♡ trece.

—Hola, Koo.

—En verdad que amo ese apodo, creo que es uno de mis favoritos.—A través de la línea pudo escuchar a Jungkook riendo.

Oír la risa de su novio le alegro, le calmo los nervios y le dio la calma que necesitaba.

—¿Que haces, Koo?

Pues ahora estoy jugando, hoy Yuqi vino a visitarme y me trajo un nuevo juego, se llama Viva Piñata.

¿Y de que trata?–Se recostó en la pared e hizo de su aliada a la gravedad, se dejó caer hasta sentarse en el frío suelo.

Es sobre hacer tu propio jardín, es muy lindo, son animales piñata que cuando quieren ser parte de tu jardín se vuelven de colores.—A través de la línea sintió la alegría de su novio, sintió incluso cómo sonreía.—Ahora mismo trato de que más conejos se unan a mi jardín.

Eso es muy lindo.–Sonrió.—Espero que cuando vuelva podamos jugar los dos.

—El juego es solo para uno pero estaré dispuesto a ayudarte creando un jardín, seguro muchos patitos y pollitos se unirán al tuyo.

—Como los conejos se unen al tuyo.

Ambos rieron por el teléfono, ambos sonriendo por la imagen mental de ver a su novio sonreír. A pesar de la distancia podían sentirse cerca, podían sentirse lado al lado. Eso les hacía felices, saber que no importa cuan lejos estén siempre se sentirán cerca.

Porque su corazón era uno.

Jimin recostó su cabeza contra la fría pared, soltando un suave suspiro cansado y cerrando sus ojos.

¿Cómo estas, Minnie?

—Nervioso, quisiera que estuvieses aquí.

Yo también quisiera estar ahí.—Jimin sonrió.—Pero todo saldrá bien, ya lo verás.

—Eso espero.

Vaaaamos ¿qué es lo peor que podría pasar? ¿qué ella sea una mala mujer que solo quiera perjudicarte?

No ayudas con mis nervios.–Soltó una risilla, recostándose aún más en la pared.

Tratando de imaginar que aquella pared era el pecho de Jungkook y que él le hablaba mientras acariciaba sus cabellos.

Mantente tranquilo, todo irá bien.—Susurró.

Aquel susurro se sintió como un abrazo a su corazón, fue envuelto por la dulce voz de Jungkook, sintiendo que le tomaba en sus brazos y le acurrucaba contra su pecho.

Solo respira.

—Gracias por siempre calmar mis nervios.—Ambos sonrieron.—Siempre lo haces.

Nah, quien más ayuda eres tú, Minnie.

Antes de que pudiese decir algo la puerta fue tocada, detrás de ella escuchó un 'Todos ya están en la sala de juntas' y escuchó como el sonido de unos tacones se iban alejando. Otra vez sentía los nervios atormentarle.

Pero trato de respirar, como se lo dijo Jungkook.

—Tengo que dejarte.

—Está bien, cariño. Mantén la cabeza alta que todo saldrá bien.

—Gracias.–Sonrió mientras se levantaba del suelo y alisaba sus camisa.—Te amo.

—Yo también te amo, cariño.

Me gusta cuando me dices así.—Sintió como sus mejillas iban tomando un color rojo.—Ahora tengo que colgar.

Suerte, cuando termines me llamas.

—Lo haré.

—Nos vemos, Minnie, tengo que vigilar a mis conejos, uno ya murio y los demás comieron sus dulces.—Escuchó el jadeo frustrado de Jungkook y lo pudo imaginar jalándose los cabellos de la impotencia.

Jimin solamente sonrió ante su imaginación, se despidió con un suave "Adiós" y colgó la llamada.

Se miró a través del reflejo de su celular y se aseguró de estar presentable, no quería darle a nadie el vistazo de que tan nervioso estaba.

Pero todo iría bien, Jungkook se lo había dicho.

Salió del pequeño cuarto y fue caminando con pasos seguros hacia la sala de juntas, entró con la cabeza alta y con la apariencia de tener todo bajo control.

Pero cuando vio a la cara a la mujer quiso esconderse.

Sus ojos rasgados y su cara seria quisieron que cabe un hoyo para esconderse. Tuvo que caminar aparentando no estar nervioso hasta sentarse frente a ella.

—Ahora que estamos todos, pueden abrir las carpetas frente a ustedes.—Hablo una de las secretarias.

Jimin lo tomo en sus manos y se puso a ojearlo, leyendo cada párrafo.

Aquella carpeta tenía lo que supuestamente llevaban de relación, tenía desde el mínimo detalle de cómo supuestamente se conocieron hasta cómo se enamoraron, era una completa historia escrita, una que usaba su nombre y le emparejaba con otra persona que era indiferente a su vida.

Y era triste, tener toda tu vida escrita en unas hojas blancas, un guion escrito el cual tenía que memorizarse.

Seulgi era el nombre de la mujer frente a él, la había visto en algunas premiaciones y en algunas revistas, habían coincidido en algunos lugares pero nunca habían llegado a intercambiar ni una palabra.

Todo muy contrario a lo que decía en la carpeta.

Porque en las hojas estaba escrito que ellos se habían conocido cuando Jimin había ingresado a la industria, que primero habían empezado siendo muy buenos amigos y que con el pasó del tiempo habían empezado a tener sentimientos por el otro, pero que decidieron esperar a que Jimin tuviese la mayoría de edad pues Seulgi era mayor que él. Según los papeles ellos habían empezado una relación a los dieciocho años de Jimin.

Cómo había pasado con Jungkook.

Esa era la historia de él y Jungkook, solo que con nombres diferentes y situaciones distintas.

—¿Que dicen?

—Está bien, supongo.—Dijo Seulgi cerrando la carpeta y dejándola en la mesa.

—¿Jimin?

No estaba bien, claro que no.

Desde el principio no había estado bien.

—Está bien.—Asintió dejando la carpeta lo más lejos de él.

Pero tenía que ceder al pedido de los demás, porque él quería conservar todo lo que tenía con Jungkook.

Porque incluso sabía que todo esto tendría buenas consecuencias para ellos. Sentía en lo más profundo de su pecho que algún día podrían salir a las calles tomados de las manos.

Lo haría por ellos.

—Bien, sin más que decir creo que todo a quedado claro, mañana haremos el comunicado y después de eso ustedes harán una transmisión para confirmar todo.—Hablo Daehyun parándose de su silla y acomodando su saco.

Jimin asintió y Seulgi también.

Después de lo último que dijo el Ceo, Seulgi junto a sus agentes y su manager salió de la sala de juntas, llevándose la carpeta para repasar lo que tendría que decir.

Jimin no tuvo por que llevársela pues aquella historia escrita en esos papeles era muy parecida a su historia con Jungkook, no necesitaría repasar más.

Salió de la sala junto su agente y manager quienes le felicitaban por las acciones que había tomado y le deseaban suerte.

Jimin no pudo escuchar nada de eso, porque él solo pensaba en lo que hacía y no se atormentaba por ello.

Porque si él tenía que sacrificarse para que su felicidad al lado de Jungkook durase mucho tiempo, lo haría.

Haría todo por ellos, siempre sería así.



























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aclarando el penúltimo párrafo: se suponía que él único que tendría una novia falsa sería jimin :D

nos vemos <3

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