ᴛʜᴇ ʙᴀʀ's ᴋɪɴɢs ᴘᴛ. 1
La semana había pasado volando y, en un parpadeo, el día miércoles donde aseguraba que se hallaba se convirtió en un sábado.
Recapacitó por unos momentos, luego dándose cuenta de lo tonto que había sido por olvidar lo que haría ese día. Miró al reloj, observando como este daba justo a las 4:45 p.m., es decir, tenía tiempo, pero no el suficiente.
—Mierda... —. Musitó por lo bajo, corriendo inmediatamente hasta su ropero.
Comenzó a sacar una infinidad de prendas que luego le daría una tremenda pereza volver a acomodar en su lugar, tratando de encontrar un outfit perfecto que hiciera match con la situación en la que se hallaría en unas pocas horas. Le había prometido a SooBin estar ahí y, definitivamente, no pensaba decepcionarlo. Y muchos menos a los chicos que también estarían allí además de su mejor amigo, Felix y él.
Cierto, Felix también iría. ¿Él no se habría olvidado como él, verdad? Ah, rayos. ¿Y si daban las 7:00 p.m. y ninguno de los dos estaba listo? El bar designado estaba a, por lo menos, 15 minutos del departamento en auto (sin tráfico), así que debían salir puntuales si no querían llegar tarde y hacer esperar a los otros.
Tomando finalmente unos pantalones negros ajustados, combinados con una camisa blanca y una corbata negra, decidió ir a ducharse rápidamente. Claro, si por “rápidamente” decimos que tardó más de media hora, el reloj ahora dando las 5:24 p.m.
Con una toalla rodeando su cintura, SeungMin se dirigió hasta su recámara, cerrando la misma con cerrojo. Estuvo a punto de comenzar a cambiarse cuando su celular lo alarmó, haciendo resonar en la habitación «어쩌나 보니 Somehow» de DAY6, su tono de llamada. Se dirigió velozmente hasta su mesa de noche, divisando la llamada entrante de su mejor amigo, contestando al instante.
«¿¡Por qué no contestas mis mensajes!?» Escuchó por la otra línea una exagerada voz ofendida.
—Me estaba bañando, baboso. —. Respondió, poniendo la llamada en altavoz, dejando el celular en la cama y caminando hasta su ropero por algo de ropa interior. —No voy a ponerme con mi celular 24/7 solo esperando a ver si se te ocurre mandarme mensaje.
«Que mal bestie me conseguí.» Bufó. «Queda 1 hora y media, si te acabas de bañar, será mejor que te apures.»
—Ya sé que me tengo que apurar, no me lo tienes que decir. —. Rodó los ojos, comenzando a vestirse. —¡Mierda! —. Exclamó al tropezar al estarse poniendo su ropa interior, cayendo al suelo.
Risas se empezaron a escuchar desde el otro lado de la línea. «¿Con qué te tropezaste?»
—Nada que te importe. —. Se quejó, levantándose y sobando su pobre parte trasera en la cual había aterrizado. —Si te digo te vas burlar más, así que mejor te quedas con la duda.
«Ah, ¡Minnie! Eso es injusto.» La voz que utilizó el otro le hizo hacer una mueca de asco.
—¿Necesidad de hacer aegyo? —. Y su voz denotaba ese asco que sentía.
Lo siguiente que se escuchó fue algo inentendible para Kim, sin embargo, pudo diferenciar bastantes “i” en lo que decía, por tanto, dedujo que lo estaba arremedando.
—¿Me acabas de arremedar, eldiano hijo del demonio?
«Ay sí, y tú muy de Marley.» A pesar de ser una llamada, pudo visualizar a su mejor amigo rodando los ojos, haciéndolo reír.
—Nah, aunque a este punto ni siquiera sé qué es peor: ser eldiano o ser Marleyense. —. Ahora se encontraba sentado en su cama, colocándose un par de calcetines después de ya haberse puesto el pantalón.
«Fácil, es mejor no vivir en el universo de Shingeki No Kyojin. Isayama está loco y te puede matar si le da la gana y no eres Levi.» Obvió el otro. «Aunque si no tuvieras más opción, sería mejor ser parte de algún otro lugar del mundo.»
—No, porque luego tú qué sabes qué puede llegar a pasar aunque seas de otro lugar. —. Miró su celular, como si en ese pudiera ver el rostro del otro. —Todavía no he leído el manga para ver tan siquiera qué tan jodido está todo ya en el volumen 138, pero ya sabes que cualquier cosa puede pasar teniendo en cuenta como es Isayama.
«Ya, yo tampoco lo he leído, pero dudo que se ponga a atacar a los otros países... ¿Verdad?» Esa última palabra la dijo bastante inseguro.
—Yo que tú me mantenía desconfiado hasta el último momento. —. Suspiró. —Y no me digas que Shingeki no fue la mejor cosa que te he obligado a ver porque estarías mintiendo.
«Bueno... Ahora los demás chicos la están viendo también y ya van a empezar a ver la tercera temporada así que...»
—¿Los obligaste a verla también? —. Rió. —Literalmente te volviste Felix 2.0 porque él nos obligó a JiSung, ChangBin, Jin y a mí a verla. —. Miró al suelo con una sonrisa. —Luego Han obligó a MinHo y ahora Chan es el único que no se ha traumado todavía porque “no tiene tiempo de verla”.
«Tarde o temprano la va a ver si tenemos en cuenta que va a convivir diariamente con 12 personas que ya la han visto y es probable que se pongan a joderlo por eso mismo.»
—Vaya, no encuentro fallas en tu lógica. —. Dijo mientras abrochaba su camisa. —En fin, creo que será mejor que me apure si quiero estar listo a tiempo. —. Se acercó hasta su celular, tomándolo entre sus manos.
«Bueno pues, te dejo entonces.» El otro soltó una muy ligera carcajada. «Nos vemos al rato, feo.»
—Hasta al rato, baboso. —. Finalmente, colgó la llamada.
—¡SeungMin, Felix!
Hacía unos pocos momentos habían arribado al bar. Tanto Kim como Lee estarían completamente perdidos si no hubiese sido gracias a la voz de Eric llamándoles desde la no tan larga lejanía. Estaba sentado junto a los demás chicos en una enorme mesa capaz de almacenar 12 personas; por tanto, la mesa tenía todavía 3 espacios disponibles, los cuales se hubieran llenado justamente si Han hubiese ido con ellos.
—¡Ey, chicos! —. Exclamó Felix, acercándose animadamente hasta la mesa, dónde pronto comenzó a saludar a todos tal y como si fuese la mismísima alma de la fiesta. SeungMin, por su parte, fue algo más retraído y saludo a todos cortamente cuando ya se hallaba en la mesa.
Ambos tomaron asiento: Felix a un lado de YangYang y SeungMin del de SooBin. Algunos tragos ya estaban servidos en la mesa a lo que, al darse cuenta, el australiano hizo algunos pucheros.
—¿En serio empezaron sin nosotros? —. Se miró ofendido, observando los rostros de los otros 9 presentes (sin contar a quien había acompañado, SeungMin).
—Ustedes tardaron mucho, no es nuestra culpa. —. Excusó JaeMin con una sonrisa mientras se encogía de hombros.
—Teníamos sed. —. Añadió JeNo.
—Y yo les dije que llegaran antes de las 7:30, pero les valió. —. Les miró SooBin.
—¡Fue culpa de Felix! —. Dijo rápidamente SeungMin.
—¿¡Yo!? —. Se miró aún más ofendido que antes.
—Tú fuiste el que entró al baño de última hora, así que sí. —. Lo miraba acusadoramente.
—¡Mentiroso! —. Se cruzó de brazos.
—Pero en fin, —. Se metió HaeChan. —¡ya están aquí y eso es lo más importante! —. Les sonrió bastante amplio.
—¿Entonces ya podemos entrarle bien? —. Sonrió YangYang como un niño pequeño ansiando el permiso de sus padres para comer dulces.
—Como si fuera nuestro último día. —. JungMo levantó un caballito lleno de whisky, viendo a los demás.
—¡A beber se ha dicho! —. Exclamó Eric, llevando uno propio hasta sus labios y bebiendo todo el líquido.
—El que se emborrache primero es hetero. —. Burló SanHa, llevando uno también hasta sus labios.
—Así ni ganas de tomar dan. —. Rió HaeChan.
—Si vamos a ser heteros cuando nos emborrachemos, ¿entonces para qué vinimos? —. Cuestionó Felix, tomando uno de los caballitos vacíos de el centro de la mesa y llenándolo con alcohol.
—Como si ser heteros los fuera a matar de todos modos. —. Rodó los ojos RenJun, bebiendo un poco del daiquiri que había ordenado con anterioridad.
—Ya sabes lo que dicen, antes muerto que hetero. —. Expresó SooBin para después tomar de la misma bebida que los otros.
—Porque mejor estar muerto a ser algo que no eres. —. Agregó SeungMin, haciendo lo mismo que su mejor amigo.
—Exagerados...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top