26 - Jamás sentiré por alguien, lo que siento por vos

Ahora sabía que estaba más que equivocada al pensar que Alex dejaría pasar a Rachel, realmente creí que lo vería de otra manera.

—¿Segura que no vas con nosotros?—preguntó mi padre—. Llegaremos a la casa muy tarde, ¿querrás estar sola?

Asentí.

––Me siento un poco mal.

—Sol yo no estaré tranquila sabiendo que te sentis mal—habló mi padre nuevamente.

—Si es algo más, yo te marcaré pá, lo juro.

Mi madre se acercó a mi.

—Pide de comer lo que quieras, y de cenar también. Si te sientes muy sola por la noche me llamas y voy contigo. Sabes que tu tía Flor esta muy emocionada con su cumpleaños y no me quiero ir tan pronto.

—No te preocupes mamá, estaré bien.

Me subí hasta la camioneta y mi padre me llevo a la mansión.

—Cualquier cosa tendré el celular en la mano, cariño.

Asentí y entre a la casa, esta literalmente sola si no es por el personal de servicio. Zoe estaba al tanto de lo que había pasado y aunque quiso estar conmigo yo necesito estar sola.

Nunca creí que Alexis me llegaría a afectar tanto.

Nadie se dió cuenta que salí de ahí excepto mamá y papá, me encerré en mi cuarto poniendo seguro a la puerta y no me moleste en pedir algo de comer pues ni siquiera tenía hambre. Son las dos de la tarde, en un par de horas Alex estará saliendo con una de mis mejores amigas.

Caí en cuenta que estaba cansada y dormí, me sentía tan mal que no me di cuenta en que momento había quedado dormida. Alguien llamaba a mi puerta desesperadamente y vi el movil, ya eran casi ¡las siete de la noche!, seguramente era Matías o mis padres.

Dormí demasiado.

Nada cerca estaban mis pensamientos cuando ví a Alex parado en la puerta.

—¿Te has venido y no me has dicho nada? Estás enferma y ni siquiera lo sabía.

—Vaya, ¿que no estarías con Rachel?—pregunté.

—Te encantaría ¿no?

¿Cómo puede decir eso? Si eso mismo es lo que me tiene así.

—¿Que tenes? ¿Te sentis bien?—preguntó.

—No estoy enferma, ¿podes irte? Se te puede hacer tarde—dije cerrando la puerta pero el se interpuso.

—Si no estás enferma ¿por qué te regresaste?

—¿Ahora te importo?

—Mierda Sol, siempre lo has hecho.

—Claro, okay—dije—. Vete por favor, no quiero que mi amiga espere tan...

—¿Es por eso no?––preguntó—. ¿Es porqué saldré con Rachel?

No dije nada.

—¿Sol es por eso?

Dilo Sol, dilo.

—¡No creí que lo hicieras Alexis! Yo sí creí que me querías, incluso cuando Rachel lo confesó no temí porque estaba segura que vos querías estar conmigo—grité.

—¡Y lo quiero Sol, es lo que más quiero!

—Vete a la mierda Alex—mis ojos empezaban a tornarse llorosos—. Si en verdad lo quisieras, ¿Por qué aceptaste salir con ella? ¿Por qué es nuestra amiga? Vos y yo sabemos bien lo que a Rachel le pasa contigo.

—Sol sabes lo que me pasa a mi con ella, y esta muy lejos de llegar a ser lo que siento por vos. No importa si esta enamorada de mí o no se, joder Sol. ¿Como crees que me sentí yo al escuchar que te alegraba que ella y yo andemos?

—Nunca dije eso, ¿y como piensas que me sentí yo al escuchar que saldrás con ella?—grité —. ¿Por qué lo hiciste Alex? ¿Por qué?

—Sol...

—¡¿Por qué Alexis?!

—¡Porqué estaba muriéndome de los celos al verte con Ryan!  ¡No sabes cuantas ganas tenia de sacarlo de tu lado y gritarle que me tenes a mi! Sol, estaba cegado de los celos y te pido que me perdones. Si queres me pongo de rodillas pero, Sol, yo no puedo perderte... fuí estúpido al desconfiar de vos pero, mierda...

Alex se dió la media vuelta dándome la espalda, se llevo las manos hasta la cabeza mostrando su nerviosismo, estaba tenso.

—Por favor dime que no sentis nada por ella—pedí.

Alex me vió y cuando sentí, sus labios ya estaban pegado a los míos  empujándome hasta adentrase a mi habitación, cerro la puerta de esta y me pego contra ella, así como sentí su cuerpo pegado al mío, subí mi mano hasta su cuello para traerlo más a mí mientras yo me levantaba de puntitas para estar mas cerca de él, sus brazos rodearon mi cintura y el beso fue disminuyendo su velocidad.

Jamás sentiré por alguien, lo que siento por vos—dijo.

Lo pegué a mi de nuevo y sus labios eran tan dulces, tan suaves, tan cómodos...

Escuché como Alexis puso seguro a la puerta sin despegarse de mis labios, me levantó un poco y sin tener conciencia de lo que hacía moví mis manos hasta quitarle la chaqueta que traía.

Mi habitación estaba oscura, pero notaba sus ojos.

En el instante que hice eso, Alex me observó por unos segundos, ahora solo estaba con la camisa y no sabía que mierdas estaba pensando de mi, siendo que yo no podía ni pensar.

Lentamente llevé mis manos hasta el primer botón de su camisa y dándole un beso, lo saqué.

Alex me veía fijamente mientras mis manos bajaban al segundo botón, pero logré pensar un poco y me detuve.

Alex ya no me besaba, y sentía que debía detenerme, todo volvió cuando me susurró.

—No te detengas.

Pero me fue imposible pues besándome empezó caminar y caí en cuenta donde había llegado cuandoAlex chocó con mi cama, se sentó y con una mano sosteniendo mi cintura y otra sosteniéndonos sobre la cama poco a poco quedamos acostados. Alex con un movimiento rápido quitó lo que era su cinturón aventándolo sin saber dónde caería, de pronto mis manos se habían hecho expertas en desabrochar los botones y cuando me percaté, el pecho de Alex ya no lo cubría nada.

Alex me apretó de la cintura y me dió la vuelta siendo yo ahora la que estaba de bajo de él, metió sus manos de bajo de mi blusa acariciando mi cintura.

Y cuando estaba por tirar de ella, Alex se detuvo.

—Sol...

Alex se puso de pie y se veía tan jodidamente bien con la camisa de esa forma.

No sabia si Alex antes ya había tenido relaciones, si ya había perdido la virginidad, no sabía que tanto sabía de esto pues en mi caso; era mi primera vez.

Alex se acercó a mí.

Se sentó frente a mí.

Tomo mi mejilla.

—Esta también es mi... Sol yo no había estado antes así––susurró—. Me alegra que sea contigo, pero no quiero que sea así.

¿Que quiere? ¿Pétalos y velas?

––No me entenderás ahora, pero lo harás más adelante—susurró nuevamente—. Me encantas Sol.

Alex se acercó y me dió un beso lento.

—Y vos me encantas a mí—dije de vuelta.

—Solo te quiero a vos, solo te necesito a vos—dijo—. ¿Eso siempre sábelo, okay?

Asentí y le di un beso.

—Iré a darme un baño—sonrió—. Luego podemos pedir algo, hoy no tenemos porqué escondernos—empecé a reír—. No hay nadie en casa.

Alex salió de mi habitación y me recosté bien en mi cama.

Si alguien me hubiese dicho que estaría de esta forma con Alex alguna vez, seguramente lo hubiese tachado de loco.

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