ᴄʜʀɪsᴛᴍᴀs sᴘᴇᴄɪᴀʟ ᴘᴛ. 1
—A mamá y papá hoy quiero ayudar
Pasteles navideños voy a entregar
Alya y su familia muy feliz Navidad ~
—Felix, ya cállate. —. Se quejó ChangBin.
—Déjalo cantar sus canciones de Miraculous Ladybug, están piolas. —. Reclamó JiSung al más bajo con el ceño fruncido.
—Que te canto la de Gato en la Oscuridad y te hago el Cataclismo. —. Amenazó el que anteriormente estaba cantando.
—¡Uy! ¡Qué miedo tengo! —. Rió con sarcasmo.
—Eso de "te hago el Cataclismo" no suena muy bien, Felix. Y sabes por qué. —. Le miró SeungMin.
—¿Por qué piensas que lo digo? —. Sonrió inocentemente.
—Eres asqueroso.
—¡Tú lo eres más! Digo, al menos yo no tengo sexo cada semana.
—Es para aliviar estrés. —. Se metió HyunJin y le sacó la lengua a Felix. —¿Verdad, amor? —. Abrazó a su pareja por detrás.
—Cállate, me haces quedar como un necesitado y un estresado. —. Se cruzó de brazos mientras hacía pucheros.
—Awww, te ves tan tierno haciendo pucheros. ~ —. Se puso frente a su pareja y depositó un beso en sus labios. —¿Por qué eres tan lindo?
—N-No lo sé... —. El menor tenía un intenso sonrojo en sus mejillas, miraba al suelo debido a la vergüenza. —J-Jinnie, por favor...
—Sí, sí, muy tiernos ustedes, pero gatito y yo somos más tiernos. —. Sonrió retador Han, mientras MinHo le abrazaba por los hombros.
—Mi ardillita tiene razón, además, nosotros tenemos más tiempo juntos que ustedes. —. Los dos se miraron entre sí, frotando sus narices de forma tierna.
—No nos importa que lleven más tiempo que nosotros, tontos. —. HyunJin les miró mal.
—Dios, estar entre tantas parejas me da náuseas. —. Se quejó de nuevo ChangBin.
—A mí me hacen querer vomitar arcoíris. —. Añadió JeongIn mientras pasaba al lado de ellos con una pila de platos.
—Y a mí me recuerdan a mi soledad. —. Felix hizo pucheros.
—¿¡Ya está todo puesto!? ¡Escucho mucha plática! —. Gritó Chan desde la cocina.
—Mierda.
Todos volvieron inmediatamente a sus labores de preparar la casa para la cena navideña. Faltaban todavía unas 6 horas aproximadamente para que los chicos de TXT llegaran, pero para ellos eso hasta era poco. Es decir, faltaban algunas decoraciones, bocadillos, comida como tal, y lo escencial, que estuvieran presentables. Sería una tarde ocupada para los pobres perdidos, nuestros anfitriones de esta fiesta.
—¿¡Ahora quién le robó su gorrito de Santa a Tobin!? —. Gritó Kai mientras salía de su habitación con dicho peluche entre brazos.
—¡Fue YeonJun! —. Gritó BeomGyu desde su cuarto.
—¡Mentira! —. Gritó también el acusado.
—¡Sólo regrésenlo! ¡Ya pasó lo mismo con su cola y no se la regresaron hasta como una semana después! —. Hizo berrinche en el pasillo.
—Tobin es muy desarmable, no es nuestra culpa. —. Se asomó el menor de los Choi a su puerta, observando al maknae.
—Hyung, en serio, ya deme el gorrito. —. Le miró con el ceño fruncido.
—Te juro por Toto que no fui yo, debió haber sido YeonJun. —. Señaló al cuarto del mayor.
—Bien. —. Tomó aire. —¡Choi YeonJun, si no regresas el gorrito de Tobin en este mismo momento te grito en el oído! —. Amenazó.
—¿¡Eh!? ¡Pero si yo no lo tengo! —. Se asomó el aludido, mirando incrédulo a Huening.
—¿Entonces quién lo tiene? ¿SooBin? —. Los miró a ambos, apretando más entre sus brazos al peluche.
—Podría ser. —. Asintió BeomGyu.
—O mejor. ¡Si no me regresan el gorrito de Tobin les grito a todos en el oído! —. Gritó fuerte y claro, para que los otros dos, incluso si llevaran audífonos puestos, pudieran escucharlo.
—¡Ya regresen el gorrito! —. Exclamó el líder desde su cuarto.
—Lo tiene TaeHyun entonces. —. Concluyó YeonJun.—Caso resuelto, ve y méntale la madre o grítale en el oído, lo que te salga primero, yo tengo cosas que hacer. —. Sonrió, cerrando la puerta de su cuarto.
—Solo no te pases de lanza, ¿eh? No me lo dejes sordo que la noche va a valer madre. —. Advirtió Gyu, luego cerrando la puerta de su cuarto.
Tomando una gran cantidad de aire y adquiriendo el valor necesario, caminó a paso seguro hasta la habitación del rubio. Pensó en tocar la puerta, sin embargo, quería demostrar su autoridad como maknae entrando de todos modos y como Pedro por su casa.
—¡Kang Tae-! —. La imagen frente a él fue suficiente para que quedara traumado de por vida y cerrara la puerta de inmediato.
Dejaremos a su imaginación lo que vio, dejando en claro que en su "outfit" tenía el gorrito que le pertenecía a Tobin.
—¿¡No te enseñaron a tocar!? —. Se escuchó el grito de dentro de la habitación.
—¡P-Pues sí, p-pero tú tampoco le pusiste seguro! —. Se excusó el menor, todavía con cara de trauma.
—¡No es excusa, pervertido! —. Gritó fuertemente.
Dejándolo por la paz, Kai volvió a su habitación derrotado y con un trauma. De todos modos, todavía tenía 5 horas para volver por lo que le pertenecía a su querido conejo afelpado, por más que a su hyung ya no lo vería de la misma forma.
Pero de igual manera, todos sabemos que 5 horas no son suficientes en ningún sentido si hablamos de estos chicos.
Comenzando por los mañana por juntos, SooBin no podía estar más estresado. Kai seguía gritándole a TaeHyun por el gorrito de Tobin, pero este afirmaba que ya no lo tenía; BeomGyu no quería salir de su cuarto porque le había entrado una crisis existencial; y YeonJun, para acabarla, no le hacía caso y no estaba listo aún porque le faltaba escoger sus zapatos.
Definitivamente todo esto no venía en el contrato de SooBin y estaba apunto de reclamarle a BigHit por ello.
Pasando a los niños perdidos, Chan no podía estar en un estado distinto al de SooBin. ChangBin había quemado los brownies que Felix le dijo que sacara en 15 minutos, pero que dejó media hora, y ahora por eso el australiano lo estaba atacando; MinHo estaba sentado en una esquina de brazos cruzados y Han estaba igual, pero en otra distinta, al parecer se habían enojado, al igual que ambos se negaban a hacer cualquier cosa que les pedían; HyunJin desde hacía una hora había secuestrado a SeungMin y llevado a una habitación, no quería saber qué estaría pasando allí; y bueno, JeongIn era su única salvación dirán, pues no, al pequeño hacía unos pocos minutos que ChangBin le metió el pie y, con ello, tirado la charola de galletas recién horneadas de Chan, y pues obvio, se le puso al brinco, causando que ChangBin tuviera que lidiar con esos dos.
Todo iba perfecto, y Chan juraba que ni en las letras pequeñas había algo que le advirtiera de situaciones así.
A este paso, la noche sería un éxito total.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top