1° La noche...
Una vez que el moreno cayó en ese profundo sueño y tras un gran esfuerzo el peli rojo pudo salir de debajo suyo.
Salió de su cuarto para despedir al par de idiotas que habían ido a tocarle las pelotas a su casa.
De repente recibió la llamada de su madre diciéndole que se iba a quedar a dormir en el hospital ya que iba a cubrir otro turno para hacerle un favor a una amiga.
Así que el peli rojo se quedó solo en casa, tomó algo de la nevera para cenar, se aseo, fue a su cuarto se sacó la ropa y fue a su cama para coger lo que solía ponerse para dormir.
Fue cuando se dio cuenta del moreno que yacía durmiendo en su cama, se sentó al borde de esta para observarle un poco, sus prendas para dormir habían desaparecido al rehacer la cama y le daba pereza buscar unas nuevas.
Como pudo movió al moreno, no iba a dormir en el sofá o en el suelo, mierda esa era su cama y quería dormir en esta.
Lo que menos sospechaba el peli rojo es que el demonio no estaba del todo dormido.
El moreno se acurruco mejor entre sus brazos con una sonrisa pintada en su cara, el peli rojo se quedó observándola viendo en esta paz y siendo más sincera que otras veces.
Pensando que estaba en uno de esos sueños que últimamente tenía con el moreno, guio su mano al pelo de este empezando a acariciarselo lenta y suavemente desenredando ese pelo negro que tanto le gustaba.
El moreno ante eso entre abrió los ojos un poco, el peli rojo al ver eso se quedó observandolos desviando su mirada de esos ojos a esos labios, los cuales había besado en sueños tantas veces.
Un gran impulso, unas grandes ganas, un gran deseo oculto llevó entonces al peli rojo a presionar sus labios con los del contrario cerrando fuertemente los ojos.
El moreno abrió los ojos muy sorprendido por la acción del contrario, pero aprovecho la ocasión para cerrar de nuevo sus ojos para disfrutar de esto y comenzó a pasar su lengua por los labios del contrario.
Al peli rojo entonces le recorrió un agradable cosquilleo por estos, entre abrió los ojos para ver al moreno que estaba con los ojos cerrados y guiado por lo que pensaba que era un sueño más, abrió su boca para dejar pasar la lengua del contrario.
Esa lengua entró en su boca encontrándose con la suya, empezaron a rozarse lenta y pausadamente para luego ambos llevados por su juventud y sus ganas empezar un baile de lenguas en sincronía y perfección que fue subiendo en velocidad.
Ambos jóvenes llevaron una de sus manos a la cabeza del contrario para acercarse más si cabe y la otra mano a la cadera del otro rozando así peligrosamente sus pelvis.
Lejos de asustarse el peli rojo ladeo su cabeza para así profundizar ese beso, eso hizo que el deseo del moreno subiese mucho y ladease su cabeza también para profundizar más si cabe ese beso.
Un rato después ambos jóvenes se separaron de ese deseoso beso jadeando mirándose a los ojos llenos de pasión, deseo y lujuria.
El moreno entonces ataco el cuello del peli rojo que lejos de golpearle o apartarle le dio acceso a este, el moreno subió sus besos hasta su oído donde le beso y lamió el lóbulo donde estaba ese arete que le había regalado hacía tiempo.
He Tian - susurrando en su oído - te amo... Mo...
Al peli rojo entonces le recorrió un intenso escalofrío por el cuerpo, se le erizo la piel y un pequeño tono rojizo tiñó sus mejillas, apretó más al moreno contra su cuerpo y dirijo sus labios a su oído.
Mo Guan Shan - susurrando también - yo... yo... te... amo...
El moreno le miro muy sorprendido y emocionado, ese idiota que hacía tiempo que había llamado su atención, al que poco a poco había descubierto que amaba aunque al principio lo asustarse, había dicho lo que hacía tiempo quería oír.
Su cuerpo entero vibraba, su piel se llenaba de electricidad, su corazón de dicha y alegría, pero el deseo y la pasión ganó la batalla al moreno.
He Tian - sin dejar de mirarle - hagamos el amor...
Mo Guan Shan - algo sonrojado - no tengo condones.
El moreno primero se quedo mirando a ese chico sorprendido no le había gritado, no le había insultado y no le había pegado; un momento mierda ¿si hubiese llevado un condón lo estarían haciendo?
He Tian - con deseo - pues toquémonos...
Dijo empezando a colar una mano por el elástico del bóxer del menor.
He Tian - jadeando - vamos... Mo...
El moreno ya no pudo articular una palabra más, ya que el peli rojo había colado también su mano por sus calzoncillos.
Este seguía pensando que era uno de esos sueños húmedos que últimamente tenía con el moreno, hacía tiempo que había descubierto que este le provocaba algún tipo de sentimiento y tras los últimos acontecimientos se había dado cuenta de cuales eran esos sentimientos.
Ambos jóvenes entonces agarraron la hombría del contrario empezando una caricia suave subiendo y bajando sus mano por ese órgano tan sensible.
Mientras se dedicaban una mirada llena de deseo y pasión, ambos lamieron sus respectivos labios y los unieron casi al unísono, sacando sus lenguas en busca de la del contrario.
Sus manos seguían acariciando su hombría suave y lento, pero ambos son jóvenes y están llenos de hormonas que están en ebullición, así que empezaron a subir el ritmo de esa caricia, de ese beso, de ese deseo oculto...
La otra mano de ambos se encontraba en la cadera del contrario haciendo presión no sólo para que el otro no se echase atrás si no para tener un punto de apoyo.
La caricia fue subiendo de velocidad e intensidad, al igual que el beso, ninguno se separaba mucho de los labios del contrario solo un poco de vez en cuando para coger aire entre jadeos descontrolados, que subían el deseo del contrario al oírlos.
Las manos iban ya en un ritmo imposible, haciendo que ambos jóvenes viesen ya cercana la liberación final, esta llegó para ambos en una explosión conjunta, los jóvenes alcanzaron por fin su clímax.
Mirándose a los ojos con esa pasión, ese deseo, esa lujuria aún latente en ambos que tenían los labios rojos e hinchados.
El moreno se acurruco en el hombro del peli rojo, que le rodeo con sus brazos.
He Tian - suspirando en su oído - te amo...
Entonces a ambos les empezó a vencer el sueño, el primero en cerrar sus ojos fue el moreno después de decir eso.
Fue entonces cuando la realidad golpeó al peli rojo, se dio cuenta de que este no era uno más de sus sueños húmedos, esto era real el moreno estaba entre sus brazos, le había besado de verdad, se habían tocado de verdad, se había confesado de verdad.
Lejos de apartarle, o gritarle, o pegarle apretó más ese musculoso cuerpo contra el suyo soltando una pequeña lagrimita de felicidad.
Mo Guan Shan - susurrando en su oído - te amo...
Confesó pensando que el moreno estaba profundamente dormido, pero este le había oído perfectamente.
Luego ambos quedaron dormidos y abrazados con una gran sonrisa de satisfacción en la cara y varias preguntas en sus mentes.
¿Que pasaría mañana? ¿qué eran ahora? ¿cómo iban a actuar entre ellos?
Alguna más rondaba la mente del peli rojo ¿donde había estado el moreno? ¿qué le había pasado para llegar tan cansado? ¿todo esto era verdad? o ¿estaría jugando con él?
Ya lo averiguaria mañana ahora solo quería dormir entre esos fuertes y musculosos brazos que lo protegían del mundo.
Al igual que el moreno que solo abrazando a su dulce peli rojo podía al fin conciliar el ansiado sueño.
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