Simplemente pasan

Wonderbat

Camino un rato por el lugar con la mirada fija en la entrada, ansiando el momento en que ella llegará. Se había vuelto una costumbre para ella visitar el mismo sitio cada semana desde que se mudó a Gotham para trabajar en el Museo. Desde luego él no tardo mucho en notarlo, era imposible no prestar atención a cualquier cosa que la involucrara, no podía sacarla de sus pensamientos desde la primera que la vió poco después de que ella le robará la información que él le había robado a Luthor, o cómo ella decía, la tomó prestada.

No pasó mucho tiempo antes de que finalmente la viera entrar, haciendo que toda su atención se centrará en ella. Era una mujer sencilla, no le gustaban las cosas extravagantes ni buscaba llamar la atención, por el contrario, prefería la discreción. Sin embargo, su gran belleza siempre lograba llamar la atención de los demás y esta no era la excepción, en cuanto Diana entró varias miradas se dirigieron a ella pero ella solo presto atención a una en especial.

Las miradas de ambos se encontraron por unos segundos, ella le sonrió coquetamente antes de caminar hasta la barra y él no dudó en seguirla.

- Princesa - saludo al detenerse a su lado

- Señor Wayne - saludo cortésmente pero sin voltearlo a ver- que casualidad volverlo a encontrar por aquí

- Pensamos lo mismo

- ¿De verdad? - pregunto divertida - porque yo comienzo a pensar que me estás siguiendo - respondió observando el lugar a su al rededor

- Yo podría asegurar que eres tú quien me sigue a mí

- ¿Ah, si? - finalmente dirigió su mirada a él - ¿Y por qué pensarías eso?

- Bueno, yo llegue primero - argumento

- Eso no prueba nada - negó con la cabeza

- Pero es un indicio

- ¿El gran detective intenta resolver un caso? - inclino la cabeza levemente con curiosidad finjida

- Tal vez - respondió cripticamente

- ¿Y qué te hace pensar que me interesaría seguirte? - cuestiono acercándose un poco a él

- No puedes resistirte a mis encantos, princesa - respondió seductoramente solo para arrepentirse de inmediato

- ¿Y no sería al revés? - se dirigió a él de la misma forma en que él lo había hecho mientras se acercaba un poco más

Diana agitó las pestañas de forma coqueta mientras se acercaba más. Bruce mantuvo su mirada fija en ella, en los ojos marrones que siempre lograban hipnotizarlo, de alguna manera ella lograba decirlo todo con la mirada, su mirada tan sincera como ella reflejaba la bondad de su corazón y siempre que lo miraba sus ojos parecían brillar de forma diferente, con amor y deseo, lo cuál lograba asustarlo y emocionarlo al mismo tiempo. Sin poder evitarlo bajo la mirada a sus labios, deseando besarla y tenerla en sus brazos para nunca soltarla, ella sonrió levemente, haciendo que su amor por ella aumentara un poco más con lo mucho que anhelaba despertarse a diario con ella a su lado, regalándole una de esas sonrisas que siempre parecía iluminar el mundo entero. El corazón de Bruce se lleno de calidez con la idea de tener una vida junto a ella pero inmediatamente se desvaneció, sabía que eso no podía pasar, no podía permitirse tener nada con Diana, pero su corazón y sus sentimientos por ella traicionaban cualquier pensamiento racional.

- ¿Le puedo servir algo? - la presencia del bartender lo hizo volver a la realidad cuando dejó la bebida de Diana frente a ellos y se dirigió a él para atenderlo

- Lo mismo que ella - respondió apartándose de Diana, el bartender asintió y fue a servir su bebida

- Que original - respondió de forma bromista

- ¿Qué te trae por aquí princesa? - volvió su atención a ella

- ¿Te refieres a Gotham? ¿O a este sitio en especial?

- Ambos

- Bueno, ahora trabajo en el Museo de Gotham, pero supongo que eso ya lo sabías - Bruce era accionista del Museo, por lo que supo de la llegada de Diana antes de que ella pudiera pensar en contarle

- ¿Y qué te ha parecido la Ciudad? - el bartender volvió para entregarle su bebida

- No he tenido la oportunidad de explorarla a fondo, pero lo que he conocido hasta ahora me parece hermosa - tomó un sorbo de su bebida

- Vaya, jamás había escuchado que alguien llamara hermosa a esta ciudad - la respuesta de Diana lo había desconcertado un poco, pero viniendo de ella quizás no debía sorprenderse demasiado, ella siempre lograba encontrarle algo bueno a todo, incluso en las peores situaciones, era una de las cosas que lo había hecho enamorarse de ella

- Es verdad, solo hay que aprender a apreciarla - lo miro sonriente - es cómo tú, intentas alejar a toda la gente de ti con tu actitud ya sea fría e intimidante o cómo el millonario Playboy, pero yo sé quién eres en realidad

- Pareces muy segura de tus palabras - sostuvo su vaso en su mano pero sin beber nada

- Lo estoy - asintió con la cabeza - sé quién eres Bruce - puso su mano sobre la suya - sé lo que hay realmente en tu corazón, puedo ver la bondad en el, el amor por tu ciudad, tu deseo por protegerla y a todos en ella, tu decisión por hacer justicia y cumplir la promesa que le hiciste a tus padres, eres una maravillosa persona Bruce

Ambos se quedaron en silencio, solo viéndose el uno al otro. Bruce movió su mano para colocar un mechón de cabello de Diana detrás de su oreja y acaricio suavemente su mejilla. Diana se estremeció con su toque, trato de ocultarlo pero Bruce lo notó. La batalla comenzó una vez más dentro de Bruce, el corazón contra su mente, sus sentimientos contra su misión. Tenía tantas ganas de dejarla entrar, de permitirse amar y que lo amaran, pero tenía tanto miedo, miedo de acostumbrarse a ella solo para después perderla, miedo de apagar su luz, miedo de en lo que podría convertirse si alguna vez le pasaba algo. Rápidamente apartó la mano y dirigió su mirada a la pista de baile en un intento de mantener su mente ocupada en otra cosa que no fuera ella.

- ¿Quieres bailar? - pregunto Diana en un intento de volver a acercarse a él

- Yo no bailo - respondió estoicamente

- ¿Por qué? ¿No sabes bailar? - cuestiono claramente divertida

- Por supuesto que sé bailar - volvió a dejar su vaso en la barra - solo... - se detuvo a pensar en como decirlo, no podía decirle que no podía bailar con ella porque tenía miedo de lo que pudiera pasar si permitía bajar la guardia y dejarla acercarse más

- ¿Acaso tienes miedo de bailar conmigo? ¿El gran Batman tiene miedo? - susurro en su oído

- Por supuesto que no - negó enseguida

- Bien, entonces bailemos - lo tomó de la mano y lo jaló hacia la pista de baile

- Diana - intento protestar

- Por favor Bruce - se detuvo antes de llegar a la pista y lo volteo a ver - baila conmigo - pidió con una dulce sonrisa y agitando levemente las pestañas

- Bien - soltó un suspiro y cedió a la petición de la princesa ¿qué era lo peor que podría pasar? ¿Enamorarse de ella? No podía, hacia mucho que ella ya le había robado el corazón

La sonrisa de Diana se amplió al escuchar su respuesta y continuó su camino con él hasta la pista de baile. La canción que estaba en ese momento era una canción lenta, así que Bruce tomo a Diana de la cintura para comenzar su baile y ella se acercó a él con una sonrisa en los labios. Bailaron en silencio, solo observandose el uno al otro y disfrutando de su cercanía, Bruce bajo la mirada a los labios de ella notando la forma en que mordió su labio inferior, haciendo que su deseo por ella aumentara, se relamio los labios antes de volver la mirada a sus ojos, los cuales reflejaban el amor y el deseo que sentía por él. Diana se acercó más, inclinó la cabeza y cerrojo los ojos antes de presionar sus labios contra los de él. De repente todas las razones por las que no podían estar juntos dejaron de ser lógicas, la amaba y no podía soportar estar más tiempo sin ella, no valía la pena seguir lastimandose y lastimandola a ella cuándo ambos podían tener lo que tanto anhelaban. Fue un beso lento y lleno de amor, en el que ambos dijeron todo y nada a la vez, todos los sentimientos que experimentaron desde que se conocieron fueron demostrados con ese largo beso hasta que la necesidad de respirar los obligó a separarse.

- Te amo Diana - susurro casi sin aliento al separarse - desde que que te conocí no he podido dejar de pensar en ti, he intentado alejarme y ocultar mis sentimientos pero entre más intento reprimirlo más me enamoró de ti. Eres la mujer más increíble que he conocido, pero sé que no debemos estar juntos, es demasiado peligroso, no pode....

Diana decidió no dejar terminar de hablar a Bruce y lo silencio con sus labios, uniendolos una vez más en un dulce beso pero esta vez fue más corto.

- También te amo Bruce y estoy dispuesta a todo por ti - susurro contra sus labios mientras acariciaba su rostro - te amo con toda mi alma y quiero estar contigo, así que ni siquiera intentes darme excusas tontas porque no lograrás convencerme de dejarte ir

- No se supone que deba ser así - tomó su rostro entre sus manos y acaricio sus mejillas mientras se miraban a los ojos

- No intentes controlarlo, no puedes manejarlo todo en la vida, por una sola vez dejate llevar - Diana colocó su mano derecha sobre la de él, mientras la izquierda acariciaba su cuello - porque cuando las cosas buenas tienen que pasar, simplemente pasan - agregó con una sonrisa y ese brillo especial en sus ojos que solo tenía cuándo lo miraba a él

Sin pensarlo más la atrajo una vez más a él para besarla, decidiendo que tener una vida con ella era la mejor decisión que podía tomar.




Dedicado a mi amiga María 🦄✨

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