❇️Día 1; Abrazo.❇️
Trataré de publicar seguido, no lo abandonaré de nuevo, con capítulos extendidos.
🅰️Voz. > 🅾️Voz.
POV N. O.
Otra vez se negaba a ir.
-Maldito killer, ésta es la tercera vez que tengo que ir a 'convencer lo' de quedarse en la "Creepyhouse". Que asco.
-Jajajaja, ¿En serio? Con lo fuerte que presumías ser me sorprende. Ni te esfuerces en pensar que harás algo, ahora te acompañarán Hoodie y Masky. Dudo que hagas algo útil.- se burló del último limpiando su bate de clavos, el cual poseía sangre seca.
-Agh, quiero mi revancha.- demandó, alzando su tono de voz a uno más grueso, era un Alfa, estaba demás decir que perdía los papeles.
-Ya, ya. Serénate, despertarás a los demás, que después el jefe estará buscando a los que causan líos.- tranquilizó el Beta. -Oye... sabes que soy nuevo y todo eso, así qué, quisiera saber más sobre los otros integrantes del grupo.
El interés en su voz se hizo notar, este chico sí que era muy curioso.
Rió en son de ironía. -No puedo creer que lo preguntes hasta ahora. Supuestamente los proxy's deben ser callados y fieles al 'operador'; como unos... "Soldados" que se limitan a asentir a lo que dice el palo ese.
-...y que puede leer mentes.- alzó una ceja.
-¡Y... Por eso eres de gran ayuda! Mm... Pues, no los conozco del todo, pero te puedo decir que el más amable de los que conozco es Hoodie, me cae bien y podría decir que es 'buen' amigo.
Por otro lado está Masky, es un maldito gruñón, en resumen, para mi mala suerte es el "fuerte" de los proxy's, y por ende el más "capacitado" para dirigirnos/liderar, SEGÚN Slenderman.- escupió con asco, pensarlo le quitaban las ganas de comer. Odiaba el hecho que lo creyeran mejor que él, o incluso que otros, no podía pensar como los demás lo aguantan.
-Por lo que veo, no te agrada Masky.
-Mucho menos Jeff, un arrogante e inútil asesino, que sólo trajo más amenazas de revelar nuestro refugio. Gracias a Slender pudimos desorientar y acabar con los investigadores, y los policías... la gran mayoría.
Asintió. -Mmm...- la conversación de ambos asesinos, Ticci Toby y X-virus, había tomado otro carril, quejándose de las reglas que habían al ser proxy o, mejor dicho, que eran obligados a seguir.
Una de ellas les llamaba mucho la atención, no por ser antigua o la más estricta, si no porque se había anulado, eran los primeros en enterarse; seguramente la noticia correría a todos sus demás compañeros.
"Un proxy NO puede enamorarse."
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"Un proxy puede enamorarse sin dejar de obedecer a su Jefe, si éste desacata alguna orden SUFRIRÁ consecuencias."
¿Coincidencia? ¡No lo creo! Sus hipótesis iban desde las más tontas y sin sentido hasta unas con más razón y coherente. Qué inteligencia.
Dejarían las horas pasar platicando con motivos de no aburrirse, y pasar un buen rato.
Los tensos segundos que pasó insultándose con aquel asesino quemado, pasaron tan lentos que pareciera que el tiempo se hubiera congelado, siquiera había pasado mucho, unas horas de adelanto le sirvieron para encontrar al de cara pálida.
-¿Qué haces solo por aquí? ¿No vienen más de tus "amiguitos"? ...O será que, ...Te dejaron solito al igual que tus padres ¿Me equivoco?
Era un ser despreciable sin duda alguna.
Estaban cara a ca... lo que quedaba de ella. Su fría y penetrante mirada denotaba la carencia de párpados en su contrincante. Una pequeña mueca de molestia se transformó en una gigantesca sonrisa poniendo incómodo al de máscara, un aspecto muy aterrador en medio de la reciente mañana de invierno.
-No te escaparás está vez.
Movió sus manos lentamente tratando de no alertar al otro, no esperaba encontrarlo tan fácilmente. Casi desprotegido dejando su pistola antes de salir (por si no encontraba nada), ese descuido sería sé perdición.
Solo portaba una afilada navaja; la pelea sería ¿igual?, frente a frente sin ninguna ventaja sobre el otro (¿En serio?). Esto sería interesante a la oculta mirada de cierta chica.
-¡Hoodie! ¡Ya es hora de irnos!- Anunciaba el chico de googles. -¿Dónde está la mascarita? ¡Acaso no recuerda que tenemos que hacer algo hoy!
-De hecho llevo más de 15 minutos aquí, ¿Dónde TÚ estuviste?
-Eh... ¿Paseando? No es tu asunto.- cortó rápidamente, no quería meter en problemas a su compañero. -Pensé que Masky ya estaría aquí con esa copia de máscara que lleva.
-Pues sí, cuando desperté no estaba. Me preocupa, no suele salir tan temprano.- cargó su arma. -tampoco llevó una de sus armas, si se mete en problemas no se podrá defender bien con ese mini cuchillo.
-Ni te esfuerces, seguro y está "relajándose".- Observó la hora. -Tenemos que irnos, se nos hace tarde, y si no regresamos antes del almuerzo (máximo) se dará la misión como incumplida.
-Wow, por primera vez te importan las misiones, jajaja. No lo veía de ti.
-¿Qué puedo decir? No quiero que me prohíban llevarme una que otra golosina.
Después de aquella pequeña plática, emprendieron su caminata «¿Estará bien?», «¿Dónde se metió?», «¿Qué estará haciendo?» preguntas internas invadieron su mente; preocupación, hacía tiempo que no le pasaba esto, exactamente unos meses.
Sentimientos aún no descubiertos lo atormentaban, confundían, alteraban y, principalmente, ponían sus nervios de punta. «¿Se dará cuenta?» resonó en su cabeza, deteniéndose en seco y llevó una mano a su sien, para luego sentir un 'insignificante' dolor a la altura de su pecho, ¿será alguna señal? Sintió una punzada de nueva cuenta, que horror, que dolor, que... sensación.
-¿Estás bien?
-S.sí, sí. Sigamos.
Continuaron.
Hojas cayeron.
Al igual que algunas telas de sus ropas, como si de tijeras se tratasen, las ropas de ambos yacían manchadas de sangre, todo sobre aquel pasto oscurecido por la ocasión. Una mortal ocasión.
Un gruñido se hizo escuchar.
Esquivó con facilidad el ataque del 'killer', dando saltos y golpes lograba mantenerse firme. Se notaba la desesperación de su contrincante, ambos estaban empatados, eso no le gustaba ni un poco.
Solo uno saldría ganador.
El más pálido se acercó con agilidad, motivado con incrustar su arma en el cuello, pecho o cabeza del de máscara. Al hacer tal movimiento, con suerte, pudo deslizar la afilada hoja por el brazo derecho de su enemigo, cayendo al instante aquel espeso líquido rojo.
Soltó un pequeño quejido de dolor.
Ya lo tenía contra las cuerdas.
-Tus movimientos son más lentos de lo normal ¿Acaso pasa algo, Masky? Por lo que veo ser un Alfa con experiencia no te sirve.- esbozó una sonrisa socarrona, sí quería humillarlo sería de la mejor manera, el hecho de usar la voz de mando contra él, ya era buena señal. Ganaba por velocidad, nada común, normalmente no lo era.
«Mierda, no» sus músculos se congelaron al escucharlo, quedó petrificado, no ante lo que dijo, sinó tan solo al escuchar su voz. Estaba en problemas.
Maldecía mentalmente una y otra vez.
-¿Te comió la lengua el ratón? JAJAJAJAJA, no creía que...- se detuvo, y comprendió. Pretendía humillarlo al tener conocimiento de ese patético rendimiento en la pelea, sin embargo, sus planes cambiaron.
¿Cómo de una simple acción se podían descifrar y deducir miles de ideas? Lo entendió, ¡tenía la pelea ganada! Una gran y superior ventaja sobre ahora su maldita presa.
-¿Te sientes bien?- preguntó con ironía. -O será que... Le temes a mi voz...- el enmascarado intentaba de mil formas mantener la calma, no funcionó. Su lobo chillaba y aullaba de miedo, y se encogió en su propio sitio inconcientemente. -¡Pero quién lo diría el líder se los proxy's, un Beta u... Omega.
Eso era jugar sucio, pero quién es él para hablar de eso.
A pasos lentos el de párpados quemados se fue acercando, la distancia de 5 metros se reducía hasta quedar en 2 metros de distancia, una considerable para atacar.
-Eres un desgraciado...- soltó derrepente el castaño.
No lo pensó ni dos veces levantando su arma, la navaja, para concretar un ataque que difícilmente tendría algún impacto.
-No, no, no.- meneó su dedo índice en su delante con burla. -Quédate quieto.- se acercaba más. El de cara pálida lo sostuvo antes de que le hiciera algún daño, apretando con fuerza su muñeca. -suelta.
Miedo, esa maldita sensación cada vez que los escuchaba hablar. Sumisión, ¿Qué podía hacer? Estaba dentro de su casta, su naturaleza. Desde hacía mucho tiempo trabajó para no caer frente a sus instintos, no debía mostrarse débil en esta maldita 'sociedad'. Se maldecía mentalmente por su imprudente actuar, y revelar indirectamente información que sólo él sabía y que lo condenaban a una batalla desigual.
La sangre que caía por su brazo derecho lo debilitaba de a poco, no fue un corte del todo profundo, pero lo limpio que fue, posiblemente caería antes de lo esperado. Respiró con pesadez.
Apretó más.
-Dije sueltala.- refiriéndose a su navaja. Acató la orden, soltó su arma, sumido en el miedo y obediencia.
Con rapidez deslizó uno de sus pies por debajo del otro, una "barrida" en el fútbol, una oportunidad de salir bien de esa situación. La cabeza del pelinegro chocó contra una piedra dejándolo un poco desorientado, aprovecharía en subirse en su encima para, con una mano, tratar de ahorcarlo.
Su jefe dijo que lo trajeran vivo ¿No?, nah, moribundo estaba bien.
Al estar aun consciente de lo que le pasaba, de una sola patada en el estómago, alejó a un lado a Masky, tosiendo un poco, se levantó tomando su cuchillo de cocina y tirándose a éste.
La pelea se invirtió.
-Tu fin llegó proxy. Es lamentable como está será la hermosa cara que verás antes de perecer.- señaló acercando el cuchillo con lentitud buscando un corte limpio que lo matara al instante. -...y ¿Sabes? Es lamentable que un Omega como tú, caiga tan fácilmente.
Ese halago valía una mierda.
La herida lo haría desangrarse y eventualmente morir. ¿Aún podía hacer algo? Posiblemente no.
O eso creyó.
Un certero golpe hizo a un lado al quemado, lo más posible es que después de eso haya quedado inconciente.
-Maldito bastardo.- escuchó una conocida y oportuna voz luego de haber cerrado sus ojos. Por un momento su respiración se calmó. -¡Masky! ¿¡Estás bien?! ¡Por Dios! ¡Debiste esperarnos! Casi te matan.
-N.no.- tosió. -No exageres, Hoodie. Planeaba apuñalarlo por la espalda... hasta que llegaste.- esa excusa no lo defendería.
-¿Con un brazo herido?- apareció el de googles cortando distancia, sí cara denotaba incredulidad.
-Agh, no jodas, tengo mis trucos, idiota. Sólo déjense de tonterías y digan: ¿Quién lo va a llevar?- se fue a la ofensiva y cambió de tema entre sus colegas, no estaba para regaños. Dió por levantarse, sosteniendo con fuerza la zona herida.
-Yo no me haré cargo de...-
Un ruido.
Una chica de cabellos oscuros se levantaba con pesar seguido de haber caído desde un árbol. Con dificultad intentó huir, no quería peleas con ninguno de los proxy's, no ahora.
-Dos 'killer's' al precio de uno, esto será fácil.- su misión solo sumaría unos minutos.
El vendaje ya estaba listo. Con sumo cuidado ayudó a su amigo a limpiar una de sus heridas, la más "grave", tenía otras más por los brazos o piernas, pero nada que pudiera afectarlo.
-¿Te sigue doliendo?- preguntó el de capucha amarilla, intentado entablar una conversación en el silencio de su "paciente".
-¿...Tú crees?- el sarcasmo era suficiente.
A pesar de haber sido amigos por un buen tiempo, aún sus conversaciones se hacían cada vez más cortas de lo habitual, con unos saludos, despedidas y ubicaciones de las misiones.
Con tantos intentos ya ni sabía qué hacer para hablar con él, desde cosas que hacer hasta cumplidos innecesarios, aún faltaba probar algo, a veces no siempre lo bueno termina bien. Tenía otra opción ¿funcionaría?
-Si nos hubieses...-
-Ya te dije. Tenía prisa.- palabra errónea, mala excusa.
¿Lo creía imbécil? -¿Prisa? ¿En serio? Ni X-virus se lo creería. La hora para la misión la decidimos todos y, ahora me sales con que ¿"Tenías prisa"?
-No jodas con eso, te dije lo que querías escuchar ¿no?, tema acabado, ya tenemos a Jeff y Jane.- sonó cortante.
Suspiró con cansancio, defendería su posición con tal de no decir la verdad. -Masky, eres mi mejor amigo, te aprecio, y te conozco desde hace mucho, pero, YA BASTA. No sé qué es lo que te pasa últimamente, te has vuelto muy cortante, ya ni hablamos como antes, nos hemos alejado, ¿Qué es lo que pasa por tu cabeza para que me evites y seas así de frío conmigo?
Se puso de pie buscando un cigarrillo. -Suposiciones tuyas. Soy como siempre he sido, nada ha cambiado, tú eres el que está distante, ¿Crees que no lo he notado? Te la pasas hablando con Toby, X-virus o incluso Kate. - iba a contradecirlo, lo detuvo. -piensas que estoy en alguna misión o que salí, cuando realmente estoy en ese puto cuarto esperando la siguiente misión. ¿Alejado? ¿Yo? Trato la mayor parte del día intentando "socializar" contigo. - lo señaló acercándose. -...y, olvidaste cual es mi pasado por lo que veo, tenía que arreglar cuentas con él, no era TU asunto, NO tenían que meterse.
Palabra, tras palabra, lamentablemente lo que ambos dijeron era cierto, ellos provocaron su alejamiento con el pasar de las semanas ¿Su amistad aún seguía vigente? Posiblemente, por ahora.
Se mantuvo callado ¿Qué responder? Las palabras no le alcanzarían para explicar todo lo que pasó con su supuesta ausencia.
¿Por qué no limitarse a las acciones?
Un abrazo cariñoso estaría bien. Mientras el enmascarado seguía hablando y echándole en cara miles de cosas, unos cálidos brazos lo juntaron hacia él, resistirse no era una opción, el calor que emitía y que quería que sintiera, lo tranquilizó. Aquella acción lo tomó desprevenido, se tensó ante repentino tacto, pero se dejó llevar principalmente por la sensación.
Tan particular, tan único, de alguna manera le tuvo que haber afectado la pérdida de sangre. Estaba alucinando, solo era un simple abrazo, ¿por qué se sentía así?
Sus mejillas debajo de aquella mascara se tiñeron levemente de un color carmín, mientras que el de pasamontañas temblaba interiormente si su accionar era el adecuado con su amigo molesto. ¿Y si le pateaba? ¿Lo golpeaba? ¿Ahorcaba? Posiblemente le torcería la nariz con uno de sus golpes.
-Lo siento... ¿T.Te sientes mejor?- preguntó separándose del abrazo iniciado por él mismo.
No respondió, no porque quisiera sinó por la vergüenza que sentía, tener a esa persona tan cerca le provocaba miles de sensaciones en su corazón, y ahora que le había demostrado un poco de atención su lobo empezó a rascar, correr, y saltar de la emoción. Mientras eso pasaba en su interior, sin decir más se retiró dejando a su compañero con la duda.
-Lo tomaré como un "sí".
2464 palabras.
By: Kazu
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