•Día 19;"Besándose"
Escritor: JaquiiAleWorld
Au/temática: besándose/besos.
Advertencias: Lectura recomenda para mayores de catorce años. Algunas escenas serán levemente subidas de tono. Lenguaje vulgar y obsceno. Leves faltas de ortografía y mucho contenido gay✨👌
Aquí les tragó un nuevo capítulo por este día, espero lo disfruten (◕ᴗ◕✿)( ꈍᴗꈍ)
O
jo 👁️; está parte es como la continuidad del anterior, pero esto no quiere decir que todos los capítulos que llegue a publicar por temática lo sean. Una vez dando está pequeña aclaración, pueden proseguir a leer✨
I
El aire sopla tan fuerte por la zona, las hojas de los árboles se desprenden si el viento es lo suficientemente fuerte. El cielo está despejado pero a menos de una hora de anochecer. El sol siendo remplazado por la luna por completo y las nubes con figuras esponjosas dignas de admirar.
No es invierno pero, hace el suficiente fresco para que varias parejas y niños lleve puesto algún suéter y bufandas para mantenerse lo más caliente posible.
Cuando Mo Guan Shan camina hacia el lugar donde vive, se encuentra especialmente en silencio como solo. Por lo general siempre escucha a los demás inquilinos chismear afuera de sus cuartos, uno que otro ladrido de perro o incluso música en alto volumen. Parece que en ese día viernes en específico, se pusieron de acuerdo para ser un día tan silencioso y tranquilo que sorprende al pelirrojo pero no le desagrada en lo absoluto, todo lo contrario.
Va hacia donde las escaleras comienzan para subir hasta la segunda plata donde está el cuarto donde vive con su madre. Al inicio de estás escaleras, donde solo está la persona que cuida y se encarga de cobrar a los inquilinos por alojarse en aquel lugar quien parece más centrado en leer su revista de chismes, apenas lo ve de reojo y, al ya conocerlo no le dice nada más.
En el pequeño y mal pintado edificio donde viven él y su madre, aquellos que viven lo suficiente ahí, no podrían no reconocer a los pelirrojos de la segunda planta, o de todo el edificio en general. Son los únicos que viven por ahí.
Mientras iba subiendo el primer escalón, se percata de que alguien está detrás suyo. Al girarse para ver quién es, su sorpresa no es para menos. Seriamente se pone a pensar sino tiene alguna otra cosa que hacer más que molestarlo.
No ha pasado ni una semana desde que He Tian se quedó a dormir en su cuarto, le dio aquel extraño masaje y como si ello no fuese poco, lo avergonzó enfrente de su inocente madre. Quién ahora cree, no sólo que es gay, sino que también gusta del azabache. Lo peor de todo es que le dio más crédito porque cuando le preguntó a solas sobre eso mismo, él empezó a balbucear nervioso, sonrojando se, lo que causó que su mamá afirmara sobre los gustos de su hijo.
Desde aquella noche, muchas cosas pasaron y se dio a conocer sentimientos escondidos. He Tian y él ahora están en términos... Diferentes. Ya no son compañeros de escuela, amigos y mucho menos desconocidos.
—He venido a visitar a pequeño Mo. — saluda con una sonrisa que quizás a cualquier persona y hasta animal del mundo, le parecería encantadora, pero para Guan Shan solo es una fachada.
Un diablo con fachada o cara de ángel. Si, eso es.
—Pensé que tenías otras cosas que hacer hoy como para venir hasta acá. — dice entre dientes levemente enojado. Sin detenerse en subir a los demás escalones hasta llegar a la segunda planta.
Apenas se dirigía a la puerta de su correspondiente y pequeño departamento, He Tian lo abraza por atrás, besando su cuello lo que estremece al pelirrojo, quién avergonzado mira hacia los lados para que nadie los vea. Para alivio suyo, ningún vecino sale a chismosear y parece que nadie los observa desde la distancia. Pero no evita molestarse por la imprudencia del azabache. ¿Acaso no sabe lo que es discreción?
Sabe que las cosas entre los dos ahora son tan diferentes, a diferencia de hace unos pocos días. Pero todavía no se acostumbra hacer el centro de atención o recibir tantas muestras de afecto, además de aceptar sus sentimientos por otro. Mucho menos sabe cómo demostrar y corresponder adecuadamente estos, todo sigue siendo nuevo para él. Y tiene ese pequeño miedo de alguna forma, echar a perder algo. En pocas palabras, cagarla.
—¿Qué tanto jodes?— puede notar en esta ocasión, más insistencia y melosidad por parte del más alto, más de lo normal. No evita responderle de esa forma un tanto grosera, es la costumbre pero el He no se ofende ni nada.
—Solo estoy buscando la atención de mi novio. — dice sin pena ni prisa alguna, besando detrás de su oreja que se puso tan colorada como su cabello al escuchar lo que recién dijo el azabache— ¿Acaso no puedo tenerla?
—Shhh, ¡Cállate! — intenta removerse de su abrazo, cubriéndole su boca. Pero su mano tiembla un poco ante el contacto de los labios del mayor quien lo tiene bien agarrado de la cintura.
—¿Acaso te da vergüenza? Nuestro amor no debería darte pena, pequeño Mo. — dice ahora él con cierto tono molesto, enfadado. Besando con facilidad la palma de su mano que el contrario retira de inmediato.
—S-Sabes que todavía no me acostumbro a estás cosas. — le responde nervioso, el He parece aflojar un poco su agarre, pero no termina de soltarlo por completo y Mo tampoco escapa.
A He Tian le pone tan feliz y contento ser el primer novio de Mo Guan Shan, su primera y espera también, única pareja. ¿Cómo no resistirse a los encantos naturales del pequeño Mo? Ni siquiera él mismo pelirrojo sabe que los tiene.
—Lo dejaré pasar porque soy tu primer novio.— dice mientras finge indignación por el pequeño rechazo de su novio al principio. Mostrando "consideración" mientras le toma de la mano y camina el muy poco tramo que les falta para llegar a la entrada del departamento o cuarto de Mo.— Pero cuando estemos dentro de tu cuarto, no escaparas de mí~
Mo suspira pesado, agradece que su madre no esté casa. Aunque también espera que no llegue tan tarde a casa, le preocupa que regrese tan noche ella sola porque tiene que tomar doble turno para ganar más dinero. Piensa que, quizás en un rato más, deberá salir a esperarla por la zona o por el camino donde sabe que ella estará o pasará caminando, para para así acompañarla el resto del tramo de regreso a casa.
Si, eso hará. Le ha dicho muchas veces que mejor tomé algún taxi para llegar más rápido y seguro a casa, pero ella es tan terca como él, puesto se sabe que eso costará bastante y no piensa gastar ni un sólo yuan en tomar un vehículo cuando puede tomar el autobús y caminar el resto del tramo que le falta. En fin, puede entender hasta cierto punto porque no quiere gastar demás.
Por ahora, Guan Shan debe darle "atención" a su pareja para que se le baje lo caliente o meloso.
Una vez adentro cerrando detrás de si la puerta y en dirección a su propio cuarto, sin importar nada más, comienza a besarse y restregar su cuerpo contra el del mayor.
He Tian acaricia la estrecha cintura del pelirrojo hasta llegar a sus asentaderas y apretarlas mientras devora los labios del pelirrojo quién apenas le puede seguir el ritmo.
—Mgh... He Tian.
Si algo es musica para oídos de Tian es escuchar los jadeos que suelta en medio del húmedo beso su hermoso novio. La sensación de sus labios moviéndose entre sí y sus lenguas rozando se cada tanto es algo que ambos disfrutan y pecan de placer.
Como una gran adicción que nunca se detendrá, nunca se cansarán de ella. Esta vez, los besos que se dan son más largos y profundos que de costumbre.
—No sabes cuántas ganas he traído de besarte en todo el maldito día. — le dice con la voz ronca en medio del beso, sin pensarlo carga a su novio, levantando lo en el aire hasta dirigir sus manos a los suaves muslos de su colorado, abriendo de piernas al chico quién las enreda en el torso del contrario sin pensarlo, pura inercia.
Una posición muy sugerente y que da a libre interpretación e imaginación quien los viera así.
—Entonces...— hace una pequeña pausa como para dar misterio al asunto, pero en realidad solo trata de regular su respiración por la intensidad de aquellos besos que casi lo dejan sin respirar.—
No te detengas.
Mo Guan Shan nunca se ha escuchado tan seductor como ahora, o quizás sea solo una ilusión de He Tian.
Aquello fue como una directa invitación por parte del pelirrojo, quien le agarra de sus hebras oscuras ya que también quiere mantener cierto control sobre los besos que tanto se demandan y piden estos dos amantes. A Mo le encanta tanto cuando se besan a pesar de no admitirlo en voz alta. Pero para He Tian está bien, porque puede verlo a través de su intensa mirada y el estremecimiento del cuerpo ajeno, como lo calienta y el mero goce de sus suaves labios húmedos sobre los otros.
—Como me encanta cuando te pones así. — admite sintiendo cierto cosquilleo en su vientre y más abajo.
La pequeña cama del colorado nunca le pareció tan cómoda y perfecta para disfrutar de sus amoríos ahí mismo, le parece hasta algo tierno pensar en la pequeña oración "nido de amantes". Es pequeña pero cálida, y huele tanto a Guan Shan.
He Tian nunca se equivocó en pensar lo estrecha que es la cintura de su adorado novio, lo tersa de su piel y lo bien que se sienten sus labios al besar desde su ombligo hasta cuello. Dejando uno que otro chupetón por aquí que, Mo se hará cargo de regañarlo por cada uno de ellos apenas terminen de besarse.
Aunque sabe que en el fondo, a Shan le gusta. Le hace temblar cada uno de sus besos en ciertas zonas sensibles de su cuerpo que no precisamente son erógenas.
Tian se envuelve una vez más en los tentadores labios de Guan Shan, nunca se cansará de hacerlo suyo a través de los besos que se dan.
El momento es tan perfecto que hasta parece algo irreal.
II
La señora Mo baja del autobús en la parada correspondiente, y se dirige a seguir el tramo que le falta en dirección al edificio donde vive con su hijo. Tiene que tomar ciertos atajos para llegar lo más pronto posible, atajos que son calles o senderos poco iluminados, con poca vigilancia y el frío es a duras penas aguantable. Más siendo de noche, es peor, incluso aunque ella lleve un suéter.
Estando ella sola en aquellos lugares, no es para menos que de cierto miedo y nervios caminar entre en esos barrios, preocuparte porque en cualquier momento alguien te asalte en el "mejor" de lo casos. Que no salga lastimada es lo que puede pedir.
En una banqueta; hombres ingieren alcohol y hablan obscenidades con sus compañeros, pero ella sabe que tiene que pasar por ahí para aproximarse al parque que está cerca de donde viven y ahí ya hay más luz y gente. Pero para su gran sorpresa como alivio, ve a un par de metros a su hijo acercarse a ella para acompañarla durante todo el trayecto del camino.
Y no viene solo.
—Tía, no debería venir por estos lugares a estas horas de la noche. Puede ser peligroso si viene sola. — dice preocupado.— Luego hay ciertas personas desagradables que no te querrías encontrar en la calle. — añade haciendo una clara referencia a esos hombres no sólo borrachos, sino también hablan o hasta gritan cosas obscenas y se creen mucho por estar en grupito.
Cada uno de ellos se pone a los costados de la mayor, como si fueran guardaespaldas.
—Mamá, ya te he dicho que me avises cuando estés en la parada del autobús para ir a recogerte mejor, así poder acompañarte. — le reprocha su hijo, altamente preocupado. Puede ver a lo lejos al grupito de hombres que se la quedaban viendo pero apenas él los mira de mal modo, desvían la mirada. — Sabes que no me gusta que vengas sola por estás zonas oscuras y con muy poca gente.— murmura tomándola del antebrazo.
—No quiero molestarlos a que vengan por mí.
—No es ninguna molestia. — dice sonriente Tian para no hacerla sentir mal porque hayan ido ambos por ella. No tiene nada de malo que se preocupen o quieran acompañarla.
Esta bien tener miedo, tienes que decirlo.
Los tres caminan el trayecto que les hace falta y hablan animadamente. Aunque Guan Shan no habla mucho, y cuando lo hace parece gritar que dialogar. Más cuando el He dice cosas vergonzosas o le lanza indirectas con solo mirarlo.
Para He Tian, besar no es lo único que quiere hacer con Mo. Quiere formar parte de su vida, de su familia y seguir recibiendo más de ese puro, fuerte y duradero amor de amantes.
—He Tian, ¿Hoy también te quedarás a cenar?— pregunta la mamá. Desde que el azabache viene a su casa, ha notado estos días más animados en casa.
Y a su hijo más feliz, aunque él lo oculte, ella lo puede notar. Es su madre después de todo.
—Mamá, He Tian debe estar cansado de quedarse a cenar con nosotros. De seguro debe estar muy ocupado estudiando como el estudiante ejemplar que es. — responde antes de que su novio diga un "sí".
—No le crea tía Mo, claro que me encantaría. Me encanta mucho su comida. — le sonríe.
—Que bien, porque en realidad, hay algo que me gustaría hablar con ustedes dos. — agrega para gran asombró de ambos. Se escuchaba incluso seria.
¿Qué querrá hablar con ellos? ¿Quizás ya es muy obvio que son más que amigos? Y si es así, ¿Le desagradara? ¿O todo lo contrario? Nunca se sintieron tan nerviosos y tensos como ahora.
—¿Hablar? ¿De qué cosa?— pregunta su hijo apenas llegan a casa.
—Oh, no es nada grave tampoco.— ambos chicos se tranquilizan al escuchar eso. Pero ella aún no termina.— Sólo quería saber, ¿Cuándo pensaban decirme que son novios?¿Acaso creen que no me doy cuenta?
He Tian y Guan Shan se miran uno al otro desconcertados sin saber que responder exactamente. Ni siquiera llevan una semana siendo novios, entonces, ¿Cómo se dio cuenta tan rápido?
Las madres si que dan miedo.
Π Ω μ
Fecha de publicación: Lunes 19 de julio del 2021.
Total de Palabras: 2,335.
Nota final del escritor:
Quedé así con el capítulo de hoy:🤡🤡
Nos vemos la próxima lectura 🖖✨
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