34- Entre bailes, espíritus y revelaciones.
Attilan, Actualidad.
Bucky y Crystal estaban sentados en un sofá en el balcón de la habitación observando el cielo estrellado de Attilan en silencio. La chica estaba algo desanimada por lo ocurrido horas atrás y el pelinegro no se despegó de ella, sabía que todo aquello era nuevo y le costaba bastante a su novia adaptarse a su realidad como princesa de Attilan.
-¿Amor, cómo te sientes? Has estado callada desde que salimos aquí- pregunta el hombre observando a la chica recostada en su pecho.
-Ya me siento mejor amor, gracias. Solo tengo un poco de jaqueca. Pienso en todo lo que pasó hace unas horas- acaricia su brazo de vibranio- Bucky, siento que esa mujer y yo estamos conectadas de algún modo- se levanta y se coloca la chaqueta de cuero.
-Crystal, estas convaleciente.- pide el ex soldado intentando convencerla para que no se vaya levantándose del sofá.
-Necesito respuestas Buck. Y Medusa quiera o no me las dará- afirma decidida y sale de la habitación a buscar a la reina de los Inhumanos seguida del pelinegro.
-Crystal por favor, calmate un poco- dice Bucky y Crystal se detiene.
-Tienes razón, no puedo hablar con Medusa así nerviosa como estoy- suspira frustrada- Y me muero de hambre y quiero helado- la chica hace un puchero, Bucky ríe y la besa en los labios- Hablo en serio, Bucky- el hombre sólo niega con la cabeza y la vuelve a besar- James...- la castaña rendida corresponde el beso del pelinegro.
-Mi método de relajación funciona- vuelve a besarla nuevamente y apega su cuerpo con el suyo para abrazarla contra él.
-Tendré que ponerme nerviosa seguido para que me consienta así, Sargento Barnes- sonríe y el hombre besa su frente.
-Adoro verte sonreír y más adoro saber que yo soy el causante de esa sonrisa, me encanta ver ese brillo en tus ojos hermosos cada que lo haces- Ella ríe y Bucky se acerca a besarla otra vez.
-Es que te amo, eres tan perfecto y... Mierda, me haces sentir bien, me haces sentir completa, me haces feliz, me haces sonreír, eres lo que siempre busqué y quise en mi vida aunque abiertamente no lo admitiera- confiesa sonrojada, Bucky sólo sonríe y la abraza contra su pecho.
-Eres única Crystal Jones, y lo supe desde que te vi en el avión para ir a Múnich- ella lo mira incrédula.
-Fui una completa perra contigo, como puedes decir eso...- se queja la chica entre risas.
-Sabía que era un mecanismo de defensa, aunque no lo voy a negar, eras tan seca y amargada... Pero sabía que tenías un lado tierno y amable escondido ahí dentro- señala su corazón- Y no me equivoqué- añade dejando otro beso en su frente.
-Creo que lo único que tendré que agradecerle a esos hijos de puta de HYDRA fue el haberte puesto en mi camino- sonríe y lo besa con ternura para luego separarse.
-Eres mi luz Crystal, mi segunda oportunidad, llegaste y le diste sentido a mi vida, sólo tu me haces sentir vivo y no sentir dolor... Te amo mi princesa con pantalones ajustados- sonríe.
-Y yo te amo a tí mi hermoso y sexy príncipe sargento- la chica acorta la distancia con el ex soldado y lo besa de manera apasionada hasta que un carraspeo los hizo separarse. Era Medusa quien contemplaba feliz la escena.
-Que bueno que los encuentro juntos. Pensaba en llevarles algo de cenar a la habitación y ropa para cambiarse- dice la reina feliz acercándose a la castaña- Hermanita que bueno que estás bien- la abraza y está tarda en corresponder el abrazo. Bucky se aleja un poco para darles privacidad a ambas.
-Sí, gracias por la hospitalidad y... Lamento haberte atacado hace unas horas- dice la chica muy apenada.
-No tienes que sentir nada hermana, fue esa mujer- la mira seria tomando su mano.
-Tengo muchas preguntas Medusa y me gustaría que las contestaras todas- pide la chica algo agobiada por la familiaridad con que la monarca de Attilan la trataba.
-Las contestaré todas hermana pero ahora es tarde y debes descansar Crystal, te desmayaste y nos preocupamos todos por tí. Mañana temprano Melina te hará unos estudios en la cabeza- Ella asiente a regañadientes y suelta despacio la mano de la reina.
-¿Qué pasó con el tipo ese que decía ser rey?- pregunta la chica cambiando de tema.
-Black Bolt lo encerró en el búnker para siempre por traidor. Mi rey está muy triste, a pesar de todo él lo ama- responde la reina triste por su esposo.
-El poder corrompe a cualquiera cuando no lo sabe controlar- comenta la chica.
-Bueno, es hora de descansar. Fue un día muy largo. Quería agradecerte por venir a Attilan a ayudar a evitar que el caos crezca- ella sonríe levemente.
-Aunque no lo quiera aceptar éste es mi lugar de origen y mi deber es cuidarlo aunque mi lugar no esté aquí, no tienes que agradecer- Medusa sonríe ante la respuesta.
-Tranquila hermana, sé que tu lugar está en la Tierra y que siempre podrás venir cuando quieras, éste es tu hogar. Bueno, me voy a descansar. Los de servicio dejaron su cena en la habitación... Cuñado, cuida a mi hermana- mira a Bucky.
-Por supuesto, majestad. Será un placer cuidar de mi hermosa y valiente novia- sonríe el pelinegro acercándose a la castaña y abrazarla de la cintura.
-Llámame Medusa o cuñada, futuro Príncipe- pide la reina y ambos se sonrojan.
-Emmm... Creo que ya nos vamos a descansar. ¿No, Bucky?- interviene la castaña cambiando de tema mirando a su pareja.
-Si sí, creo que es lo mejor mi amor- dice el ex soldado de acuerdo con la castaña.
-Siendo así, que tengan una buena noche- se despide la pelirroja feliz.
-Buenas noches- dice la pareja al unísono y van de la mano hacia la habitación donde estaban donde un banquete digno de una princesa los esperaba. Al quedar satisfechos luego de degustar la comida, el hombre decide levantarle el ánimo a su chica a como diera lugar.
-Ven, bailemos un rato y después volvamos al sofá del balcón, todavía no tomaste suficiente aire- dice Bucky levantándose de la cama con la castaña tomando su mano y van al centro de la habitación.
-Está bien. Sigo siendo torpe en el baile- la castaña ríe al ver como la apega a él.
-Eso se soluciona muy fácil, princesa- El ex soldado la alza y la coloca sobre sus pies para que él baile por los dos haciendo sonreír a la joven.
-Amor, no hay música- el pelinegro la mira sonriendo.
-Eso no es problema amor, podemos imaginar que está sonando un vals, sólo cierra los ojos e imagina que suena un vals, cualquier vals- la chica obedece y el ex soldado comienza a moverse muy apegado con la castaña- Sólo estamos tu y yo y la orquesta sonando de fondo y sólo bailamos sin que nadie a nuestro alrededor nos moleste- susurra en el oído de la joven .
-Seguro eso les dices a todas- comenta la chica jugando y éste ríe.
-Eso era antes, en los 40... Tuvo que pasar más de medio siglo para que otra vez me dieran ganas de bailar, pero sólo con una chica preciosa de cabello castaño, de jeans, botas y chaqueta de cuero que le gusta mucho el helado y mirar las estrellas en el cielo todas las noches y es princesa de Attilan- describe el pelinegro a la castaña y ésta sonríe de oreja a oreja.
-Esa chica es muy afortunada...- comenta la chica abriendo los ojos topándose con los ojos azules del ex soldado a muy poca distancia de su rostro.
-El afortunado soy yo, porque tengo a esa chica justo delante de mí- responde y él acorta la poca distancia para darle un apasionado y tierno beso mientras seguía moviéndose lentamente, bailando junto con la chica entre risas y besos.
Delacroix, Louisiana. Actualidad.
Yulissa se encontraba cepillando su cabello ya vestida en pijama como para ir a dormir. Aquel día fue muy cansador entre enseñar a los hijos de Sarah, jugar con ellos y ver entrenar a Sam con su escudo. Cada vez era inevitable seguir evadiendo sus sentimientos por el héroe. Era una persona noble, buena, solidaria, amable, agradable y era muy guapo. Era el hombre ideal y la chica esperaba de todo corazón que sintiera lo mismo que ella.
-¿Pensando en Sam otra vez, Yulissa?- pregunta de la nada una voz.
-Sí, es que es perfecto...- menciona la chica suspirando en el espejo y de la nada reacciona- ¿QUIÉN ESTÁ AHÍ?- pregunta asustada volteando en todos lados y toma rápidamente la enorme pasta dental y el peine para defenderse de un posible ladrón.
-Yulissa, calmate. No te haré daño. Sólo necesito tu ayuda- dice la voz femenina.
-¿Quién eres y qué quieres de mí? No tengo nada de valor y sé defenderme muy bien, además un Vengador vive cerca de aquí y si sigues molestando le avisaré- amenaza la chica poniéndose en guardia asustada con los objetos ya mencionados.
-Soy la madre biológica de Crystal. La conoces, es amiga de tu interés amoroso Sam- la chica baja los objetos incrédula.
-¿Porqué sólo puedo oírte y no puedo verte?- pregunta la chica sin entender nada.
-Aléjate del espejo y te cuento- la chica se aleja del espejo y Ambur aparece ante ella en el objeto de vidrio dejándola asombrada.
-¡Dios! Pero que...- la chica estaba sin palabras.
-Mi nombre es Ambur. Soy la madre de Crystal y si estoy así presentándome es porque yo físicamente ya no me encuentro presente, pero sí en espíritu. Necesito que me ayudes a salvarle la vida a mi hija- dice la mujer evidentemente desesperada.
-Pero eso es imposible...- la chica niega con la cabeza.
-Cuando estaba viva era una poderosa Guardiana y vivía en Attilan con mi esposo y mis dos hijas. Medusa y Crystal, los entonces reyes crearon un complot en nuestra contra y tuvimos que huir a la Tierra, Medusa huyó para salvar su vida y yo tuve que convertir a Crystal que era una bebé recién nacida en humana para salvar su vida. Ella está muriendo lentamente por un veneno que corre por sus venas y el conjuro debe ser roto para liberar su parte Inhumana y para ayudar necesito que me prestes tu cuerpo y ayudar a mi hija Medusa a romper el conjuro de Crystal, es la única forma- pide la mujer con evidente desesperación. Yulissa lo piensa por unos segundos.
-Bien, acepto. Pero que quede claro que lo hago solamente porque Crystal me cae bien y porque no es lo peor que he visto que pasara...- dice la chica refiriéndose al blip.
-Te prometo que en agradecimiento te ayudaré a estar con Sam- la chica sonríe- ¿Puedo entrar ya?- pregunta impaciente, ésta asiente y el espíritu de Ambur entra en el cuerpo de Yulissa.
-¿Cual es el siguiente paso, Ambur?- pregunta Yuli al espíritu que yacía ya dentro de ella.
-Mi hija está en Attilan con mi yerno y cuando regresen debemos de partir a Brooklyn a su encuentro y decirles todo esto que te conté- responde el espíritu- Se me olvidaba decirte que ésto no lo debe saber nadie más- la chica suspira triste.
-¿Tampoco puedo decírselo a Sam? Él puede ayudar, Crystal es novia de su amigo el soldado- dice la chica.
-Está bien pero debe de mantenerse al margen por su bien- advierte la hechicera.
-De acuerdo- suspira resignada la chica.
Washington. 2014.
Los helicarriers cayeron al Río Potomac y Fury acompañado de Natasha Romanoff dispara a quemarropa a Alexander Pierce hiriéndolo de gravedad y dejándolo en el suelo desangrándose en el Cuartel General de la extinta SHIELD. El hombre esperaba su muerte con una sonrisa maquiavélica en la cara. Había perdido, pero al menos no iría a la cárcel o peor, La Balsa.
-Hail HYDRA- murmura el rubio esperando su final.
En eso se abre un portal donde sale la persona misteriosa junto al Soldado del Invierno variante. Pierce, quien yacía en el suelo pensando que ya estaba alucinando por su agonía comienza a reír.
-Mira a quien tenemos aquí, al Soldat- sigue riendo el rubio- ¿A qué vienes?- pregunta descaradamente.
-Vine a ver con mis propios ojos como la vida se te va- responde el pelinegro mirándolo.
-Ya lárgate de aquí o van a atraparte- dice el rubio y en eso el Soldado saca un cuchillo de su bolsillo.
-No sin antes terminar lo que vine a hacer, maldito hijo de perra- responde el soldado molesto.
-¿Y qué viniste a hacer?- pregunta el hombre con la respiración dificultándose cada vez más.
-Vine a vengarme de todos aquellos que me arruinaron la vida en tí. Hasta nunca- en un rápido movimiento el sicario le lanza el cuchillo ensartándole justo en el corazón matándolo al instante.
El Soldado del Invierno mira sin expresión el cadáver inerte del rubio y para cerciorarse de haberlo matado, saca el cuchillo de su pecho y le corta de un tajo las venas del cuello para luego limpiar la sangre de la arma blanca en su traje formal y volverlo a guardar. La persona misteriosa se acerca y toma su hombro lentamente, alejándolo del cuerpo.
-Ya cumplí mi parte del trato, Soldado. ¿Aceptas la propuesta?- pregunta y ambos se alejan del cadáver.
-Acepto, total no tengo nada que perder ya, nada me importa- responde el hombre serio.
-Ganarás tu libertad para hacer lo que desees Soldado ayudándome a reparar todo éste desastre que causé- responde.
-Yo te mantendré al tanto de lo que sucede- dice el hombre serio- Sé muy bien actuar con cautela- añade.
-Bien, cuando sea el momento actuaremos- asegura la persona.
-No me has dicho todavía quien eres- la persona misteriosa luego de pensarlo unos segundos levanta la capucha, develando finalmente su identidad.
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