21- No más Capitán América.
Riga, Letonia. Horas después.
Las autoridades locales comenzaron a arrestar a todo aquel que acompañaba a Karli o sospechosa de aquello por toda la ciudad y alrededores. Sam, Bucky, Crystal y algunos militares se encontraban en el lugar donde velaron a Donya anteriormente. Un médico se encontraba revisando a Crystal, quien se encontraba mejor de la golpiza que se había dado al impactar contra el montacargas, producto del empujón que John le habia dado en la pelea por el escudo horas atrás.
-El CRG está dirigiendo redadas para encontrar a Karli. Pero hasta ahora sólo han encontrado a sus seguidores, registraron este campo y fue igual que el último, nada, se fue, ya no aparecerá- murmura el moreno muy molesto.
-Lo hará, Sam. Lo hará, dejará algún rastro y estaré ahí personalmente para arrestarla y llevarla a La Balsa- responde Crystal mientras es revisada por el médico en los brazos- Doctor, ya me siento mejor- dice la castaña.
-Mi amor, déjalo que te revise, la caída fue muy fea- pide Bucky preocupado y la chica sonríe mirándolo.
-Sólo tiene algunos hematomas en los brazos y la cortada en la ceja, no hay rastro de hemorragias internas pero deberá tomar unos analgésicos que le voy a recetar por dos días para el dolor, ah y mucho descanso, señorita- responde el doctor de avanzada edad con una sonrisa mientras le limpia la herida en la ceja y le colocaba una banda -Por suerte la herida no fue profunda y no fue necesario sutura- añade.
-Está bien, doctor- responde ella a regañadientes. En eso llega Torres.
-Oye, ya recuperaste tu manga- saluda divertido el hombre a Bucky.
-¿Nos vamos, hermosa? Vamos a descansar y después nos vamos- pregunta Bucky a la castaña ignorando por completo a Torres.
-Sí, príncipe- la castaña con una sonrisa baja de la mesa de un saltito- Gracias doc, por todo- dice amable mientras el médico le entrega los analgésicos y se aleja de este para tomar la mano del ex soldado.
-¿Y ahora vas a encargarte de Zemo?- pregunta el moreno a lo que el pelinegro solo lo ignora y la castaña se despide con la mano.
-¡Me alegra que sobrevivieran! ¡Hacen muy linda pareja!- dice Torres sonriendo una vez que ambos dejan el lugar.
-¿Qué sigue esta vez, Torres?- pregunta Sam al soldado.
-El Capitán América mató a un ciudadano extranjero en público. Es bastante grave, puede causar un incidente internacional. Hay gente de mucho mayor rango involucrada ahora. Desgraciadamente...- el hombre lo interrumpe.
-Asumirán la jurisdicción- finaliza la frase el moreno.
-Sí- concluye el soldado y se sorprende al ver las alas del moreno destruidas- ¿Qué le pasó a ésto?- pregunta y lo levanta del suelo.
-¿Hay algo que se pueda hacer?- pregunta el moreno.
-No en realidad- responde el hombre revisando las alas del moreno y el daño sufrido en ellas- ¿Cómo se rompieron?- el moreno algo serio resopla frustrado pero no dice nada- En fin, como decía, sólo nos queda relajarnos y esperar. A veces no hay nada que hacer hasta que hay algo que hacer- añade positivo.
-Eso fue extrañamente sabio- responde sonriendo el moreno levemente.
-Soy un hombre extrañamente sabio- dice Torres igual sonriendo.
-Es verdad- responde el moreno y toma el escudo- Gracias Torres- dice y se aleja listo para irse.
-De que- responde el soldado- Espera Sam, olvidaste las alas- el moreno se detiene y voltea a verlo.
-Quédatelas- sentencia serio y se va del lugar.
...
Crystal se encontraba alistando sola sus pertenencias en la habitación del edificio donde se estaba quedando con los chicos cuando decide tomar su celular y llamar a un laboratorio para fijar un turno una vez de vuelta a Brooklyn para realizarse los análisis de sangre correspondientes. Se sentía preocupada ya que se había percatado de que no poseía la misma fuerza que antes. La castaña poco a poco se estaba debilitando.
-Hola... Señorita, necesito saber que fecha tienen disponible para poderme agendar para unos análisis de sangre... ¿En dos semanas? Perfecto, estaré allá... Muchas gracias, tenga un buen día- cuelga y en eso llega Bucky y la nota preocupada y se sienta a su lado en la cama.
-¿Qué pasa, muñeca?- acaricia las mejillas de la chica quien seguía preocupada.
-Tengo un poco de miedo, Buck- la castaña lo mira.
-¿Miedo de qué?- pregunta nuevamente.
-De que lo que tenga sea algo peligroso- ella lo mira abatida al decir esto último.
-Amor, tranquila. Vamos a encontrar una solución ¿Sí?, porque una cosa si te digo Crystal; no voy a dejarte ir, no a tí, encanto- junta su frente con la suya.
-No me dejes ir Bucky, no lo hagas nunca, no quiero estar sola otra vez -murmura la chica mirándolo.
-No lo haré, encanto- la mira fijamente- Ven acá mi amor- la acerca y la abraza fuerte contra él y la castaña suelta todo el aire contenido para abrazarlo también, no quería soltarlo, amaba que el pelinegro la abrazara siempre, pues en sus brazos se sentia a salvo de todo lo malo.
-Me encantan tus abrazos, amor- el pelinegro sonríe- No dejes de abrazarme, ¿sí?- recuesta su cabeza en su hombro.
-A este paso tendré que convertirme en un oso de peluche para eso- la castaña ríe- Hey ya te hice reir- se separa y sonrie- Te ves más hermosa sonriendo- añade acariciando su mejilla otra vez.
-Pareces más un gatito tierno que un oso de peluche, Sargento- besa su mejilla y lo mira sonriendo.
-Puedo ser un gatito, un oso de peluche o lo que tú quieras con tal de verte sonreír siempre- la castaña nuevamente abraza al pelinegro.
-Eres tan romántico Bucky y me gusta tanto, me gustas tanto, me enamoras tanto, te amo- se separa y lo mira.
-Y tú me enamoras más con sólo respirar hermosa, te amo- Crystal acorta la distancia con el Sargento y une sus labios con los suyos en un tierno beso.
Washington. Horas después.
John Walker acompañado de su esposa llegaba en un auto en la sede del Departamento de Defensa ubicada en la capital estadounidense. El rubio llevaba puesto su uniforme militar y al bajar es recibido con abucheos de las personas que alguna vez fueron sus fans. Rhodey se encontraba presente para presenciar la destitución del rubio. Pues el moreno no olvidaba su actitud arrogante y déspota y mucho menos el hecho de que mandara arrestar a su sobrina -casi hija- por despecho semanas atrás.
-John F. Walker, por órdenes de este consejo ya no podrá realizar ningún acto en representación del gobierno de los Estados Unidos ni de su ejército, desde este momento pierde su título y autoridad como Capitán América con efecto inmediato- sentencia el senador. John se encontraba compareciendo ante él y el Departamento de Defensa por los actos cometidos en Riga que terminaron con la muerte de un rebelde al ojo del público.
-Senador, permiso para presentar al Consejo testimonios de las circunstancias del incidente- pide el rubio avergonzado.
-Esas circunstancias ya fueron consideradas, es sólo debido a su servicio previamente ejemplar a esta nación que me abstengo a recomendar una corte marcial- responde el senador con frialdad. John carraspea y decide nuevamente hablar.
-Con todo respeto senador, no creo que entienda la gravedad de la situación que enfrenté y por tanto no comprendió las circunstancias...- el senador lo interrumpe.
-Ésta no es una negociacion- dice el senador- Esto es un mandato- añade.
-Eso lo entiendo, sólo le pido que me escuche- pide el rubio murmurando.
-Esto es un mandato- aclara el senador.
-Yo lo sé ¡ESO LO ENTIENDO!- golpea el estrado enojado- ¡ESO LO ENTIENDO!- vuelve a golpear el estrado- ¡He regido toda mi vida por sus mandatos, he dedicado mi vida a sus mandatos!- golpea otra vez el estrado molesto- ¡Sólo he cumplido lo que han estado ordenándome, lo que deseaban que fuera, que para eso me entrenaron, todo eso hice!- responde el rubio con frustración- ¡Y lo hice bien!- añade.
-Recibirá una baja no honorable del ejército retroactiva a principios de este mes, no conservará un rango en su retiro, y no recibirá beneficios- responde el senador serio.
-Ustedes me formaron... Senador, yo soy el Capitán América- responde serio el rubio.
-No, ya no más- recalca el senador- Y si continúa calumniando y denigrando las prioridades y la dignidad de este consejo pasará el resto de su vida en el cuartel disciplinario de los Estados Unidos- John voltea en silencio y camina hacia la salida de la sala- Considérese extremadamente afortunado señor Walker, y regrésenos ese escudo de inmediato- sube la voz el senador mientras que el rubio sólo se marcha del salón sin mirar atrás.
Minutos después. John abatido sentado con su esposa estaba cabizbajo por lo dicho por el senador mirando una de sus medallas de honor.
-No entienden lo que se necesita para ser el Capitán América, no lo entienden, no puedo sólo desaparecer- dice el rubio serio.
-Okey concéntrate-responde la esposa del ex militar- Hay que hacer esto un paso a la vez, empieza visitando a los padres de Lemar. Tienen que verte, luego construiremos...- el ruido de unos tacones interrumpen a la mujer de Walker y en eso llega en silencio hasta ellos una mujer imponente.
-Estas botas, no fueron hechas para caminar- dice la mujer desconocida y se saca los lentes de sol- Valentina Allegra de Fontaine, de hecho es Condesa Valentina Allegra de Fontaine, sé que es largo, pero detesto repetirlo varias veces así que dime Val, pero no me llames Val, sólo piénsalo y ya- dice mirando al rubio- A ver- se sienta en medio de ambos- John, yo también habría matado al idiota, sabes que nadie está molesto contigo por eso, les habrías hecho un enorme favor si hubieras aniquilado a todos... Pero, esta gente con trajes elegantes tiene ciertos detalles que proteger- dice la mujer.
-Disculpe, ¿Quién es usted?- pregunta la esposa de John sin entender nada.
-En fin, hiciste lo correcto- le entrega Valentina una tarjeta a la esposa mirando al rubio- Al usar el suero, claro que sé que lo tomaste, ¿y sabes qué? Eso te ha vuelto muy, muy valioso para ciertas personas, e incluso creo que fue la segunda mejor decisión que has podido tomar en toda tu vida. ¿Te digo cual fue la primera mejor decisión que tomaste?, oh, claro, además de casarte con esta fabulosa mujer, que está sentada junto a mí- mira a la esposa del rubio- Hola, que tal- saluda y vuelve a mirar a Walker- Pues contestar el teléfono cuando te llame John... Oh, por cierto, no te preocupes por el escudo. Sé que no está en tu poder, te contaré un secretito de Estado; de hecho no le pertenece al gobierno, es un pequeño vacío legal que hay- susurra la mujer misteriosa y se levanta- Te llamo pronto- y se va del lugar dejando a John con muchas preguntas en su cabeza. Su esposa le entrega la tarjeta que Valentina le habia dado anteriormente y no había absolutamente nada en él.
-No, no hay nada aquí- dice el rubio. ¿Quien será realmente aquella mujer?.
Attilan. Actualidad.
Medusa entra al cuarto que alguna vez perteneció a sus padres a buscar alguna pista que los lleve a una alternativa para romper el conjuro que yace en la castaña. Desde la muerte de ambos 28 años atrás no había entrado al lugar ni por error. Encontró algunas fotos, libros antiguos y en el diario personal de su madre encontró una carta antigua con el nombre de la pelirroja. Lo abrió con dificultad y comenzó a leer
...
Al terminar, la reina de los Inhumanos llora desconsoladamente, extrañaba a su madre y a su padre y sentía de alguna manera que les había fallado en regresar a Crystal a su hogar, pues la castaña la odiaba por haberle ocultado sus orígenes. Recibió una llamada de Shuri desde Wakanda anunciando que su pedido se encontraba listo y dispuesto a ser entregado.
-Muchas gracias Shuri por esto, no sabes lo mucho que significa para mí- agradece la pelirroja a la computadora ya que hablaba con la hermana del Rey T'Challa por webcam.
-Para eso estamos las amigas Medusa, Attilan nos ha ayudado mucho como nación y nosotros sólo estamos retribuyendo esa ayuda- responde la morena.
-Me ayudaron a encontrar a mi hermana que estaba perdida en la Tierra, eso siempre se los voy a agradecer- sonríe la chica.
-Espero y pronto se solucionen las cosas con ella y pueda aceptarte como tu hermana- responde la morena sonriendo.
-En eso estamos Shuri, pero será complicado, ella siempre vivió como humana y le cuesta aceptar que es una princesa en realidad- comenta la pelirroja algo abatida.
-Es cuestión de tener paciencia Medusa, Estoy segura que la princesa Crystalia lo va a aceptar y te va a aceptar como su hermana- responde optimista la princesa wakandiana.
-Eres muy sabía Shuri, Ojalá que así sea- dice la pelirroja con esperanza.
-Mandaré a las Dora Milaje para realizar la entrega del pedido a las manos de la princesa- sonríe.
-Muchas gracias Shuri por esto otra vez- agradece nuevamente la pelirroja.
Sokovia, Horas después.
Zemo se encontraba sólo, observando en silencio un monumento en el memorial en honor a los caídos de aquel dia en donde la ciudad fue reducida a cenizas por culpa de Ultrón cuando llega Bucky junto con Crystal hasta él.
-Yo los esperaba antes- dice el barón rompiendo el silencio- Relájate, decidí que no voy a matarte- añade mirando al pelinegro- Hola, Crystal- saluda a la castaña.
-Imagina mi alivio- responde sarcástico el pelinegro con una pistola en la mano.
-Hola Zemo- la castaña se aleja del pelinegro para rodearlo del otro lado a modo de que el castaño no escape. El barón se acerca a Bucky lentamente.
-Se ha hecho demasiado radical, no podrán salvarla- dice el castaño refiriéndose a Karli- Se lo advertí a Sam pero no quiso escucharme- añade resignado.
-Eso déjalo en nuestras manos, Zemo- responde la castaña seria.
-Es tan testarudo como Steve Rogers antes que él- dice el castaño refiriéndose a Sam nuevamente- Pero a tí, literalmente te programaron para matar, James... Haz lo que tienes que hacer- murmura mirando al pelinegro, quien a su vez lo miraba serio- Karli tiene amigos en todas partes, y sólo existe un modo de evitar que continúe con su misión- dice el hombre.
-De verdad agradezco el consejo, pero haremos esto a nuestro modo- responde Bucky serio.
-Sí, temía que dijeras eso- dice el castaño y Bucky le quita el seguro a la pistola, Crystal detrás del baron comienza a hacer hielo con sus manos y Zemo resignado decide esperar lo que le depara el destino dentro de unos segundos.
El barón asiente con la cabeza y Bucky levanta el arma para apuntarle al barón directo al rostro. Zemo esperaba expectante su final y asiente con la cabeza, pero al accionar el arma no sale nada, la pistola no tenía balas.
El ex soldado baja la pistola, la castaña cesa el hielo y lo hace desaparecer de sus manos enguantadas, el pelinegro levanta su mano de vibranio y frente al rostro del barón serio deja caer las balas que tenía la pistola al suelo.
En eso llega Ayo y las Dora Milaje rodeando al barón y Crystal se acerca al pelinegro y toma su mano para entrelazarla con la suya.
-Señoritas- saluda el barón -Me tomé la libertad de tachar mi nombre de tu libreta, no guardo rencor por lo que creíste que debías hacer- dice mirando al pelinegro y luego a la castaña -Crystal, espero de todo corazón que puedas salvar tu vida, me agradas y ambos se ven muy bien juntos, espero y sean muy felices- sonríe levemente al ver sus manos entrelazadas- Adiós James- ambos hombres asienten y la castaña lo mira mientras el barón se aleja con las guerreras wakandianas. Ayo se acerca a ambos para observar como se llevan a Zemo al quinjet.
-Lo llevaremos a La Balsa, ahí se quedará para siempre- dice la guerrera wakandiana- Te recomiendo no aparecerte por Wakanda por un tiempo, Lobo Blanco- añade la mujer.
-Eso es justo- responde Bucky.
-Princesa, tengo un presente para usted- la castaña la mira sin entender y se acerca a la guerrera.
-¿Para...mí?. No era necesario- responde la chica sorprendida y mira al hombre que tampoco entendía nada.
-Acepte como modo de disculpa de parte de Wakanda por nuestro comportamiento la última vez, majestad- le hace una reverencia y la chica se sonroja de la vergüenza.
-Por favor, no hagas eso y llámame Crystal, no soy una princesa- contesta muy apenada por lo hecho por la guerrera que se acerca y le entrega un pequeño frasco con un líquido transparente dentro.
-Ésto es para sus manos, sólo apliqueselo por la noche antes de dormir y láveselo por la mañana. Es un aceite especialmente hecho para usted, princesa- la castaña rueda los ojos, pues estaba algo harta que la llamaran de ese modo y le hablaran de usted pero decidió sólo sonreír levemente resignada y aceptar el regalo.
-Muchas gracias, en verdad no tenían que hacerlo, me gustaría conocer algún día su tierra- responde la castaña sonriendo tímidamente.
-Estaremos encantados de recibirla, majestad- en eso la guerrera se aleja para irse pero James la llama.
-Hey- la wakandiana voltea al oír el llamado de James.
-Tal vez tenga un último favor que pedir- dice el pelinegro y la guerrera se acerca a ellos para saber de qué se trata.
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