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-«Yo, Peter, por el don de Aslan, por elección y por conquista, gran rey de Narnia, señor de Cair Paravel y emperador de las islas solitarias, con el fin de prevenir el abominable derramamiento de sangre me permito desafiar al usurpador Miraz a un combate cuerpo a cuerpo en el campo de batalla; será un combate a muerte la recompensa será la rendición total» -termino de leer Edmundo, la vista de Isabella pasaba del azabache a los Telmarinos que los miraba con cierta sorpresa en su rostro, a excepción de Miraz que les miraba con cierta seriedad y podría ser un poco de molestia.

-Dime, príncipe Edmund...

-Rey -interrumpió Isabella a Miraz mientras se acercaba a una de las mesas y toma una manzana, Edmund sonrió una vez que la pelicastaña se pusiera de su lado.

-¿Perdoname? -pregunto Miraz, la pelicastaña lo miro fríamente sin ninguna expresión en su rostro, pero en cambio Edmund segura actuando con naturalidad mientras envolvía el pergamino.

-Soy el Rey Edmund, en realidad, solo "rey" claro, Peter es el gran Rey, lo sé, es confuso -Isabella trato de comprimir una risa, así que miro a otra parte y tosió falsamente -. Ella es la reina Isabella suma monarca y protectora de Narnia, pero también están la reina Susan y la reina Lucy, mis hermanas, pero Peter e Isabella son los grandes reyes, lo sé, aún más confusos.

Isabella sintió sus mejillas arder, pero las ganas de reírse no se iban, sin embargo la pelicastaña permanecía tranquila en su lugar mientras jugaba con la manzana, al pasar su mirada los Telmarinos su vista quedó en Lord Sopespian, ese hombre no daba buena espina, en realidad ninguno, pero sobre todo él, Miraz estaba aún más molesto, lo estaban humillando unos simples, niños.

-¿Por qué me arriesgaría a esta propuesta cuando nuestras tropas los aplastaran para el anochecer?

-¿No está subestimando demasiado a nuestro número? Porque hace una semana los Narnianos estaba extintos -contesto Isabella metiéndose en la conversión una vez más, Lord Sopespian sonrió y Miraz miro con odio a los niños, la pelicastaña lanzo su manzana a hombre que había sonreído, esté la atrapó y le dio una mordida.

-Y eso se repetirá -confeso Miraz mientras miraba a los jóvenes frente a él.

-Entonces no tiene nada que temer -dijo el azabache a Miraz y este río, provocando que sus consejeros Telmarinos lo vieran con cierta duda.

-Esto no tiene que ver con valentía muchacho.

-¿Es tan valiente que rechaza enfrentarse a un espadachín de la mitad de su edad? -pregunto Isabella y eso fue la gota que derramó del vaso, Miraz se apoyó hacia enfrente de la mesa, los miro con una sonrisa burlona a ambos jóvenes.

-Nunca dije que no lo haría -le contesto a la pelicastaña.

-Tiene nuestro apoyo majestad, sin importar su decisión -hablo un hombre del consejo.

-Si, señor nuestra ventaja militar actúa provee una perfecta excusa para evitar lo que...

-¡Mientes, ni evito nada! -exclamo Miraz levantándose con su espada en mano, mirando desafiante a Lord Sopespian, Isabella deseaba abrazar a Edmund, pero no lo hizo, por más que le tomo desprevenida la situación la pelicastaña permanecía sería mirando aquella escena, al igual que Vendaval y el gigante, pero no hicieron nada pues no era a sus reyes quienes amenazaban

-Solamente pensé en señal que mi señor tiene todo el derecho a negarse.

-Mi señor jamás se negaría, le deleita la oportunidad de mostrar al pueblo el coraje de su nuevo rey -hablo Lord Glozelle, Isabella sabía que algo andaba mal ahí por lo que le dio una mirada rápida al azabache y este solo asintió, pues él también había notado aquella tención.

Miraz miro a Lord Glozelle y luego al azabache Pevensie, no había de otra más que aceptar, pero lo iba a hacer debía parece que no temía, porque honestamente Miraz no quería luchar contra Peter, pues llevaba años sin luchar de verdad, el rubio al ser más joven era más ágil el usurpador señaló a Edmund y a Isabella con su espada.

-Tú, ojalá la espada de tu hermano llegué a ser más filosa que lo que escribe o su querida reina Isabella pagará las consecuencias.

-Lo es -contesto Isabella, tanto ella como Edmund sonrieron, habían tenido la última parte de su plan.

[...]

-Acepto -contesto Edmund cuando llegaron al escondite, Peter sonrió triunfante las jóvenes Pevensie se encaminaron a prepararse tras recibir un asentimiento de cabeza por parte de su hermano.

-Ahora solo nos queda a esperar a qué Peter gané -dijo Chloe, Caspian salió tras las Pevensie dejando a los tres reyes y a la rubia solos

-De hecho, Edmund y yo pensamos que si Peter gana, habrá una guerra peor, los hombres de Miraz no son de fiar, ellos mismo lo impulsaron a aceptar el duelo -confeso, Isabella mientras limpiaba el sudor de sus manos, jamás había estado nervioso en una guerra, pero su vida dependía de que Peter ganará.

-¿Fue por eso que acepto? -pregunto Chloe aun cuando Peter ya había aceptado hacer el plan.

-Sí, dijo y cito "Tú, ojalá la espada de tu hermano llegué a ser más filosa que lo que escribe o su querida reina Isabella pagará las consecuencias" conozco mejor que a Bella, no dejará que le toquen un pelo sin antes dar pelea -confeso el azabache, la pelicastaña sonrió apenada, pues el joven pecoso la conocía tan bien que sabía que no se rendiría fácil

-Espera, ¿Qué? -pregunto Chloe mirando a su mejor amiga fijamente.

-Si, lo hizo creyendo que Peter y Edmund se echaría para atrás.

-No hay presión Peter -dijo Edmund a lo que todos rieron.

-No te preocupes, Ed aún que me hubiera gustado que fueras tú el que lucharía por ser mejor que yo, pero es mi deber como rey así que tengo que hacerlo.

-Y si lo haces bien, podrás ganar un premio -dijo Chloe mirando a Isabella, Peter sonrió abiertamente, era una de esas sonrisas hermosas que jamás había mostrado frente a sus hermanos, Isabella había llegado nuevamente para cambiar a Peter de la misma manera en la que había cambiado a Edmund.

[...]

-Destrier siempre me ha servido bien, están en buenas manos -dijo capitán mirando con cierto miedo a Lucy, de que aquella pequeña se pusiera en peligro, ni ella ni Susan.

-O pesuñas -dijo la pequeña Lucy con una sonrisa, era demasiado inocente como para percatarse de lo que el joven príncipe y su hermana sentían el uno por el otro, Caspian le sonrió siempre había deseado tener una hermana menor a quien proteger, pero tras haber crecido sin padres, perdió toda esperanza y aquel deseo quedó en su memoria hasta que conocía a Isabella, Chloe y Lucy.

-Suerte -dijo Caspian a Susan una vez que acomodó su pie, el chico la miraba fijamente, la Pevensie no pudo evitar desviar la mirada pues sabía que si lo seguía viendo se sonrojaría.

-Gracias -dijo la mayo de las Pevensie con seriedad, haciendo que Caspian recordara algo.

-Susan, tal vez sea tiempo de tú lo lleves -dijo el azabache extendiendo el cuerno a la joven Pevensie.

-Por ahora quédate con él, úsalo si me necesitas -dijo la castaña refiriéndose a su preciado cuerno, las mejillas de Lucy se sonrojaron inconscientemente al ver aquel momento, Caspian sonrió pues ahora sabía que la mayor de las Pevensie correspondía sus sentimientos.

-¿Úsalo si me necesitas? Cuando se lo cuente a Isa se va a emocionar al igual que yo -confeso, Lucy de manera burlona a su hermana mayor cuando se alejaron del joven príncipe.

-Ay ya basta, podré de ti si se lo cuenta a Isa -le dijo Susan, la pequeña comenzó a reír, pero después se cayó, por ahora debían encontrar a Aslan.

|| 17 • 09 • 2021 ||