Tyler y Levin veían a Sol, esperando que esta hablará. Una parte de Tyler estaba temblorosa, ¿y si elije a el estupido de Levin?, eso me mandara al carajo indirectamente, y seria la burla de Levin un buen tiempo, Sol no decía nada, solamente observaba a ambos, y cuando Sol estuvo apunto de hablar...

—Hablamos luego, mejor...—se escuchó decir entre los labios de el castaño.

—No, Tyler...— Sol intentó detenerlo.

—Hablamos luego,— dijó para seguir caminando.

Levin sonrió "triunfadoramente" y de inmediato giró a ver a Sol, la rubia seguía observando como el otro chico se alejaba de ellos.

—Sol.

La chica volteó y quedó viendolo de mala manera.

—Hablamos luego, tengo cosas que hacer...— respondió dejandoló solo ahí.

Sol camino tan rapido como pudo para intentar hablarle a Tyler, pero el chico llevaba ventaja y llegó rápido al auto que lo iba a recoger.

Sol maldijo cuando lo vio subirse, se dió media vuelta y vio que Sirel ya la esperaba en el auto, Sol miró por última vez el auto que se alejaba y camino lentamente hasta donde estaba Sirel.

—¿Que pasó?,— preguntó Sirel observando a la chica, quien de mala gana subió al auto.

Sol contó todo lo que había pasado.

—Intenté hablarle pero fue rápido.

—¿Porque haces todo esto tan dificil Sol?,— preguntó Sirel.

—¿¿Que??.

—Sabes perfectamente que quieres a Tyler, desde que eras una niña, porque haces tanto cuento.

Sol dejó de ver a Sirel y giró a ver a la ventana, sabía que tenía razón.

—¿Que es lo que impide que estes con él? ¿El permiso de tu papá?, facil, podemos mantenerlo en secreto, ¿Levin? Hasta Mar diría que es puro choro, ¡Basta Sol!, ayer jodistes a Tyler, lo partistes de la peor manera.

—¡Tyler ya no me quiere!,— gritó Sol de la nada.

—¡Claro que te quiere! Esta mas que estupido por ti.

Sol rodó los ojos.

—Solo te digo que lo pienses, que lo pienses muy bien, no te lo vayan a ganar,— dijó Sirel para terminar la conversación.

Llegaron a la mansión, las chicas entraron y Sirel subió directamente a su habitación, Sol notó que sus padres estaban en el living, pero no lograba captar que era lo que hacían ambos.

—¡Llegastes!,— gritó Mar, cuando logró ver a Sol.

—¡Si! Estoy acá,— Sol sonrió,— Hola mamá, hola papá, ¿que hacen?.

—Hola princesa,— dijó Matteo.

—Estamos haciendo la lista de invitados para tu fiesta de quince años,— respondió Luna sonriéndole a su hija.

—Ah,— dijó Sol tranquilamente, pero luego reaccionó,— ¿¡Que, que!?,— gritó.

—Lo que escuchastes,— Luna sonrió.

—Mamá, esto es una broma verdad,— preguntó Sol.

—Sol, crees que estamos en edad para bromas,— preguntó Matteo viéndola serio.

Sol cruzó los brazos y quedó viendo a su padre con cara de ¿Encerio?...

—Bueno, si te hacemos muchas bromas, pero... voz crees que voy llenando tres hojas, para que cuando vengas te diga, "es una broma",— dijó haciendo comillas en el aire.

—Tendras tu vestido asi de grande,— Mar mostro el tamaño,— y bailaras con tu príncipe azul,— Mar empezó a dar vueltas y vueltas.

Sol se sentó en el sofá frente a ellos.

—¡Es Encerio!,— gritó al ver toda la cantidad de personas que había anotada, Sol sintió algo, un no se qué cuando vió ahí escrito, Marco Stell, El padre de Tyler.

—La proxima semana te llevare con Lyla, empieza a imaginarte tu vestido,— dijó Luna dando pequeños aplausos.

—Mamita, faltan dos meses,— dijó Sol.

—Yo también dijé "faltan nueve meses para que nascas" y miraté, ya vas para los quince.

Sol no pudo evitar reírse.

— Y otra cosa, ¿que color sera tu vestido?,— preguntó Matteo,— digo, para empezar a ver las cosas de el mismo tono que tu vestido.

Sol se quedó callada un rato, pero era obviamente que sería su color favorito.

—Rosa, papá.

—Perfecto.

—Subiré a mi habitación, me daré una ducha antes de bajar a comer,— dijó Sol tomando su mochila y camino hasta las escaleras, pero a medios escalones gritó,— ¿Que es la comida?.

—¡Enchiladas y chilaquiles!,— gritaron Matteo y Mar.

—Genial,— susurró Sol, a ella, a su hermana y a su padre les encantaba la comida mexicana.

(...)

—No puedo creer que Sol ya cumplirá quince años, ya no es... una niña,— Matteo quedó observando fijamente la foto de Sol cuando era una niña en la pared.

—Tarde o temprano pasaria, en un cerrar de ojos, Mar estara en las mismas.

—Sigo sin creer que esta es mi vida, y que tu estas en ella, dandome toda la felicidad de el mundo,— Matteo se recostó en Luna.

—Eso de terminar con dos hijas con el chico fresa, no era de esperarse,— Luna soltó unas carcajadas.

—Tengo que darte algo,— dijo Matteo.

—¡Encerio!¿Que es?.

—Mejor te lo daré mañana,— Matteo empezó a reir,— te amo demasiado Luna,— dijó depositando un beso en la cabeza de Luna.

(...)

—No pudé hablarle, tenia pensado decirle todo, pero ese estupido llegó,— dijo Tyler atraves de la computadora.

—Es un aguaquil, mañana sin falta deves hablar con Sol, decirle que la quieres, decirle todo,— dijó Gael en la videollamada.

—Esque... me pongo nervioso cuando estoy ella, mi sistema no metaboliza correctamente.

Ambos rieron.

—Sabes... invitala a salir,— Gael sonrió,— llevala a comer pizza en, Italian's perfect, le encanta ahí.

—Me mandará al carajo,— Tyler suspiró.

—¿Quieres apostar? Si ella también esta que se las come por ti, solo que los dos se hacen los chorós.

—¡Esta bien!,— Tyler rodó los ojos,— Mañana en el colegio le diré.

—¡Esa es la actitud chavoo!

(...)

Sol tomo fuerte su medallita, y cerro los ojos.

Pensó en lo que Sirel le había dicho, tenia toda la razón, «¿Que estaba esperando», que llegara alguna lagartona y se lo quitara, eso si le jodería, devia de actuar ya, decirle a Tyler que nada fue pasajero, que estuvo esperando por el los ocho malditos años, que rehicieran lo que ya tenian, lo que nunca terminó.

Y eso seria mañana, en el colegio.

Al otro día...

—¿Estas lista?,— preguntó Sirel,— Me alegra todo esto.

—Me hablas como si fuese a morirme, solamente hablaré con Tyler, decirle que nada fue pasajero, y que sigue dentro de mi coraz...

Sol y Sirel se detuvieron al ver a Tyler en el jardín con su mochila, hablando con ¡Una chica! Sí, una chica, y lo peor es que lo hacian de una manera tan, tan, tan pegada, con muchisima confianza la chica tomaba las mejillas de el castaño.

—¡Agarrame que la dejó sin cabello!,—dijó Sol quedando parada viendo la accion, mientras ambos sonreían y hablaban muy a gusto.

—Es la ridícula de el salón de enfrente.

—Saber quien es, es lo que menos quieró, que se vallan a la goma los dos.

Sol siguió caminando junto a Sirel, Sol se dió cuenta como Tyler se dió cuenta de su presencia, y justo cuando pasaba casi enfrente, la chica tomo la mano de Tyler, ¡Que coña!

Sol estaba como el sol, ardiendo.

Hola, ¡Hasta aca siento el calor de el sol tan ardiente! Que vaa, ¿Como estan? Sol cumplira quince añitossssss, tendremos party!!

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