Un nuevo día. Vuelve la preocupación.

Kai apenas había podido dormir pensando en su hyung. No podía llamarlo, ser su confidente, preguntarle dónde está y guardar el secreto solo para ambos. No, esta vez no podía, SooBin había dejado su celular en casa y eso le ponía mucho más nervioso.

Las puntas de sus descalzos pies tocaron el frío suelo, mandando una ola de escalofríos a todo su cuerpo. Tomó una manta de su cama, envolviéndose en ella para luego caminar hasta sus pantuflas y colocárselas, no sin antes tomar en brazos el peluche de pingüino que SooBin le había regalado en el intercambio de Navidad. La mañana había amanecido bastante fría, estaba casi seguro que estarían debajo de los cero grados.

¿SooBin estaría en una cama calentita? ¿Estaría pasando frío? ¿Tendría a alguien para apoyarse si se sentía mal?

Kai se sentía impotente. Quería ir corriendo hasta su hyung y abrazarlo, hacerle saber que siempre contará con él sin importar qué. Pero claro, no podía. No tenía la menor idea de dónde se encontraba.

Salió de su habitación, dirigiéndose hasta la sala y se sentó en un pequeño sofá cerca de una ventana. Miró a través de ella, perdiéndose en sus pensamientos. ¿Lo peor? Todos eran sobre su líder.

Lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas inconscientemente. No podía pararlas, tampoco le importaba hacerlo.

¿Qué pasaría si no lo volvía a ver? ¿Qué tal si lo odiaba? ¿Habrá sido por el berrinche que hizo un día antes de que desapareciera? ¿Y si había caído en depresión? ¿Y si se había...? No. No podría... ¿Cierto?

Cada pensamiento era peor, imaginaba los peores escenarios. No podía controlarlo, estaba sumamente preocupado. No podía hacer nada tampoco, la impotencia lo consumía. Quería apagar sus pensamientos de una buena vez, ¿pero cómo?

—Ayer preguntaron por ti en el grupo.

Las palabras de su mayor hicieron que se tensara inmediatamente. Le miró, un tanto asustado.

—¿Q-Qué les dijiste?

—Nada. Me hice el sorprendido. —. Se encogió de hombros, SooBin sacando el aire que estaba reteniendo.

—Gracias...

—No es nada, pero en serio, ¿cuánto piensas seguir? Digo, no me molesta en lo absoluto que estés aquí, pero ellos realmente se ven preocupados...

Choi simplemente se quedó callado.

—Piensa tan solo en decirles dónde estás... ¿Sí?

Siguió sin responder, acariciando delicadamente con sus dedos las sábanas debajo de él. Realmente no sabía cuánto tiempo querría seguir con ello.

—Estaré en la sala viendo una película con los chicos por si necesitas algo o quieres unírtenos, ¿sí?

Asintió. —Gracias, hyung.

La búsqueda había sido un fracaso. SooBin no estaba por ninguna parte.

Buscaron en su cafetería favorita, en el parque, alrededores, supermercados, tiendas locales, malls, heladerías, panaderías, prácticamente en toda la ciudad, pero no aparecía por ningún lado.

¿Podría haber regresado a Ansan con su familia? Era una opción, pero lo dejarían hasta el final debido al viaje de una hora en metro que debían hacer para llegar hasta la ciudad.

TaeHyun a este punto estaba desesperado. Juraba que cuando viera a SooBin lo primero que haría sería darle un puñetazo en la cara por haberlo hecho preocuparse como nunca antes. Incluso podría decir que era tanta su desesperación que estaba a punto de llamar a su mánager para que les ayudara con la búsqueda de una vez por todas, pero debía contenerse, los chicos le dijeron que no debía hacerlo, no todavía.

Tuvieron que volver al apartamento siendo solo 4. YeonJun estaba a nada del llanto, mientras que Huening ya lo estaba derrochando todo. TaeHyun estaba golpeando y pateando cada cosa que se cruzaba por su camino, y lastimosamente, BeomGyu no podía partirse en 3 para ayudar a sus amigos. Sí, BeomGyu también estaba desesperado, preocupado, con ganas de soltar en llanto, pero si era por sus amigos, podía demostrar que era lo suficientemente fuerte para ayudarlos a todos.

YeonJun fue el primero en dar un portazo en su habitación. No quería llorar. No. No por él, quién rompió su corazón pero aún es dueño de él. Necesitaba demostrarse que no le hacía falta... ¿Pero cómo no le haría falta si era su líder y su apoyo incluso antes de ser pareja? Oh, y peor que ahora estaba desaparecido.

Sus emociones eran tales que ni él mismo lograba comprenderlas. Por un lado, se sentía abatido, lo extrañaba demasiado; por otro, enfadado, más consigo mismo que con nadie; celoso, porque no había sido él a quien había recurrido; arrepentido, aún con todo, no podía creer lo que había hecho; con odio, se odiaba por seguirlo amando; preocupado, quería encontrarlo; culpable, sabía que era su culpa; idiota, por como se había comportado; terco, porque aún mantenía la idea de que hizo lo correcto; paranoico, pensaba en escenarios fatales; impotente, sentía que no podía hacer nada; martirizado, quería acallar sus pensamientos y emociones de una buena vez; cansado, quería dormir hasta que todo se arreglara.

Pensando en que de esa forma sus pensamientos callarían por unos momentos, se colocó sus audífonos inalámbricos, comenzando a reproducir una de sus playlists favoritas.

—Sometimes I get emotional
    When I can't seem to find the way I'm
    supposed to go
    And all these so-called people that I'm
    supposed to know
    They be the main ones
    Smile up in your face, but behind your
    back they hate
    So I hope you know
    You're like the only reason I'm emotional
    My tears fall like water so that I can
    grow
    Not like I was before
    Tryna make a change, I need some-
    thing more

    I can't hold back these tears
    Let me cry
    They say a man ain't supposed to cry

    So I'mma let the song cry
    I'mma let my soul cry through these
    words
    I need to try to free my mind
    Sometimes I need to cry just to ease my
    hurt
    But when I let the song cry
    Hope you don't think I still won't ride for
    mine
    Every rose needs the rain sometimes
    But know that you can dry your eyes
    this time
    Let the song cry

Y maldición, cuánto deseaba que la canción pudiese llorar realmente por él. Lágrimas escapaban de sus ojos como cascadas, incapaz de controlarlas ni a ellas ni a sus sentimientos. Odiaba a SooBin, y se odiaba más a sí mismo por amarlo. Solo quería saber dónde carajos estaba para poder, por lo menos, dormir un poco en paz.

¿Lo peor de todo? Mañana tenían que ir a la agencia a practicar, y si SooBin no aparecía, el mánager se daría cuenta y les daría la mayor reprimenda de sus vidas.

─̇❥ᰰຼ⭏ Esta vez solo diré que alguien estuvo así )( de adivinar. No era exactamente la persona en cuestión, pero entré en ✨ p á n i c o ✨.
Si alguien adivina quién es exactamente le dedicaré el próximo capítulo. uwu💕