🎁²⁰: ¿Quieres ser mi novio?

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Jisung largó un suspiro, rechazando completamente el yogurt que Seungmin le habia ofrecido. Estaba demás decir que estaba nervioso, ya que se podía notar a miles de kilómetros, y no estaba para nada contento que el nerviosismo que estaba teniendo, no lo dejara comer.

Se sentia mal. Queria acostarse en su cama, colocar la almohada arriba de su rostro y que alguien presione, ya que el hecho de desaparecer estaba bastante presente en su cabeza. Sin embargo, se acosto sobre la cama, pero solo largó un grito ahogado por el almohadón. La frustración no venia por parte de no saber qué ponerse, como maquillarse, o hasta de cómo peinarse, sino más bien, de sobrepensar cada cosa.

El encuentro, el mirarlo a los ojos, y no pensar que lo vio tan triste y decaído. El volver a abrazarlo el besarlo, solo si Minho lo perdonaba por ser tan estúpido, y sobre todo, cruel. Aunque estaba bien si lo ponía aprueba al menos unos días, o si le tenia que regalar más cosas, él no tendria problema en hacerlo, si ya tenia una lista infinita de cosas para regalarle, era el mejor momento para hacerlo.

Largó otro suspiro, esta vez estaba pensando en que Lee no lo perdonaría.

—Deja de hacer lo que sea que estés haciendo. Te conozco como si fueses mi hijo, Jisung, ¿no quieres dormir una siesta? No dormiste mucho en la noche, te noté muy inquieto —habló su amigo, interrumpiendo cada uno de los pensamientos del rubio.

—Es que no puedo dejar de pensar en qué hará Minho cuando le cuente todo.

—No te digo que salte a tus brazos, o tú a los de Lee. Solo voy a decir que tienes que ocupar las palabras correctas, por eso, pensaba en que tal vez quieras practicarlo, así tú también te sentirás bien, al menos por un momento. Si no quieres decírmelo, puedes escribirlo en una hoja, y si sabes que no podrás decirle frente a él por el nerviosismo, puedes dárselo en forma de carta.

—Supongo que está bien... sí.

Seungmin asintió, y le tendió un cuaderno junto a un bolígrafo, observando enseguida como Jisung escribía y luego borraba.

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Minho daba vueltas en círculos, nervioso y totalmente frustrado por dos ideas que su mente no dejaba ir:

¿Vendrá o no vendrá?

Chan estaba mirándolo, y de tanto hacerlo, ya lo consideraba algo gracioso, o bueno para él que sabía toda la verdad, lo era. Se levantó de la silla, solo para sentarse en la mesa, quedando a una cierta altura para poder detener a Minho, y dejar sus manos sobre los hombros, deteniendolo por completo.

—Vas a hacer un agujero en el suelo —Lee lo miró, totalmente triste.

—Es que no puedo dejar de pensar en la idea de que no venga, y que todo lo que hayamos hecho, los regalos, nuestra preciosa relación, se venga abajo por un video sacado totalmente de contexto... Pero lo peor es que creí que había confianza, ¿sabes? He estado pensando que quizás yo era el único que dejaba todo en esa relación.

Chan negó, reprimiendo las palabras que decían la única verdad detrás de todo lo planeado. Apretó sus labios, mientras agachaba la mirada, pero una vez seleccionó lo que iba a decir, lo miró de nuevo.

—No creo eso. No creo que solo tú hayas dejado expresado el amor que sientes por él, solo pienso que Jisung fue manipulado, y tú no debes dejar que la ansiedad te gane, y mucho menos, los malos pensamientos. Ya lo citaste, si va, le dejas en claro cómo fue todo, y si no va, te ayudaré a salir de donde sea que estés.

—Faltan minutos —murmuró, agachando la mirada, sintiendo como todo lo que dijo su amigo, se instalaba en su cabeza—. Fue la primer persona que me hizo sentir que en verdad merecía amor, cuando ni mis padres me lo dieron, ni siquiera los adoptivos —trató de sonreir, pero solo esbozó una mueca.

—Minho, ¿quieres que iniciemos esa conversación de nuevo? Te mereces todo el amor del mundo, eres un buen chico, solo hay que darle vuelta a la rosca para que puedas andar, te costó un poquito con Jisung —rió.

—Ja, Ja, Ja.

—Vamos campeón, me encanta cómo estás vestido —se burló, acomodándole un poco el cuello mientras reia por el semblante serio con el que Minho le amenzaba.

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La música resonaba por toda la escuela, o más bien por todo el vecindario en el que estaba situado, y mucho más hacía eco, la euforia con la que los estudiantes bailaban las coreografias y cantaban la nota alta tal cual, sin importarle que el dia de mañana podrian  amanecer con dolor de garganta, u otros con dolor de oído, como él, que pasó por al lado de un grupo totalmente embriagados, cosa que no sabia como fue posible ya que el alcohol era prohibido.

Sin embargo, allí estaba, dando vueltas en circulos, pensando en las propias palabras de su amigo; pronto cavaria un agujero. Estaba temblando, no daba más del nerviosismo y el hecho de que no podia estar un poco más tranquilo por el ruido, que llegaba hasta ese pequeño patio, lo empeoraba todo. Tomó una bocanada de aire y espero unos segundos, pero el aire se le escapó sin su permiso al querer volver a hacer las vueltas, pero alguien se entrometio en su camino.

—Vaya... Min, estás divino —quiso bromear, esperando a no meter la pata.

Pero él también largó todo el aire que estuvo conteniendo, cuando por fin escuchó la risa de Minho, mientras hacia una reverencia al estilo princesa, como Blancanieves.

Por más que el nervioismo estaba usurpando todo su sitema, logro avanzar un paso, aunque aún no se sentia con la confianza plenamente arriba como para hacerlo, pero alli estaba, observando los ojos brillosos que Jisung poseia, y estaba seguro que él, también estaba apreciando su rostro, de una manera muy bonita.

—Estás aquí... ¿o estoy alusinando? —preguntó en un susurro, su voz no podia salir por sí sola.

—Estoy aquí, Min. Tengo que decirte algo, y lo primero es que te vez muy lindo vestido de Blancanieves... ¿Cumples el reto de la apuesta, no es así?

Minho agachó la cabeza, largando un suspiro mientras asentía a la pregunta.

—Si, Chan pensó que no habia mejor momento para hacer esto que ahora en el baile y... espera —levanto la cabeza, logrando establecer un contacto visual que hizo efecto en todo su cuerpo; su corazón comenzó a palpitar con desespero, como si fuesen fuegos artificiales explotando en su alrededor—. ¿Cómo sabes si no me has dado la oportunidad de decirtelo?

Las lágrimas en los ojos del rubio se pudieron ver, y Minho las supo asimilar con el arrepentimiento, y lo comprobó, cuando lo abrazó repentinamente.

Al sentir el cuerpo de Lee y que este correspondia al abrazo, pudo respirar finalmente en paz, pero no dijo nada, se quedó allí, abrazandolo e inhalando su aroma que tanto anhelaba hacer dias atrás.

—¿Esto significa...? —quiso terminar la pregunto, pero la falta de palabras para formularla, fue en su contra.

—Lo supe luego de haberme ido... Seungmin analizó el video, cuadro por cuadro... sabes cómo es. Nos dimos cuenta que estaba editado, y luego viniste a casa, para explicar que todo era falso, yo aún estaba asimilando todo, porque no podía creer que alguien pueda pensar en destruir una relación ñlde esta manera. Y Chan.. cuando explicó todo y hasta con fotos, supe que todo era mentira, pero por más que queria correr hacia ti, no podia porque tenia que hacerle creer a Sanha que todo habia terminado. Él nunca me invitó al baile, al menos no antes que tú, pero si lo hizo ese dia cuando nos encontramos en el parque. Y juro, Min, que fue solamente para dejarle en claro que yo nunca podria amarlo... porque te amo a ti.

Lee buscó alejar un poco a Jisung, para mirarlo a los ojos y procesar cada palabra que el menor largaba con extrema tranquilidad, y sobre todo, tranquilidad. Sin embargo, su mente estaba en blanco, solo podia pensar en esos dos dias en los que estuvo literalmente, llorando como un loco, y el hecho de que todo haya sido arreglado para llevar un plan a cabo, lo descolocaba.

—O sé que mientras yo estaba triste y pensando en qué hice mal para que no confiaras en mi, ¿Tú estabas planeando esto con tu amigo? —se podia notar la disconformidad a kilómetros.

Era una reacción que no se esperaba, pero que sí pensó. Ahora tenia en frente unos ojos que solo emanaban frialdad, y al verlos, le provocaba un sentimiento de escalofrio. Queria decir algo para que aquella mirada cambiara, para que vuelva esa calidez con la que antes lo miraba, pero la fuerza en su voz se volvió nula, y todo lo que tenia para decir se formó un nudo en su garganta.

—Y cuando pensé que siempre fui insuficiente para ti... —ahora sí, lo alejó por completo, pero no porque estuviese enojado, sino porque no podia comprender—. ¿Por qué? ¿Por qué no decírmelo? Pude haber sido cómplice también, porque estoy seguro que Chan lo sabia, sino ni hubiese manera de que Seungmin estuviese más pegado de lo que siempre estuvo a él. ¿Por qué no me dijiste? ¿Acaso sabes lo mal que estuve?

—Lo sabia, Min —habló al cabo de unos segundos—. Siempre lo supe, y es por eso que vine hoy a disculparme. Ese dia, en la biblioteca, me costó muchisimo no poder decirte la verdad... fue... fue ese dia en el que hable con Sanha para dejarle en claro que te amo a ti. Sentia que si yo no hablaba sinceramente con él, jamás iba a terminar, y tal vez, se me escapó de las manos ese dia en educación física, pero te juro que volvi por ese regalo, por más que haya sido algo muy simple, te agradezco, porque no habia llevado agua —bromeó, esperando poder conseguir una sonrisa por parte del pelinegro. Y cuando la obtuvo, él también sonrió.—. Lo siento, amor, en verdad. El tiempo que no he estado contigo, o sea, como dos dias, pero... juro que  sirvió para darme cuenta de que tengo muchos regalos para darte, ¿podemos comenzar de cero?

—¿No soy insuficiente para ti?

—Eres todo para mi. Por más que sean pocos dias, me has gustado desde que te vi, y cuando tomé la decisión de conquistarte, era porque estaba seguro de que tú eras todo. Pero si piensas que hay que tomarnos un momento o un tiempo, para que tú lo pienses, a mi no me queda otra que aceptar, por más que no quiera perderte, no puedo insistir como ya sabes, qui...

Entonces, fue Minho quien no permitió que nombre a ese chico, abalanzándose hacia Jisung para callarlo de un beso.

—Me hiciste sufrir, pero me alegra muchísimo que no pienses que soy esa persona que él quiere que veas... a pesar de que no me hayas escuchado, pero... supongo que te iré perdonando con el paso del tiempo.

—¿Es un sí? —Minho asintió, junto a una maravillosa sonrisa.

Sin embargo, antes de decir cualquier cosa, busco en sus bolsillos una pequeña caja forrada con felpa en color rojo, que al abrirla, no solo habia dos anillos con sus iniciales, sino con una nota. 

"¿Quieres ser novio de esta princesa?"

Al leer aquello, los ojos de Jisung se iluminaron como dos estrellas, como si estuviesen encargadas de iluminar todo el cielo oscuro, y Minho, juró, que aquella expresión fue la mejor que vio en toda su vida.

—Min... es que yo... 

Al decir aquello, pudo ver como los orbes oscuros de Lee, iban decayendo en una profunda tristeza. Negó con su cabeza, presintiendo que iba a embarrar más la situación, asi que solo sacó un papel de su bolsillo y dejo que el mayor la tomara, dándole el espacio que requeria para leerla.

"Solo sé que te amo y que no quiero perderte. Lamento si alguna vez te presioné con esta pregunta, así que pienso dar el paso yo, ¿quieres ser mi novio?"

—Al original la tengo en casa, ese es solo el resumen de mis sentimientos. Si quieres, te puedo mostrar el otro, solo es que vas a tener que leer muy detenidamente, porque escribi muchas cosas que... —y a Minho no le quedo otra que tirarse arriba de sus labios, ya que estaba hablando demasiado.

—Te amo, Han Jisung.

El nombrado sonrió de oreja a oreja y corrió a abrazarlo fuertemente, sintiendo como Minho lo correspondia, con necesidad y desespero. La burbuja que habian creado ambos, fue interrumpida por los aplausos de sus amigos, que estaban igual o más felices que ellos dos. Sin embargo, ignoraron aquello y se quedaron mirando a los ojos mutuamente.

—¿Podemos llamar esto como una historia de navidad? —preguntó Jisung, con su mirada llena de ilusión.

—Y con los mejores regalos que alguna vez pude tener —siguió, respondiendo totalmente la pregunta que su novio le hizo.

Y es así, como una historia, impregnada del espíritu navideño, y sobre todo, de los sentimientos vedaderos del amor, llega a su fin.

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Llegó a su fin, muchas gracias por el apoyo, y perdón por haber tardado muchisimo en actualizar.

Felix navidad 🎄