Capítulo 21: La camiseta por el estómago

Si alguien le preguntaba a Nick él hubiera dicho que todo iba bien con Rachel. De verdad, todo iba bien hasta que llegaron las vacaciones de verano y no culpa a la chica de ir a ver a su familia, claro que no, él también ha ido a ver a su abuela y a su tío. Y le gustaría tener la misma relación con sus padres que la tiene Rachel con los suyos, la verdad.

Se han comunicado por carta desde que salieron de Hogwarts, pero han sido bastante escasas y de verdad lo entiende. La primera semana estaba de vacaciones con sus padres en la playa, la segunda con su abuela materna y la tercera con sus abuelos paternos. Así que es normal que Rachel no tenga tiempo porque el único momento del año en el que ve a su familia es en verano y es lógico que quiera pasar tiempo con ellos.

Pero Nick también cree que, igual que es lógico ir a ver a tu familia cuando llegan las vacaciones, también lo es ver a tu novio cuando vuelves de ellas, ¿no? Es lo que tiene sentido, al menos en su cabeza.

Pero no, Rachel no había ido a verle a él, había ido a ver a Sirius. Y sí, es su mejor amigo, había llegado incluso a adelantar a James en ese puesto con el paso de los años, pero Nick es su novio y a él también debería ir a verle. Entiende que su casa no es el lugar más agradable del mundo, por eso a Nick no le importa ir a casa de Rachel o a donde sea, le da igual, de verdad, lo que sea contra de salir de su casa. Lo único es que Rachel nunca está en casa y, aun así, Nick sigue intentando todos los días que podía ir a ver a Rachel.

La señora Lightbourne es quien siempre le abre la puerta, estando de vacaciones todavía y cada vez que le abre Nick sabe que siente más lástima por él. Lo había intentado ya siete veces y las siete Rachel había estado fuera, y eso había sido en dos semanas; dos largas semanas más que ahora sumaba a las cinco que llevaba sin verla. Y sí, estaban las cartas, pero cada vez eran más breves y tardaban más en llegar a pesar de que podían desaparecerse para verse.

Cada vez que la señora Lightbourne le decía que Rachel no estaba en casa Nick sonreía y echaba a andar hacia la casa de los Potter, donde confíaba en encontrarles, pero nunca estaban allí, pero James sí, junto a Lily. Ellos sí que habían visto a Rachel entre las sesiones de besos ahora que llevaban juntos las cinco semanas de vacaciones de verano y la señora Potter parecía encantada de tener, por fin, una hija en lugar de dos salvajes, como se refería cariñosamente a James y a Sirius.

Nick no pedía mucho, la verdad, solo quedar un día, quizá intentar ir al Callejón Diagon a por un helado y comprar el material escolar. También podrían dedicar un poco del tiempo a pasarlo como una pareja o, si Rachel no quería, sencillamente a hablar de lo que estaba pasando entre ellos.

—De verdad que no lo entiendo, Nova, no sé por qué no me habla, ¿tú has podido hablar con ella?

Y así fue como acaba en el barrio muggle de Nova y Lily, en unos columpios claramente abandonados y lamentándose de que su novia no le hacía caso. Nova está hasta los cojones de sus quejas, pero aún así sigue escuchándole. Es un gran amigo, la verdad, no sabe como ha podido llegar a pensar que siente algo por Rachel. Si lo hiciera no estaría dejando que hablase de ella constantemente.

—A veces viene a ver a Lily, se suele desaparecer después, no me da tiempo a hablar con ella —le contesta el chico, sentado en el suelo. Él no se columpia porque el otro columpio que hay hace un ruido demasiado raro, Nick lo ha probado él mismo y no termina de fiarse de él—. Seguro que está bien.

—¡Pero no la he visto en todo el verano! —vuelve a quejarse y Nova le lanza un puñado de arena encima.

—Pues díselo en lugar de venir a llorar aquí, ¿no tienes a otra persona a la que molestar? —Nova se pone en pie, avanzando hacia el columpio hasta que se apoya en una de las patas y se cruza de brazos.

—Pete no está, se ha ido con su abuela todo el verano y Remus seguro que me cierra la puerta en las narices en cuanto me oiga.

—Me gustaría saber por qué no hago lo mismo que Remus.

Evita mirarle, con los brazos cruzados y apoyado sobre el columpio, así que empieza a columpiarse para tener una excusa. Nova es demasiado atractivo como para que salga un pensamiento coherente de la boca de Nick, así que prefiere callarse y encogerse de hombros. Ha pensado mucho desde su cumpleaños, en lo que le dijo Remus y no tiene ningún problema en aceptar que Nova le parece atractivo. Lo único que le preocupa un poco es haber imaginado una conversación en la que Nova decía que no tenía problema en besarle. Bebió demasiado, está claro, y además estaba celoso de que Nova se acercase a Rachel así que... bueno, no es como si quisiera besar a Nova.

—Supongo que porque me has cogido cariño —lo dice antes de saltar del columpio. Le gustaría transformarse para caer y salir corriendo a molestar a Nova, pero es un barrio muggle y no quiere llamar la atención de la gente.

—¿A ti, Durant?

—Claro, Crowan, sé que en el fondo te he ablandado el corazón.

Que Nova se ría le hace sonreír. Es un buen día a pesar de haber sido rechazado de nuevo por Rachel, pero no le importa porque se lo está pasando bien. Dan una vuelta por el barrio, hablando de nada y de todo. De los años anteriores y del próximo; de cómo James y Lily están juntos por fin y son Premios Anuales; de Peter y su racha invencible en las partidas de ajedrez; de la teoría de Nova de que Dorcas planea pedirle matrimonio a Marlene en la graduación. Son todos los temas y a la vez ninguno porque Nova evita uno en concreto, Rachel.

Y Nick lo agradece, así que vuelve al día siguiente. Y al siguiente, y al siguiente y cuando se quiere dar cuenta lleva una semana seguida viendo a Nova y ha dejado de intentar ir a ver a Rachel. Ni siquiera ha pensado en ella, sencillamente se ha levantado, ha aguantado un desayuno en completo silencio mientras su padre pasa las páginas del periódico y su madre finge comer y se ha ido de casa a ver a Nova. Tiene la teoría de que al señor Crowan le da bastante igual su presencia por el barrio, pero la señora Crowan siempre le mira mal y luego le da una galleta a Nova para que se la de. No ha llegado a hablar con ellos mucho, la verdad, solo el verano de después de primero.

Al menos tiene galletas y Nick se come la suya bajo la sombra de un árbol, con una botella de agua congelada al lado para poder aguantar el calor del verano y con Nova tumbado a la sombra, con los ojos cerrados.

Joder, es demasiado atractivo. No puede evitar mirarle de arriba a abajo, tiene la pierna derecha doblada y la izquierda la ha pasado por encima de la derecha. Los brazos los tiene detrás de la cabeza y Nick puede ver perfectamente los músculos de Nova y no solo porque lleve camiseta de manga corta. Se le ha llegado incluso a subir la camiseta por el estómago y casi puede verle los adom...

—Mamá dice que tienes que ir a comprar.

La voz de una niña sobresalta a Nick, que deja de mirar a Nova para mirar a la pequeña niña. Esta  de espaldas a él, pero no debe de apartar la mirada de Nova, se cruza de brazos y a Nick le resulta bastante divertido como parece estar a punto de regañar a Nova una niña pequeña con un vestido amarillo pollo y dos coletas.

—¿Y te ha mandado a ti a buscarme? —Nova abre, por fin, los ojos, y mira a la niña, que le sonríe.

—Claro, ya soy mayor.

Nova suspira y se pone en pie. Resulta aun más cómico pensar en que una niña tan pequeña estaba regañando, tan solo unos segundos atrás, a alguien tan gigante. Nick ve como Nova se agacha para coger a la niña y, cuando se dan la vuelta, se pone en pie de un salto.

—¡Joder, si tenéis los mismos putos ojos! —se le escapan varias palabrotas y, con solo una mirada de Nova, entiende que la ha cagado un poco con eso—. No digas esas palabras.

—Tu amigo ha dicho palabrotas, Nova —la niña se ríe y Nova la mira, también sonriendo.

—Y tú no las vas a repetir o no te defenderé delante de mamá cuando sepa que te has escapado de casa.

La niña vuelve a reírse y sigue hablando con Nova, que le hace un gesto con la cabeza para que vuelvan hacia la casa. Nick ya ha entendido lo suficiente, tampoco hace falta ser un genio para entenderlo, pero esa es la hermana pequeña de Nova y se acaba de enterar de que tiene una hermana.

—Corre, vuelve al jardín y escóndete para que mamá no se entere de que te has escapado —le dice, dejándola en el suelo y la niña no duda en hacerle caso.

Aunque vuelve de repente.

—Yo también quiero ir a comprar, me prometiste helados.

—Sí, te llevo a comprar, pero venga, que tengo que mentirle a mamá por ti —está vez sí que sale corriendo y se esconde en algún lado del jardín de los Crowan, dejándoles solos de nuevo.

—¿Algo que contar, Donovan?

—Se llama Cassie —dice el chico, sin elaborar mucho más en ello, aunque Nick tiene bastantes preguntas que espera poder hacerle a lo largo del verano.

Nick no se atreve a entrar en la casa, así que espera fuera hasta que Nova salga de nuevo ya que ha encontrado con la excusa de que tenían sed y han vuelto a por más agua. Es gracioso porque él está en la sombra y ahora sí que puede ver el vestido amarillo sobresaliendo de un seto. Cassie intenta esconderse, pero Nick puede ver las dos coletas apareciendo de vez en cuando.

—Deja a Nick, Cassie, venga, mamá dice que te puedes venir.

—¿Puede venir Lily? —pregunta la niña y Nova se encoge de hombros.

—Vamos a ver si no está con James, ¿vale? Si está con él no vamos a interrumpirles.

Pero Lily sí está con James en el Callejón Diagón y la decepción de Cassie solo puede ser compensada con el helado que Nova le compra después de salir del supermercado. Nick le ayuda a llevar la compra porque él ya tiene bastante con tener una mano ocupada con Cassie. Nova no ha dicho nada sobre ella, pero Nick calcula que tiene que tener unos cinco años.

—¡Lleva a tu hermana al parque! —oye gritar Nick cuando Nova sale de casa, ya sin compra y Cassie no tarda en aparecer por allí.

—¿Me ayudas a columpiarme, Nick?

—Que no te engañe, ya sabe hacerlo ella sola —le dice Nova, pero a Nick no le importa ayudar a Cassie a columpiarse.

Al menos no al principio, al final tiene que decirle que necesita ir un poco a la sombra o acabará deshidratado y Cassie tiene el detalle de recordarle que es mago. Nova pone los ojos en blanco y le recuerda a su hermana que la magia no sirve para eso, pero Cassie afirma que sí, que podrían hacer que hubiera una sombra en el columpio. La verdad es que no pueden argumentar nada contra la lógica de la niña, así que una estructura de hojas y un poco de magia más tarde, Cassie tiene su sombra en los columpios y ellos pueden volver bajo el árbol.

—Necesitas un hobby, Nicholas, no puedo concentrarme —le ha pillado mirándole y debería sentirse mal, pero no lo hace. La verdad es que no puede apartar la mirada de Nova.

—Pues déjame ver que escribes, Donovan, ese puede ser mi hobby.

Intenta quitarle los trozos de papel, pero el chico es mucho más rápido y ya los tiene escondidos de nuevo. Nadie ha conseguido leer ni uno solo de esos trozos de papel, pero todos saben que los escribe y los lanza dentro de su baúl, donde desaparecen por algún hechizo que le haya puesto.

—Son privados, ¿sabes qué es eso? —Nova se aleja un poco de él, volviéndose a apoyar en el árbol para escribir usando su rodilla de apoyo. De vez en cuando levanta la mirada hacia el columpio, vigilando que Cassie sigue bien.

—Sí, pero me aburro, ¿quieres ir a por un helado? —se tira en el césped, con la cabeza muy cerca de Nova y le mira al revés.

—Que no te oiga Cassie—deja de escribir y le mira con esos ojos azules que solo consiguen que le cueste tragar.

—¿Por qué no? Ella ya ha comido helado, pero nosotros no.

—Nick, es una niña, le da exactamente igual haberse comido un helado hace una hora, va a querer otro.

Nova vuelve a su trozo de pergamino y escribe en tres pequeños trozos muy rápido. Luego vuelve a mirar a Cassie unos segundos y después se queda mirando al horizonte, escribe otro pequeño trozo de pergamino y le mira. Suspira y le tiende un trozo, pero el trozo está vacío y cuando Nick le mira Nova tiene la pluma en la mano y se la tiende.

—Prueba a escribir un poema —se lo dice como si nada y Nick se sienta rápidamente.

—¿Eso es lo que haces en todo esos trozos de papel? —Nova duda, pero finalmente acaba asintiendo—. ¡Joder, tío, eso es alucinante! ¿Puedo leer algo?

—No. Y deja de decir palabrotas.

—Perdón, dejaré de decirlas. Y enséñame uno, prometo no reírme, seguro que son geniales.

—No.

Sabe que no va a convencerle, así que lo único que le queda es intentar robarle uno de los trozos de papel cuando Nova menos lo espere, y lo intenta, claro, y por eso acaba colgado de un tobillo, con el detalle que tiene Nova de transformar un poco de hierba en una cuerda y hacer como que le tiene colgado del árbol. Hasta piensa en los muggles que pasan por allí.

—La próxima será tu cuello lo que cuelgue, no tu pie —la verdad es que da miedo con la frialdad que lo dice, pero Nick sabe que no lo dice en serio. O, al menos, lo espera, por si acaso no va a volver a arriesgarse.

—Mi hobby es tocarte los cojones —le informa y Nova le empuja, haciendo que empiece a columpiarse por un tobillo.

—Pues búscate otro y déjame en paz.

—¿No me sugieres ninguno?

—Con lo bien que se te da tocar los cojones podrías tocar la trompeta —según lo dice Nick sabe perfectamente que Nova se arrepiente de lo que ha dicho—. Ni se te ocurra.

—Pero tú lo has dicho —sonríe de oreja a oreja, sabiendo que puede poner nervioso a Nova solo con la idea de que se compre una trompeta.

Al final Nova le acaba bajando cuando le promete que no va a comprar una trompeta para aprender, pero no le ha dicho nada de una tuba. Así que al día siguiente no se reúne con él, no, va primero al Callejón Diagon, donde cambia unos galeones por dinero muggle y luego va al Londres muggle, donde tiene que preguntar a varias personas si conocen una tienda de música hasta que un grupo de muggles de su edad le indican una, llevándole hasta la misma entrada de la tienda.

Y allí es cuando se enamora, pero no de una tuba, no, es mejor, mucho mejor. La guitarra le mira y Nick sabe perfectamente que eso es lo que tiene que aprender a tocar, así que lo hace, la compra y con ella el dependiente de la tienda le informa de clases, a las que también se apunta. Así que empieza a ir por las mañanas a molestar a Nova fingiendo que no tiene ningún hobby y por las tardes a las clases hasta que acaba su curso intensivo en el final del verano.

Aparece en el barrio de Nova con la guitarra guardada en su funda, colgada en su espalda y es Cassie quien le dice donde está Nova. Que haya ido a casa de Lily es toda una sorpresa, la verdad, es imposible pasar nada de tiempo con la pelirroja, así que Nick les deja otro rato más y saca la guitarra.

—¿Quieres ver lo que he estado aprendiendo? —le pregunta a Cassie, que asiente emocionada.

No toca durante mucho tiempo, lo justo para que la niña se emocione al reconocer una canción y saga corriendo para gritarle a sus padres que quiere aprender a tocar la guitarra. Nick vuelve a guardar la suya en la funda y, por fin, va hacia casa de los Evans. Cuando le abren le dirigen directamente hacia el patio y Nick se siente jodidamente mal por estropear el momento entre Nova y Lily, sentados en la hamaca que tiene la pelirroja en el patio. Ambos hablan tranquilamente mientras se mecen y Nick entiende que es mejor volver otro día para hablar con ellos. Aunque claro, tiene que chocarse con la puerta de salida del jardín y llamar la atención de ambos.

—Perdón, os dejo hablar tranquilamente —empieza a andar hacia atrás, con las manos en alto y Lily se ríe.

—Eres un poco idiota, ¿por qué no vienes y nos explicas qué haces con una guitarra?

—Oye, pelirroja, primero me insultas y luego quieres que te cuente mis secretos, ¿te parece bonito?

Abraza a Lily cuando se acerca a ella, todavía sin quitarse la guitarra de la espalda y le da un pequeño empujón a Nova cuando se aleja de Lily como saludo.

—¿Por eso ya no me molestabas durante las tardes? —Nova parece impresionado cuando Nick asiente y ahí es cuando se quita la guitarra de la espalda.

—Me dijiste que buscara un hobby, a mis padres no les ha hecho gracia algo tan muggle, pero bueno, al menos a tu hermana le ha gustado.

Prefiere no recordar las peleas, así que saca la guitarra de la funda y empieza a tocar una melodía con la que ha estado jugando en las últimas clases. No es perfecta, ni la melodía ni su ejecución, pero basta para que, cuando acabe, tanto Lily como Nova le aplaudan.

—Parece que vamos a tener música en directo durante las fiestas —dice Lily, sonriendo y Nick le devuelve la sonrisa—. Espero que toques cosas más animadas o no sé cómo voy a bailar eso con Rachel.

Nick nota como la sonrisa le desaparece, pero se esfuerza en volver a sacarla y empieza a tocar otra canción más animada para que Lily lo vea, una de las que tocaban todos los días en el curso intensivo y que sabría tocarla incluso estando dormido. Es una suerte porque Nick se da cuenta de que lleva seis semanas pensando única y exclusivamente en Nova y no en Rachel.

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Aparición estelar de Cassie ay mi niña <3 En un principio no iba a sacarla todavía, pero bueno, hace unos días dije sí, va a salir en el capítulo de esta semana y aquí está, ya habéis conocido a la hermana pequeña de Nova y Nick también lo ha hecho jejeje

Y los tres son, por fin, artistas, madre mía lo que ha costado. Desde un principio diseñé todo para que todos tuvieran una vena artística y claro, Nick siendo de familia mágica no me terminaba de cuadrar del todo. No sé si porque a los magos siempre los relaciono más con el piano o que, pero aquí está Nick con su guitarra y he aprendido la lección y no voy a crear letras ni nada por el estilo. Ya tengo bastante con Nova y sus poemas.

Nos vemos la semana que viene con más decisiones cuestionables por parte de quien narre, ¡empezamos séptimo y empieza lo bueno! Mil gracias por leer <3

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