•Dia 25;"Serendepia"

Escritor: JaquiiAleWorld
Au/temática: Criaturas Mitologicas
Advertencias: Muy leves errores de ortografía y gramática, lectura recomendada para mayores de quince años. Lenguaje vulgar y sexual. Tiene una escena subida de "tono", prácticamente sexual pero sin llegar a la penetración*.

Hello~ debo advertirles, que este es el capítulo más largo que he escrito para este evento de escritura,ಥ‿ಥ más largo que los anteriores y posiblemente que los de futuro. (☞^o^) ☞

Al principio iba hacer algo al estilo vampiro y hombre lobo, pero lo cambié completamente XD.(┛◉Д◉)┛彡┻━┻

Espero tenga paciencia y tiempo para leer está extensa parte que vino de tanta inspiración y ganas en su momento
♡˖꒰ᵕ༚ᵕ⑅꒱

I


Mo Guan Shan sabe que se está metiendo en la boca de un pulpo, casi literalmente. Haber hecho ese trato con She Li, quién se conoce en la arrecife por ser alguien muy peligroso, de muchos corales, contactos y poder, que le gusta hacer tratos donde él salga más beneficiado que la otra parte, no fue buena idea, pero necesita un favor de él urgentemente.

Y a pesar que desde hace años ya no forma parte de su unida y temida pandilla por un problema que hubo al defender a otro integrante, She Li le dijo que de todas maneras sí tenía algún problema podía ir hasta él sin miedo alguno. Que a pesar de los términos en qué su "amistad" acabó, Li lo sigue considerando de mucha confianza. Según propias palabras del albino pulpo.

Para aquellos tiempos, luego de la larga mudanza de pasar a vivir en los ríos de agua dulce al mar de China oriental, She Li fue con él único que logró hacer amistad. Nadie quería juntarse con él o creían que era un delincuente de las aguas dulces y que venía a molestar a las aguas saladas. Todos lo veían mal por causa de su padre, pero él no dudaba en defenderlo. Además que She Li también lo salvo hace mucho tiempo, de ser presa de unas anguilas eléctricas, por lo que de cierta forma, también se sentía muy endeuda con él.

Volviendo a la emergencia; su madre está muy mal, enferma. Quizás sea por las horas de trabajo extra y viaje nadando desde la casa hasta su trabajo. Desde que su padre fue capturado injustamente en un viaje donde llevo a su familia —Mo era más pequeño—, no la ha vuelto a ver en varios años, y es por eso que su mamá solo lo tiene a él y viceversa.

Lo que She Li le pidió, es que vaya a cierto lugar abandonando en las profundidades del mar donde casi ningún ser acuático nada por ahí, a esa profundidad hace demasiado frío. Pero como el pulpo albino sabe demás que él es un tritón descendientes de peces de agua fría piensa que será más fácil así, aunque puede vivir en aguas un poco más cálidas, lo frío es sin duda su habitad natural por excelencia. El pulpo dijo que ya tenía a personas trabajando para él que hacían ese trabajo, pero no las visto desde hace un mes atrás por lo que considera que ya no están vivas. Y aunque él mismo iría por ellas, es más bien una prueba para Mo.

En dicho lugar tan profundo, hay una clase de cueva donde alberga muchos diamantes, envueltos en algas, medios sucios pero diamantes al fin y al cabo. Necesita que le recolecte varios de esos y se los traiga.  A cambio de ello, le dará un efectivo remedio para la recuperación pronta de su madre, la cuál no parece recuperarse con descanso ni remedios caseros, y tampoco puede estar varios días reposando o la despiden de su exhausto trabajo.

Evidentemente, en su viaje nunca esperó encontrarse con algún ser vivo por ahí más que plantas marinas y oscuridad fría.

En medio de toda esa oscuridad, su cola de pez dorado aún brillaba un poco para poder ver a su alrededor. Además que también descubrió para su gran sorpresa, que en la cueva hay plancton. Y estos producen su propia luz casi como si fueran medusas, lo cuál sirve de mucho en toda la oscuridad. Son organismos bioluminiscentes y tan pequeños pero que resaltan en toda esa inmensa oscuridad.

Buscando sin mucho miedo alguno en la gran cueva, encontrándose que es más grande y extraña de lo que creyó, no se aventura mucho a ir más a dentro y solo ve desde la entrada, encontrándose casi de inmediato los diamantes que She Li tanto le pidió. Espera que sean suficientes y cargar los más que pueda. Un total de veinte suena bien, también tratará de ser cuidadoso y que no se les caiga en el regreso.

Mo no evita pensar que She Li podría cargar el cuádruple que él debido a sus ocho tentáculos que tiene.

No obstante, no termina su cometido cuando no sólo siente que algo más lo observa, sino que siente una ventisca tan fuerte que lo arrastra hasta más adentro de la cueva, perdiendo el punto de salida. ¿Qué es lo que pasó exactamente? ¿De dónde vino esa fuerte corriente?

Son preguntas que quizás, nunca obtendrá respuesta si no sale de ahí con vida.

—¿Eres un tritón dorado?

Escuchar la voz de alguien más no sabe si lo tranquiliza o lo asusta más, después de todo no puede ver quién o qué es el que ha hablado. Debe ser alguien desconocido sin lugar a dudas. Además que no se escucha tan amenazante, solo es la sorpresa de escuchar a alguien más vivo por esa zona que había escuchado, es peligroso o muy abandonado. Sin mencionar que recuerda las palabras de She Li. Antes tenía a tritones trabajando para él que iban a ese lugar pero de un momento a otro desaparecieron sin dejar rastro ni menos avisar. Así que con todo esto, ¿Cómo no preocuparse o alterarse un poco? Es normal, pensó que lo único vivo aparte de él, son los plancton.

—¿¡Tú quien mierda eres!?— le responde con otra pregunta y, en vez de sonar amenazador, sonó desesperado y un poco asustado. Sin pensar en responder aquella otra pregunta que la voz misteriosa le formuló.

Ya que la respuesta a la pregunta de la desconocida voz es obvia, su cola de pez lo delata. Mo desciende de los peces dorados, esto por parte de su madre. De los animales marinos más exóticos, pequeños y tan bellos a la luz del día. Él como tritón llama mucho la atención por tan sólo la mera apariencia. No obstante, aleja a los demás por su actitud a la defensiva y a veces grosera.

—No está bien tomar las cosas de las personas sin su permiso. — le responde, ya que después de todo aún carga parte de los diamantes que pensaba llevarse.

Mo toma consciencia lo que dice y deja caer los que aún traía. Puesto se siente mal, como un sucio ladrón y él no es eso aunque a veces varios creen ello. No quiere ser acusado de haber hecho algo malo.

—Yo no sabía que esto le pertenecía a alguien más. — responde un tanto cohibido. — Ni siquiera tenía idea de que este lugar oscuro fuese habitado por alguien. — añade, cruzándose de brazos pensativo e intentando verse valiente y no temeroso. 

—Ahora lo sabes.—hace una breve pausa, se escucha un poco como se mueve en el agua, pero no es visible para el tritón dorado.— Algunos entran aquí sin invitación como tú, y jamás regresan o salen de aquí. Al menos, no vivos.

Mo traga grueso y duro, debe admitir que oír aquello si le da escalofríos y lo hace poner más alerta como precavido. Recuerda entonces la conversación que tuvo con She Li hace bastante rato. Sobre que ya tenía a otros tritones que iba ocasionalmente a esa cueva y de un día para otro, desaparecieron, jamás volvieron ni se supo nada de ellos. Lo que le deja que el dueño de aquella desconocida voz, tal vez sea el responsable y la verdad no quiere imaginar que está en boca de un asesino.

—¿Por qué tan callado? — vuelve hablar ante el largo silencio del pelirrojo que se quedó bastante pensativo con sus anteriores palabras.

—¿Entonces, esta cueva es tu hogar?— decide preguntar mientras piensa como escapar de ahí. De hecho, estando más adentro de la cueva no está tan oscura como se ve por fuera. Pero se siente bastante perdido ahí dentro.

—Temporalmente.— responde aparentamente calmado. Lo cuál genera más dudas en Guan Shan por su respuesta.— Digamos que, tuve ciertos desacuerdos con mi familia hace tiempo y decidí hacerme independiente. — dice ésto un poco más animado y confiado. Cómo si hubiera hecho algo grande.

Mo mira a sus alrededores, observando varias piedras preciosas, corales, conchas de mar, entre uno que otro detalle que le hace pensar, el lugar no está mal visualmente. De hecho, es mucho más espaciosa que su propia casa y la de sus vecinos. Lo único que lo hace terrorífico es la oscuridad de afuera y el frío ahí.

—¿Independendiente?— menciona, realmente no le importa mucho lo que diga el otro, pero cree que es conveniente sacarle conversación, más plática. Quizás si hace amistad con él o le logra caer bien, lo dejé salir con vida y sin algún rasguño.— ¿Puedo saber cuántos años tiene?— decide preguntar y también para sacarse de pequeñas dudas.

—Diecinueve años.

"Uh, es de mi misma edad". Piensa Mo. Entonces quizás, tenga oportunidad de si es necesario, luchar contra él. Pero no sabe que especie es, su tamaño o alguna característica para saber si está en desventaja o ventaja.

—Esta muy oscuro, no te puedo ver. — dice vacilante. O en realidad, no es que este oscuro, el otro se esconde en las zonas con más sombra del lugar lo cuál da un toque de misterio y terror. Pero Mo no está para juegos, su mamá lo necesita y él quiere salir de ahí ahora. Con o sin diamantes.

—¿Acaso quieres verme?— pregunta en un tono juguetón y coqueto que hasta hace a Mo dudar que sea la misma voz sería y misteriosa de hace nada quien le habla.

—Pues, hablarle a la nada se siente muy de la mierda. — se sincera sin problema alguno en decir una que otra grosería. Claramente asombra un poco al contrario que parece menos aburrido que al principio.

Luego de un pequeño rato en qué Shan cree que se fue o lo dejara ir porque no escucha nada, la voz misteriosa vuelve hablar.

—¿Prometes no asustarte ni huir de mi?

Aquella pregunta más que fastidiarle o incomodarle lo extraña bastante, e incluso preocupa un poco. ¿Qué tal si va por él a comerlo? Niega en preguntar eso y decide seguir siendo valiente y mostrarse un poco desinteresado por una parte.

—A menos que seas el Kraken o un megalodón, no creo tenerte miedo. — le contesta encogido de hombros, bufando "aburrido". Lo cuál hace sonreír al contrario a pesar de no ser visible todavía por el pelirrojo.

—Ten por seguro que no soy ninguno de esos.— dice con cierta ironía en su voz.— ¿No le tienes miedo a la oscuridad?

—No. — responde secamente, y aunque por un momento cree que su cuerpo nadara lejos de ahí apenas el misterioso salga, se queda impactado cuando, entre las sombras sale por fin el anfitrión del lugar.

No es para nada como se imaginó que podría ser. Es tan similar a él, como tan diferente al mismo tiempo. Es varón, macho*, nada sorprendente. A primera vista también es un tritón aunque no piensa mucho en saber exactamente de qué ser o de que pez desciende. Tiene cabellos oscuros, es más alto que él y hasta tiene más ejercitado su abdomen y brazos. No exageradamente musculoso, pero si lo suficiente para hacerlo sentir delgado a lado suyo.

—Soy He Tian.— se presenta nadando alrededor del pelirrojo, examinando desde sus aletas hasta su cabeza.

—¿De quién desciendes?— se atreve a preguntar mientras mira con curiosidad la enorme y larga cola de tritón del azabache.

—¿Tú qué crees?— pregunta acercándose demasiado a él, hasta el punto de envolver su cola con la del pelirrojo, emparejando las, juntando las.

Lo cuál ocasiona cierta reacción en Mo, puesto es un contacto íntimo para él que lo agarro totalmente desprevenido así como su cercanía. Además que no logra zafarse fácilmente a dicho agarre, lo tiene atrapado y por un momento se altera.

Pero al estar tan cerca y su cola de pez prácticamente unida a la del azabache, le permite observar mejor y aclarar todas sus sospechas. El tal He Tian como se presentó hace poco, no es cualquier tritón que haya conocido o visto de lejos en su vida. Ni a She Li le tuvo tanto desconcierto la primera vez, cuando se conocieron. Y es que por fin se dio cuenta de que ser del mar desciende. Eso explicaría un poco su gran altura y grosor.

—¡Eres un tiburón!

—No, no soy tiburón. — vira los ojos con obviedad, mientras resopla. Saliendo burbujas en el acto.—Pero si desciendo de ellos. Más específicamente, del tiburón blanco. ¿Acaso tienes miedo que te muerda?

Mo lo consigue empujar lo suficientemente fuerte para alejarlo y que su cola quedé por fin libre. Aquella cercanía lo puso nervioso, tenso, y no precisamente porque creyera que lo fuera a comer.

—¿Miedo yo? ¡Puf! No seas un engreído.—dice ofendido. Él no es alguien que se asusté fácilmente aunque debe admitir que en el fondo, al principio si le daba terror estar ahí.— Le tengo más miedo a las orcas que a un tiburón.— admite, y aunque no miente, no dice toda la verdad. Ya que tampoco es muy fan de los tiburones y sin duda, es muy precavido cuando ve alguno cerca. —Bueno, ni siquiera miedo, solo me mantengo alejada de ellas. Su manera de jugar no es para nada divertida.

Las orcas asesinas como le llaman muchos, tiene esa gran reputación de que la forma en como ellas juegan y se expresan es siniestra, bruta y hasta violenta. Sin mencionar lo astutas que pueden ser a la hora de cazar su comida,  además que es el depredador más grande y carnívoro del mar. Por qué incluso aunque haya otro tipo de ballenas más grandes —la ballena azul—, estás comen Krill. No focas, pulpos o tritones. Las orcas junto al tiburón blanco, se considera de gran amenaza hasta en los océanos. Aunque esté segundo por lo menos dura días sin comer.

—¿Dónde vives?— pregunta He Tian una vez analiza lo que el contrario dice sobre ser precavido. Incluso parece invitarlo a quedarse un rato más.

—¿Y eso que importa?— hace una breve pausa. Ahora está en un punto en si tenerle miedo o solo ignorarlo.—¿No piensas comerme, verdad?

—Bueno,— parece pensarlo, lo cuál asusta más a Mo.— depende de qué tipo de "comer" te refieres.

Guan Shan tarda en captar el doble sentido de la oración, lo cuál le causa gracia al mayor. El pelirrojo a ojos del azabache, es tan inocente.

—Eres realmente un ratito. No haré perder más tu tiempo y mejor me voy.

—Uhm, como quieras. Pero si quieres verme. Ya sabes dónde buscarme. — le guiña para llevarlo a la salida a pesar de que el pelirrojo nunca se lo pidió.

Mo se permite sentir más aliviado. Después de todo, no terminó mal las cosas. Realmente creyó que iba a ser devorado o capturado en esa cueva y jamás volvería a ver a su amada madre. Aunque en ningún momento baja la guardia, no vaya hacer que el otro tritón cambie de parecer y ya no quiera que se vaya. Sabrá Poseidón que le hará estando solos por tanto tiempo.

—Tengo que admitir que por un momento pensé en capturar te y tenerte aquí para molestarte. — dice He Tian nadando hacia arriba, cerca de la salida/entrada. Mo siente que se ahoga con su propia agua al escucharlo decir tal cosa.— Pero sé que volverás, así que te dejare ir. — añade haciendo volver a Mo en sí.

Guan Shan tiene ganas de preguntarle que pasó con los otros que entraban a ese lugar y nunca salían de ahí. Pero al final se acobarda y realmente tiene ganas de irse, quedarse hablar le tomaría más tiempo.

Obviamente no tiene pensando volver jamás, aunque no sabe cómo se lo tomara She Li cuando regrese vivo pero con las manos vacías.

Quizás estar con aquel tritón suene mejor, pero su mamá está enferma y debe cuidarla. Quizás si súplica, She Li se compadezca de él. No le importa humillarse si por lo menos, salva a su mamá. La única familia que le queda ahora.

II

Nada por lo menos cien metros hacia arriba, y para su pequeña sorpresa, Li lo estuvo esperando. Con sus ocho tentáculos, nadando de un extremo al otro y por lo que ve, parece que está solo, sin sus matones a su lado. Guan Shan toma valor para acercarse hasta él y contarle la verdad. Aunque no lo deja terminar cuando escucha de su parte el "no pude traer los diamantes que me pediste".

—Mo, teníamos un trato. — recalca el albino con su mirada sombría. Guan Shan es prudente y toma distancia de él por cualquier cosa.

—Lo se, pero hay alguien viviendo ahí.— bufa estresado. Acción en la que salen burbujas.— Sentí como si fuese un robo, y además tú me dijiste que no había nadie ahí.

—¿Hay alguien viviendo ahí?— dice extrañado y confundido, y duda de que Mo le esté mintiendo.—Da igual, tienes que traerme las cosas que te pedí de todas maneras.

—¿Qué tal si no me deja llevarme nada o me hace daño?

—¿Qué tal si tú preciada mamá muere?

—No...— balbucea terriblemente preocupado. Realmente ese fue un golpe muy bajo y duro. Siente un dolor en el pecho de tan sólo imaginar estar sin su mamá.

Ya está tardando, ¿No tiene alguna otra opción más que ir a robar esos diamantes? ¿O habrá otra manera de que aquel tritón de cabellos oscuros amablemente se los entregué?

—Solo por ser tú, quizás puedo darte la medicina para tu mamá primero, y ya luego vas a recoger lo que te pedí. Se que eres un tritón de palabra y cumplirás.— dice She Li, sonriendo con malicia y acercándose lentamente a Mo, quién al escuchar la gran noticia, no se alejó.

—¿En serio?

—Si,— asegura, acariciando los hombros del contrario quien apenas se dejó. She Li no deja de mirar su clavícula y abdomen, sube su mirada hasta sus labios que tiene ganas de lamerlos y morderlos hasta hacerlos sangrar.— Solo si te dejas tocar. — le murmura acercando su rostro todavía más, su lengua pasando por su delgado cuello de manera lenta, a lo que Shan siente escalofríos desagradables.

—Ugh no, sueltame. — dice asqueado, con la suficiente fuerza y rapidez logra quitárselo de encima y alejarse lo suficiente antes que alguno de sus tentáculos logrará retenerlo. —¡Aléjate de mi!— le grita, pero sintiéndose un poco atemorizado por lo que She Li pueda hacerle.

—¿No entiendes que eres mío?

—¿¡Qué mierda!?— exclama estupefactado al oír lo que dijo el otro, alejándose cada vez más cuando She Li también se dirige a él peligrosamente.— ¡Yo nunca seré nada tuyo!

Mo empieza a tomar carrera cuando se percata de que She Li ahora va enserio en perseguirlo a él, y sabrá Poseidón que hará una vez esté capturado en sus largos y grandes tentáculos que pueden envolverlo fácilmente.

—¡No puedes huir de mí siempre!— dice en voz alta, sonriendo cínicamente y sin detener la persecución que ya ha comenzado por el tritón dorado.

Mo desesperado y alterado, por un momento piensa en ir a su casa pero aquello no detendría a She Li en entrar de cualquier forma y atraparlo. En ningún lugar de todo el inmenso mar estará seguro, nadie querrá ayudarlo o meterse con She Li para protegerlo. No tiene amigos, está desprotegido contra el albino.

—Joder, Joder, joder. ¿A dónde mierda voy?— dice entre dientes. A pesar de que parece que le sacó ventaja, no durará mucho su gusto.

Entonces algo hace click en su cabeza, y realmente no lo pensó demasiado pues tampoco tenía otra opción. ¿Acaso será demasiado pronto para volver aquella cueva oscura y grande, de la que nunca pensó regresar?

She Li no deja de seguirlo, pero por lo menos logra perder el rastro cuando nada más profundo hacia aquella no tan abandonada cueva.


III

Duró tan sólo un par de minutos esconderse en la entrada de la cueva, pero alguien más notó su presencia y se acerca a él sin mucho sigilo. A comparación de la primera vez, en esta ocasión si quería ser notado.

—Hey, ¿De quién te escondes?— pregunta detrás de él y mirando a la misma dirección que Mo, como intentando averiguar de quién se esconde. ¿Estará jugando?

—No te importa. — contesta cortante, no tiene tiempo para preocuparse por el tritón a sus espaldas. En esos momentos, le tiene más miedo a She Li que a He Tian.

—¿Es de ese pulpo blanco que veo a lo lejos?— pregunta curioso para gran asombro de Guan Shan. ¿Cómo lo sabe sí él ni lo alcanza a ver desde donde está escondido? Sin mencionar que la oscuridad opaca su rango de visión.

—¿Cómo pudiste verlo?— frunce el ceño extrañado, sin poder creerlo y tampoco cree que haya adivinado así de simple.

—¿Acaso no sabes que los tiburones tienen un oído y vista muy aguda? — le contesta sonriendo orgulloso de sus habilidades. Y no sólo por ser de esa especie, sino también por qué desde pequeño ha sido entrenado para ser el mejor incluso entre otros tritones de su índole. —¿Por qué crees que somos considerados de los mayores depredadores en los mares y océanos?— sonríe en grande.

Incluso en casi toda esa oscuridad que los rodea (benditos plancton), Mo puede divisar al estar tan cerca, la enorme sonrisa del azabache.

Sus dientes son tan diferentes a los de cualquier otro tritón o medio pulpo que ha visto. Y no evita mirarlo a los ojos, aquellos de color grises que le resulta atractivos, hermosos. Se guarda ese pensamiento para si mismo, intentando concentrarse en lo que más le preocupa ahora.

—Pero tú no eres un tiburón, eres un tritón.— le responde al recordar la primera conversación que tuvieron hace mucho rato.

—Un tritón descendiente de un tiburón blanco.— le dice aclarandose la garganta.— Tenemos un sexto sentido descomunal. — añade como para presumir le al pelirrojo, quizás hasta impresionarlo.— Pero no hablemos de mí, ¿Ese pulpo y sus amigos te están acosando?— pregunta lleno de intriga.

—¿Amigos? ¿Acabas de decir que viene con más gente?— pregunta nervioso y sin poder creerlo. He Tian asiente serio. Mo no puede creer que She Li haya ido rápido a buscar a sus matones para ayudarlo a encontrarlo. Ahora sí se siente indefenso, sin oportunidad alguna de regresar.

—Los otros tres son tritones como tú, pero diferentes especies. Fácilmente me los puedo comer. — murmura esto último, aunque Mo ni siquiera lo escucho, está pensando en que puede hacer.

Desde donde se encuentra, He Tian se da cuenta que huele demasiado bien. Y no niega que tiene un primitivo instinto de morderle el cuello sin llegar al punto de arrancarlo, suena tan tentador  y erótico. Pero se contiene, no es un buen momento.

—Quieren algo de mí, y no precisamente golpearme. — dice angustiado, sin darse cuenta de la mirada intensa en su cuello.

—Te dejaría con gusto esconderte aquí. Pero eso no sirve de mucho, por qué en cualquier momento tienes que salir. No puedes huir y esconderte por siempre de los problemas, es mejor enfrentarlos. — le aconseja Tian. Por primera vez, Mo cree que ha dicho algo inteligente y sabio. Algo muy maduro.

Pero es fácil decirlo que hacerlo. Porque el no sabe cómo enfrentar a She Li y a su grupo de matones. Serían cuatro contra uno. No duda se su propia fuerza y agilidad, pero no cree que sea suficiente ni que corra con suerte.

—¿Yo solo contra She Li y sus matones? Ni siquiera lograría vencer a She Li en una batalla cuerpo a cuerpo. Ese pulpo ya es muy fuerte y mañoso por si solo.

—Mmm... Una pelea injusta entonces.— dice pensativo.— Entonces, permíteme ayudarte. — le dice tomándolo del hombro suavemente.

—¿Qué? ¿Ayudarme?— repite sin poder creerlo. He Tian asiente sonriente, confiado y mostrando sus músculos. —  No sé si logres vencer a She Li.— agrega todavía no muy seguro.

¿Qué tan bueno puede ser He Tian peleando? ¿Y por qué lo ayudaría si hace muy poco que se conocen? ¿Acaso simpatizo con él? ¿Siente lástima...?

—Ouch, dudas de mi capacidad y gran fuerza. — finge haberse ofendido.—Pero aunque te niegues, de igual forma pienso ayudarte.

Mo no sabe si este bien detenerlo, pero no consigue hacerlo de todas maneras porque He Tian sale para ayudarlo enfrentar a sus problemas.

—¿Vienes o me dejaras ir solo?— sonríe el azabache, teniéndole la mano para gran asombro del pelirrojo.— ¿Acaso tienes miedo?

—No lo tengo. — dice decidido para entrelazar la suya con la del otro tritón para que lo ayude salir de ahí rápido.

Ellos dos contra tres tritones y un sádico pulpo. Tal vez, Mo no esté completamente solo en esta lucha. 

IV

— Ese pulpo no te volverá a molestar. — le asegura el He, recibiendo la ayuda de Mo en limpiar la sangre de la cortada que tiene en su palma derecha.

Mo se ha quedado sin palabras, ni siquiera sabe cómo agradecerle a He Tian por su ayuda. Porque no cree que un corto "gracias" sea suficiente. Solo puede estar cerca suyo y ayudar a curarlo, él salió con más golpes y hasta heridas de sangre.

Se queda en silencio pensando y concentrado en la herida del azabache.

—¿Cuál es tu nombre?

—Mo Guan Shan. — responde, cayendo en cuenta que antes nunca le había dicho su nombre y quizás sólo lo conocía como pelirrojo o "tritón dorado". He Tian descansa sobre su hombro, oliendo esa parte entre su cuello y hombro lo que causa sorpresa.— ¿¡Qué mierda crees que estás haciendo!?— se exalta en preguntar y se ruboriza por el repentino contacto.

—Hueles realmente bien.— le responde bajo, embriagando se en el aroma natural de Mo. No es común que los tritones tengan un olor encantador, e incluso se dice que eso es más común en sirenas. Todo se debe por cuál mar han pasado, entre otros factores. Es un olor único y suave, tienes que estar muy cerca de él para poder percibirlo. —¿En qué lugar frecuentas nadar para oler tan bien?— pregunta interesado.

Ni siquiera un viejo amigo suyo que tiempo atrás le gustaba, huele tan bien como Guan Shan.

—Eso no te interesa.

—Me he dado cuenta que eres lindo.— admite cara a cara del tritón, apreciando mejor su sonrojo por tal confesión.— ¿Por qué siempre frunces el ceño? ¿Estás enojado todo el tiempo?— pregunta curioso mientras delinea suavemente y con sumo cuidado con sus pulgares las cejas del pelirrojo.

—¡Deja de tocarme el rostro!


He Tian desciende las cejas hasta la clavícula de Mo, luego sus manos "inconscientemente" bajan hasta su pecho, específicamente en la zona donde están sus pezones. Ante la mirada de advertencia y nerviosismo del pelirrojo, lo deja de tocar.

—Perdón, me dejé llevar.— se disculpa. Ni él mismo puede creer que se haya quedado hipnotizado ante el cuerpo ajeno. Antes nunca se había quedado embobado con tal imagen. — ¿Puedo ir a visitarte también?

—No. — no vacila ni un segundo en negar para descontento del He.—Llamaras mucho la atención.


En donde vive no es común ver un tritón con sus características. Ya sea porque es especialmente largo desde su cabeza hasta las aletas de su cola, por su fornido cuerpo y otros puntos más que lo pueden confundir del vientre para abajo con un tiburón. Tal vez cause conmoción o caos a la luz del mar.

Una vez regresaron al lugar ya habitual para Mo, la cueva donde vive He Tian, se echaron encima de unas espaciosas rocas planas pero extrañamente decentes para el descanso.

—Puedo saber,¿Por qué ese pulpo te seguía? ¿Acaso le debías algo?

Mo lo piensa un momento. No le ve nada de malo en que quiera saber más acerca del asunto. Después de todo, lo ha ayudado.

—Él es la razón por la que vine a esta cueva, en primer lugar. — menciona con cierta ironía. Sino fuera por She Li de cierto modo, nunca se le hubiera ocurrido acercarse a ese profundo y desconocido lugar. Mucho menos volver.

—Continua...

—Mi mamá se siente enferma desde hace tres días. Ningún remedio a nuestro alcance la ayuda, y She Li, ese pulpo, me dijo que podría darme una medicina que haría efecto en cuestión de pocas horas. Pero para que me la diera, a cambio quería que viniera acá a robar tus diamantes.— hace una breve pausa. Es increíble todas las cosas que han pasado en todo un día.—Yo acepté, pero obviamente no sabía que alguien vivía aquí. Cuando me fui y She Li vio que no llevaba nada, se molestó. — explica toda la situación y el origen de porque decidió hacerle tal favor a She Li. Por su madre.


—Al menos ya no te volverá a molestar.— dice mientras se voltea a mirar a Guan Shan, quién está boca arriba nadando en sus propios pensamientos.

—Pero aunque me hayas ayudado con él, eso no quita el asunto de mi mamá. No se que hacer...— dice bastante deprimido como desesperado, aguantando las ganas de llorar. De cualquier forma, quizás He Tian no note sus lágrimas puestas estás se pueden camuflar en el agua.

Más lo que Guan Shan nunca se esperó ni imagino, es recibir un cálido abrazo del mayor. No lo juzgo, no lo cuestionó, solo envolvió sus grandes y fuertes brazos en él, juntando también su cola con la suya de manera amistosa.


A

unque la posición la considera un tanto rara y no muy común, acepta el dichoso abrazo, aunque He Tian pesa mucho estando medio encima de él.

—¿Qué tiene tu mamá? Puedo ayudarte a conseguir medicina.

—¿Cómo?— pregunta nervioso, pues la posición en cómo están sigue siendo algo extraña. Cómo si fueran hacer cosas de "adultos".

—Digamos que tengo...— vacila por un instante en qué decirle exactamente.—
Contactos, que pueden ayudarme a ayudarte. ¿Qué dices?

Mo lo piensa detenidamente. ¿Realmente debe confiar en él?¿Y por qué es tan bueno con él? ¿Qué vio en él para quererlo ayudar? ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones? Tiene miedo de volver a creer y que sólo lo usen o traicionen.


Al final y pensando más en su madre, decide aceptar. Deseando no arrepentirse.

V

Ya había pasado un mes desde que He Tian ayudo a Mo con la medicina de su mamá y a que She Li nunca más lo volviera a molestar, al menos estando He Tian cerca, que esto es casi en todo momento, puesto el tritón de tiburón salía de su cueva para estar con Mo Guan Shan. Y aunque al principio, tanto sirenas como otros tritones le tenían mucho pavor, desconfianza y terror por su descendencia, terminaron por acostumbrarse e incluso hasta algunas varias sirenas quedaron enamoradas por su físico y fuerza.

Aunque nadie sabía que el tritón de cabellos oscuros, solo tiene ojos para uno.

Ahora mismo se encuentran en hogar del pelirrojo. Totalmente solos y conversando un poco, uno a lado del otro.

—Siempre quise saber...

—¿Si?

—Antes de mi, otros tritones habían ido a la cueva y nunca más regresaron. ¿Qué paso con ellos?— juega con sus dedos, siempre ha querido saber acerca del tema desde que hace tiempo She Li se lo dijo.

He Tian lo piensa detenidamente, como haciendo memoria.

—Primero les advertí, luego no hicieron caso y los golpeé hasta dejarlos inconciente, pero no muertos. Le pedí ayuda a mis contactos para que se los llevarán lejos y vieran que hacer con ellos. Pero que nunca regresarán por donde vinieron. — explica brevemente. Realmente es fastidioso contar con visitantes indeseados.

Sin embargo, con el único que quiso tener una relación o por lo menos no golpearlo en primera instancia, fue con el hermoso tritón dorado recostado a su lado.

—¿Por contactos, a quién te refieres?

—Gente que trabaja para mi hermano.— dice sin muchas vueltas, pero tampoco con ánimo de hablar acerca de un familiar suyo. Prefiere hacer otras cosas aprovechando que están ellos dos solos.

He Tian lo acorrala para unir sus labios con los suyos, Mo no lo aparta porque es algo que él también estuvo esperando. Ambos cuerpos parecen estremecerse y Guan Shan corresponde sus demandantes besos, así como sus largas colas se envuelven una a la otra y empiezan a frotarse entre si, creando un movimiento de agua a su alrededor, casi un pequeño remolino por la fuerza y constancia con la que se frotan.

—Uh... — Mo se muerde levemente el labio inferior, un poco tímido e intimidado por lo que sus ojos aprecian, pero no por ello menos excitado.

Los órganos reproductores de He Tian.

—¿Asustado, pequeño Mo?— sonríe burlón, mientras baja un poco hasta lamer los pezones del nombrado, disfrutando, succionando y escuchando los jadeos del contrario. Con tantas ganas de aparearse con él.

—P-Para nada...— responde en medio de espasmos por las sensaciones. No sabe bien que puede suceder, pero no le tiene miedo.

—Pareces perturbado al ver mis dos miembros. — agrega contento, dejando de jugar con sus pezones dejando como señal hilos de saliva que rápidamente se deshacen bajo el agua, pero la mordida que deja alrededor de uno de ellos difícil podrá desaparecer. —Tranquilo, seré gentil contigo.

— Cállate. — le murmura, pero también se deja envolver por el placer del acto carnal en los dos.

Mo Guan Shan nunca admitirá el estar sorprendido cuando vio salir los dos miembros reproductores en la parte interna de sus aletas pélvicas.

—Solo usaré uno, no tienes que asustarte.

—¡Mierda contigo He Tian!

Si algo que adora He Tian, es molestar a su pequeño tritón, a su pequeño adorable Mo. No puede esperar para hundirse dentro de él. De hacer el amor.

Ambos son el hallazgo afortunado e inesperado del otro, a pesar de que en un inicio, buscaban algo totalmente distinto.









Π Ω μ


Total de Palabras: 5,600
Fecha de publicación: domingo 25 de julio del 2021.
Nota final de escritor:

Macho* = entre los animales es más común decirle macho o hembra, que decir hombre o mujer. O sexo masculino y femenino.

Sexos reproductorios*= por si no lo sabían, los tiburones tiene dos aparatos reproductores, o sea, dos penes/falos.

Título= si algunos no saben que significa el título de esta parte, "Serendepia" el significado está literalmente en el último párrafo de la historia.

Tuve que hacer pequeñas investigaciones para poder escribir esto, como los peces dorados y los mares de Chinas.

Nos vemos la próxima.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top