi alcance, pero reaccionó rápido y agarró mi brazo.

- Sigues sangrando...- murmuró de repente, alcé los ojos hacia el pelirrojo, quien me acompañó y me ayudó a sentarme en una piedra que había por allí.- Te mordiste fuerte por el puñetazo...- murmuró ladeando la cabeza hacia un lado.- No te muevas.

No pude llegar a asentir, porque Kyle se retiró sin esperar mi respuesta, sus pasos rápidos se adentraron en la cueva hasta perderse en la oscuridad. Aparté los ojos hacia el exterior de la cueva, el sol se adentraba pero no podía competir con la oscuridad de la cueva, encarné las cejas y un sentimiento en mi pecho no se sentía bien. Giré la cabeza hacia la cueva y sentí que mi aliento se detenía por un segundo. Grité y me aparté.

- Woah... Tranqui...- se rio entre dientes.- Esta vez sí vengo en son de paz...- se encogió de hombros.- Soy Kenny, por cierto...- sonrió risueño y casi infantil.

- T-Tweek...

Hubo un breve silencio incómodo, al menos por mi parte.

- Kyle está buscando curas para limpiar tu herida...

- ¿Tenéis de eso?- pregunté alzando una ceja lentamente.

- No, por eso ha ido al pueblo humano...

Abrí mis ojos en shock. Por mi reacción, Kenneth sonrió de lado y ronroneó inclinándose hacia mí con una presunta seducción fingida, lo intenté apartar y marcar distancia, frunciendo el ceño por aquella sonrisa ladina.

- ¿Nunca has visto un poblado humano, no?- negué con la cabeza tímidamente y él sonrió de lado.- Tampoco te pierdes nada... Los humanos son monótonos y aburridos, hacen lo mismo todos los días, son presas de un sistema de trabajo aburrido y solo buscan ser productivos para la sociedad, pero no para ellos mismos... Ni siquiera los jóvenes tienen descansos...- ladeé la cabeza hacia un lado.

- Nosotros tampoco tenemos libertades...

- ¿En qué sentido?

- Nuestra vida también es monótona...- me encogí de hombros apartando los ojos hacia el exterior de la cueva.- Y también tengo días aburridos, nosotros también hacemos lo mismo todos los días...

- ¿Tenéis que cazar, talar leña, cocinar, preparar el fuego...?

- No.- negué con la cabeza.- No me lo permiten...

- ¿No te lo permiten...?- entrecerró los ojos, aparté la cabeza del exterior de la cueva hacia él, sus ojos estaban relajados, un tono azul brillante con tonalidad morada y rosada brillaban un poco por los toques de la luz del sol sobre ellos, pensaba que tenía los ojos rojos, igual que el pelirrojo, sus ojos eran verdes...

- No.- negué.- No soy adulto todavía.

- Obviamente. Eres un adolescente...

- Tengo casi quince años... Ya debería haberme vuelto un adulto...- lo miré ladeando la cabeza hacia un lado.- Los licántropos nos volvemos adultos a los dos años de nacer... Cuando nos transformamos por primera vez en licántropo.

- Entonces sí eres adulto, tienes casi quince... ¿No?

- No puedo transformarme...- negué con la cabeza.

El rubio oro entrecerró los ojos y encarnó las cejas, ladeó la cabeza hacia un lado sin entender bien o como si no pudiera procesar las ideas adecuadamente. Apartó la cabeza y perdió la vista en las líneas y grietas de la cueva. Yo también aparté la vista y perdí mis ojos nuevamente en el exterior de la cueva. Estaba impaciente, y mi corazón dolía, mis hombros estaban marcados y trataba de encogerme como si fuera una tortuga que quería esconder la cabeza en su caparazón. No me sentía del todo cómodo al lado del rubio oro después de que este me intentara morder después de perseguirme por el bosque.

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Ahora empieza lo interesante, chicos ewe

Tweek ya no va a volver con los lobos, ahora es cuando empieza el fluff y el drama >:3

Aquí las opiniones del capítulo -------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1131 Palabras]

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