21

Te quiero como parte llevarte a mis lugares favoritos  Y contarte que es ahí donde me siento a buscarte .
Mario Benedetti.

-

Mira, seré directo - dijo Horace - No creo que sea una buena idea que vayas a luchar.

- ¿ Qué ? - pregunté sorprendida .

- Lo digo enserio, Melina - dijo agarrándome de los hombros - No vayas .

- Pero ¿ por qué ?

- Tuve un sueño - dijo mirando al suelo - Te vi morir , Melina .

Esas imágenes se repetían una y otra vez en mi cabeza como si se tratase de un bucle. No sentía mi cuerpo, era como si estuviese flotando en las nubes. Tal vez si estaba muerta después de todo . Pero entonces mis ojos se abrieron y una luz me encandiló la vista. Estaba acostada en la cama de una pequeña habitación. Llevaba puesta una bata de dormir muy cómoda y ya no iba cubierta de cenizas y sangre . Me sentía un poco mareada , pero el dolor de cabeza había desaparecido . Me senté con cuidado en la cama y analicé todo lo que me rodeaba . La habitación era muy simple y no tenía nada fuera de lo común . Junto a mi cama, un chico dormía de forma incómoda sobre una silla . Era Enoch.

- ¿ Enoch ? - dije en voz baja.

El chico abrió los ojos lentamente y me regaló una sonrisa.

- Al fin estás despierta - dijo .

- Eso parece - le sonreí - ¿ Dónde estamos ?

- Al parecer es la casa de un tal señor Bentham - respondió - Sharon nos trajo aquí después de que te desmayaras .

- ¿ Quién es Bentham ? - pregunté .

- No lo sé , aún no lo conocemos - dijo - pero parece ser un hombre rico del Acre .

- ¡ Te has despertado ! - exclamó un hombre de bata blanca entrando a la habitación.

Intenté ponerme de pie, pero mis piernas no pudieron sostenerme y casi caigo al suelo. El hombre de bata blanca me miró con seriedad y me ayudó a acostarme de nuevo.

- Aún te estás recuperando - dijo - Estás muy débil.

- ¿ Cuánto tiempo llevamos aquí ? - le pregunté a Enoch.

- Estamos aquí desde ayer - respondió .

- ¿ He tardado tanto en despertar ? - dije bromeando - ¿ Tal grave estoy o era solo sueño ?

- Bueno, llegaste aquí casi muerta - dijo el médico.

- ¡ Pero si estoy genial ! - exclamé .

- Todo gracias a madre arena - respondió.

- ¿ Quién es madre arena ? - pregunté .

- Es una sanadora - me explicó Enoch - Su cuerpo desprende una especie de polvo mágico que es capaz de curar lo que sea .

- ¿ Cómo están los chicos ? - dije .

- Ya fueron atendidos - respondió - Tenían pequeños golpes y esas cosas , pero nada grave.

- ¿ Y Addison ?

- Logró cruzar hasta el otro lado del puente .

- Vaya, ese pequeño pulgoso - dije con una sonrisa - Si que es inteligente.

- Nunca dudes de la capacidad de un perro peculiar .

- Y tú, Enoch - dije - ¿ Cómo estás ?

- Estoy bien - respondió - Solo estaba preocupado por ti. Pensé que no volverías a despertar .

- Hace falta mucho más que un par de golpes para que te libres de mi - dije riendo .

- Los dejaré solos - dijo el doctor.

El hombre salió de la habitación dejándonos a solas . Enoch se sentó junto a mi en la cama y me sonrió con picardía.

- ¿ Por qué estás tan roja ? - dijo - ¿ Te pone nerviosa mi cercanía ?

- ¡ Claro que no ! - exclamé - Una persona de puede sonrojar por muchos motivos.

- Entonces ¿ por qué estás sonrojada ?

- Seguro he de tener fiebre - respondí .

Enoch llevó su mano a mi frente y la deslizó hasta posarla en mi mejilla.

- No tienes fiebre - me dijo sonriendo con malicia .

- Entonces ha de ser otra cosa - repliqué .

Enoch se quedó en silencio y se acercó un poco más a mi. Nuestros ros estaban muy cerca y yo ya me comenzaba a poner muy nerviosa.

- Cuando me dijeron que estabas muriendo , sentí que me ahogaba - dijo mirándome a los ojos - Por eso me juré a mi mismo que si lograbas salir con vida , no volvería a perder el tiempo .

Enoch agarró mi rostro entre sus manos y juntó nuestros labios. En aquel momento mío fuegos artificiales estallaron dentro de mi, y un montón de mariposas comenzaron a revolotear en mi estómago . El beso fue suave, lo estábamos disfrutando . Sus labios eran cálidos y perfectos para los míos , por ello, cuando nos comenzó a faltar el aire y tuvimos que separarnos, mi corazón sintió una extraña sensación de vacío .

- ¡ Melina ! - gritó Emma entrando a la habitación seguida por Jacob - ¡ Menos mal que ya has despertado ! Nos tenías muy preocupados .

- ¿ Cómo te encuentras ? - preguntó Jacob .

- Estoy muy bien , chicos - respondí .

- Nos diste un susto de muerte - dijo el ojiazul.

Un hombre menudo y de apariencia extravagante entró en la habitación con rapidez y se puso frente a nosotros.

- Hola Nim - lo saludó Emma.

- Hola a todos - respondió él - El señor Bentham se reunirá con vosotros dentro de una hora en la biblioteca.

- Pero tenemos otro compromiso que cumplir - dijo Emma - Llevamos mucho tiempo en este lugar.

- El señor Bentham insiste en celebrar una reunión como es debido - dijo Nim - Por ellos debo asegurarme de que llevéis la vestimenta adecuada.

- Esto no está bien - dije - Nuestros amigos están en peligro.

- Lo haremos por ellos - me dijo Jacob - Algo de lo que nos puede decir ese hombre puede ser importante .

Nim se llevó a Jacob y Emma hacia otra habitación, luego de mostrarnos un armario repleto de ropa que podíamos usar . Enoch me ayudó a ponerme de pie y me dirigí al armario. Los vestidos eran horribles y recargados de adornos . Enoch agarró un traje negro sencillo y una camisa blanca. Yo terminé por coger un vestido rojo tomate recargado de lazos rosas por todas partes .

- Tú cámbiate en el baño - le dije a Enoch .

- ¿ Por qué ? - se quejó - El baño es muy pequeño e incómodo .

- Porque yo me cambiaré aquí - respondí .

- ¿ Y eso qué tiene que ver ?

- ¡ No quiero que me veas desnuda ! - le dije .

- ¡ Oh, vale ! - dijo - ¿ Por qué no te vas tú a cambiar en el baño ?

- ¡ Por Dios, Enoch ! - exclamé - ¿ Dónde has dejado tu caballerosidad ?

- En donde mismo dejaste tú el sentido de la moda - dijo riendo mientras miraba el vestido rojo - Si Horace lo ve, ten por seguro que muere de un ataque al corazón .

- Era lo mejor que había en ese armario maldito - me quejé.

- Bueno, está bien - dijo rendido - Me cambiaré en el baño, pero solo con una condición .

- ¿ Cuál condición ? - dije con una ceja alzada .

- Que me des un beso .

Sentí que las piernas me temblaron y el vestido se resbaló de mis manos hasta caer al suelo. Tragué en seco y con paso de gelatina me acerqué a él. Enoch cerró los ojos y besé su mejilla . No pude evitar echarme a reír , por lo cual él abrió sus ojos enojado . Me agarró de la cintura y me besó con fuerza. Pasé mis manos por encima de su cuello y sentí como todo mi cuerpo se volvía agua entre sus labios . No sabía que era aquello que estaba pasando entre nosotros, pero realmente me gustaba.

- Ahora sí puedo cambiarme en el baño - dijo separándose de mi .

- No salgas del baño hasta que no te avise - le advertí .

- A sus órdenes - respondió haciendo un saludo militar.

En un par de minutos, ya yo estaba lista . El vestido parecía un enorme pastel de tomates, y me sentía realmente estúpida . Toqué la puerta del baño y quedé deslumbrada cuando Enoch salió . Aquel traje le quedaba demasiado bien. A penas sus ojos se posaron en mi vestido, comenzó a reír sonoramente.

- Pareces una tonta - me dijo .

- Tú igual - mentí .

Él se veía perfecto, como un príncipe de cuentos de hadas . Pero yo como siempre , estaba hecha un desastre .

- Iré a buscar a Sharon - me informó - Te dejaré esto aquí .

Enoch puso el sobre de Victor en la mesilla que estaba junto a la cama , y después salió por la puerta. Después de todo, al fin tenía una oportunidad para ver qué contenía aquel sobre en su interior.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top