14

Mi corazón está acelerado, estoy confundida, aturdida. En ti vi algo que nunca vi, que me tiene temblando.
Kat Dahlia .

Nos empujaron para salir al pasillo . Mi cerebro aún no terminaba de procesar toda aquella información. Todo estaba cubierto por toda el agua del hielo derretido . La única salida era hacia arriba. Nos hicieron cruzar una puerta y salimos al tejado en plena luz del día.

- ¿ A dónde nos llevan ? - preguntó Emma .

- A un lugar muy especial , donde no se desperdiciará ni una sola gota de vuestra alma peculiar - respondió Caul .

Oímos voces desde otro edificio y pudimos ver a más soldados . Estaban tendiendo un puente desplegable entre los tejados . Unos diez soldados nos escoltaron para salir del bucle. Todos en la feria nos miraban sorprendidos mientras pasábamos frente a ellos para volver a la sala de los disfraces y bajamos al metro. Caul ya no nos acompañaba .

Volvimos a avanzar en el tiempo , y quedé desorientada. Las vías y las traviesas eran metálicas, las luces de los túneles eran de un color verdoso. Al salir del túnel comprendí que habíamos dejado atrás 1940 y cualquier guerra. Estábamos en el presente . Tal vez la época de Jacob . El miedo se apoderó de mi . Podíamos envejecer en cualquier momento. Los soldados nos acorralaron en el centro del andén para esperar la llegada del tren .

- ¡ Policía ! - gritó Enoch a unos oficiales - ¡ Aquí , policía !

Uno de los soldados le dio otro golpe a Enoch y este se dobló de dolor.

- ¿ Va todo bien ? - preguntó uno de los policías .

- ¡ Nos han hecho prisioneros ! - gritó Olive y también recibió un golpe .

Cuando el policía se quitó las gafas, dejó ver sus ojos completamente blancos , haciendo que la pelirroja se encogiera de miedo.

- Un pequeño consejo - dijo el policía - Estamos en todas partes . Nadie os va a ayudar .

El tren repleto de gente llegó a la estación . Abrió sus puertas y una oleada de personas bajaron. Nos empujaron hacia el vagón más próximo y los policías hicieron salir a los pasajeros que quedaban en su interior .

En un momento de confusión , donde los guardias luchaban para impedir que los normales entrasen al vagón , el contorsionista logró liberar sus esqueléticas manos de las esposas y comenzó a huir. Sonaron dos disparos que me hicieron estremecer. El contorsionista cayó al suelo y la muchedumbre se dispersó con rapidez. Las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos .

- No quiero ver lágrimas, Manon - me susurró Enoch.

Lo miré y me sonrió antes de que un guardia lo abligase a subir al vagón seguido por mi. El guardia que me sujetaba salió corriendo fuera del tren al igual que el custodiaba a Enoch. Al parecer Jacob y Emma habían armado un revuelo y los wights necesitaban refuerzos.

- Salta - me dijo Enoch .

Antes de darme cuenta, Enoch empujó mi cuerpo fuera del tren y me siguió . Bronwyn, al igual que los gemelos, se encontraban aún esperando en el andén . Un montón de guardias se acercaban de forma apresurada a Jacob y Emma , dispuestos a matarlos. Entonces hice lo primero que vino a mi mente. Cuando logré soltar mis manos , me acerqué a gran velocidad a los niños .

- Te prometo que te salvaré - le dije a Bronwyn y le di un abrazo - Joel y Peter, lo siento mucho chicos .

Agarré a uno de los gemelos y lo arrebate de los brazos de su hermano. Me lancé al suelo como si acabase de arrojar una granada y llevé conmigo a Enoch. Los gemelos emitieron un grito tan potente que dolió . Las ventanillas del tren y las luces de la estación explotaron . Aproveché la oscuridad para agarrar a Enoch por el brazo y salir corriendo de allí . No demoramos mucho hasta que las luces rojas de emergencia iluminaran tenuemente el lugar, pero ya nos encontrábamos a una distancia segura . Nos pusimos cerca de unas escaleras , aún en las vías , pero tropezamos con algo y caímos al suelo .
Estúpidamente, caí sobre Enoch . Nuestros rostros estaban demasiado cerca y pude sentir mis mejillas arder .

- No me besaras ¿ o si ? - dijo él interrumpiendo el momento.

- ¡ Claro que no ! - dije ofendida para luego ponerme de pie rápidamente.

Miré hacia abajo en busca de lo que fuese con lo que habíamos tropezado , y realmente me sorprendí al ver a aquel escuálido cuerpo tendido entre las vigas .

- ¡ Sergei ! - exclamé .

Me apresuré en llegar a él con Enoch siguiendo mis pasos . El contorsionista estaba débil y herido , pero vivo . Con suavidad levanté su cabeza y este abrió los ojos .

- ¿ Ya morí ? - preguntó .

- No, no Sergei - respondí - Estás vivo .

Pasé mi mano por los cabellos de el hombre y este comenzó a cantar muy bajito una canción en ruso . De repente , vimos unas sombras a lo lejos.

- ¡ Estamos aquí ! - gritó Enoch .

- ¿ Qué haces ? - lo regañé.

- ¡ Chicos ! - contestó una voz familiar .

Era Emma . Un perro llegó a nosotros y comenzó a olisquearme . Jacob y Emma llegaron segundos después ayudándose a caminar el uno al otro .

- ¡ Es un milagro ! - gritó Emma .

- No, no lo es - replicó Enoch - Somos inteligentes .

- Me refería a Sergei - dijo la rubia - no a ti .

- Nos alegra que hayáis escapado - dijo Jacob.

- Unos pasos y voces se escucharon y todos nos pusimos alertas .

- Tenemos que irnos - dijo Emma .

- Dejadme - dijo el contorsionista - Igualmente estoy muriendo .

- Nadie te dejará - afirmé.

Jacob deslizó las manos debajo de su cuerpo y lo levantó . No necesitó ayuda, ya que el hombre era ligero como una pluma .
Sos figuras bajaron corriendo y se detuvieron al llegar . Emma señaló el suelo y nos arrodillamos en silencio .

- Vamos - susurró Jacob.

- Son conductores de ambulancia y este hombre necesita ayuda - dijo el perro .

- ¿ El perro habló ? - dije sorprendida .

- Soy Addison - dijo - soy un perro peculiar. Encantado de conocerte .

- ¡ Quedaos donde estáis ! - exclamó uno de los hombres.

El pánico se apoderó de nosotros . Un tren se acercaba a gran velocidad. Subimos al andén pero necesitabamos un plan o esos hombres nos atraparían . Uno de los wights se acercó a nosotros y el perro le comenzó a ladrar con fiereza . El hombre no hizo más que echarse a reír y apuntarle con su pistola en la cabeza a Emma . Era el fin. No teníamos opciones. Miré a Enoch y este me devolvió la mirada . La calma volvió a mi con solo mirarse sus ojos . Aparté la vista bruscamente con las manos temblorosas ¿Qué me estaba sucediendo ?

De repente el wight perdió el equilibrio y lanzó un disparo que rebotó en el techo . El hombre quedó boca abajo tendido en el aire y fue arrojado por una fuerza invisible.

- Un hueco - dijo Enoch.

- ¿ Cómo que un hueco ? - dije .

- Jacob los controla - respondió - No te preocupes .

Las puertas del tren se abrieron a nuestras espaldas mientras el wight continuaba chillando .

- ¡ Vamos ! - ordenó Jacob y todos obedecimos .

Subimos al vagón más cercano y nos dejamos caer en el suelo con las respiraciones agitadas y una sonrisa triunfal se dibujó en nuestros rostros. Las puertas se cerraron y el tren se puso en marcha . Gracias a Dios nuestro vagón estaba vacío.

- ¿ Están todos bien ? - preguntó Jacob .

- Si - respondí - ¿ Enserio pudiste controlar a un hueco ?

- Pues si - respondió con timidez .

- Eso fue alucinante - dije emocionada.

- Te debemos la vida - le dijo el perro .

- No fue para tanto - dijo Enoch malhumorado - Hubiésemos podido hallar otra forma de salir con vida .

- Enoch, no seas envidioso - lo regañó Emma .

- No es envidia - se defendió .

- Entonces qué es ¿ celos ?

- Lo que faltaba - dijo alzando los brazos - No tengo ni envidia , ni mucho menos celos .

El contorsionista comenzó a toser y pude ver como se encontraba en medio de un charco de sangre .

- No le queda mucho - dijo el perro .

- Puede que tenga calor suficiente para cauterizar la herida - dijo Emma .

La rubia se acercó a Sergei frotándose las manos . Desvíe la vista de la escena con un escalofrío.

- Eres una miedosa - me dijo Enoch.

- No, no lo soy - repliqué - Simplemente ya he tenido suficiente de muertes y sangre por hoy.

- Ha dejado de sangrar - anunció Emma .

- Debemos llevarlo a un hospital - dije - Si no lo hacemos morirá .

- Tal vez muera de todos modos - dijo Addison .

- Es cierto - lo apoyó Enoch - Si despierta en tres días con la herida curada , habrá envejecido doscientos años.

- Insisto - dije - No estoy segura de que podamos hacer otra cosa por él.

Nos mantuvimos en silencio , observando el delgaducho cuerpo del contorsionista descansar sobre un banco. Estaba exhausta. Dejé caer mi cabeza sobre el hombro de Enoch .

- No digas nada - le pedí - Estoy muy cansada como para pelear .

- No iba a hacerlo - respondió .

Enoch recostó su cabeza sobre la mía y comenzó a juguetear con sus manos . No sé decir con exactitud la velocidad a la que latió mi corazón ante aquel insignificante gesto. Aquel sentimiento comenzaba a asustarme . De repente todas las respuestas se volvieron su nombre y mi único pensamiento era su boca. Me daba miedo, pánico. Me sentía mal conmigo misma . No podía enamorarme , no de él.

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