Llegaron por fin al motel, cerciorándose de que nadie les había seguido, Tatzuki aparco el coche de golpe.

Tatzuki - apretando el volante - mierda Tian tenías que quedarte en el coche... mierda...

Qui - mirándole serio - vamos Tatzuki nosotros hubiésemos echo lo mismo en su lugar - soltando un suspiro - vamos dentro y le curas.

Tatzuki sabía que Qui tenia razón así que entre los tres sacaron a Cheng con mucho cuidado del coche llevándolo a la habitación.

Una vez tumbado en la cama, Tian se puso al lado de su hermano sin quitar sus manos de la herida que tenia en su pecho, mirándole muy preocupado.

Entonces entraron el otro par, Tatzuki traía una bolsa de deporte en una mano y una caja en la otra, al ver esa escena se acerco a Qui apretando su hombro.

Tatzuki - susurrando en su oído - sácale de aquí... - muy serio - no le puede ver así.

Qui asintió conforme acercándose donde estaba Tian, cogiéndole de la mano para levantarle de donde estaba.

Tian - angustiado - ¿que haces déjame?

Qui - mirándole serio - Tatzuki necesita algunas unas cosas, acompáñame...

Tian se iba a negar pero igual era algo importante para curar a su hermano, miro a Tatzuki aún más angustiado.

Tatzuki - serio - yo me encargo de él, no te preocupes.

Se intercambiaron en el lugar, Tian siguió a Qui a regañadientes, se montaron en el coche de nuevo, para sacarle del lugar, llegaron a un sitio apartado ahí fue cuando Tian miro enfadado a Qui.

Tian - desconcertado - ¿que haces? - apretando sus puños - ¿porque me has traído aquí? - enfadado - Qui...

Qui - mirándole - tranquilízate Tian... - mirando al frente - Tatzuki sabe lo que hace, no es la primera vez que nos saca una bala - volviendo a mirarle - salgamos y pegas un par de gritos ¿vale?

El menor le iba a rebatir pero parecía que lo decía en serio, así que salieron del coche y como le dijo Qui pego un par de gritos angustiosos, intento soltar un tercero pero le fallaron las fuerzas y dejo caer sus manos sobre sus muslos apretándolos con rabia.

Qui - acercándose a él - clamate Tian... - serio - Cheng es muy fuerte a salido de situaciones peores.

Qui le puso una mano en su hombro para darle consuelo, al sentir eso Tian le miro entre enfadado y angustiado, aguantando sus lágrimas.

Qui - atrayendole hacia él - vamos... él va a sobrevivir - sonriendo de lado - es un He...

Tian no pudo más y se apoyo en el hombro que le ofrecía el mayor, rompiendo a llorar, Qui no dijo nada solo empezó a acariciar su espalda a modo de consuelo hasta que el menor descargo su angustia.

Tian - limpiando el rastro de su llanto - no se lo digas a nadie...

Qui - serio - nuca... aquí no ha pasado nada.

Luego ambos se sentaron a contemplar el cielo haciendo tiempo y así calmarse ambos, cuando el mayor lo estimo oportuno volvieron al motel, al entrar Tatzuki ya había sacado la bala del mayor, lo había lavado, cosido y se estaba limpiando él.

Tian no le dijo nada sobre lo que había pasado, solo pasó de largo muy serio, fue donde estaba su hermano muy angustiado, tumbándose a su lado observando su rostro hasta que se quedó dormido a su lado.

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Al día siguiente, después de limpiar todo, metieron las pruebas en bolsas de basura para que nadie supiese nada de lo que había pasado ahí, cogieron el resto de sus cosas llevándola al coche.

Mientras Tatzuki y Qui sacaban con cuidado a Cheng y le llevaban al coche con cuidado, Tian pago la habitación al dueño.

Se montaron de nuevo en el coche para ir de nuevo a la ciudad para que los médicos se ocupasen del mayor.

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Tardaron más días en volver ya que debían parar en algún sitio para que Tatzuki hiciese las curas necesarias a la herida de Cheng y no se infectarse o se agravase.

Al llegar fue a Tatzuki a quien le tocó la difícil tarea de dar la noticia sobre Cheng a Hao por ser su segundo al mando, este se mostró indiferente al estado de su hijo, dándole la espalda.

Fue a la casa de Qui ya que la habían convertido en la sede de estos, que hasta que no supiesen que hacer con el mayor no se iban a juntar con los demás.

Cuando Tatzuki se lo dijo a los otros dos, Tian decidió ir a encararse a su padre.

Llegó a la mansión He muy cabreado no entendía como su padre le daba la espalda a su propio hijo.

Fue derecho al despacho de este y entró de golpe, sin llamar mirando enfadado a ese señor que decía que era su padre.

Tian - muy serio - padre... ¿porque?

Hao - con una minúscula sonrisa - pasa hijo, pasa y siéntate.

Tian - gruñendo - ¿porque debería? - frunciendo el ceño - vas a abandonar a tú hijo.

Hao - sonriendo - Cheng sólo es un bastardo - mirándole - él no es mi hijo legítimo como tú y a demás él ya no quiere mi apellido... - serio - así que no tiene derecho a mi ayuda.

Tian - asombrado - pero... - pensando - ¿si yo me quedo aquí... - serio - le ayudaras?

Hao - ladeando la cabeza - si así no te vuelves a escapar.

Tian - apretando sus puños - no, no me iré.

Hao no se fiaba del todo del menor, así que hizo un gesto para que los otros dos que estaban ahí y habían escuchado todo se llevarán al menor al sótano, donde no podría escapar por mucho que lo intentase ya que las ventanas tenían barrotes.

Luego hizo una llamada al hospital para dar permiso para que diesen asistencia a su otro hijo.

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Un par de días habían pasado sin noticias de Tian, llamaron a Tatzuki para que llevase a Cheng al hospital que habían decidido donde curarían a este.

Le revisaron viendo que no estaba tan mal curado como pensaban, indujeron el coma a Cheng para que sus heridas no se agarbasen y se curarse antes.

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Por otro lado los otros cuatro jóvenes solían quedar a menudo para pasar el rato y no pensar en lo que estuviese pasando a los demás.

A veces se juntaban en casa de Jian a jugar a vídeo juegos, o en casa de Cheng donde vivía Li para pasar la tarde o pasaban por la casa de Tian de la cual Mo tenía llaves para comer algo.

Otras veces se juntaban en la cancha para jugar a basquet y así pasar las horas muertas.

Luego se tiraban en el suelo haciendo suposiciones de lo que pudiese pasarles a los otros cuatro.

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Un día los cuatro estaban saliendo del Insti como siempre, cuando el albino recibió una llamada.

Jian - feliz al ver quien era - Qui... ¿donde estas?

Qui - sonriendo - Jian... - carraspeando - ¿nos vemos luego en tú casa?

Jian - sonriendo - ¿estáis todos de vuelta?

Qui - suspirando - esto... - serio - dile a los otros que vengan también.

Jian - interesado - pero... ¿pasa algo malo?

Qui - sonriendo de lado - Jian... no seas curioso - serio - nos vemos en tú casa.

Jian miro su teléfono viendo que su novio le había colgado, pero estaba vivo y eso era lo que le importaba.

Jian - mirando a los otros - era Qui - sonriendo - me a dicho que vayamos todos.

Li - insinuando - ¿quiere que veamos como te toca...?

Jian - sonrojado - idiota...

Zhan - serio - vamos no será eso...

Mo - ansioso - vamos, que más da vayamos y que nos diga.

Zhan - entre cerrando los ojos - Mo tiene razón, vayamos a ver que los dice.

Los cuatro jóvenes fueron a la casa del albino, entre nerviosos y asustados por lo que el grandullón les fuese a contar.

De camino vieron un puesto de comida rápida y decidieron coger algunas cosas para comer, por no manchar nada y de esta forma era más rápido.

Con la comida en la mano reanudaron el camino, al llegar al edificio donde vivía Jian, se tensaron más empezaron a hacerse preguntas ¿porque no les habían llamado a ellos los otros tres? y ¿si no habían sobrevivido? y ¿si sólo Qui estaba vivo?

Les entró algo de miedo subir a la casa, así que los tres se quedaron quietos paralizados en el portal.

Jian - girándose hacia esos tres - ¿que pasa chicos?

Li - mirándole - es que... ¿y si es algo malo?

Zhan - sin mirarle - es que... solo te han llamado a ti...

Mo - algo angustiado - tenemos algo de miedo.

Jian - mirando a los tres - entiendo, pero si no entramos no lo sabréis.

Los otros tres decidieron que tenía razón que no había que posponer esto y subieron a la casa de Jian.