I

Dicen que jamás recuerdas tus primeros momentos de vida porque ni siquiera tienes conciencia en esos momentos y tus neuronas aún no hacen asociaciones con lo que ves, con lo que oyes, con lo que sientes. Pero yo recuerdo perfectamente lo primero que mis ojos vieron cuando nací. No fue a mis padres, no fue a mi futura esposa, no fue la familia de esta, no fueron los ojos del líder de la manada y su hijo, no fue ninguno de los miembros de familia biológica o de manada. Recuerdo perfectamente que lo primero que mis ojos vieron fueron unos ojos rojos que me miraban con hambre y por ello empecé a llorar... Por el miedo que sentí, por lo vulnerable que me sentí... Por lo solo, vacío y débil que era ante aquellos ojos...

Y aunque desde ese momento no volví a ver aquellos bellos ojos como rubíes, el recuerdo y el pensamiento inconsciente me producía un miedo incontrolable que no era capaz de darle explicación... Mis manos temblaban... Mis ojos se cristalizaban y mi cuerpo se estremecía... Todos a mi alrededor decían que era un rarito, un cobarde, que temblaba siempre con nada, pero si ellos supieran lo que había en mi mente cada vez que cerraba los ojos... si tan solo ellos tuvieran la imagen de aquellos ojos en sus mentes grabadas a fuego... No había palabras... Y aunque con el tiempo la imagen fue olvidada, volver a ver aquellos ojos una noche de tormenta me hicieron gritar cuando un trueno tiñó el cielo de blanco y aquellos ojos rojos se acompañaron de una enorme sonrisa satisfecha por haber provocado mi más alto y aterrador grito. Mis padres me consolaron, pero no había forma de calmar el llanto que aquella pesadilla y aquellos ojos provocaron...

Cumplí los catorce años dos años después de nacer. Muchas veces no entendía cómo los humanos podían tardar tanto tiempo en crecer y madurar, o los vampiros, que maduraban igual de lento que los humanos, pero su apariencia entre la edad adolescencia y la edad adulta siempre perduraba en una constante casi eterna... No tengo permitido hablar o pensar en los vampiros, eran los enemigos, pero unos enemigos que teníamos tan cerca que parecía ridículo pensar en la prohibición de pensar en ellos. De hecho, aunque el líder de la manada y su hijo nos explicasen una vez al año, siendo algo así como una tradición conmemorativa por todos los que murieron en la guerra, cómo fue que los vampiros eran tan malas personas y el dolor que sintieron los lobos cuando uno de ellos los traicionó vilmente por intereses escalofriantes de venganza y celos por no conseguir tomar algo que no le pertenecía... Y no es que fuera simplemente algo de un triángulo amoroso que hubiera provocado una guerra civil dentro de los propios lobos, sino que el problema principal era que aquel lobo traidor no hizo otra cosa que intentar tomar al amor de su vida, robando la esposa del jefe en un desliz matrimonial en el que el líder de la manada se vería en pleno derecho de perseguir y masacrar al traidor...

Porque así eran las leyes de los lobos. Leyes que se sostenían en cuatro pilares básicos. Nuestras leyes eran básicas y se aprendían desde que éramos niños apenas conscientes del mundo... Eran cuatro leyes básicas... "Fidelidad", "Monogamia", "Confianza", "Lealtad al líder y su familia" y romper cualquiera de aquellas leyes, según el grado de gravedad, podía significar la muerte...

Indudablemente, ese traidor moriría de una forma o de otra, ya sea en una próxima guerra contra los vampiros, o ya sea por su propia edad. Considerando que todos tenemos el final del camino esperando, unos antes que otros, no deberíamos considerar al traidor, únicamente como un mero traidor, por luchar por su vida e intentar sobrevivir... Sino que deberíamos considerarlo un traidor por la herencia quebradiza a la cual su familia se vio abocada al darse cuenta de la traición que su hijo había escogido para poder sobrevivir después de haber intentando resquebrajar la manada entera por un egoísta deseo de tomar a la esposa del líder de la manada.

Y que yo sepas eso rompe con la monogamia, con la fidelidad, con la confianza de la manada y con la lealtad al líder...

En mi opinión, el hecho de que alguien hubiera querido tomar a la pareja de alguien, y que esta pareja le siguiera el rollo hasta darse cuenta de las intenciones sexuales y entonces alertara a su esposo no era precisamente el mejor ejemplo de fidelidad para mí, después de todo, las leyes son las leyes. Pero en lo personal, me gusta ir más allá de lo que las historias nos cuentan, no porque quiera defender a un traidor indefendible, sino porque era cuestión de lógica plantearse ciertas cosas cuando tienes razonamiento y mucho tiempo libre para mirar las nubes... Y cuando ya no se te ocurre que imaginarte, tus ojos se pierden en el bosque prohibido, y cuando todos los que juegan en la pradera, te miran y se ríen porque prefieres la soledad de un libro o admirar las nubes que pasan antes que simplemente interactuar con ellos.

- Hola, Tweek...- una voz apagada y cansada se escuchó a mi lado, giré la cabeza, viendo a un chico de cabellos castaños, un poco largos, que se ataban en una coleta alta y parte del pelo se dejaba caer, creando una cortina de lisos cabellos marrones y ojos violeta que se acercaba a mí y se sentaba a mi lado, cruzado de piernas y apoyando los brazos recostando la mayor parte de su peso en ellos al inclinarse hacia atrás.- ¿Otra vez están jugando ese patético juego de las peleas?

- Sí...- suspiré devolviendo la vista al frente, y aunque yo estaba concentrado en admirar el bosque prohibido, al cual nadie tiene permitido acercarse y mucho menos adentrarse desde los tiempos de la guerra...

Por unos segundos mis ojos se concentraron en las viriles y masculinas peleas en las que todos los lobos jóvenes de mi edad se encontraban disputando.

Las leyes básicas de los lobos eran cuatro pilares básicos para la estabilidad de una manada... pero desde la guerra el líder decretó una prohibición generalizada que no contaba como ley, sino como prohibición imperativa... cualquiera que atravesara el bosque, podría encontrarse en graves problemas...

- ¿Qué le ven de divertido a golpearse entre ellos?

- No lo sé.

- ¿Y qué le ves de divertido a mirarlos?

- No los estaba mirando...- admití.

- ¿Y qué mirabas?

- El bosque...

__________________________________________________________________________

Oh sí, la narración en primera persona...

Realmente hacía tiempo que no escribía en primera persona, casi siempre estoy escribiendo en tercera persona, me siento más cómoda XD

De hecho, si en algún momento notan que se me fue la primera persona y la historia está escrita en tercera persona fue porque se me olvidó que era Tweek el que estaba narrando XDDDD

Porque estoy tan acostumbrada a escribir en tercera persona que se me hace raro escribir en primera xd

Aquí las opiniones del primer capítulo ----------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1185 Palabras]

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top