🌙 CAPÍTULO 22: POR SIEMPRE
Y PARA SIEMPRE

31 de octubre. No solo era halloween, sino también el cumpleaños de Lee Know. Bueno, no exactamente ese día, pero este año decidieron festejar junto al día de las brujas, haciendo una fiesta de disfraces. La mayoría de idols estaban invitados, y sí, incluyendo a Sunnie. Blue no estaba muy contenta por eso pero era el cumpleaños de su "hijo mayor", así que no debía estropearlo por sus celos. Tendría tiempo para eso después.

— ¡Jung-woo, no encuentro mi collar de perlas de Bulgari! — gritó Blue, buscando por su gigantesco closet su accesorio para los últimos detalles del disfraz.

— ¡Creo que está en la última estantería! ¡lo buscaría por ti pero estoy ocupado terminando los últimos detalles de tu tocado! — ella bufó, dirigiéndose a esa sección y buscó con sus ojos hasta que lo vió.

— Gracias a dios que te encuentro, vales más que mi carrera entera — susurró poniéndoselo.

Estaba por cerrar el armario, sin embargo, una caja con un logotipo brillante de Cartier llamó su atención. No recordaba haber comprado allí, mucho menos un anillo y que estuviese fuera de su joyero. Literalmente todas sus prendas han sido usadas y esa caja es la única que no recuerda haber abierto. Tal vez fue un regalo. Deberá preguntarle a Bang Chan después.

— ¡Blue, apresúrate, se te hace tarde!

— ¡Ya voy! — ignoró sus pensamientos, dejando de lado ese accesorio que apareció de repente y regresó con su mánager.

La idea de hacer una sola fiesta combinando el día especial de Lee Know y Halloween no fue algo planeado. De hecho, ese día Blue no pudo verse del todo con Stray Kids y felicitarlo, su agenda está muy ocupada últimamente. No podían quedarse sin festejar, así que todos se pusieron de acuerdo y organizaron una pequeña reunión. Dos por uno.

— Jung-woo ¡voy a estar bien! solo es una fiesta con los chicos, no un club de strippers — repitió Blue, mientras su mánager le decía una y otra vez que tuviese cuidado, ya que no podría estar con ella. Tiene un asunto pendiente. — además, Chanito va a estar conmigo. Él me cuidará.

— ¿Segura? ¿No quieres que te acompañe? Siempre estoy contigo en todos los eventos, especialmente los que son privados. — dice inseguro.

— No te preocupes. Si pasa algo, te llamaré enseguida. — abrió la puerta de la camioneta.

— ¡No tomes mucho! ¡si estás ebria, llámame y te llevaré a casa! ¡o si quieres regresar temprano, también puedes llamar!

— ¡Sí, Woo! — cerró la puerta, caminando hacia la entrada del edificio para subir hasta el último piso donde estaría la fiesta, acompañada de algunos guardaespaldas que había enviado Chan para su cuidado.

Jung-woo es muy sobreprotector con ella. La quiere mucho y es entendible. Han sido uña y mugre desde hace más seis años, pero algo que Blue nota recientemente en él es que anda muy misterioso, distraído y otras veces se le olvidan hacer sus tareas diarias. Solo supone que es porque está estresado, ella debe irse a Yakarta con los chicos, así que debe dejar todo listo para su partida.

Salió del ascensor, mirando con atención el lugar. Las luces eran bajas, había una barra, música y personas, un gran balcón con piscina con vista a la ciudad. Era bonito. Divisó rostros conocidos cerca de la mesa de dulces, sabiendo de quienes se trataban.

— ¡Hola! — saludó sonriendo.

— ¡Mamáaaaa! — gritaron al unisono algunos de los miembros de Stray Kids— tu disfraz está increíble ¿Qué eres exactamente? — preguntó Jeongin, quien vestía de un personaje de Among Us.

— Soy una reina victoriana.

— Pensé que tú y Bang Chan se disfrazarian en pareja como todos los años— exclamó Han Jisung confundido.

— No pudimos, estuvimos algo atrasados por el trabajo así que no pudimos conseguir conjuntos a juego a tiempo... Hablando de él ¿Dónde está?

— ¿Alguien pidió un cuello de una dulce reina para llevar? — Chan apareció a su lado, simulando morder su cuello, haciéndola reír. Después de darle un beso de saludo, examinó su disfraz de vampiro— ¿y bien? ¿Te gusta?

— Está mucho mejor que el disfraz de lobos que querías que nos pusiéramos.

— Admítelo, te gustaban. — pasó su brazo por sus hombros. Un mesero pasó con bebidas y lo detuvo tomando un par— antes de que tomes algo, quiero una foto.

— ¡Está bien! pero la subiré yo, tu instagram está lleno de fotos mías. Parece una página de fans. — aceptó rendida.

— Quizás sí lo es — ella rió, acomodándose para la foto mientras Chan le apuntaba con la cámara.

— Oye, mi cuello está sucio de tu maquillaje. Toma otra. — notó la castaña.

— No, no la borraré, así todos sabrán que un vampiro, que casualmente es tu novio, quiso chuparte la sangre. — guardó el celular.

— ¡Por Dios, Bang Chan! — rió aún más.

Siguieron charlando con los demás, sin embargo, Blue podía sentir la mirada pesada de Sunnie desde el otro lado de loft. Intentaba ignorarla, pero con solo saber que estaba ahí, su mala vibra llegaba hasta ella. Chan notó la expresión seria de su pareja, captando la incomodidad, por lo tanto, se giró unos centímetros hacia su novia, tapando a Sunnie.

— Oye, no le hagas caso, es una fiesta, hay que disfrutarla— murmuró, dejando un pequeño beso en sus labios— ¿Woo pasará por ti?

— Sí, pero le dije que lo llamaba cuando quisiera que viniese, no le dejé acompañarme. Ya sabes cómo es.

— Qué bien, porque planeo divertirnos mucho esta noche— tomó sus manos, llevándola a la pista de baile. Bang Chan hizo una reverencia de forma elegante, extendiendo su mano a ella — ¿bailas, mi reina azul?

— Claro, señor vampiro — aceptó entre risas.

En realidad, Chan no es muy fan de bailar en fiestas, pero notando el semblante decaído de su novia, podría subirle el ánimo con eso. Duraron un rato bailando, no lo suficiente ya que los tacones de Blue fueron su tortura.

— ¡Hyunaaa! ¿Qué haces aquí? — exclamó cuando vió a su amiga, bailando como robot frente a ella, cuando Bang Chan se fue por un momento.

— ¡Lee Know me invitó! — se detuvo de repente, agarrándola del brazo y alejándose de la gente para hablar — ¿Cómo sigue el tema de Sunnie? ¿Te sigue molestando?

— No, no ha hecho nada grave, por ahora... pero tengo un extraño presentimiento sobre ella, además de que me mira como si estuviese vistiendo la ropa más terrible del mundo entero. Este vestido costó 500 mil wones ¿Qué se cree?

— Esa arpía pobretona ¿Quieres que la aniquile? Un golpe y la dejo fuera del ring — apretó los puños molesta— no te preocupes, haremos que todos vean lo mala que es y quedará en el olvido. Y tú, como siempre, seguirás siendo la estrella del show.

— ¡Hyuna, no sabía que vendrías! — Chan apareció de nuevo, dirigiéndose a Blue — mi corazón de oro ¿Quieres algo de tomar? ¿un shot, cerveza? También hay refrescos y dulces. Te traeré lo que quieras.

— No, estoy bien — le dió un beso en la comisura de sus labios, ella frunció su ceño, sintiendo un olor desagradable y fuerte que la mareó— ¿Estás borracho? ¿Qué tomaste? Pensé que no te gustaba.

— Los chicos me dieron whisky, dijeron que debía relajarme antes de la gira — se encogió de hombros. Blue suspiró profundo. Un Chan ebrio no es muy conveniente, es mucho más pegajoso de lo que acostumbra— no te enojes, solo fue un vaso...

— No lo estoy.

— Okey — sonrió pasando su brazo por su cuerpo, atrayéndola a él y dándole besos en el cuello — te quiero chupar...

— ¡Hey, no digas eso frente a mi! — gritó Hyuna asqueada— mejor me voy, ocúpate de él si no quieres que se quite la ropa en medio de la pista. Todos sabemos que le fastidia.

— De acuerdo, Channie, es hora de irnos. Ya casi van a ser las once. Llamaré a Woo para que venga por nosotros, te llevaré a mi casa para que no estés solo. — agarró su brazo, guiándolo a la barra para que pueda sentarse.

Jung-woo se demoró más de lo que había planeado. Estuvo 1 hora tratando de que Chan no bebiera más y se pusiera peor, controlando sus muestras de cariño al volverse muy excesivas e incluso iba a hacer lo que dijo Hyuna, por suerte no pasó a mayores gracias a los demás miembros de Stray Kids que la ayudaron a calmarlo.

— ¡Dios mío! ¿Pesa más por el alcohol o los músculos le subieron el peso? — se queja el mánager, llevándolo en su espalda mientras Blue abría la puerta de su apartamento— lo llevaré a la habitación de invitados, no queremos que te moleste mientras duerme.

Rodó los ojos con un poco de gracia, sabiendo que solo lo iba a hacer para que Bang Chan no se pase de la raya borracho. Lo acostaron en la cama, quitándole los zapatos y la capa. Blue buscó en el baño pomos y agua desmaquillante, quitándole el maquillaje de vampiro en su rostro.

— Iré a limpiar la camioneta — avisó Jung-woo un tanto irritado, puesto a que su novio había vomitado en su asiento nuevo.

— Bien, ten cuidado. Es tarde y además es halloween, hay locos sueltos— él asintió retirándose.

Los quejidos de Chan la distrajeron, se removió incómodo en su lugar, jalando su ropa.

— Tranquilo, amor, estás en mi casa... Hiciste un desastre hoy. — soltó una risita, tomando su mano para hacerle saber que estaba ahí. — ¿Te quieres quitar el disfraz? Sé que duermes casi desnudo, debes estar inquieto... Te ayudaré. No le diremos nada a Jung-woo.

Se apresuró con su vestimenta, dejando la ropa doblada en el mesón y lo cubrió con la manta. Volvió a sentarse a su lado para seguir quitándole la pintura en el rostro.

— Min... Te amo mucho. — murmuró adormilado.

— Yo también, Chanito, pero necesito que te quedes quieto para poder desmaquillarte — Él hizo caso, quedándose inmóvil en la almohada, casi durmiéndose.

— Eres tan dulce... como un helado de vainilla o un gran postre de caramelo.

— Será mejor que duermas, estoy segura que no has podido descansar bien por la gira que se viene. Por favor, trata de dormir ¿sí? — dejó un beso en su frente, pero no pudo levantarse, ya que la tomó del brazo— Channie, no puedo dormir aquí contigo.

— Lo sé pero... ¿Puedes quedarte hasta que me duerma, porfavor? — Blue suspiró, acomodándose en su sitio y acariciando su pelo. — No sé que haría sin ti, mi Minmin... Me haces comida, me cuidas, me das muchos besitos y me tratas como un rey.

— Es porque lo eres— sonrió.

— Y tú eres mi reina ¿verdad? Los reyes del mundo azul — le hizo un sonido de aprobación. Él bostezó, cerrando sus ojos poco a poco, estaba muy cansado pero eso no le impedía seguir hablando maravillas de ellos — pero no te convertiste oficialmente en mi reina, al menos no aún...

— ¿De qué hablas? — frunció su ceño.

— Casi nos casamos ¿ya no te acuerdas? — aquello la dejó entre confundida y asombrada — pasamos una noche estupenda en tu cuarto y te pedí que fueras mía para toda la vida, pero después terminamos por culpa de unas fotos... Claramente volvimos, pero hay algo que me incomoda y es que ni siquiera sé si aún tienes guardado el anillo o lo tiraste a la basura. Igualmente no me importaría, tengo mucho dinero para comprarte otro más bonito, pero... Para mí fue un acto de amor verdadero ser valiente para pedirte algo así. No soy perfecto pero trato de serlo para ti.

Blue parpadeó impactada. No recordaba nada de eso y le dolía. No acordarse de cómo sucedieron las cosas o el trasfondo de su separación.

— Chan... ¿Todo eso es cierto?

— Jamás, jamás, jamás te mentiría con algo así. Lo juro por mi laptop. — alzó su meñique. Se acurrucó, entrelazando sus dedos con los de su novia y cerrando los ojos del todo — siempre seremos Bang Chan y Blue...

Su respiración se volvió corta, indicando que ya había caído dormido. Blue quitó su mano con delicadeza y apagó la luz, dejando la puerta entre abierta por si acaso. Dirigiéndose a su habitación y, acto seguido, al armario.

Tomó esa extraña cajita que había encontrado horas antes, sentándose en el suelo, la abrió, encontrando un hermoso anillo de compromiso. Selló los labios, sin poder creerlo, y decidió ponérselo. Confirmando así que estaba perfectamente hecho para ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas, melancólica al olvidar un recuerdo así, pero a la vez feliz de que Chan haya decidido tomar ese paso en la relación, a pesar de no haber completado con éxito esa meta. 

Sonrió, pegando a su pecho el accesorio, dispuesta a llevarlo en su corazón para siempre.

— Siempre seremos Bang Chan y Blue.