25 | Por ella
—Se fueron ya—Sirel habló, entrando a la habitación de Sol.
Los ojos de Mar, se hicieron chiquitos y lágrimas empezaron a salir de ellos. Sol abrazó a su hermana, y empezó a decirle que todo estaba bien «Aunque eso no era así»
—¿Van a volver?—preguntó Mar.
—Claro que sí, Mar ellos jamas nos abandonarían.
—Estoy mucho mejor sabiendo que mi mamá esta bien—, Sirel sonrió.
—Todo estará bien—, dijo Sol.
—¿Que hay de Tyler?
Sol aclaró la garganta, y vio a su hermanita.
—Mar, ve a ver si necesita algo la abuela.
—Pero están las sirvientas.
—Ve de todos modos.
Mar arrugó la cara y salió de ahí.
—Ayer me marcó Kimberly, del celular de él—, Sirel abrió los ojos como platos—, Ellos, están de novios.
—¡Es imposible!—, gritó Sirel.
—No Sirel, no es imposible—, Sol bajo la mirada—, Es posible y ya esta hecho.
A todas horas, el celular de Sol vibraba con mensajes de Tyler. Preguntándole que diablos le dijo Kimberly, que todo lo que le dijo fue mentira, que por favor le contestara las llamadas, que ya no era Kimberly quién la llamaría.
Pero Sol se negaba, no tomaba el celular.
Sin embargo, Tyler llamaba a Sirel, y preguntaba por Sol, el no sé daba por vencido. Cometió un error pero quería recuperar a Sol. Los días iban pasando, lentos pero pasaban. Ya se había cumplido una semana desde que Luna y Matteo se fueron.
—¡Debes escucharlo!
—Lo mismo me dijo mi madre.
—Sabes bien que todo lo que tú madre te dice resulta cierto.
—¿Acaso no es porqué ella también hizo sufrir a mi papá?—Bufo Sol.
—¡Por eso mismo, estúpida!—Sirel se sentó en la cama de Sol—, ¡A tu madre le mostraron un video dónde tío Matteo, se besó con una ex amiga de mi madre!
—Y por no escucharlo—, Sol empezó a reír—, mi padre... ¡Oh por Dios!
—¿Lo escucharás o esperarás que intente trepar esta maldita ventana de las que estas pegada todo el día y resbalé en el intento y quedé inconsciente por un buen tiempo?
—¡Claro que no! Solo que, no sé como reaccionar. Él claramente me dijo que se sentía solo y se refugió en ella—, Sol se cruzó de brazos—, y hasta de novio están.
—¿Crees que si verdaderamente Tyler, estuviese de novio con esa puta, seguiría marcándote? Sol, en estos malditos tiempos ningún chico de dieciséis años preguntará con quien sea posible cómo está la chica que lo trae loco. En pleno siglo, créeme que ya casi nadie, insiste por el amor de alguien.
Sol calló, y observó a Sirel.
—En tres semanas cumplirás quince años, en tres semanas tu padre no podrá prohibirte andar de novia con alguien, tu decides si ese será Tyler.
—¿Te puedo hacer una pregunta?—, dijo Sol—, Muy diferente al tema.
Sirel asintió.
—¿Por qué rayos susurras el nombre de Ryan, cuando duermes?
—Porqué Ryan me gusta.
Sol abrió los ojos como platos, y sonrió.
—¡El mismo Ryan, hijo de Yam y Ramiro!
—¿Conoces a otro?—, preguntó Sirel incrédula.
—No.
—Ryan Ponce, me gusta.
—¿Él lo sabe?
—¡Claro que no! Y ni se te ocurra decir nada.
Ambas rieron.
—En una semana llegará a la mansión el niño que mis padres adoptarán.
Dijo Sirel, y empezaron a platicar.
New York
—No puede ser cierto—, Dijo Luna, y apretó el brazo de Matteo.
—Es, imp-imposible—, La voz de Matteo se quebró.
—Pueden pasar acá para identificar y aclarar sus dudas sobre el cadaver—, Él hombre viejo, llevó a los cuatro chicos hasta un cuarto donde habían muchos de ellos, se adentraron hasta una camilla de metal, que cubría a un cuerpo con una manta azul, cuando esta fue retirada. Luna abrazó a Matteo, y se negó a ver lo qué había ahí, Ambar por su parte se acercó más y observó la pálida piel que tenía, y los horribles moretones que su cuello y pecho tenían.
—Tranquila—. Dijo Matteo consolando a su mujer, pero Luna seguía agitada.
¡¿Como pudo suceder eso?!
—Fue estrangulada, golpeada y violada. Los golpes en los brazos fueron hechos con una especie de bate, en esta parte—. Él forense se acercó a la cabeza del cuerpo, y sacó un pedazo de cabello para dejar al margen y pedazo de piel que había sido extrañamente e impresionantemente extirpada, dejando a la vista un pedazo de lo que seria el cerebro en un color palidezco—Se piensa que fue con algún machete.
Él rostro de Ámbar no tenía expresión alguna, solamente lo observaba, Simon por su parte hacía lo mismo. Matteo no podía creerlo, y Luna tampoco.
La mexicana se despegó del italiano y caminó hasta los pies del cuerpo, desde su punto parecía estar en la peor película de terror, con el cadaver de la mujer que tantos problemas había traído. Lentamente tomo la etiqueta que tenía amarrada en su blanco y pálido dedo del pie, para leer el nombre.
JULYANNA DAME; decía. Y Luna seguía sin creer quién había sido el inhumano que mató de esa manera a la hija de su ex entrenadora, a la mujer que en su momento hizo todo para separarlos. La misma mujer que quizo matar a Sol cuando era una niña, ahora estaba muerta.
La pregunta que llegaba ahora, ¿Quién fue?
Italia
—Me prometiste que hablarías con él.
—¡Y lo haré!—, gritó Sol— Cuando llegué a Buenos Aires, mas de mil kilómetros nos separa ahora.
—Tienes que hacerlo ahorita.
—¿Piensas que tomaría un vuelo para ir hablar con él? Claro que no, una de las razones es que no puedo viajar sola—Sol bufó.
—Nadie dijo que tenías que volar tu.
—El tampoco lo hará Sirel, ¡Solamente tiene dieciséis años! Es una locura que solamente alguien que esta muriendo completamente por alguien haría, un loco enamorado, que no quiere perder a su amada—, Sol río ante su comentario, pero pronto eso acabaría.
—Entonces, el hecho que yo esté acá ¿Me convierte en alguien que se está muriendo completamente por alguien, y un loco enamorado que no quiere perderte?
Sol abrió los ojos como platos, y se giró para ver esa voz que en cualquier lugar reconocería.
Era Tyler, que voló hasta Italia. Por ella.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top