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Kenneth se lo quedó mirando.
- ¿Ojos...?
- ...
- ¿Craig?
- Azules con verde y amarillo...
Los dos se quedaron en silencio. La campana que indicaba el final del recreo les obligó a apagar el ordenador, recoger sus cosas e irse a clase, pero fue un silencio totalmente abrumador, procesando muchas cosas, pensando muchas cosas, y... sobre todo... sin entender absolutamente nada. Porque si bien pudo ser simplemente coincidencia, ninguno de los dos lo creía en ese momento...
- Puedo estar equivocado, pero creo que sí eran de ese color...- murmuró Craig en medio de la clase entre susurros, inclinando su cuerpo hacia el rubio para que esté lo escuchara.
- ¿Era humano?
- No lo recuerdo... solo recuerdo el cabello rubio estridente, despeinado, revuelto, y los ojos de ese color... con las manos alrededor de mi cuello...
- ¿Es la misma persona siempre?
- No puedo asegurarlo, pero probablemente...
- ¿Crees que sea la misma persona que ha tratado de alejar a Dog Poo de mí?
- No podría confirmarlo...
Ambos fueron interrumpidos por la presencia de Garrison que estaba cruzado de brazos y con una expresión seria y amenazante.
- Si a los tórtolos tanto les gusta hablar. ¿Qué tal si lo hacen en la sala de castigo hasta las seis de la tarde?
Tanto el rubio como el azabache lo miraron con sorpresa. Salían a las dos y media, eso haría un castigo de cuatro horas y sin comer... ambos negaron con la cabeza.
- Ya está decidido. Ahora callense.
Los dos se miraron de reojo y se disculparon con la mirada al mismo tiempo.
Al final los dejaron salir a las tres y media porque el conserje tenía hambre y tenía ganas de plegar, por lo que les acabó perdonando el castigo. Kevin estaba en la puerta de la escuela, seguramente llegaría tarde al trabajo o incluso había salido del trabajo momentáneamente para saber qué le pasaba.
- ¿Qué ha pasado?- se acercó a ambos.
- Castigo. Perdón. Nos quitaron los teléfonos, no pude avisar...
Suspiró con alivio.
- Voy a trabajar... Karen está en casa, y Dog Poo seguramente se pasará por allí; él me dijo que algo había pasado contigo y con Craig. Pensé que os peleasteis.
- ¿Por qué siempre te crees que me estoy peleando con él?
- Ya me voy, van a descontarme el día.
- ¡No me ignores!- exclamó ofendido.
Craig soltó una risilla entre dientes mientras el castaño se alejaba de ambos hacia la motocicleta.
- ¿Te acompaño a casa?- Kenny miró a Craig y sonrió un poco.
- Sí. Gracias...- murmuró, se giró hacia Kevin, quién se había puesto el casco de la moto.- ¡Kevin!
Este giró la cabeza hacia ambos.
- ¡¡¡Por despecho me voy a follar a Craig en tú cama nada más lleguemos!!!
Craig se lo quedó mirando con cara de póker. Más todavía cuando Kevin hizo una señal de muerte pasando un dedo por su cuello indicando que los mataría a ambos como hicieran eso. Kenny soltó una carcajada silenciosa. Kevin arrancó el vehículo y después se marchó.
- ¿En serio?
- Nah.
- Ah...- suspiró con alivio.- Menos mal...
Kenny soltó una carcajada entre dientes.
- ¿Quieres quedarte un rato?
- No quiero abusar...- negó con la cabeza.- Prefiero comer en mi casa, además, no he avisado a mi familia de que estaría fuera.
- Touché...- hizo una mueca.- De todas maneras Dog Poo vendrá esta tarde.
- Sí. Kevin acaba de decirlo...- asintió con la cabeza pasando el brazo por sus hombros mientras empezaban a caminar hacia la casa del rubio oro.- ¿Te importa si me paso?
- No, no me importa; puedes venir, tranquilo...- besó su mejilla.
Cuando el castaño llegó a la casa del rubio oro fue más o menos cuando Kevin se encontraba haciendo la cena, los padres de los tres hermanos estaban durmiendo la mona, Karen estaba leyendo sentada en el sofá y Kenny se levantó del sofá de un salto para atender la puerta y sonreírle cara a cara a DogPoo, pero su sonrisa se borró por completo.
- ¿Se quedará a cenar?
- No, no se moleste...- negó con la cabeza el castaño.- solo vine un rato...
Sus ojos eran de color azul con verde y amarillo. Aun así, cuando parpadeó un par de veces al decir aquello, sus ojos regresaron a ser verdes, lo cual lo alivió y relajó considerablemente.
- Está bien.- asintió el castaño.
Kenneth se llevó al castaño sucio hacia su habitación para tener un poco más de privacidad en la conversación, aunque tal vez no debió hacer eso, principalmente por la idea de que se presentara en la casa con los ojos azules... La idea de que algo lo estuviera controlando le estaba dando mucho miedo, y que la descripción que Craig le hiciera encajara en el color de ojos de Dog Poo cuando decía, actuaba o incluso reaccionaba de forma extraña, no le gustaba nada.
Estuvieron hablando por media hora hasta que Craig picó a la puerta. Karen había dejado de leer, en ese momento se encontraba en la cocina, pero fue a abrir la puerta en lugar del rubio oro. Le mencionó que Kenny y Dog Poo estaban en la habitación y le preguntó si se quedaba a cenar; ante el olor de la comida en la cocina se sintió cohibido.
- ¿Interrumpo la cena?- murmuró con sorpresa.
- No. Solo pregunto si alguno de los no novios de Kenny se va a quedar a cenar...- rodó los ojos.
- ¿Dog Poo no se queda a cenar?
- ¿Tú sí?
- ... No...- negó con la cabeza.
Karen sonrió.
- Perdón, cuñado...- soltó una risilla.- Están en la habitación, pasa...- lo dejó pasar.
- ¿No molesto, no?
- No.- negó con la cabeza.
Asintió con la cabeza y caminó hacia la habitación del rubio oro. Suspiró con pesadez. Picó con los nudillos a la puerta, escuchando a Kenneth en el interior murmurar que pasara. Pero la simple acción de llevar la mano a la perilla de la puerta y girarla, le sobresaltó escuchar un grito, como si fuera un jadeo. Abrió la puerta más rápido al escuchar el quejido de Kenneth. Sus ojos se abrieron con sorpresa.
Kenneth se encontraba atrapado con las manos por encima de su cabeza, siendo agarrado por el castaño. Este mismo se encontraba sobre su cuerpo, apretando y forzando sus labios por encima de los del rubio, este mismo luchaba dando patadas para soltarse y no fue hasta que el azabache reaccionó repentinamente y lo apartó violentamente hasta que golpeara la cabeza contra pared. Dog Poo fulminó con la mirada al azabache, sus ojos eran azules con tonos verdes y amarillos.
- ¿Quién eres? ¡Maldita sea!- exclamó Craig con el ceño fruncido.- ¿Quién te crees que eres besando a mí novio?
- Lárgate, tu presencia no es necesaria aquí. Pensé haberlo dejado claro todas las muertes que podrías haber vivido bajo mis manos...- Kenneth tembló contra el cuerpo del azabache.- El ángel es mío... Yo lo volveré un ángel caído... Destruiré la hegemonía del infierno...
- ¿Eres un demonio?- frunció el ceño el azabache.
- No responderé tus preguntas. Entrégame al ángel. Ahora.
La confusión se tatuó en el rostro de los dos jóvenes. La habitación se quedó en silencio, pero fue brutalmente roto cuando Kevin abrió la puerta con un portazo y con el ceño fruncido. Prácticamente podría haber dejado un agujero en la pared por la fuerza con la que abrió la puerta, por suerte no lo dejó, eso hubiera despertado a los padres y las cosas se hubieran puesto todavía más violentas de lo que estaban de por sí al irrumpir de aquella manera en la habitación de su hermano menor.
- Los dos. Largaos ahora mismo. No pienso seguir escuchando como os peleáis por mi hermano. Y cómo escuche una excusa, los mandaré a los dos al hospital.
Craig miró a Kenneth, este estaba pálido.
- ¡Largaos, dije!- y tal y como si fuera el mandato de alguien con una autoridad superior a un demonio de los más poderosos del mundo... Ambos muchachos salieron de la casa pocos segundos después.- Kenny...- murmuró regresando a su habitación.- ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño?
Kenneth no respondió, hizo silencio, desvió los ojos.
- Kenny...
- Dog Poo hizo algo extraño... Craig solo le estaba reclamando...
- Escuché eso. No sé qué pasó; pero sí que se estaban peleando... ¿Te hicieron daño?- repitió la pregunta.
Kenneth negó con la cabeza, Kevin suspiró con alivio en su expresión.
- Me besó... Pero estoy bien... Craig lo empujó...
Kevin se lo quedó mirando y suspiró con pesadez.
- No pienses en eso ahora... Vamos a cenar...- susurró en bajo, Kenneth asintió con la cabeza y se levantó de la cama.
Aquella misma noche se encontraba en una crisis que le impedía dormir, de por sí, ya le costaba porque no tenía ningún objetivo para él, no entendía el punto de dormir si no iba a soñar nada porque no podía soñar, nunca había podido soñar... Así que se quedó mirando las estrellas. Aunque sentía frustración al hacerlo. Pensaba en Craig...
Así que se vistió y fue a su casa con una expresión amarga y cansada. Cuando llegó allí, se coló por una ventana abierta y subió a la habitación del azabache, colándose en la cama del moreno y abrazar al mismo, este mismo soltó un pequeño grito por el susto de alguien abrazándolo y al ver a Kenneth allí se sorprendió exageradamente.
- ¿Kenny? ¿Qué haces aquí?- preguntó con sorpresa.
- Quería dormir contigo... De hecho, no podía dormir...- Craig soltó una risilla.- Lo de esta tarde no sale de mi cabeza...
- Tranquilo... Estoy aquí...- besó sus labios.
- Tienes los nudillos amoratados...- murmuró acariciando sus dedos.- ¿Te peleaste con él?
- En mi defensa... él empezó besándote...
Kenneth sonrió y negó lentamente con la cabeza.
- Dog Poo no lo hizo...
- Fue esa cosa que lo tiene controlado...- asintió con la cabeza.- Lo sé... Pero me pudieron los celos...- desvió los ojos.- Lo siento...
- Quiero saber quién es... ¿Casualmente no sabrás de ningún lugar donde pueda conseguir información de demonios?
- Internet.- dijo con evidencia.
- No tengo.- dijo con sarcasmo en su voz y con más evidencia todavía.- Solo puedo ir a las bibliotecas y cómo revisen el historial se van a reír en mi cara.
Craig hizo una mueca con el labio.
- Usa mi ordenador.- dijo girando la mirada hacia su escritorio.- No te quedes con la duda.
- Gracias...- le sonrió ampliamente y salió de la cama, se sentó en la silla y tomó su mano como muestra de apoyo y presencia mientras el ordenador se encendía.- Duerme tranquilo. Cuando termine, me acostaré contigo...- Craig asintió y entrelazó los dedos acurrucándose en la cama.
Acabó de buscar información alrededor de las cinco de la mañana, momento en el que, con ojeras y totalmente agotado, apagó el ordenador y se tumbó al lado de su pareja, cayendo totalmente rendido y nada más su cuerpo rozó la cama, se durmió.
Despertó bastante desorientado al lado de Craig, probablemente producto del cansancio y quedarse despierto hasta tan tarde. Craig se estiró y crujió la espalda, algo que lo extrañó fue que estuviera desnudo del torso, giró los ojos para buscar el motivo por el cual tenía el pecho expuesto, encontrándose con su propia piel también desnuda y cubierta por la sábana. Entrecerró los ojos. No tuvieron sexo la noche anterior, de hecho, apenas durmió la noche anterior. ¿Cómo era posible que. . .? Sintió un mal augurio cuando el azabache giró los ojos hacia él. Un escalofrío que lo hizo estremecer. Ojos azules con verde y amarillo que lo miraban fijamente. Sintió temor.
- ¿Cómo se siente soñar por primera vez?- Kenneth tembló.- Eres un ángel en la tierra, un ángel de la guarda, por eso no puedes soñar... Pero seguro que tú ya sabías eso...
Tragó saliva lentamente...
- O tal vez no recuerdes tu misión más allá de perder las alas y el halo sobre tu cabeza...- una sonrisa perturbadora apareció en sus labios.
Kenneth sintió temor.
- ¿Siempre me estás exigiendo que hable y dé respuestas y ahora eres tú el que no habla?
- Déjame en paz.- exigió.
- No voy a hacer eso.- se giró hacia él de cuerpo completo y se acercó un poco gateando para ponerse a horcajadas sobre él.- Quiero volverte un pecador...- ladeó la cabeza hacia un lado, la desnudez de ambos era evidente, la pureza de los cuerpos en su más puro esplendor.- Nunca nadie ha conseguido hacer esa hazaña en esta época... Solo con meros humanos estúpidos que pecan por sí mismos...- suspiró con pesadez.- Un gentil ángel de la guarda pecando con un demonio...- acercó su mano a su mentón y deslizó el pulgar por su labio, abriendo su boca ligeramente.- Sería divertido de ver...- se abalanzó sobre sus labios, cosa que llenó de temor al rubio oro como si nunca hubiera tenido relaciones sexuales con Craig, cosa que sí había hecho, pero no con un demonio de por medio.
Y aquello lo llenaba de un absurdo pavor que no era capaz de controlar y tampoco capaz de reaccionar, se había quedado como si lo hubiera petrificado. Pataleó y se removió tratando de liberarse y no fue hasta que jadeó y se sentó sobre el colchón escuchando como lo llamaban y le pedían que se calmara que no procesó que se había despertado. Para ser su primer sueño, había sido absurdamente desagradable. Craig palmeaba su hombro con suavidad y lo abrazó con fuerza cuando notó que estaba consciente de estar despierto.
- Ya pasó...- susurró en bajo acariciando sus cabellos.- Ya pasó...- besó su frente.
- F-Fue horrible...
- Tranquilo... Que ese demonio trate de mat. . .
- Trató de violarme.
Craig se lo quedó mirando abriendo los ojos en shock.
- Con tu cuerpo...
El azabache lo abrazó fuertemente.
- Ya está, Kenny... Ya está, ya pasó...- besó su frente, sus cabellos, trató de calmarlo de cualquier modo.- No pasará... No lo permitiré...
- No puedes impedir que lo haga en mi mente.
- Sí puedo. Porque estabas llorando mientras dormías...- Kenneth palpó sus mejillas húmedas con cierta sorpresa, se limpió los pómulos con el dorso de la mano y parte de la manga del pijama y desvió los ojos considerablemente avergonzado.- Tranquilo... Encontraremos una solución a esto... Ese demonio no te hará daño...
Kenneth sentía miedo, porque todo se repetía, notó que se repetía las noches que dormía con Craig, cómo si el demonio necesitara del contacto de Craig para poder corromper su mente y hacerlo soñar, apareciendo en múltiples y horribles pesadillas en las que, siempre usando el cuerpo de Craig, se acercaba a él de forma lujuriosa y trataba de forzarlo a estar bajo su cuerpo. Kenneth siempre despertaba entre lágrimas abrazando a Craig. Hasta que tuvo que llegar a la conclusión de no poder dormir más con Craig. Ellos lo pactaron, ambos estuvieron de acuerdo. Era malo para ambos y era bueno para ambos al mismo tiempo... Si Craig no dormía con Kenny, tenía pesadillas en las que era brutalmente asesinado; y si ambos dormían juntos, Kenny tenía horribles pesadillas en las que trataban de violarlo. Era una decisión complicada y ambos sabían que lo que el demonio quería era separarlos y adueñarse de Kenneth.
Kenny sabía cuál era el objetivo. Aunque su mente estuviera borrosa y sufriera de pinchazos y ligeros mareos cuando pensaba sobre aquello. No recordaba los detalles, pero tampoco quería creer las palabras del demonio.
¿Un ángel de la guarda para proteger a Craig?
Tal vez si era un encanto estar con Craig, pero no se consideraba un ángel de la guarda aunque Craig solo era capaz de dormir cuando estaba en su compañía o la idea de ambos perderse mirando las estrellas... Su curiosidad insana por los sueños dado a que no había podido tenerlos nunca y lo más cercano a un sueñ oque había tenido había sido una serie de terribles pesadillas con aquel demonio cuyo nombre ninguno de los dos sabía porque no se había presentado y que forzaba su cuerpo a intentar tener relaciones sexuales con el cuerpo de Craig. No era agradable...
- No puedes evitar querer proteger los sueños de Craig aun arriesgándote a encontrarte conmigo.
- Muestra tu verdadera forma, cobarde.
- Oh... ¿Prefieres que sea mí cuerpo el que cumpla con mi más deseado afán de poseer a un ángel?
- No pienso permitir que lo hagas.
Una carcajada burlona se escapó de los labios del contrario mientras el cuerpo presente y de pie ante él, a los pies del lago Starck, perdía estatura, su cabello se teñía en amarillo y los ojos brillaban con intensidad... El cabello rebelde, rubio; una mirada confiada y perversa; un cuerpo esbelto a pesar de que Craig estaba más fornido. Una figura bastante deseable para ser un demonio, siendo sinceros... Probablemente fuera un súcubo o un íncubo... Aunque sus cuernos no eran como los de los demonios de la lujuria según había visto en varias ilustraciones... Apretó los labios...
- ¿De verdad crees que vas a poder impedir algo de lo que te haga estando en un sueño en el que yo tengo el control de la situación?- sonrió torcido mostrando sus colmillos afilados.
Su voz sonaba diferente, no era la voz de Craig, era su propia voz, menos ronca, nasal y gruesa; más varonil, delicada y provocativa. Tragó saliva lentamente y retrocedió un paso, encontrándose con un obstáculo: un árbol que al girar la vista, se dio cuenta de que quedó inmovilizado por alguien más bajo por dos o tres centímetros pero con más fuerza, mucha más fuerza que él; no podía defenderse y tampoco empujarlo.
- Craig me despertará antes de que hagas algo...
- Me aseguré de que no tuvieras reacción...- sonrió con picardía.- Y me aseguraré de hacerte sentir el máximo placer...
- No te acerques a mí.- murmuró incómodo cuando el demonio se inclinó como si fuera a posar sus labios sobre los suyos, desvió la mirada al ver que no se detenía y un llamativo y estimulante dolor atacó su cuello.- ¡Aléjate!- gritó tratando de luchar.
El demonio en frente suyo retrocedió un par de pasos. Kenneth se llevó la mano al cuello, sus afilados dientes se habían clavado sobre su cuello como si fuera un vampiro. Empezó a sentirse mareado repentinamente cuando miró la sangre en sus dedos. El demonio sonrió con satisfacción.
- Ahora estás bajo mi merced, angelito...- sonrió ladeado.
Kenneth perdió el equilibrio y cayó de rodillas al suelo, con las manos en la cabeza dado al mareo y la confusión, un dolor punzante en su cabeza, notaba su cuello latir con fuerza, su aliento se volvía irregular, notaba como su cabeza daba vueltas. Le agarraron el mentón con cierta brusquedad y elevaron su mirada.
- Por cierto, angelito... Me llamo Tweek...- sonrió malicioso mientras posaba sus labios pálidos sobre los del rubio oro.
Eso fue lo último que tuvo consciencia que le sucedió. Y cuando abrió los ojos, se encontraba tranquilamente en la cama de Craig, su cuerpo estaba rígido y tembloroso, el azabache seguía abrazándolo desde la espalda, acurrucando su cabeza en su omóplato. Miró alrededor con confusión, sentía su cuerpo pesado y sucio. Su cabeza dolía y sus labios estaban hinchados y húmedos, sus articulaciones estaban algo entumecidas y su entrepierna...
No hablemos de ella...
Movió los ojos hacia Craig. Este seguía durmiendo tranquilamente. Giró los ojos hacia el reloj, agradeció que fuera sábado y haber avisado a su hermano de que estaría con Craig, sino le hubiera llegado quinientos mensajes de Kevin y otros cincuenta de Karen alertando de la situación cual narradora de una obra cualquiera. Apretó los labios y giró los ojos nuevamente hacia Craig, lo movió un poco para despertarlo.
- Buenos días, Ken...- su voz sonaba apagada y somnolienta, no pudo evitar sonreír enternecido a pesar de la culpabilidad que tenía en su interior.
- Craig...- murmuró en bajo.
- ¿Hmph...?
- Ese demonio se llama Tweek...
Craig levantó los ojos rápidamente hacia él.
- Y creo que consiguió tener sexo conmigo...
- ¿¡Qué!?- exclamó tensando su cuerpo y levantándose ligeramente para mirarlo cara a cara con los brazos a los lados de su cara, como si estuviera a horcajadas sobre él, pero con el cuerpo tumbado a su lado.- ¿Es en serio? ¿No estás bromeando?- Kenneth negó con la cabeza de manera impotente y notó sus ojos cristalizarse.- Kenny...- se dejó caer sobre él lentamente para no hacerle daño y lo abrazó con fuerza.- No llores, no llores... Por favor, no llores...- suplicó.
Craig no estaba enfadado, entendía que Kenneth no podía tener control de un sueño, más bien una pesadilla; entendía que un demonio tuviera más poder que él y sobre todo entendía la impotencia que sentía Kenneth; así que no dejó de darle apoyo y cariño hasta que Kenny se calmó del todo. Fue ahí cuando pudo empezar a explicarle lo que había pasado hasta el momento en el que perdió toda la conciencia de su cuerpo, pero con los sentimientos externos y la estimulación que tenía en su miembro, claramente había pasado por un sueño parcialmente húmedo del que no tenía control y no quería haberlo tenido, siendo sincero.
...
Su mente estaba confusa, porque por un lado odiaba a ese demonio que le había hecho tanto daño que lo aturdía y lo obligaba a tener pesadillas en las que lo trataba de abusar. Pero por otro lado, cuando soñaba su corazón bombardeaba fuertemente producto del bocado que Tweek le dio la última y primera vez que logró someterlo. La cicatriz que no recordaba tener cuando estaba despierto ardía y su cuerpo quedaba totalmente sometido y deseoso aunque su mente suplicara que no lo hiciera. Como si mente y cuerpo fueran dos entidades completamente distintas. Como si el cerebro y la cordura no fueran de la mano y, contra todo pronóstico, aunque su cordura suplicaba que se detuviera, su cuerpo motor, su cerebro, se abrazaba y aferraba con fuerza a ese demonio como si realmente lo deseara.
Kenneth despertaba entre lágrimas cuando aquellas abrumadoras noches durmiendo con Craig después de un acto sexual terminaban con él despertando después de que un demonio se tomara la libertad de hacer lo que quisiera con su cuerpo y que este mismo no impidiera nada...
Kenny se sentía en medio del juego de la cuerda. En un tira y afloja entre dos hombres que peleaban por él. Por mucho que su cordura deseara a Craig, su cuerpo tiraba hacia Tweek con necesidad.
Alcanzó el límite y decidió que tenía que alejarse y no dormir más con Craig por más que lo amara y quisiera lo mejor para él. El azabache entendía los sentimientos de Kenneth, pero no podía aceptarlo y ambos tuvieron una fuerte discusión en la que Kevin se plantó en medio a favor de su hermano y Craig tuvo que ceder y alejarse.
Quién sabe si era o no para siempre.
Pero las noticias que le llegaron fue que Craig dejó de tener pesadillas a partir del momento en el que él y Craig dejaron de hablar, dormir juntos, interactuar o incluso tener relaciones sexuales. Lo cual al principio fue tan doloroso como una ruptura, pero luego se volvió un poco más llevadero conforme crecía y más adulto se volvía.
Al final acabó siendo el psicólogo de la escuela elemental de South Park en la que él hizo la primaria y la secundaria. Pero no se sentía digno de ese puesto dado a su inestabilidad mental desde que dejó a Craig. Aunque no era una ruptura oficial porque ninguno de los dos había dicho de dejarlo en ningún momento, pero se entendía por el contexto de Kenneth de necesitar paz y tranquilidad en el sentido de no volver a ser abusado por Tweek (porque sí, Kenneth consideraba que lo que Tweek hacía era abuso porque no era consentido y mucho menos deseado).
Picaron a la puerta despertándolo de su ensoñación y respondió titubeante con un: "Sí, está libre. Pasa.", lo cual produjo escuchar el "clack" de la puerta al girar el pomo y después el alumno entró y se sentó en la silla que tenía delante del escritorio mientras él acababa de escribir un par de cosas.
- ¿Qué ha sucedido para que vinieras?- giró los ojos hacia la persona sentada en frente suyo.
Y sintió un paro cardiaco en ese momento.
- Craig...- susurró con el labio temblando.
- Tweek ha desaparecido. Puedes volver a dormir conmigo...
- No hemos hablado desde los dieciocho años ¿y eso es todo lo que tienes que decirme? ¿Por qué no viniste cuando Tweek desapareció?
- Porque quise asegurarme.
- Han pasado cinco años, Craig.- lo miró fijamente.- Creo que con seis meses es tiempo suficiente para comprobarlo... A no ser que te hubieras buscado a otro chico para sustituirme durante ese tiempo como excusa para comprobar si Tweek volvía o no... En cuyo caso, puedes irte por donde has venido... Porque no pienso ni abrazarte por tu vuelta.
Craig no dijo nada.
- ¿Crees que soy tan estúpido, Craig? Desde que estamos mis hermanos y yo viviendo por nuestra cuenta, tenemos conexión a internet y suficiente dinero para poder tener teléfono. Adivina quién me ha estado informando sobre tu novio Thomas.
Craig siguió sin decir nada, pero mordiéndose el labio.
- Si ahora has venido a buscarme porque ese chico te dejó con el corazón roto, me parece muy hipócrita de tu parte. Y para que te duela más... Te sigo amando, Craig; tenlo tiempo en cuenta... Nunca dejé de amarte pero Tweek consiguió que nos separásemos...- desvió los ojos.- Por favor, vete; estoy en horario de trabajo.
Craig se fue sin decir nada. Kenneth siguió sumido en sus pensamientos y sintió una corriente atravesar su cuerpo cuando la puerta se cerró. Un mal presentimiento sacudió con un escalofrío su espina dorsal y cuando elevó la vista hacia la puerta cerrada, una imagen se había materializado ante él.
- Es oficial por lo que veo...- murmuró sonriente y con cierta malicia.
Kenneth jadeó y retrocedió en el asiento al ver su cabello rubio estridente y despeinado, sus ojos azules con tonos verdes y amarillos, sus manos y su piel pálida acercarse para tomar su mentón con una de sus manos. Un aspecto exageradamente jovial, endemoniadamente hermoso...
- Ahora eres mío...- ronroneó contra sus labios.
Kenneth trató de apartarse, pero solo lo hizo mentalmente. Porque no físicamente. Y al tomar conciencia de su cuerpo físico, este se encontraba correspondiendo gustosamente el beso. Kenneth se estremeció cuando se separó, y la sonrisa socarrona del demonio no le dio una mejor sensación de comodidad. Su labio tembló ligeramente.
- S-Sí...- susurró inconscientemente.
El demonio sonrió satisfecho.
- Me alegra saber que tu cuerpo sí está de acuerdo en esto; pero tú moral angelical no te permite procesar lo que tu cuerpo desea y vives en una perpetua negación y una insistente creencia de que sigues amando a Craig...- suspiró apenado.- Puedo satisfacer esa parte de su cuerpo y mente si así lo deseas...- ronroneó.
- N-No...- giró los ojos para evitar el contacto visual.- No quiero volver a ver a Craig... No otra vez...- su labio temblaba sin control, su mente estaba confusa, no sabía lo que estaba diciendo.
- Es bueno saberlo, angelito...- sonrió de lado.- Tranquilo... Me aseguraré de que ese patán no te vuelva a hacer lo que te hizo al cambiarte por ese rubio mal hablado... aunque no sea intencional, claro...- se rio entre dientes con malicia.- Cuidaré de ti...- lo miró fijamente.
- Sí...- ¡No!
Tweek se rio entre dientes ante su expresión de pánico al afirmar sus palabras. Una suave caricia en sus cabellos lo pilló bajo de defensas, simplemente se lo quedó mirando, pero sin tener una mísera reacción, apretó los labios.
- Te acostumbrarás rápido a esto de la disconformidad mental y física... Descuida...- le sonrió.- Cuidaré bien de ti...
Kenneth aquella vez controló sus instintos y mantuvo la boca cerrada. Aun así, notó los labios del demonios pegados a los suyos nuevamente. Y lejos de suplicarle a su cuerpo que se resistiera, este correspondió de forma automática.
- ¿Viste? Ya te estás acostumbrando...- se rio entre dientes...
Kenneth no dijo nada, al menos en ese momento. De hecho, esperó unos segundos para tomar consciencia completa de su cuerpo antes de hablar.
- Estoy en horario de trabajo. ¿Podrías dejarme solo?
- Claro.- sonrió tiernamente.- Pasaré a por ti cuando salgas...
Y antes de poder decirle que no se acercara más a él, el demonio ya había desaparecido igual que apareció de la habitación. Maldijo en bajo y bajó los ojos a la mesa con cierta impotencia... pero con el corazón exageradamente acelerado y palpitante contra su pecho. Suspiró con pesadez y rezó porque aquella sensación no se repitiera cada vez que el demonio estaba cerca.
Aunque lamentablemente para él, si se repetía...
Todas y cada una de las veces que Tweek estaba cerca...
FIN
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El final a lo mejor es un poco paranoico o raro.
Kenneth está en la época de negación. Como ángel, se niega a haber pecado con un demonio, desear a un demonio y haberse enamorado de un demonio. Pero al mismo tiempo, su cuerpo sabe perfectamente lo que quiere...
Es solo la consciencia de Kenny que está un poco difusa y confundida XD
BTW, la escena sexual de Kenny y Tweek en el lago. Seguro que muchos tendrán la pregunta de: ¿Tweek activo?
Yo les respondo: Tweek activo *alza el pulgar*
Me gusta demasiado Tweek activo XDDDD
O al menos Tweek versátil :3
Aquí las opiniones ------------>
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en una próxima historia
Bye~
By Silvia Line / Ecchisforlife
[4879 Palabras]
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